Venezuela, la revolución bolivariana y los buitres que acechan
A juzgar por lo que cuentan a diario los grandes medios de comunicación, en España parece que no hay nada de qué preocuparse. Sin embargo, según la oficina europea de estadística (Eurostat), España superó en noviembre pasado la alarmante cifra de seis millones de trabajadores en paro, lo que representaba el 26,6 % de la población activa. El paro juvenil se elevó hasta el 56,5%. En ambos casos, distanciada del resto de países, ocupa el vergonzoso primer puesto del continente europeo en esta negra estadística. Las perspectivas para el año que comienza son pesimistas sin remedio: congelada la inversión, disminuido severamente el consumo y agotado el ahorro familiar, continúa la recesión de la economía nacional y aumenta la pobreza de las clases populares.