REVELA EN EL DIVINO PADRE ETERNO EN LA DOCTRINA ALFA Y OMEGA.
920.- Entre la divina Revelación y las revoluciones del mundo, exsiste ley común; Revelación, significa revolución en el Reino de los Cielos; porque lo de arriba es igual a lo de abajo; la Revelación o divina escritura telepática, unificará al mundo de la fé, al Tercer Mundo; mundo de la Trinidad, en la propia espíritualidad; la divina parábola que fué dada al mundo, hace ya muchos siglos, que dice: Todo humilde es primero, delante de dios; significa que todas las naciones llamadas sub-desarrolladas, surgidas del extraño y desconocido sistema de vida, salido de las leyes del oro, se unificarán formando una sola potencia; ciento ocho países inician el más formidable poder, que se haya conocido en este mundo; ni antes, ni ahora, ni en lo futuro, se verá cosa igual; toda nación rica salida del extraño sistema de vida del oro, quedarán en la más grande pobreza; el divino Creador dá y quita en todo lo imaginable; los que más tuvieron en la prueba de la vida, son juzjados por sus propios y extraños procederes; con la vara que midieron a otros, son ellos medidos; hicieron sentir la pobreza a otros por siglos, ahora ellos vivirán la pobreza en carne propia; porque no imitaron a la divina igualdad, enseñada por el Padre, en su divino evangelio; con las llamadas naciones ricas, se inicia en este mundo, una época que fué anunciada, como el llorar y crujir de dientes.-
“Derroquemos a los dictadores y sus dictaduras”
La Revolución continúa en Túnez, y se extiende a Egipto, los ciudadanos y ciudadanas siguen en las calles reivindicando un verdadero gobierno del pueblo y para el pueblo donde no tengan cabida los esbirros del régimen. El pasado día 14 de enero, después de un mes de revueltas cada vez más fuertes en todo el país, el dictador Ben Alí tuvo que rendirse ante las evidencias: el pueblo tunecino no iba a echarse atrás a pesar de la represión, los disparos, las detenciones, la tortura. Veintitrés años son suficientes, ya era demasiada la indignación. Por eso, cuando esa misma noche el dictador declaró en televisión que se había equivocado, que se disculpaba y que prometía no presentarse a las elecciones de 2014, el pueblo salió a la calle con más rabia y más valor que nunca. Durante años el pueblo tunecino lo ha ido perdiendo todo: desde el empleo y la libertad de expresión, hasta la dignidad. Y sólo cuando comprendieron que ya no tenían nada que perder, perdieron de repente lo último que les quedaba: el miedo. A partir de ese momento el pueblo tunecino sólo tuvo cosas que ganar. Por eso, esa noche, miles de personas rompieron el toque de queda, exigiendo la marcha del dictador bajo una lluvia de balas. A la mañana siguiente, la llamada de la UGTT a la huelga general fue un rotundo éxito, y la manifestación pacífica convocada por la mañana reunió en el centro de la capital a decenas de miles de personas. Pocas horas después, el dictador, ante el definitivo fracaso de su estrategia, ordenó a la policía disparar sobre la multitud. Los y las manifestantes se vieron obligados/as a refugiarse en las casas vecinas, mientras que las fuerzas represoras detenían, torturaban, violaban y asesinaban indiscriminadamente a los que no conseguían escapar. A pesar de todo, el pueblo no cedió en su determinación de derrocar al régimen, y esa misma tarde se confirmó la esperada huida de Ben Ali del país. Su lugar se vio inmediatamente ocupado por su primer ministro, prueba de que su partida era solo provisional y de que las cosas en absoluto habían cambiado. Esa misma noche las calles se llenaron una vez más de manifestantes pidiendo su destitución y la aplicación del artículo correcto de la Constitución que, en caso de «situación vacante de la Presidencia de la República por muerte, dimisión o impedimento absoluto», obliga al Consejo a nombrar al presidente del Parlamento como presidente interino del país. Y lo consiguieron. Dos “presidentes” en 24 horas, dos victorias en un día. Pero cuando vieron que el gobierno provisional formado por el parlamento era sólo una fachada de transición democrática, donde los ministerios de más relevancia eran ocupados por miembros del antiguo régimen, esbirros de la dictadura que les había reprimido y silenciado durante tantos años, decidieron, una vez más, no darse por vencidos/as. Por eso ya hace más de una semana que el pueblo de Túnez sigue concentrándose en las calles y en las plazas, cada vez más numerosos, cada vez más radicales. Ya no sólo piden pan: piden dignidad. Ya no sólo piden libertad de expresión: piden poder para el pueblo. Los barrios se organizan en comités populares, los obreros y obreras ponen a sus patrones en las calles y toman el control de las fábricas y empresas, los sindicatos convocan huelgas indefinidas, los y las estudiantes se lanzan a las calles. Desde las zonas rurales, las más empobrecidas, miles de hombres y mujeres están llegando a la capital para seguir manifestándose contra un gobierno ilegítimo, el residuo podrido de la dictadura. El pueblo tunecino no habla de cambio, es una palabra que no les suena demasiado bien: así llamaba el dictador derrocado al Golpe de Estado con el que tomó el poder en 1987. El pueblo tunecino habla de democracia, en el sentido más puro y original de la palabra. Habla de Revolución, con todo lo que eso conlleva. Y mientras los medios de comunicación tratan de convencernos de que en Túnez la democracia ha triunfado, de que reina la libertad de expresión y de que ya está todo hecho en un país que durante dos décadas hemos ignorado, los tunecinos y las tunecinas no callan. Mientras Obama y Merkel felicitan al pueblo tunecino por su valor, ese mismo pueblo se niega a llorar a sus mártires mientras no se realice lo que tantos piden desde hace tanto tiempo. La burguesía afrancesada se da por satisfecha con la nueva y relativa libertad de expresión y con los cambios prometidos por el gobierno provisional; l@s obrer@s, l@s campesin@s, l@s estudiantes parad@s y precari@s, l@s trabajador@s de las zonas rurales, l@s sindicalistas, l@s militantes de izquierdas y de los partidos ilegalizados por el régimen, mayores víctimas de la dictadura, verdaderos artífices de esta Revolución, duermen desde hace noches en las plazas y permanecen todo el día en las calles para seguir gritando reivindicaciones que aún no han sido respondidas. Lo dicen ellos/as mismos, que han demostrado en estos días ser los/as más radicales y conscientes a pesar de su aparente falta de educación política: la Revolución no se hace en un día, es un proceso largo y no podemos perder ni un solo minuto, porque nos arrebatarán esta victoria que tanta sangre nos ha costado y en la que aún queda tanto que ganar. Túnez no se rinde. Porque la lucha se ha librado en las calles, y en las calles se celebrará la victoria, antes que en Internet. Y ahora más que nunca es el momento de seguir luchando, porque aunque hemos ganado la batalla, aún están a tiempo de ganarnos la guerra. Unos días después de la revolución tunecina se ha desencadenado otra revuelta popular en Egipto, que está desafiando la tiranía del dictador Mubarak, cuya reacción ha sido la de sacar los tanques a la calle. El pueblo egipcio está emulando al tunecino y ha perdido el miedo: quieren el fin de la dictadura y la salida del tirano del país. La solidaridad con el pueblo egipcio es también muy necesaria en estos momentos. En otros países ( Yemen, Argelia,…) también están produciéndose movilizaciones fuertes, que pueden transformarse en revueltas en los próximos días. Por lo tanto, ante las noticias falsas o incompletas que nos dan los medios de comunicación, frente a los que creen que esto ya ha terminado y que no queda nada por hacer, frente a los que piensan que los pueblos que piden, y siguen pidiendo, “dignidad, trabajo y libertad” se van a dar por satisfechos con máscaras de democracia avaladas por los Estados Unidos y una libertad de charanga y pandereta: Demostremos nuestro apoyo al pueblo tunecino y egipcio y al resto de países árabes que se están levantando y a sus Revoluciones, ¡acudamos todas a la concentración en Sol el día 2 de febrero a las 19h! Las dictaduras siguen impunes, ¡la lucha continúa! Convocan: Ecologistas en Acción, Izquierda Anticapitalista, Cristian@s de Base, En Lucha, ATTAC, Sodepau-Catalunya, Casapueblos, Solidaridad Obrera, Corriente Roja,Co.Bas , Izquierda Castellana, Plataforma de Apoyo Político al Pueblo Saharaui, CGT, Comité de Solidaridad con el África Negra UMOYA, Fundación Hijos del Máiz, Vía Democrática, Asoc. Marroquí de Derechos Humanos-Madrid, Asamblea Social de Rivas, AAVV La Flor,
DICE EL DIVINO PADRE JEHOVA EN LA DOCTRINA DEL CORDERO DE DIOS ALFA Y OMEGA, EN EL DIVINO TITULO N°:
751.- El hambre que padeció el mundo de la prueba, tuvo dos causas; la primera fué la excesiva ambición de los creadores, del extraño capitalismo; la segunda el inmoral gasto en armamentos; en ambas causas, lo pagan los culpables; es así que tres cuartas partes del divino juicio, recae en financistas y militares; el camino de la felicidad, no estaba en escoger la ambición ni en escoger la desconfianza; la prueba de la vida consistía en no equivocarse.-
En los círculos de la defensa, "recortar" el presupuesto del Pentágono ha vuelto a ser un tema de conversación. El país no debe confundir esa cháchara con la realidad. Cualquier recorte que se haga, a lo más, reduciría la tasa de crecimiento del gasto. Los hechos esenciales son: los gastos militares de EE.UU. hoy en día son iguales a los de todas las otras naciones del mundo juntas, una situación sin precedentes en la historia moderna.
El Pentágono gasta actualmente más en dólares constantes de lo que en ningún momento durante la Guerra Fría – esto a pesar de la ausencia de cualquier cosa que se aproxime remotamente a lo que los expertos de seguridad nacional llaman “competidor par”. ¿El Imperio del Mal? Existe sólo existe en la imaginación febril de aquellos que tiemblan ante la perspectiva de que China sume un oxidado portaaviones de ruso a su flota o los que toman en serio los delirios de los islamistas radicales que prometen, desde el fondo de sus cuevas, unir a la Umma en un nuevo califato.
¿Que qué están comprando los estadounidenses? Lamentablemente, no mucho. A pesar de los exorbitantes gastos (por no hablar de los esfuerzos y sacrificios de las tropas estadounidenses), el retorno sobre su inversión es, por decirlo suavemente, poco impresionante. La lección principal que surge de los campos de batalla de la era post-11S es la siguiente: el Pentágono simplemente no llega a traducir su "supremacía militar" en una victoria que valga la pena mencionar.
Washington sabe cómo se inician las guerras y la manera de prolongarlas, pero no tiene ni la menor idea de cómo acabarlas. Irak, la última adición a la lista de las guerras olvidadas de Estados Unidos, se presenta como la Prueba A. Cada bomba que explota en Bagdad o en alguna ciudad iraquí, salpicando sangre por toda la calle, pone de manifiesto lo absurdo que es juzgar "la oleada" como la hazaña épica que celebra el lobby Petraeus.
Los problemas son de carácter estratégico y operacional. Las expectativas de la Guerra Fría, de proyectar el poder de los EE.UU. para aumentar la influencia y la posición estadounidenses, ya no es aplicable, sobre todo en el mundo islámico. Allí, las actividades militares estadounidenses están, por el contrario, fomentando la inestabilidad y el anti-americanismo. Como Prueba B, basta ver la ciénaga profunda en que se ha convertido lo que Washington denomina AfPak – el teatro de operaciones militares afgano-pakistaní.
Sume a eso la montaña de pruebas que demuestran que Pentágono, Inc. es una empresa pésimamente gestionada: absolutamente obstinada, hinchada, lenta y propensa al despilfarro en una escala prodigiosa – especialmente en temas de adquisición de armas y tercerización a "contratistas" de funciones anteriormente militares. En lo que respecta a la seguridad nacional, como principal criterio de decisión, la eficacia (lo que funciona) siempre debe prevalecer sobre la eficiencia (pero, ¿a qué precio?). Sin embargo, más allá de cierto nivel, la ineficiencia socava la eficacia, y el Pentágono es notable en exceder ese nivel. En comparación, las muy vilipendiadas Tres Grandes de Detroit (Ford, General Motors y Chrysler) son prototipos de empresas bien administradas. Defensas inexpugnables
Todo esto ocurre en un contexto de crecientes problemas domésticos: el alto desempleo, un billón de dólares de déficit federal, la gigantesca deuda, que sigue creciendo, y déficits en educación, infraestructura y empleo, todos claman atención.
Sin embargo, el presupuesto de defensa - nombre inapropiado, ya que para el Pentágono, Inc. la defensa, per se, es irrelevante – el presupuesto sigue siendo una vaca sagrada. ¿Por qué?
La respuesta reside en entender las defensas alrededor de esa vaca, que se aseguran de que permanezca intacta e intocable. Ejemplificando lo que a los militares les gusta llamar "defensa en profundidad", ese escudo consiste en cuatro barreras distintas, pero que se protegen mutuamente. Egoísmo institucional : La victoria en la Segunda Guerra Mundial no produjo paz, pero una atmósfera de crisis de seguridad nacional permanente. Como nunca antes en la historia de los EE.UU., las amenazas a la existencia de la nación parecían omnipresentes, una actitud que emergió a finales de la década de 1940 y que aún persiste. En Washington, el miedo - en parte real, en parte artificial - desencadenó una poderosa respuesta.
Una de las consecuencias fue el surgimiento del estado de la seguridad nacional, una serie de instituciones que dependen de (y por lo tanto se esforzaron para perpetuar) esta atmósfera de crisis y, así, justificar su existencia, su estatus, sus prerrogativas y sus presupuestos. Además, surgió una industria armamentística permanente, que pronto se convirtió en una importante fuente de empleo y de ganancias corporativas. Los políticos de ambos partidos se apresuraron a identificar las ventajas de la adaptación a este "complejo militar-industrial", tal como lo describió el Presidente Eisenhower.
Aliado a este vasto aparato –que transforma dólares en créditos fiscales, beneficios empresariales, contribuciones de campaña y votos (y alimentándose de él)– había un eje de seudo intelectuales - los ‘laboratorios’, apoyados por el gobierno, los institutos universitarios de investigación, las publicaciones, los grupos de reflexión, y los lobbys de la industria (muchos de ellos integrados por altos ex–funcionarios de gobierno) - dedicado a la identificación (o a la creación) de ostensibles amenazas a la seguridad nacional, siempre supuestamente graves y siempre empeorando, para luego elaborar respuestas a las mismas.
El resultado: en Washington, las voces de peso en todos los ‘debates’ sobre la seguridad nacional comparten una predisposición para el sostenimiento de elevadísimos niveles de gasto militar, por razones que tienen cada vez menos que ver con el bienestar del país. Inercia estratégica: En un documento de 1948 del Departamento de Estado, el diplomático George F. Kennan hacía la siguiente observación: "Tenemos alrededor de 50 por ciento de la riqueza del mundo, pero sólo el 6,3 por ciento de su población." El desafío que enfrentan los políticos estadounidenses, continuaba, es "diseñar un modelo de relaciones que nos permita mantener esta disparidad". Aquí tenemos una descripción de los propósitos de los Estados Unidos que es mucho más sincera que toda la retórica sobre la promoción de la libertad y la democracia, la búsqueda de la paz mundial, o el ejercicio de un liderazgo global.
El fin de la Segunda Guerra Mundial encontró a los Estados Unidos en una posición de privilegio espectacular. No en vano, los estadounidenses recuerdan la época inmediata de posguerra como una Edad de Oro de prosperidad para la clase media. Los políticos, desde la época de Kennan, han tratado de conservar esa posición privilegiada. Sin embargo, sus esfuerzos han sido, en gran parte, inútiles.
Luego, en 1950, los políticos (con Kennan, para entonces, convertido en un notable disidente) llegaron a la conclusión de que la posesión y el despliegue del poder militar era la clave para preservar el estado de exaltación de los Estados Unidos. La presencia de las fuerzas de los EE.UU. en el extranjero y su demostrada voluntad de intervenir, ya sea abierta o encubiertamente, en cualquier lugar del planeta promoverían la estabilidad, garantizarían el acceso de los EE.UU. a los mercados y los recursos, y, en general, servirían para aumentar la influencia del país ante amigos y enemigos - esa era la idea, en todo caso.
En la Europa y el Japón de posguerra, esta fórmula logró considerables éxitos. En otras lugares - especialmente en Corea, Vietnam, América Latina, y (sobre todo después de 1980) en el llamado Gran Oriente Medio - o bien produjo resultados mixtos o fracasó catastróficamente. Ciertamente que los acontecimientos de la era post-11S brindan pocas razones para creer que ese paradigma de presencia/proyección de poder sirve de antídoto ante la amenaza que representa el yihadismo violento anti-occidente. En todo caso, la obstinación con dicho paradigma está exacerbando el problema al crear aún más animosidad anti-estadounidense.
Uno podría pensar que las manifiestas deficiencias del enfoque de presencia/proyección de poder – los miles de millones gastados en Irak, y ¿para qué? – podrían llevar a Washington a cuestionarse sobre su estrategia de seguridad nacional. Podría parecer que un poco de introspección vendría bien. Por ejemplo, ¿no sería beneficioso cambiar de enfoque para mantener lo que queda del estatus de privilegio de los Estados Unidos?
Sin embargo, hay pocos indicios de que nuestros líderes políticos, los cuerpos de oficiales superiores, o quienes forman la opinión pública desde fuera del gobierno, sean capaces de entretener tales debates. Ya sea por ignorancia, arrogancia, o falta de imaginación, el paradigma estratégico preexistente persiste tercamente, de modo que, también, como si por defecto, persisten los altos niveles de gasto militar que implica la estrategia. Disonancia cultural : Debemos olvidarnos de la idea de que el surgimiento del movimiento Tea Party haya curado las divisiones producidas por las "guerras culturales". La agitación cultural desatada en la década de 1960, y centrada en Vietnam, sigue siendo un asunto pendiente en este país.
Entre otras cosas, los años sesenta destruyeron el consenso estadounidense, forjado durante la Segunda Guerra Mundial, sobre el significado de patriotismo. Durante la llamada Guerra Buena, el amor a la patria implicaba, incluso requería, el respeto al estado, evidenciado más claramente en la voluntad de la gente a aceptar la autoridad del gobierno de imponer el servicio militar obligatorio. Los soldados estadounidenses en esa época, la mayoría de ellos reclutados, eran la encarnación del patriotismo, arriesgando su vida para defender al país.
El soldado estadounidense de la Segunda Guerra Mundial era el estadounidense común y, tanto representaban como reflejaban, los valores de la nación de la que procedían (una percepción confirmada por el hecho irónico de que los militares se adhirieron a las normas vigentes de segregación racial). Era "nuestro ejército" debido a que el ejército éramos "nosotros".
Con Vietnam, las cosas se volvieron más complicadas. Los partidarios de la guerra sostenían que la tradición de la 2da Guerra Mundial era, todavía, aplicable: el patriotismo exigía respeto a las órdenes del Estado. Los opositores, en cambio, especialmente aquellos que se enfrentaban a la perspectiva del servicio militar obligatorio, insistían en lo contrario. Ellos revivieron la distinción, formulada una generación antes por el periodista radical Randolph Bourne, que separa al país y el estado. Los verdaderos patriotas, los que verdaderamente aman a su país, eran quienes se oponían a las políticas estatales que consideraban equivocadas, ilegales o inmorales.
En muchos aspectos, los soldados que lucharon en la guerra de Vietnam se encontraron incómodamente atrapados en el centro de esta controversia. ¿Era el soldado muerto en Vietnam en un mártir, una figura trágica, o un tonto útil? ¿Quién merece mayor admiración: el soldado que luchó con valentía y sin quejarse o el que sirvió y luego se volvió un opositor de la guerra? ¿O era el verdadero héroe el que se resistió a la guerra - el que nunca sirvió?
El fin de la guerra dejó sin resolver estas desconcertantes cuestiones y la decisión del presidente Richard Nixon en 1971 de acabar con el servicio militar obligatorio a favor de una Fuerza de Voluntarios, basada en la idea de que el país podría ser mejor servido con un ejército que no fuera "nosotros", sólo complicó aún más las cosas. Así, también, lo hicieron las tendencias en la política estadounidense, donde auténticos héroes de guerra (George H.W. Bush, Bob Dole, John Kerry y John McCain) perdían elecciones ante opositores con credenciales militares inexistentes o excesivamente leves (Bill Clinton, George W. Bush, y Barack Obama), pero que, una vez en el cargo, demostraron una notable propensión a derramar la sangre de otros estadounidenses (¡por supuesto que nunca la de miembros de sus propias familias!) en lugares como Somalia, Irak y Afganistán. Todo era más que un poco indecoroso.
El patriotismo, un concepto simple en otra época, se había convertido en algo confuso y polémico. ¿Qué obligaciones, si alguna, impone el patriotismo? Y si la respuesta es ninguna - opción que cada vez más estadounidenses consideran correcta – entonces, ¿sigue siendo el patriotismo, en sí, una propuesta viable?
Queriendo responder a esa pregunta de manera afirmativa - para distraer nuestra atención del hecho de que el patriotismo se había convertido en poco más que una excusa para lanzar fuegos artificiales y tomar un ocasional día de descanso - la gente y los políticos encontraron una manera de hacerlo exaltando a los estadounidenses que elegían servir en uniforme. La idea fue la siguiente: los soldados ofrecen prueba viviente de que los Estados Unidos son, todavía, un lugar por el que vale la pena morir, que el patriotismo (al menos en algunos sectores) se mantiene vivo y saludable; por consiguiente, los soldados son lo ‘mejor’ de la nación, comprometidos con "algo más grande que sí mismos" en una tierra que, de otra manera, estaba cada vez más absorta en la búsqueda de una definición materialista y narcisistas de auto-realización.
En efecto, los soldados ofrecían una garantía harto necesaria de que aún sobrevivirían los valores de la ‘vieja guardia’, aunque limitados a un segmento pequeño y poco representativo de la sociedad estadounidense. En lugar de ser Juan del Pueblo, el guerrero de hoy es un icono, y es considerado moralmente superior al resto de la nación para la cual lucha, depositario de las virtudes que sostienen la pretensión, cada vez más dudosa, de la singularidad de la nación.
Políticamente, por lo tanto, "apoyar a las tropas" se ha convertido en un imperativo categórico de todo el espectro político. En teoría, dicho apoyo podría traducirse en la determinación de proteger a las tropas contra abusos, o en desconfianza antes de comprometer a los soldados a guerras innecesarias o innecesariamente costosas. En la práctica, sin embargo, "apoyar a las tropas" ha encontrado su expresión en una insistencia en darle al Pentágono carta blanca para disponer de los recursos del tesoro de la nación, creando enormes barreras para cualquier propuesta de reducción que afecte, más que simbólicamente, el gasto militar. Historia mal recordada: El duopolio de la política estadounidense ya no permite una posición anti-intervencionista con principios. Ambos partidos son partidos pro–guerra. Se diferencian, principalmente, en las razones que esbozan para defender el intervencionismo. Los republicanos promocionan la libertad, los demócratas hacen hincapié en los derechos humanos. Los resultados tienden a ser los mismos: una inclinación por un activismo que sostiene una incesante demanda de altos niveles de gastos militares.
Históricamente, la política estadounidense alimentaba una viva tradición anti-intervencionista. Sus principales proponentes incluyen figuras como George Washington y John Quincy Adams. Esa tradición encuentra su fundamento no en principios pacifistas, una posición que nunca ha atraído un amplio apoyo en este país, pero en el realismo pragmático. ¿Qué pasó con esa tradición realista? En pocas palabras, la Segunda Guerra Mundial la mató - o por lo menos la desacreditó. Los anti-intervencionistas perdieron el intenso debate que se produjo entre 1939 y 1941, y su causa quedó, a partir de entonces, marcada con la etiqueta de "aislacionismo".
El paso del tiempo ha transformado la Segunda Guerra Mundial de una masiva tragedia en un cuento moralista, que tilda de canallas a los opositores de la intervención. Ya sea explícita o implícitamente, el debate sobre cómo deben los Estados Unidos responder a alguna amenaza ostensible - Irak en 2003, Irán, hoy – es sólo una repetición del debate que terminó, finalmente, con los acontecimientos del 7 de diciembre de 1941. Expresar, hoy, escepticismo sobre la necesidad y la prudencia de usar la fuerza militar es invitar a la acusación de ser un pacificador o un aislacionista. Pocos políticos o personas que aspiran al poder se arriesgarán a las consecuencias de ser así etiquetados.
En este sentido, la política estadounidense sigue estando atrapada en la década de 1930 - siempre se descubre un nuevo Hitler, siempre privilegiando la retórica de Churchill - a pesar de que las circunstancias en que vivimos hoy en día tienen poca semejanza a aquella época. Sólo hubo un Hitler, y está muerto desde hace tiempo. En cuanto a Churchill, sus logros y su legado son mucho más mixtos de lo que sus batallones de defensores están dispuestos a reconocer. Y, si alguien merece un crédito especial por la demolición del Reich de Hitler y por la victoria aliada de la Segunda Guerra Mundial, es Josef Stalin, un dictador tan vil y criminal como el propio Hitler.
Mientras los estadounidenses no acepten estos hechos, hasta que no acepten una visión más matizada de la Segunda Guerra Mundial, una que tome plenamente en cuenta las implicaciones políticas y morales de la alianza de los Estados Unidos con la Unión Soviética y de la campaña de bombardeos de destrucción dirigida contra Alemania y Japón, la versión mítica de la "Guerra Buena" seguirá proporcionando justificaciones simplistas para seguir esquivando la pregunta de siempre: ¿cuánto es suficiente?
Al igual que las barreras de seguridad concéntricas dispuestas alrededor del Pentágono, estos cuatro factores – egoísmo institucional, la inercia estratégica, la disonancia cultural y la historia mal recordada - protegen el presupuesto militar de un análisis serio. Para los defensores de un enfoque militarizado de la política, éstas barreras son fuente de recursos muy valiosos, que están dispuestos a defender a toda costa. Andrew J. Bacevich es profesor de historia y relaciones internacionales en la Universidad de Boston. Su libro más reciente es el Reglamento de Washington: Camino de Estados Unidos de Guerra Permanente.
DICE EL DIVINO PADRE JEHOVA EN LA CIENCIA CELESTE ALFA Y OMEGA, EN EL DIVINO TITULO:
978.- Todos aquellos demonios que se aprovecharon de los dineros de los pueblos y de sus derechos, no entrarán al Reino de los Cielos; es más fácil que entre uno que fué honrado, a que pueda entrar, uno que no lo fué.-
Mientras el mundo se desenvuelve desde hace varios años en una profunda crisis económica, los llamados paraísos fiscales continúan creciendo y guardando en sus arcas millones de millones de dólares que en la mayoría de los casos provienen de dinero obtenido en transacciones ilícitas, o de multimillonarios, banqueros y trasnacionales de Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Suiza y otros países como fórmula de evasión fiscal a gran escala.
El caso del ex banquero suizo Rudolf Elmer, a quien se le celebra juicio en ese país helvético porque entregó al sitio web WikiLeaks una lista con 2.000 cuentas de evasores de impuestos, ha puesto nuevamente en la palestra pública la actividad de estos paraísos y sobre todo sus verdaderos responsables y benefactores.
A Elmer, quien resultó despedido en 2002 del banco suizo Julius Baer, donde dirigía la oficina de esa entidad en las islas Caimán, se le acusó de violar el secreto bancario, emblema principal del sistema financiero helvético. En su defensa, el procesado argumentó que se acercó a WikiLeaks porque las autoridades internacionales hicieron caso omiso de sus denuncias.
WikiLeaks anunció que en las próximas semanas publicará la lista de Elmer (estaba exiliado en la isla Mauricio) que denuncia además la entrelazada y oculta conexión entre el mundo financiero y los paraísos fiscales, nombrados Offshore Financial Centres (Centros Financieros Extraterritoriales (CFE).
Estos CFE, que según numerosos analistas resultaron claves en la crisis global que comenzó en 2008, son sitios donde compañías e individuos adinerados depositan sus ganancias sin tener que abonar impuestos en sus países de origen y adonde va a parar una gran cantidad de dinero procedente del narcotráfico, la corrupción, el negocio ilícito de armas, sin que sus depositarios tengan que responder a preguntas incómodas.
Las tres islas Caimán, territorios ocupados y dependientes del Reino Unido, donde Elmer ocupaba un importante cargo bancario, sólo tienen en conjunto 262 kilómetros cuadros con una población de 52.000 personas, pero existen 1.130 subsidiarias de multinacionales.
Los que escogen estas islas como asiento de sus negocios e inversiones no necesitan pagar impuestos. En este paradisíaco lugar con bellas playas y abundantes hoteles se hallan 544 bancos con depósitos de más de 500.000 millones de dólares.
Según datos de Organizaciones No Gubernamentales, están registradas 30.000 compañías sin que sus cuentas sean auditadas ni sus consejeros deban ser residentes permanentes.
En una entrevista con BBC Mundo, el director de la ONG Justicia Fiscal Internacional John Christensen puntualizó que “esa imagen de islas celestiales, refugio de millonarios, dictadores y mafiosos, es una simplificación del problema pues en la lista de los diez mayores paraísos fiscales del mundo se encuentran los respetables nombres de Estados Unidos, Londres, Alemania y Suiza”.
Christensen, agregó que hay cuatro grandes clientes de los paraísos fiscales: Las fortunas individuales, las multinacionales, las entidades financieras y el dinero de origen ilegítimo: sea del narcotráfico, el terrorismo o la corrupción".
Por esta razón, se comprende por qué pese a la gran publicidad que se dio en la Cumbre del Grupo de los 20 (G-20) efectuada en abril de 2009 sobre las medidas que se tomarían para eliminar o disminuir las actividades de los CFE, nada se ha hecho al respecto. Detrás de ellos están fuerzas financieras, bancarias y hasta gubernamentales muy poderosas.
En marzo de 2008 un gran escándalo estalló en Alemania cuando la fiscalía germana realizó una investigación para detectar a cientos de sus ciudadanos que evadían impuestos.
Las indagaciones llegaron hasta el jefe de la oficina de correos Deutsche Post, Klaus Zumwinkel, que había logrado esquivar el pago de 1,5 millones de dólares en gravámenes.
Fue entonces cuando el Servicio Secreto alemán mediante el pago de 7,3 millones de dólares a un intermediario de un banco de Liechtenstein obtuvo un DVD con la lista de más de mil ciudadanos germanos que poseían cuentas clandestinas en el Banco LGT de ese principado europeo, cuyo monto ascendía a cerca de 8.000 millones de dólares.
En ese pequeño país de 180 kilómetros cuadrados y 35.000 habitantes, se hallan depositados alrededor de 150.000 millones de dólares, pero resulta imposible conocer quiénes son sus dueños debido al llamado secreto bancario. La ONU en varias ocasiones ha criticado a Liechtenstein por “tener controles financieros que permiten lavar dinero”.
Para abundar en datos, se conoce fehacientemente que allí están establecidas 70.000 “fundaciones” que son modalidades para inscribir presuntas firmas familiares y sus capitales sin pagar impuestos.
En Alemania una empresa paga al Estado el 39% de sus utilidades como impuesto corporativo, mientras que un privado puede llegar a pagar el 50% de sus ingresos como impuesto a los ingresos.
Liechtenstein, junto a Mónaco, Andorra, Gibraltar, San Marino y Suiza son los países acusados de mantener sistemas financieros que facilitan la evasión de impuestos y también el lavado de dinero, pero de esas frugales denuncias no pasa pues la Unión Europea en su conjunto los apoya porque muchas personas con influencia dentro de la Unión depositan sus cuentas en esos paraísos.
Organizaciones internacionales aseguran que si las enormes fortunas que se esconden en los CFE pagaran impuestos, se resolvería alcanzar las Metas del Milenio propuestas por la ONU y sobre todo reducir la elevada pobreza mundial para 2015.
Un análisis realizado por la ONG británica Tax Justice Network (Red para la Justicia Tributaria) asegura que el monto de evasión fiscal en el mundo, debido a la existencia de esas entidades, alcanza 250 billones. Con esas cifras y los antecedentes antes expuestos, será difícil que el G-20 o la en muchas ocasiones inoperante ONU puedan hacer algo al respecto.
Los multimillonarios, las compañías transnacionales, corruptos y narcotraficantes continuarán guardando y lavando dinero en esas cajas fuertes llamadas paraísos fiscales.
Miles de egipcios se dirigen masivamente a la céntrica plaza de Tahrir, epicentro de las protestas de los últimos días, en un claro desafío al toque de queda, que comenzó a las cuatro de la tarde (hora local).
El centro de la ciudad, donde se congregan decenas de miles de manifestantes, está controlado exclusivamente por las tropas del Ejército, mientras que la policía vigila sólo algunos puntos determinados.
A la plaza Tahrir (Liberación, en árabe), acuden desde distintos puntos de la ciudad grupos multitudinarios con pancartas críticas con el régimen de Hosni Mubarak, en el poder desde 1981.
Muchos jóvenes coreaba lemas contra el Gobierno egipcio y contra Mubarak, al que pedían que abandone el poder, mientras cruzaban uno de los puentes que comunican el centro de la capital con los barrios de la orilla opuesta del Nilo.
El corazón de El Cairo, símbolo de las protestas políticas que comenzaron el pasado martes, vive un ambiente festivo ante la ausencia policial.
Todo ello, a pesar de que las autoridades egipcias adelantaron en dos horas el toque de queda, que fue decretado ayer por primera vez en la historia reciente del país.
El Gobierno renuncia
El Gobierno egipcio encabezado por Ahmed Nazif presentó este sábado su dimisión, a partir de una petición en tal sentido hecha por el presidente Hosni Mubarak, informó la televisión pública.
Mubarak, en el poder desde 1981 y cuya renuncia se está exigiendo en protestas públicas que se desarrollan desde el pasado martes, anunció poco después de esta medianoche que, con el fin de superar la crisis, será nombrado un nuevo Gobierno.
En su discurso, el presidente no expresó ninguna intención de abandonar el poder y aseguró que había ordenado al Gobierno que renunciara y que se formara uno nuevo “que adopte nuevas funciones”.
Esta medida es la única solución política que Mubarak ha propuesto para superar la crisis que vive el país, donde ayer se vivió la jornada más violenta de los últimos días.
Mubarak, que todavía no ha aparecido en público, tampoco acudirá este sábado, como estaba previsto a la inauguración de la Feria Internacional del Libro de El Cairo, acto que ha quedado aplazado.
DICE EL DIVINO PADRE JEHOVA EN LA CIENCIA CELESTE ALFA Y OMEGA SOBRE UNO DE LOS ABUSOS COMETIDOS POR EL SER HUMANO SOBRE LA MADRE NATURALEZA.
EN EL DIVINO TITULO DICE LO SIGUIENTE:
217.- En la prueba de la vida, surgieron muchos y extraños abusos; uno de ellos fué la extraña contaminación de la atmósfera respirable de las criaturas de la naturaleza; este extraño abuso lo pagan los dueños de fábricas, complejos industriales, dueños de automóviles, y todos aquéllos que tuvieron que ver con desperdicios enviados a la atmósfera; todos los culpables del envenenamiento de la atmósfera, ellos pagan todos los daños causados a la naturaleza; todos estos culpables serán llamados por el hijo de dios, asesinos del planeta; y muchedumbres jamás vistas, pedirán para ellos, la condenación; es más fácil que entren al Reino de los Cielos, los que en las pruebas de vidas de los lejanos planetas, a nadie envenenaron; a que puedan entrar, los que se tomaron tan extraño libertinaje.-
Es misterioso y todavía no hay explicación científica: desde los últimos días del año pasado se registran muertes casi simultáneas de peces, aves y otras especies en cuatro continentes. El primero de estos fenómenos que se hizo público aconteció en Maryland, a fines de diciembre: dos millones de peces aparecieron muertos en las playas de la bahía de Chesapeake. Días después en Arkansas amanecieron 5.000 mirlos muertos en las calles y 200.000 peces muertos en el río Arkansas. Noticias parecidas comenzaron a venir de diferentes rincones del mundo.
En la playa inglesa de Thantet, condado de Kent, se encontraron estrellas de mar, cangrejos, esponjas, langostas, caracoles y anémonas sin vida; en Nueva Zelanda, centenares de peces y decenas de pingüinos; en el sur de Vietnam, 150 toneladas de peces; pulpos en el puerto de Vila Nova, Portugal, centenares cada mañana desde el 3 de enero; 400 tórtolas caídas de los árboles, muertas, en Faenza, al norte de Italia, el 6 de enero; pérdidas similares en Argentina (100 toneladas de peces en el río Paraná), Brasil (15 toneladas de sardinas, corvinas y peces gato), en Chile (más de un millón y medio de langostinos en la playa de Quenchi, Chiloé), en Canadá, Alemania y otros países. Son hechos que se han registrado antes. Lo que hoy llama la atención es su coincidencia en el tiempo.
Abundan las explicaciones más diversas de esta supuesta anomalía, aunque lo cierto es que las investigaciones no han arrojado resultados firmes. Más bien al revés: despiertan nuevas preguntas. ¿Una suerte de envenenamiento general? No se han hallado hasta ahora elementos que confirmen esta hipótesis. ¿El uso de pesticidas? Esto se podría aplicar a las aves, difícilmente a los peces. Hay inferencias místicas: se acerca el año 2012, portador del Apocalipsis. Otras son francamente disparatadas. Un veterinario sueco explicó así las muerte de unos cien grajos en Suecia: “Nuestra teoría principal es que los fuegos artificiales asustaron a las aves y éstas se posaron en la ruta, pero el cansancio les impidió levantar vuelo y las atropelló un coche” (http://www.rawstory.com/, 5-1-11). Debió ser un automóvil formidable.
Algunos expertos proponen que la causa radica en la brecha abierta en el polo norte del campo magnético de la Tierra, que la envuelve y protege de los vientos solares y de la caída de asteroides y otros objetos que vagan en el espacio (//earthfrenzyradio.com, 6-1-11). Para las aves, va. ¿Y los peces? El vocero de la Comisión de Pesca de Arkansas, Keith Stephens, opina que los peces tambor que terminaron en Chesapeake podrían haber sido víctimas de una enfermedad, dado que todos pertenecían a la misma especie. No deja de ser una especulación. También se menciona el calentamiento global y es bien probable que todos esos factores influyan. Pero el problema de base radica en otro lugar.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) acaba de dar a conocer una lista de las diez especies que corren el mayor peligro de extinción: el tigre, el oso polar, el gorila de la montaña, el pingüino magallánico, el rinoceronte de Java, entre otras (http://www.tlegraph.co.uk/, 25-1-11). Son víctimas desde hace años, siglos, de la depredación humana. La tortuga laúd, la más grande de todas, que ha logrado sobrevivir 100 millones de años sobre este planeta, está diezmada por la caza y su hábitat corre peligro por el aumento del nivel de los mares. Hay peces cuyo destino es convertirse en sushi: “Un único ejemplar de atún rojo se subastó en Tokio al precio record de 32,49 millones de yenes, aproximadamente 400.000 dólares por un solo pescado” (http://www.treehugger.com/, 15-1-10). ¿Cuánto tiempo le quedará al atún rojo antes de desaparecer?
Unas 900 especies vegetales y animales se han extinguido en los últimos 500 años, según una infografía del sitio Mother Nature Network, y más de otras 10.000 corren el peligro de seguir su suerte (http://www.mnn.com/, 5-3-10). Pero es de un siglo a esta parte que este lance se acelera: la acción del hombre es más rápida que el ritmo de reproducción natural de la flora y la fauna. La ballena gris no está precisamente a salvo y tampoco ecosistemas como el mayor arrecife de coral del mundo, la Gran Barrera de Coral, a veces calificada como el ser animal vivo más grande del planeta. Ubicado frente a la costa australiana de Queensland, se extiende a lo largo de 2.600 kilómetros y es visible desde el aire. La Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1981, pero no faltan los que prefieren el patrimonio propio.
La súbita muerte de aves y de peces era en la antigüedad un presagio seguro de catástrofe que no siempre se cumplía. En el siglo XXI es una realidad tangible. ¿La naturaleza se muere o la están matando?
DICE EL DIVINO PADRE JEHOVA EN LA CIENCIA CELESTE ALFA Y OMEGA SOBRE ESTA NACION QUE SE CONSTITUYO COMO CABEZA DEL SISTEMA CAPITALISTA.
974.- La nación llamada estados unidos de norteamérica, salida del extraño sistema de vida del oro, es la cabeza de la bestia; esta extraña nación, es la corruptora número uno del mundo; con su extraño libertinaje, ilusionó al mundo; esta extraña bestia, conocerá el fuego viviente del Hijo Solar Cristo; conocerá la ira terrible del divino Padre Jehova; manifestada en el enojo de los elementos vivientes de la naturaleza; este rebaño soberbio cayó en la misma ley de Sodoma y Gomorra; porque la riqueza los corrompió; esta nación será aislada por el resto del mundo; tal como ella aisló a otros; con la misma vara conque midió a otros, será medida también ella.-
En Estados Unidos, ya se trate de una alta tasa de enfermedades de transmisión sexual o una tasa fiscal excesiva, resulta que cada estado ocupa el último lugar en al menos una categoría desagradable. El sitio Pleated Jeans ha presentado un gráfico donde se puede ver una singular cartografía del suelo norteamericano. Aquí nadie escapa de aparecer con números rojos en algún apartado. Esta selección muestra de manera elocuente que, en Estados Unidos, solo en las películas de Hollywood se vive sin preocupaciones.
Tras una semana de unanimidad festiva y libertaria, una linea de clase comienza a dividir la sociedad tunecina. Se trata de una división territorial -que comienza a separar la avenida Bourguiba de la Qasba- y es también una división cibernética, en la que los mismos que utilizaban facebook para atizar la revolución hoy llaman a la calma y al restablecimiento del orden contra el proletariado insurgente. Se percibe una contracción inquietante. Hamida Ben Romdhane, director de La Press, que el día 13 elogiaba sumisamente las últimas medidas de Ben Alí, el día 20 exhibía en portada las presuntas joyas confiscadas a la familia Trabelsi y ensalzaba la revolución del digno pueblo tunecino. Hoy, día 25, La Press recula de nuevo y en distintos artículos condena las huelgas sectoriales convocadas por la UGTT y se pregunta si no se está yendo demasiado lejos. Al mismo tiempo llegan noticias de asaltos a los locales del sindicato en Gafsa, en el Kef y en Mahdia. En los teléfonos móviles se reciben mensajes invitando a apoyar a Mohamed Ghanoushi y a oponerse a las protestas. Y una primera manifestación progubernamental, portando consignas contra las huelgas y a favor de un proceso tutelado, se enfrenta en la avenida Bourguiba, a las 5 de la tarde, con un nutrido grupo que reclama la disolución del gobierno provisional. El inesperado discurso de ayer en la Qasba de Rachid Ammar, el héroe militar que se negó a aceptar las órdenes del dictador y al que se vincula con los EEUU, da toda la medida de una rápida involución que se refleja en ese espacio de libertad abierto o consentido por el gabinete en funciones. Se vuelve a hablar de censura, de opacidad, de discreto control sobre jóvenes y opositores.
Los bárbaros de la caravana de la libertad
Paredes que hablan: no hay otra soberanía que la del pueblo
DICE EL DIVINO PADRE JEHOVA CREADOR DEL UNIVERSO INFINITO, EN LA CIENCIA CELESTE ALFA Y OMEGA SOBRE LOS DEMONIOS QUE SE TENTARON EN EL USO DE LA FUERZA, EN EL DIVINO TITULO.
310.- En la prueba de la vida, muchos creyeron que con guerras se arreglaba el mundo; los tales olvidaron al divino mandamiento que dice: No matarás; es más fácil que vuelva a tener vida humana, uno que no se olvidó de los mandamientos de dios, en una de sus exsistencias; a que pueda tenerla uno que se olvidó.-
La importancia del llamado eje “Afg-Pak” (Afganistán-Pakistán) dentro de la estrategia militar de Estados Unidos ha quedado remarcada recientemente tras un documento del presidente Obama donde señalaba que esa región seguí centrando buena parte de sus próximos movimientos en política exterior, y añadía que “nuestro objetivo sigue siendo el mismo: desbaratar, desmantelar y derrotar a al Qaida en Afganistán y Pakistán, y al tiempo que evitamos que su capacidad amenace a Estados Unidos y a sus aliados en el futuro”. En el citado documento, se añadía además que la estrategia de la ocupación ya estaba dando sus frutos en las citadas áreas, a pesar de “que la amenaza todavía está presente y puede dificultar nuestros objetivos”. Pero todo ese despliegue optimista de los dirigentes norteamericanos no debe ocultar que la verdadera realidad afgana trascurre por otros parámetros, bastante alejados además de los que nos quieren presentar. Importantes analistas coinciden con esa “otra” realidad, alejada del optimismo propagandístico de la Casa Blanca y de sus aliados occidentales, y que no dudan en afirmar que la actual estrategia de ocupación está condenada al fracaso, más allá de los retoques que se le quiera imprimir en cada momento. Así, esa postura tan optimista puede acabar “poniendo en serio peligro la credibilidad” de sus defensores, sobre todo ante la propia opinión pública local que ve con el transcurso de los años, la ocupación sigue dando síntomas de un peligroso estancamiento. Y por otro lado, se denuncia ese intento por defender lo indefendible, presentando una y otra vez a la resistencia afgana como una “simple realidad pastum y local (situada fundamentalmente en el sur del país)”, desdeñando una realidad más compleja en torno a la estructura y capacidad operativa de los grupos de la resistencia. Hasta los mayores defensores de la estrategia ocupante reconocen en privado que todo lo más que se puede pretender llevar a delante en la actual coyuntura es contener a la resistencia en algunos puntos clave del país, pero en ningún momento se ve como realizable a medio plazo una victoria sobre los resistentes. La debilidad, o inexistencia, del gobierno central, el incumplimiento occidental en torno a las ayudas y la reconstrucción, la corrupción y la dependencia hacia las plantaciones de opio, son algunos aspectos que se nos obvian en los comentarios de la Casa Blanca, y que sin embargo son claves para entender mejor la realidad en Afganistán y el equilibrio de fuerzas que se está dando en el tablero regional. Washington anunció hace ya doce meses una “nueva estrategia” para Afganistán, pero a tenor de lo que hemos visto hasta ahora nos encontramos con el mismo guión, añadiéndole nuevas dosis en forma de más tropas de combate estadounidenses para intentar contener a la resistencia afgana. Además, recientemente hemos podido ver cómo otro de los pilares de esa estrategia podría tambalearse en el futuro o condicionar al menos las intenciones iniciales de Obama. Tras la última cumbre de la OTAN en Lisboa la mayor parte de sus miembros han manifestado su intención de abandonar Afganistán en los tres o cuatro próximos años, y sobre todo, se puede constatar que las tropas de esos estados en suelo afgano intentarán evitar que el número de sus bajas se incremente, lo que directa o indirectamente condicionará su supuesta capacidad operativa (limitándose, como ya hacen algunas de esas fuerzas, a permanecer dentro de las bases que a día de hoy tienen en suelo afgano). Ante ese futuro escenario en torno a sus aliados que se le avecina a Estados Unidos, los estrategas de Obama siguen empeñados en mantener la ocupación y la guerra, sin una hoja de ruta real para poner fin a la situación y sin un panorama donde ceses definitivamente las operaciones militares. La fecha “mágica” de 2014 puede acabar siendo una promesa electoral más, o convertirse en un mero espectáculo propagandístico al estilo del que hemos podido ver recientemente en Iraq, donde para justificar la supuesta salida de las tropas militares estadounidenses del país, se ha cambiado la definición de las mismas, y con un nuevo nombre seguimos viendo cómo EEUU ocupa las llamadas bases “permanentes” en Iraq. La estrategia estadounidense se agrieta en Afganistán. Mientras que nos quieren hacer creer que la resistencia está encajonada en ciertas regiones, que es un mero movimiento taliban o que está debilitada, y todo ello gracias a la “presión militar” estadounidense; la realidad es muy diferente, tal y como hemos podido comprobar estas semanas a través de los artículos del periodista Karlos Zurutuza en GARA. Ese castillo de naipes que ha construido EEUU, aderezado con supuestos movimientos (o fraudes) negociadores, pretende otorgarle una posición ventajosa a Washington, sin embargo casi nada es del color que nos lo pintan. A día de hoy, la resistencia está más fuerte que nunca, controlando grandes partes del país y con una presencia “eficaz” en más del ochenta por ciento del mismo. Los recientes avances de los grupos resistentes en el norte y en el este de Afganistán muestran la capacidad operativa, tanto militar como diplomática, de la resistencia. Por un lado logra romper el mito de un movimiento localizado en el sur, al tiempo que ha sido capaz de entablar alianzas tácticas y estratégicas con diferentes grupos y etnias del país. Otro factor a tener en cuenta es la extrema dependencia que EEUU tiene a día de hoy del otrora defenestrado Karzai, quien pierde enteros cada día que pasa a os ojos de su pueblo, que le ve claramente como la materialización de las promesas occidentales (corrupción, manipulación electoral, debilidad…). La inexistencia de un gobierno operativo más allá del palacio presidencial de Kabul hace que el verdadero aparato estatal se esté conformando en torno a la resistencia, y la población más allá de Kabul tiene que dirigirse a las autoridades nombradas por los rebeldes para solucionar cualquier problema cotidiano. Tampoco conviene olvidar los movimientos de otros actores. Desde hace tiempo el teatro afgano está sirviendo para que los intereses de poderes regionales o emergentes muevan también sus fichas. El pulso entre Pakistán e India, bajo la sombra de lograr ser “socio preferente” de EEUU; los movimientos y recelos de China, que no quiere que un nuevo frente se le abra en Asia; las coincidencias entre Teherán y Washington, más allá de las noticias propagandísticas de los medios o de los propios interesados; son todos ellos factores a tener en cuenta a la hora de analizar el devenir de Afganistán. Lo que se hace cada día más apreciable es la incapacidad de la actual estrategia militar de la ocupación, y más allá de las maniobras interesadas en torno a una supuesta negociación, lo que es evidente es que los dos ejes centrales de los próximos meses en aquella región, si hablamos en clave de resolución del conflicto, van a girara en torno a la finalización de la ocupación extranjera y a una mesa de negociaciones donde deben estar representados los actores locales con peso real, y donde los invitados extranjeros deberán evitar condicionar los resultados de las negociaciones en busca de unos beneficios o intereses propios. TXENTE REKONDO.- Gabinete Vasco de Análisis Internacional (GAIN)
DICE EL DIVINO PADRE ETERNO EN LA CIENCIA CELESTE ALFA Y OMEGA SOBRE LOS PAISES QUE PREFERIAN EL SOCIALISMO COMO SISTEMA DE VIDA, LEA CON MUCHO CUIDADO ESTE DIVINO TITULO ESCRITO POR ALFA Y OMEGA.
3270.- EN LA PRUEBA DE LA VIDA, SURGIERON LOS QUE LUCHARON CONTRA LA BESTIA; LOS QUE LUCHARON EN CONTRA DE LOS MÁS INFLUENCIADOS POR EL ORO; Y ELLOS SE AGRUPARON EN EL LLAMADO SOCIALISMO Y COMUNISMO; EL MÉRITO DE ELLOS, ES QUE LUCHARON CONTRA UN EXTRAÑO SISTEMA DE VIDA, DESCONOCIDO EN EL REINO DE LOS CIELOS; Y ES MÁS FÁCIL QUE ENCUENTRE COMPRENSIÓN EN EL DIVINO JUICIO DE DIOS, UNO QUE EN LA PRUEBA DE LA VIDA, LUCHÓ CONTRA LO QUE NO ERA DE DIOS; A QUE ENCUENTRE COMPRENSIÓN, UNO QUE NO LUCHÓ, POR LO QUE ERA DE DIOS.-
Al tomar posesión de la presidencia en 2008, Obama comenzó a poner en práctica lo que consideramos entonces, tempranamente, como su política hacia Cuba. En aquella ocasión hablábamos ya de una estrategia con respecto a la Isla. Hoy consideramos que esa estrategia esta más que definida. Pues resulta demasiada la atención que Obama le ha prestado a Cuba, a pesar de que en medio de las condiciones tan difíciles por las que atraviesa Estados Unidos, cabría pensar que ahora Cuba tendría un grado de prioridad más bajo en la política estadounidense.
Además el presidente, parece más seguro y firme que nunca en su actuación con respecto a Cuba, porque no ha hecho el menor caso a las críticas que sus medidas han provocado en la extrema derecha de Miami. Especialmente no ha prestado la menor atención a los ataques de la congresista Ileana Ross.
Las medidas más recientes, adoptadas en la primera quincena de enero del 2011, nos reafirman en la opinión de que Obama ha dividido el bloqueo en dos. Con la mano derecha conduce su actitud hacia el gobierno cubano, presionándolo hasta lo indecible, y con la izquierda ejecuta sus acciones respecto a la sociedad civil cubana, que son las más proclives para dar a entender al ciudadano común que lo del bloqueo no va con ellos. El gobierno estadounidense no ha prestado la menor atención a la agenda, ya hace algún tiempo propuesta por Cuba, sobre asuntos que podrían ser objeto de negociación entre ambos países.
A las medidas ya adoptadas con respecto a las remesas, el contenido y valor de los paquetes que se envían hacia Cuba, la ampliación de los vuelos y el incremento de la cantidad de dinero que los cubano-estadounidenses pueden gastar cuando visitan a sus familiares en la Isla, han seguido otras medidas puntuales.
El presidente se ha apresurado a tomar un conjunto de medidas que, al estar dentro de sus prerrogativas, no pasan por el Congreso, pudiendo además hacer oídos sordos a las críticas de la extrema derecha como ya está haciendo.
Se reconocieron las conversaciones migratorias, recientemente celebradas, como un adecuado canal de comunicación en el tema. Aunque la representación estadounidense aprovechó la ocasión para reunirse con la “disidencia”, lo cual, como es de esperar, fue fuertemente criticado por la parte cubana.
En las conversaciones migratorias se reconoció una disminución significativa de los riegos de la emigración entre ambos países.
En tal contexto, aunque no como parte del diálogo, sino como acciones puntuales y unilaterales de la administración estadounidense, se adoptaron las medidas siguientes:
- Parecen abrirse ahora las avenidas para el intercambio académico, religioso y cultural, sobre la base de restaurar la política, ya seguida por W. Clinton, del Intercambio “pueblo a pueblo”.
- Cualquier persona en estados Unidos puede enviar 2.000 dólares anuales a Cuba para beneficiar a quien considere, con excepción de miembros del gobierno y militantes de Partido Comunista de Cuba. Permitiendo así las remesas no familiares. Dentro de ello, las iglesias pueden recibir un monto ilimitado de dinero para sus actividades.
- Es posible recibir herencias por el mecanismo de las remesas mediante el envío, a Cuba, de giros postales no superiores a los 50.000 dólares.
- Se toman medidas que en la práctica permiten a los cubanos recibir las remesas en CUC, lo cual las libera del descuento interno del 20%, al no recibirlas en dólares.
-Se amplía el número de aeropuertos desde los que se pueden hacer viajes directos a Cuba. Hasta ahora son tres: Miami, Nueva York y Los Ángeles.
En particular la apertura al intercambio académico, en medio de la coyuntura que actualmente atraviesa Cuba, se convierte para Obama en un canal adicional de comunicación para pulsar la situación interna cubana de manera más cercana. Aunque también para que la parte cubana explore el pensamiento de cómo se ve a Cuba dentro de la realidad estadounidense en la actualidad. Tratándose, en realidad, de una avenida en ambos sentidos.
Sin duda Obama también mueve dinero hacia Cuba o facilidades para obtenerlo, considerando que ello tendrá algún impacto en la apertura del negocio privado en la isla.
Sin embargo los ciudadanos estadounidenses comunes siguen siendo los únicos que no pueden viajar libremente a Cuba, aunque el gobierno decidió ampliar las categorías de los que pueden hacerlo por medio de una licencia.
Lo cual quiere decir, de todos modos, que no se puede viajar a Cuba simplemente por motivos libres, pues se parte de que esto beneficiaria al turismo cubano, que se considera un negocio gubernamental.
De acuerdo con la estrategia del presidente con respecto a Cuba, hay que viajar dentro de alguno de los propósitos que sirven para promover la subversión interna. Habiéndose declarado por la administración que tales flexibilidades en los viajes no tienen nada que ver con un intento de mejorar las relaciones con la isla, sino de situar a la administración estadounidense en mejores condiciones para influir en la política interna cubana.
En nuestra opinión esto indica que la orientación que domina ahora en la política hacia Cuba no está liderada directamente por la extrema derecha de Miami, sino por un sector de la política estadounidense, también de extrema derecha, pero con propósitos e instrumentos que buscan el “acercamiento”, el “tendido de puentes”, aunque no entre los gobiernos, sino entre las sociedades. Desplegando con sentido mercantil una serie de medidas que persiguen, a nuestro entender, los objetivos siguientes:
- Ayudar económicamente a aquellos sectores de la sociedad civil que por tener vínculos o familiares en Estados Unidos se les considera más proclives a compartir los intereses de la política estadounidense.
- Promover la influencia familiar acercando a sus miembros, de ambos lados del estrecho de La Florida, sobre la base de una plataforma de ayuda mutua e intereses comunes que impacten ideológicamente en la sociedad civil cubana.
- Limitar al máximo lo que ellos llaman la dependencia de los cubanos con respecto al gobierno.
- Evitar que los cubanos puedan identificar la mejora personal o familiar con acciones del gobierno cubano, sino con sus familiares en Estados Unidos y, en última instancia, con acciones del gobierno estadounidense dirigidas a beneficiarlos.
- Generar un régimen de competencia, en términos de velocidad y nivel de soluciones materiales, que sea desfavorable al gobierno cubano en cuanto al tratamiento de los problemas más apremiantes de la población.
-Siempre que sea posible, tratar de enfrentar al liderazgo político y la sociedad civil. Adoptando medidas que puedan resultar difíciles de aceptar al gobierno para hacerlo aparecer como inflexible ante sus ciudadanos.
No obstante, las medidas de flexibilización que Obama adopta con la sociedad civil, y que permiten que la población sufra de manera menos directa las dificultades del bloqueo, quiéranlo o no los políticos estadounidenses, alivian la situación interna, en términos de buena parte de las necesidades materiales más apremiantes. Aunque tales medidas consideramos que no producen tampoco un efecto proporcional de simpatía hacia Estados Unidos.
Muchos ciudadanos, bastantes más de los que Obama quisiera, no aceptan las “mercaderías” que está entregando el presidente, a cambio de concesiones políticas a Estados Unidos.
En la actualidad la sociedad cubana es políticamente más compleja y heterogénea, pero sigue siendo una sociedad revolucionaria en la que el socialismo continúa disfrutando de la preferencia de la inmensa mayoría de la población. La lucha que se libra hoy dentro de Cuba es para mejorar el socialismo, no para volver al capitalismo. Mucho menos tratándose del capitalismo que nos correspondería aceptar si Estados Unidos volviera a tomar el control de la nación cubana.
El bloqueo continuará, tal vez reservando medidas más fuertes que puedan adoptarse más adelante, pues hasta ahora la administración estadounidense no ha dado la menor señal en términos de una verdadera flexibilización del bloqueo, todo lo contrario.
Además las medidas adoptadas por Obama se complementan, ya que unas persiguen presionar lo más posible sobre el gobierno, mientras suaviza aquéllas que puntualmente afectan de manera más directa a la sociedad civil cubana.
Como dijimos hace algún tiempo, Obama ha dividido el bloqueo en dos. Lo hizo desde principios de 2008 y ahora refuerza esa dinámica, estilo tijera, alrededor del cuello de la dirección política cubana. Ambos aspectos son inseparables. Pues, al parecer, continúa adoptando medidas de flexibilización con la sociedad civil cubana pero seguirá al mismo tiempo ejerciendo presiones de todo tipo contra el gobierno. Ambos tipos de medidas se complementan en el propósito de generar el ambiente interno en Cuba que Obama considera más conviene para su política.
¿Por qué insiste Obama en esa política?
La razón parece obvia. El escenario actual dentro de Cuba es percibido por el Presidente como favorable para seguir una política de subversión, orientada en la dirección de lograr el “cambio de régimen”, tratando de aprovechar una coyuntura interna en Cuba, caracterizada por las situaciones siguientes:
La compleja situación en que se encuentra Cuba, dentro de la cual los políticos estadounidenses ven más posibilidades de subvertirla.
La existencia de una sociedad civil más dinámica y compleja, en espera de definiciones y soluciones difíciles.
Una coyuntura económica interna de crisis, en proceso de posibles mejoras, pero también de potenciales agravamientos.
Un proceso de actualización del modelo económico socialista en Cuba, de límites prácticos aún no totalmente definibles. ¿Hasta dónde puede llegar ese proceso? ¿Qué otras medidas tendrían que adoptarse?
La existencia de un liderazgo histórico que, por ley de la vida, está en proceso de una sustitución ya anunciada.
Una circunstancia histórica interna, definida por el propio liderazgo político de la revolución, como de última oportunidad.
Una situación ciudadana en que se mezclan, como nunca antes, esperanzas e incertidumbres.
Tales situaciones, estoy convencido, pueden estar siendo interpretadas por la administración estadounidense actual como las más propicias para intervenir en Cuba, tratando de orientar los procesos internos hacia las condiciones más convenientes para lograr el “cambio de régimen”. Es decir, de lo que se trataría ahora es de aprovechar la situación para arrebatar de manos de la dirección revolucionaria cubana la orientación de los cambios que Cuba está obligada a hacer para salvar el socialismo.
Por lo tanto la política de Obama con respecto Cuba no ha cambiado, continúa siendo consecuente con la forma, métodos e instrumentos con los que la definió durante su discurso de campaña en Miami a finales de 2008; mantener el bloqueo y eliminar restricciones para buscar el acercamiento a Cuba; presionar sobre el gobierno y flexibilizar lo que afecte directamente a la sociedad civil cubana; conversar con Cuba sólo lo indispensable y de la manera más oportunista posible.