domingo, 25 de septiembre de 2011

Las recetas económicas de Obama reanudan batallas


Protestas en Estados Unidos se extienden a Indiana y Ohio.Tras meses de intensas fricciones entre demócratas y republicanos, y a 14 meses de las elecciones, los recientes planes de estímulo para el crecimiento económico propuestos por Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, amenazan con reanudar la batalla partidista.

Tanto en los enfrentamientos sobre el límite de la deuda nacional, que colocaron al país norteño al borde del colapso financiero, como en los debates para huir del estancamiento económico y la creación de empleos, la posición del Partido Republicano es contraria al aumento de impuestos y sí a favor de la reducción de los gastos del gobierno.

La semana pasada Obama avivó las discusiones con legisladores opuestos luego de la presentación de un costoso plan para reducir el desempleo, por un valor de 447 mil millones de dólares, y en esta lo hizo con uno que apuesta por la reducción del déficit en unos cuatro billones. Para ambos es imprescindible el aumento de la recaudación impositiva a los más acaudalados.

Desde hace algún tiempo el mandatario estadounidense había manifestado su intención de eliminar las ventajas concedidas durante la presidencia de su predecesor, George W. Bush, a las familias de altos ingresos, a las grandes compañías petroleras, de gas, y para los dueños de aviones privados, según el sitio oficial del gobierno.

Otros ahorros, de acuerdo con el proyecto, provendrían del fin de la intervención militar de Estados Unidos en Afganistán e Irak, y de reformas a los subsidios agrícolas y del seguro sanitario para los adultos mayores, refiere la misma fuente.

Después de conocer el plan el Partido Republicano expresó su rechazo con la justificación de que en él subyace un claro matiz electoral.

Aunque también argumentaron que subir los impuestos a los ricos, denominados por ellos creadores de empleos, sólo contribuye a frenar la inversión, sobre todo en la crisis actual, cita la agencia española EFE.

A ello Obama contestó, que de no implementarse, significaría recortes drásticos a la educación, a la investigación, al desarrollo, a la infraestructura, a la seguridad alimentaria, y a la salud.

Los republicanos han criticado duramente la gestión del presidente demócrata por las débiles cifras de crecimiento y por los altos niveles de desempleo, que llega al 9,1 por ciento. Estos aspectos constituyen los más duros golpes a su reelección.

De ahí también el abierto rechazo a sus recetas para salir del marasmo económico.

En ese caso también está la propuesta bautizada como Acta de Trabajo de los Estados Unidos, que cuenta con la inconformidad de esos legisladores, ya que para ellos supone elevar el déficit presupuestario.

Específicamente ellos arguyen que el gasto en infraestructura incrementará el déficit en el corto plazo, así como también que podría detener el crecimiento en el sector empresarial, según la agencia británica Reuters.

La iniciativa incluye recortes de impuestos al 98 por ciento de los pequeños negocios, e inversiones inmediatas por 50 mil millones para la construcción de carreteras, transporte público, ferroviario y aéreo, lo cual podría estimular la contratación de los hispanos.

También beneficiaría a 25 millones de latinos que recibirían recortes fiscales y más de un millón podría ver prolongados sus beneficios de desempleo, subraya el sitio oficial de la Casa Blana.

Este proyecto representaría un estímulo importante para la alicaída economía norteamericana, si tenemos en cuenta que más del 70 por ciento de la actividad económica de ese país depende del gasto de los consumidores.

Una economía deprimida, y marcada por millones de estadounidenses desocupados no ayudará a salir de la crisis que vive hoy Estados Unidos, y que arrastra al mundo.

Obama ha instado al Congreso de su país a no dilatar la aprobación de sus planes, y aunque los republicanos conocen el riesgo de oponerse a iniciativas para reactivar la economía y el desempleo, también saben que podría levantar la popularidad apagada del presidente. (AIN) 11

El juego planetario de la Rusia de Putin


De modo que será Vladimir Putin quien gobierne Rusia durante otros dos mandatos. La pareja de hierro es de hierro sólo por un lado, pero resistirá, precisamente por ello, durante otros quince años. Para Putin será coser y cantar debido al aumento seguro del precio de la energía fósil. Aunque el mundo occidental entrará en recesión, para su Rusia (en todos los sentidos) significará ingresos vertiginosos y seguros.

El cambio climático le dará a Rusia nuevas superficies agrícolas, un aumento de bosques, biomasa, es decir, más riqueza, aunque nadie sabe calcular cuántos serán los daños.

Sea como sea, diría, a ojo, que Rusia, a corto plazo, sufrirá menos que Europa. Lo que significa estabilidad interna y, si los Dioscuros gobernantes serán lo suficientemente sabios para distribuir a las masas una parte de la abundancia que el destino les depara, también popularidad y admiración.

En entrevistas para distintas televisiones y radios rusas he expresado la opinión de qque Putin podría (el condicional es obligado) ser lo bastante sabio como para entender que, si Rusia desea desempeñar un papel planetario en un planeta en crisis, deberá hablar un lenguaje planetario y no uno que defienda sólo sus intereses.

Un lenguaje planetario significa, ante todo, estar atenta al enfrentamiento entre China y Estados Unidos. Ello significa aliarse con Europa. Esta idea, en Rusia, les gusta a muchos. Pero no dependerá sólo de Putin. No sé qué querrá hacer él. Pero si Europa sigue siendo lo que es, será difícil que los dos convoyes -Estados Unidos y China- no choquen. Rusia se verá en medio.

Pero las preguntas que me hicieron tenían que ver con la percepción europea y occidental de la reaparición formal de un hombre como Putin, que criticó la guerra de Libia. Está claro que en Occidente hubieran preferido a Dmitrij Medvedev. Muchos se habían hecho la ilusión de que se cumpliera esta posibilidad, pero en realidad jamás existió. Fue un wishful thinking.

Ahora se encontraran ante un interlocutor muy fuerte y decidido. Y poco manipulable.

Fuente: http://www.megachip.info/rubriche/34-giulietto-chiesa-cronache-marxziane/6839-planetario-russia-putin.html

COLOMBIA: Antidisturbios gasean y agreden a estudiantes que ocupaban pacíficamente la Universidad INNCA de Bogotá

El día 23 de septiembre de 2011 se manifestó el estudiantado en general de la Universidad INCCA de Colombia, a modo de plantón, dentro de las instalaciones del claustro universitario con el único fin de poder obtener una serie de respuestas frente a las grandes inquietudes que llevan los estudiantes en temas como la renovación de los registros calificados de muchas de las carreras de pregrado, del mal manejo administrativo y como también de las distintas persecuciones a estudiantes lideres que han querido llevar de alguna manera la vocería de un buen número de personas que están preocupadas por el destino de nuestra alma mater.


No obstante, ante la negativa de las directivas de no hacer presencia ante este magno evento, el estudiantado tomó la decisión en horas de la tarde de hacer presencia indefinida hasta que se sostuviera una pronta respuesta a todas y cada una de nuestras peticiones. A su vez, por un estoicismo enérgico se decidió esperar a los estudiantes de la jornada nocturna para que pudiera tener mayor acogida nuestra posición cuestionable frente a tanto problema interno llevado durante los últimos años, y que en los últimos días ha rebosado el cansancio de cientos de estudiantes al no aguantar más tantos improperios.

Sin embargo, al no ver respuesta cercana, se toman medidas extremas como la obstrucción vehicular en la carrera 13 con calle 24 como aviso inmediato a los que seriamos capaces si no obtuviéramos respuestas a nuestras peticiones. Se permaneció por un buen tiempo hasta ser interrumpidos por unos violentos, asesinos y violadores de derechos humanos llamados ESMAD con el único fin de retomar el control violentamente, que los mismos estudiantes se habían adjudicado pacíficamente. Estos cerdos gasean por completo la zona, lanzan bombas molotov, disipando a cualquier tipo de persona transeúnte, trabajador, estudiante, que estuviera dentro del alma mater, a tal punto de interrumpir la intervención de uno de los compañeros que explicaba de manera más concreta en por qué de nuestras manifestaciones.

Ante estas manifestaciones de violencia y arremetidas hacia los estudiantes de la universidad nos vemos obligados a interrumpir el ingreso del ESMAD, que buscaba desalojarnos de nuestra propia universidad sin pudor alguno. Cabe anotar que estas intervenciones de la policía fueron autorizadas directamente por el vicerrector quién horas antes por medio de las redes sociales comunicaba a toda la comunidad Inccaica que no iba a ver clase por causas de seguridad y también por decisión propia; lo cual deja ver la estrategia que lleva la directiva por no permitir que los estudiantes se manifiesten y pidan explicaciones pacificas sobre la situación actual de la universidad misma.

Todos estos improperios cometidos hacia los estudiantes, dejan indagar y proponer alternativas de solución eficaces para esta situación. Motivándonos a la organización mucho más unida de las distintas carreras pre-graduales y tecnológicas que hay dentro de la universidad y de los programas que se ven afectados por la pésima, y por no decir, deplorable administración llevada a cabo por la junta directiva encabezada por el señor Conti desde su ascenso como presidente – rector de la Fundación Universidad INCCA. 

PERÚ: Un paso adelante en las Naciones Unidas


Casi podríamos decir que el Perú habló por primera vez en su historia en las Naciones Unidas. Lo que hubo antes fue una suerte de parodia en la que mandatarios de turno representaron una pantomima poco convincente y nada calificada, que no cumplió más función que el ritual de protocolo que se admite en esa alta tribuna de naciones.

En la tarde del jueves 22 de septiembre Ollanta Humala se dirigió a todos con un discurso trasparente, y razonado. En apenas 20 minutos expuso la posición peruana ante los más agobiantes problemas de nuestro tiempo: la crisis económica, el cambio climático, el terrorismo y el narcotráfico, la situación de la población migrante en los países desarrollados, la inclusión social, la unidad latinoamericana, el problema Palestino y el bloqueo a Cuba, añadiendo a eso los lineamientos principales de su gestión gubernativa.

El texto, aunque breve, fue cálidamente acogido por la concurrencia y considerado por todos como la expresión responsable de un gobernante que tiene la intención de perfilar una política más racional y sensata en función de los intereses de su pueblo. Y se presentó en una circunstancia en la que se agrava la crisis mundial por efecto de la política provocadora del Imperio, empeñado como está en llevar un mensaje de guerra y muerte a las más diversas latitudes del planeta. Los acontecimientos de Libia, ocurridos recientemente, y la nueva ofensiva norteamericana sobre Irak e Irán, en el centro de Asia, no son sino expresiones de una voluntad guerrerista que busca abrirse paso, violentando groseramente la soberanía de los Estados.
“Las pasadas centurias vivieron bajo el falso y presuntuoso signo de la llamada voluntad del poder. Hoy la humanidad no sólo anhela, sino que necesita vivir bajo el signo de la voluntad de la justicia”, aseveró el mandatario peruano urgiendo un nuevo consenso internacional en el que los problemas de los pueblos y las demandas ciudadanas sean colocadas en el centro de las preocupaciones de los gobiernos. Se trata –añadió- “de lograr que el dinero se convierta en calidad de vida”. Fórmula ésta que, extendida a los diversos escenarios de nuestro tiempo, permitiría esbozar un nuevo rumbo en las relaciones internacionales y abrir camino a trasformaciones de fondo en procura del bienestar de las mayorías.

Exponiendo los temas de nuestro país, Humala Tasso aseguró que el crecimiento económico sólo tiene sentido con inclusión social para que todos se sientan parte de la democracia. Será esa la única manera -dijo- de “democratizar la democracia”.

Y es que, en efecto, en el Perú, a lo largo de la historia republicana se ha incubado la idea de que la democracia consiste en “elegir a los gobernantes”, sin tomar para nada en cuenta su gestión gubernativa, y sin poder asegurar -por parte de sus representantes- el cumplimiento de los compromisos adquiridos con sus pueblos. Democracia falsa, farisea en extremo, y de un claro contenido de clase, ajena a los intereses de las grandes mayorías nacionales.

Debido a ella se marcó una distancia clara entre gobernantes y gobernados. Los primeros, optaron proteger los intereses de las empresas multinacionales defraudando las expectativas de sus propios electores; en tanto que los segundos –los pueblos- procuraron hacer oír su voz en las condiciones más adversas. Ese, sin duda, ha sido el rasgo principal que ha adquirido la lucha de clases en nuestro continente y, en general, en los así llamados “países en vías de desarrollo”.

Abordar temas acuciantes, como la lucha por el reconocimiento de un Estado Palestino de pleno derecho y condenar sin miramientos el criminal bloqueo a Cuba impuesto ilegalmente por el gobierno de los Estados Unidos desde hace más de cincuenta años; marcó por cierto la diferencia con las exposiciones hechas antes en nombre del Perú, en esta alta tribuna mundial. Y en ambos casos, el Presidente peruano hizo bien en considerar estos temas como consustanciales a una política internacional de paz y reconciliación.

En nuestro país el mensaje presidencial no pasó desapercibido. Los sectores más avanzados de la sociedad lo consideraron un claro paso adelante en la afirmación de una política exterior independiente y soberana, compatible con los lineamientos que –en este orden de cosas- esbozara el propio Humala en el marco de la campaña electora que culminara recientemente ungiéndolo como Jefe del Estado Peruano. La oposición, sin embargo, se sintió frustrada y defraudada. Esperaba un discurso tradicional, atildado, en el fondo, subordinado al dictado del Imperio, en el que no hubiera alusiones a “los temas en conflicto” a fin de “no deteriorar el marco de nuestras relaciones internacionales”. Por lo menos, lo han subrayado así los analistas políticos más conservadores.

Otros más agresivos, sin embargo -particularmente los voceros de la Mafia en sus mas variadas expresiones –desde Cecilia Valenzuela hasta Lourdes Alcorta, pasando ciertamente por Martha Chávez- se han mostrado más bien pequeños y aldeanos. Con inusitada mezquindad, han censurado la presencia de la esposa del mandatario, Nadie Heredia y el hecho que el Presidente -sin gastar un centavo adicional y haciendo uso del avión presidencial- haya viajado acompañado de sus hijas, dos niñas de pocos años. Y han hecho mofa malcriada y descortés de los integrantes de la comitiva del mandatario, pretendiendo descalificar incluso la función del canciller Rafael Roncagliolo.

En realidad lo que hacen -quienes así actúan- es poner en evidencia su escasa capacidad para entender el fenómeno peruano, que Humala busca afirmar a partir de una sólida relación familiar que sirva de aliciente a todos, sin menoscabar en lo absoluto las fuentes oficiales.

En el Congreso de la República, parlamentarios fujimoristas y apristas han buscado sistemáticas confrontaciones a partir de hechos puntuales: la muerte de tres niños en el caserío Redondos, cerca de la ciudad cajamarquina de Cajabamba provocada por manipulación inadecuada de recientes previamente usados para albergar pesticidas; una confrontación violente entre efectivos policiales y comuneros en el sur del país; los viajes de Susana Baca, la ministra de Cultura; la errática entrevista de Jorge Ramos, de Univisión, y ciertas quejas de funcionarios diplomáticos de Torre Tagle afectados por medidas universales referidas a la edad de jubilación de sus servicios oficiales; han sido todos temas de uso cotidiano contra la política oficial. A ellas, se sumó una tempestad en un vaso de agua creado a partir de la inventada “voluntad reeleccionista” del Presidente Humala o del interés de Nadie Heredia por sucederlo… ¡en el 2016! Nada de esto sirvió para agriar el escenario ni restar brillo a la presencia peruana en las Naciones Unidas.

A contrapelo, sin embargo, resulta preocupante la aprobación parlamentaria de tres leyes tributarias referidas a la minería: a) Crear un impuesto especial a la minería, b) Modificar la Ley de Regalías Mineras y c) Implementar el Gravamen Especial a la minería. Como secuela de estas disposiciones, el Perú podría recaudar no ya tres mil millones de soles provenientes del sector, sino solo 1,500 millones. Esto fue considerado como favorable a las empresas mineras con convenios de estabilidad jurídica, razón por la que el congresista Diez Canseco pidió que el Presidente Humala observe la ley y la devuelva al Congreso para un mayor análisis de tan delicado tema.

Y el hecho ocurrió en el marco de agudos conflictos laborales en los que los trabajadores de grandes empresas mineras demandan aumentos salariales y respeto a la negociación colectiva. La solución de estas exigencias podrá a prueba la voluntad de las nuevas autoridades del sector, que hoy están en la mira de los trabajadores de Toquepala, Cerro Verde y Marcona, yacimientos explotados por Souhtern, Buenaventura y el consorcio chino Shougan.

Si bien la presentación del Perú en las Naciones Unidas constituye un paso adelante en la lucha por afirmar un modelo de desarrollo compatible con los intereses del país, la complejidad de la situación interna exige una clara definición de políticas, y una acción más resuelta que ponga la prioridad en “los de abajo”. Ese es el tema.
Gustavo Espizona M. es miembro del Colectivo de Dirección de Nuestra Bandera / http://nuestrabandera.lamula.pe

Hambre, guerra civil y bombas de EEUU

Mientras Somalia sufre su peor hambruna en seis décadas y Yemen se desliza hacia una guerra civil, el gobierno de Estados Unidos expande su red de bases para realizar ataques con aviones no tripulados contra sospechosos de terrorismo en ambos países.
Basándose en parte en nuevos cables diplomáticos estadounidenses publicados por el grupo WikiLeaks, el diario The Washington Post informó el jueves que las fuerzas estadounidenses habían lanzado ataques con aviones no tripulados sobre esos dos países desde una instalación militar en Djibouti, y planeaban construir una segunda en Etiopía.

The Washington Post y The Wall Street Journal también informaron que una base en Seychelles que las fuerzas estadounidenses habían utilizado para enviar aviones de vigilancia ahora contaría con naves armadas capaces de llevar su carga mortal a lo largo de los más de 1.500 kilómetros que separan esa isla del océano Índico del Cuerno de África, y regresar.

La nueva "constelación" de bases de aviones no tripulados también incluirá una de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que la administración anunció a comienzos de este año se ubicaría en la Península Arábiga.

Esa instalación sería construida en Arabia Saudita, según un "alto funcionario militar estadounidense" citado en un informe de la cadena Fox News el jueves.

"Las operaciones en Arabia Saudita son la única nueva expansión de este plan", dijo la fuente. "El resto han estado funcionando desde hace más de un año, cuando nos dimos cuenta del peligro que representaba AQPA (Al Qaeda en la Península Arábiga)", añadió.

AQPA es una célula terrorista yemení que habría consolidado sus vínculos con el grupo radical islámico somalí Al Shabaab.

IPS llamó al Departamento de Defensa estadounidense para confirmar si se instalaría una nueva base en Arabia Saudita, pero no recibió respuesta.

No obstante, Chas Freeman, ex embajador estadounidense en Riyadh y quien mantiene buenos vínculos con el gobierno saudita, dijo que la versión era "altamente plausible" dada la "estrecha y robusta" cooperación contraterrorista entre los dos países y la proximidad geográfica de Arabia Saudita con Yemen.

Según uno de los autores del informe de The Washington Post, la expansión de la red de bases aéreas tenía el fin de "evitar los errores del pasado".

"Cuando Al Qaeda huyó de Afganistán a Pakistán en 2001 y 2002, pasaron años antes de que la CIA pudiera armar un programa de aviones no tripulados capaz de poner bajo presión a la red terrorista", escribió Greg Miller en el sitio web del periódico. "Esa demora, junto a los costosos acuerdos para acceder a bases aéreas en países vecinos, permitió el florecimiento de Al Qaeda".

Los informes llegaron en medio de una considerable polémica sobre el creciente uso de la administración de Barack Obama de aviones no tripulados, que según su alcance pueden llevar el siniestro nombre de Predator ("Depredador") o de "Reaper" ("Segador" o "Parca", la muerte).

En Pakistán, donde la CIA incrementó drásticamente los ataques con aviones no tripulados (a casi 200) contra objetivos de "alto valor" de Al Qaeda y del movimiento islamista Talibán en los primeros dos años del gobierno de Obama, la estrategia contribuyó a un aumento del sentimiento antiestadounidense en la población local.

Una abrumadora mayoría de 97 por ciento de los consultados en una encuesta del Centro Pew de Investigación realizada recientemente en Pakistán expresaron una opinión negativa de los ataques con aviones no tripulados.

De hecho, nada menos que el ex alto jefe de inteligencia del gobierno estadounidense Dennis Blair dijo en una reunión con expertos en política exterior y seguridad nacional en julio que era un error dejar que la campaña militar dominara las relaciones con Pakistán, Yemen y Somalia.

"Estamos alienando a los países involucrados porque los tratamos solo como lugares donde vamos a atacar a grupos que nos amenazan, porque estamos arriesgando las perspectivas de una reforma de largo plazo", señaló.

Además, sostuvo que esas operaciones bélicas deberían contar con el consentimiento de las autoridades de los países donde se llevan a cabo.

Pero el nuevo jefe del Pentágono y ex director de la CIA, Leon Panetta, rechazó esas críticas, insistiendo en que la estrategia ha sido y continuaría siendo "efectiva para socavar Al Qaeda y su capacidad para planificar… ataques" contra Estados Unidos.

Panetta y el Pentágono también estarían liderando un debate en Washington para ampliar la actual lista de objetivos, hasta ahora integrada solo por altos líderes de las redes terroristas, y poder así atacar también a combatientes de a pie.

Los aviones no tripulados se han convertido en la principal arma de Estados Unidos en sus esfuerzos para derrotar a Al Qaeda y sus aliados, aunque ha sido usada con menos frecuencia contra objetivos en Yemen y Somalia que en Afganistán, Pakistán e Iraq.

Al menos seis ataques fueron perpetrados con aviones no tripulados contra supuestos combatientes islámicos en Yemen en 2010 y en 2011, pero ese número podría haber crecido en los últimos meses debido al colapso de la autoridad del gobierno en varias partes de ese país.

Combatientes islámicos que Washington cree están relacionados con AQPA han tomado control de ciudades cerca del golfo de Aden. 

ONU, levantar principios

Que los gobiernos integrantes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) hayan dado a conocer que se opondrán a la presencia en la ONU de personeros del titulado Consejo Nacional de Transición, de Libia, como pretendidos representantes de esa nación norafricana, coloca de nuevo sobre la mesa global el urgente tema de la defensa de los principios regidores de los vínculos internacionales. El término urgente no se utiliza por gusto. 

Si la comunidad mundial asume pasivamente la presencia de esa controvertida y dividida entidad de los llamados rebeldes libios en el seno de la Organización de Naciones Unidas, se legitimará la regla imperialista de cambiar gobiernos y atacar países a conveniencia, y de colocar al frente de sus engendros a aquellos grupos que más se avengan a sus intereses expansionistas y hegemónicos. 

Al propio tiempo, se daría por santificada la manipulación aviesa que Washington y sus aliados hacen del máximo organismo internacional, al sacarle de la boca una declaración de sanciones a Libia que se convirtió en patente de corso para el desarrollo de la verdadera guerra contra las autoridades de Trípoli y el pleno derecho de autodeterminación del pueblo libio. 

Justo por todo ello los menesteres de absoluto rechazo a la “representatividad” de grupos armados y pagados desde el exterior, donde por demás militan mercenarios, agentes occidentales y terroristas de la agrupación Al Qaeda, se convierte en un asunto de honor para la gente digna a lo largo y ancho del orbe. 

De hecho, pocos días antes, el ALBA ya había manifestado que no reconocería al Consejo Nacional de Transición como la máxima autoridad en Libia, por considerarlo fruto del más descarnado injerencismo imperialista, e instrumento impuesto contra las prerrogativas del pueblo de ese estado norafricano. 

La Alianza Bolivariana había rechazado los planes de Washington y de la belicosa Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de aplicar la receta libia al caso de Siria, otra nación de la zona mesoriental bajo la mira de los grupos de poder más reaccionarios de nuestra época. 

Y ciertamente, con esta actitud vertical frente al producto de la violencia ejercida por el imperialismo contra las naciones de nuestro entorno tercermundista, el ALBA contribuye además a intentar anular el precedente y los patrones de acción que precisamente los poderosos intentan ejercer como política cotidiana también en el espacio latinoamericano. 

No se puede pasar por alto que algunas mentes calientes dentro de las filas imperiales acarician hoy, con más vehemencia que nunca, la idea de fomentar en las naciones del área con gobiernos progresistas y contra la Cuba revolucionaria, situaciones similares a la creadas en torno a Trípoli y cortar la tela en estos patios a la usanza que en tierras africanas y de Asia Central. 

Experiencias sobran de que Washington y sus consortes sueñan con dar vuelta atrás a la historia en nuestros parajes autóctonos, de manera que proceder tajante y firme contra sus aventuras en otras latitudes, es también defender todo lo positivo que se va gestando por nuestro esfuerzo, inteligencia y empeño colectivo

Reflexiones en torno al turismo de masas

Aunque mucha gente percibe el viaje turístico como expresión de la libertad individual, en realida no pasa de ser un producto industrial de diversión de masas. Gracias al ilusionismo publicitario, el sector consigue invisibilizar la devastación ambiental de la mayoría de territorios afectados y disimular que las migraciones turísticas solo pueder ser disfrutadas por una minoría de la Humanidad.


Hay que fijarse en el turismo si queremos cuidar nuestro mundo. En medio de las inmediateces de la vida cotidiana, es fácil dejarse confundir por los reclamos interesados en hacernos cómplices de un movimiento natural y lineal de progreso orientado al goce individual sin otros límites que la voluntad de libertad y de superación constante de nuevas metas.

La promesa de liberación individual del turismo es, precisamente, el exponente quizás más refinado y perfecto del poder de seducción de la maquinaria de publicidad en que se basa el industrialismo capitalista. Pocos mensajes merecen una aprobación social tan masiva independientemente de las formas de vida, la posición social o las creencias individuales como el de la bondad de visitar nuevos destinos o, como mínimo, el inalienable nuevo derecho humano a desconectar de la fatiga y el estrés del día a día lo más lejos posible de allí donde vivimos y nos ganamos el pan. Pareciera como si el turismo constituyera un auténtico oasis de paz, libertad y crecimiento personal al margen de la vorágine de un mundo afectado por incertidumbres y urgencias cada vez más extremas, desde el agigantamiento del foso económico entre el Norte y el Sur hasta el cambio climático.

Si ese carácter idílico es el que confiere al mundo turístico su atractivo, vale la pena reflexionar sobre las sugerentes palabras de Gillian Tett, una incisiva periodista del Financial Times y antigua estudiante de antropología en Cambridge: “Para entender cómo funciona una comunidad, no hay fijarse solamente en las zonas que podríamos llamar de ruido social, sobre las cuales todo el mundo desea hablar... Hay que fijarse también en los silencios sociales”[1]. Porque ese no lugar del turismo en el imaginario colectivo resulta suculentamente provechoso para quienes se han convertido en sus exorbitantes y discretos beneficiarios: las corporaciones transnacionales expertas en la creación y gestión financiera de paraísos vacacionales.
Resulta sorprendentemente difícil encontrar rastros del quehacer de la industria turística en la prensa económica e incluso en las facultades de economía. Es más: si uno tiene la suerte o la desgracia de emprender estudios de turismo en las escuelas superiores especializadas, puede terminar licenciándose brillantemente sin haber relacionado nunca las maravillas de los paraísos turísticos con cuestiones tan enjundiosas como la globalización, la esclavitud neocolonial de las sociedades empobrecidas y mayoritarias en el Planeta, el apocalipsis climático o el tam-tam de las nuevas migraciones globales.

Un rápido ascenso hasta ser la primera industria mundial
En un lenguaje claro y lleno de sugerencias argumentales, el libro [de Rodrigo Fernández Miranda] empieza por rescatar hitos del pasado industrial que ayudan a entender las raíces profundas de “la primera industria del mundo en los albores del Siglo XXI”. Entre estos, llama poderosamente la atención la función ideológica de reeducación moral de la clase obrera británica ejercida por el pastor protestante Thomas Cook y que se halla en el origen del primer operador turístico europeo. O la estrecha relación entre geografía del turismo y las innovaciones en el transporte y la tecnología. Sin olvidar la huella neocolonial en el nacimiento, antes de la Segunda Guerra Mundial, de destinos como Cuba o Bali. Esto nos llevará a apreciar la coincidencia entre los Treinta Gloriosos (las tres décadas de fuerte crecimiento sostenido de las economías de la Europa capitalista y Norteamérica entre finales de los 40 y principios de los 70 del siglo pasado protegidas por el orden económico imperial de Bretton Woods) y la emergencia del Mediterráneo y el Caribe como las dos piscinas privilegiadas del turismo internacional, hegemónicas hasta hoy.

Un segundo flash nos lleva a reconocer la explosión turística de los años 90. Si en la década anterior, el turismo representaba ya la tercera industria del Planeta, es ahora cuando adquiere el liderazgo en la economía global. Ahí está la conexión entre el aumento hasta más de 900 millones de viajeros internacionales anuales a escala global y la burbuja inmobiliaria y la especulación financiera alentada por el desmantelamiento de toda supervisión democrática y pública de los mercados impulsada por la revolución neoliberal iniciada por Reagan y Thatcher. De hecho, el producto de moda de la industria –el resort turístico en régimen de todo incluido dotado de oferta complementaria en segundas residencias, marinas, centros comerciales y un largo etcétera– actuará como reclamo de divisas fáciles para el sacrificio de importantes regiones del Sur Global a las exigencias de carta blanca en su territorio para las transnacionales del sector.

Imagen cosmética e irreal
Y luego está el vínculo parasitario entre turismo y márquetin, “la industria de la promoción de la industria”. Como escribió magistralmente Jean Baudrillard, es increíble que el atracón de publicidad orwelliana sobre paraísos al alcance de la mano haya permitido que mucha gente perciba el viaje turístico como expresión de la libertad individual cuando no pasa de ser un producto industrial de diversión de masas. Gracias al ilusionismo publicitario, el sector consigue invisibilizar la devastación ambiental de la mayoría de territorios afectados y disimular que las migraciones turísticas solo pueden ser disfrutadas por una minoría de la Humanidad. Porque esto entra en llamativa contradicción con el progresivo y paralelo cierre de fronteras nórdicas para impedir la llegada de oleadas migrantes por necesidad que huyen de guerras, devastación climática y hambrunas provocadas en el Sur por la bulimia energética, material y alimentaria del sistema de vida consumista que ha hecho del turismo de masas la mejor tarjeta de visita del industrialismo capitalista en los últimos 60 años.

Esta imagen cosmética y estilizada del turismo real se halla sometida a creciente contestación. Como se argumenta rigurosamente en el libro, empieza a aumentar la contestación de muchas comunidades, especialmente en el Sur Global, ante la falta de evidencia de que los beneficios económicos del turismo sirvan para su desarrollo humano. Es más: bienes comunes clave como la tierra o el agua en Estados como Marruecos se están encareciendo para la población local mientras, en cifras del Fondo Monetario Internacional, apenas el 15% de las ganancias por turismo en el Caribe se quedan en la región. En lugar de efecto derrame (trickle down) en favor de mayor bienestar en el Sur, el turismo se revela como “el negocio de la felicidad personal” donde los países empobrecidos del Planeta son usados como patio trasero, gracias a un nivel de derechos laborales y sociales muy precario y sin tener ningún miramiento con las culturas y las poblaciones anfitrionas. Una crucial contradicción entre la promesa histórica del turismo como pasaporte al desarrollo y una sucia realidad donde los auténticos ganadores de la industria de los paraísos son unas corporaciones transnacionales donde la responsabilidad de las empresas españolas es de primerísimo nivel.

Inviabilidad sin petróleo barato
En definitiva, resulta imposible una masificación sostenible de la industria turística en los marcos del actual modelo dominante. De este modo, se apuntan dos tendencias clave sobre el oscuro futuro de la industria sin chimeneas. De entrada, el fin del petróleo barato y el avance del apocalipsis climático harán cada vez más insostenible económicamente y ambientalmente el turismo de masas, en avión, a lugares cada vez más lejanos. En esta perspectiva hacia una edad más allá de la era del petróleo (postfosilista en expresión felizmente acuñada por Ramón Fernández Durán), habrá que plantearse un desaprendizaje del consumo viajero.

En el mejor de los casos, el Planeta no puede reconvertir casi mil millones de turistas internacionales en turistas responsables por mucho que sean admirables muchas de las iniciativas comunitarias de turismo en el Sur. Por lo tanto, no queda más remedio que empezar a pensar en términos de decrecimiento global de la industria turística y especialmente del transporte en avión, que constituye, de largo, el principal agente de deterioro climático de un sector que es responsable, como mínimo, del 10% del efecto invernadero global y que hasta ahora ha sido exonerado de cualquier objetivo de protección del clima común en el Protocolo de Kioto.

Es en este contexto que cobran más actualidad, si caben, las reflexiones alternativas propuestas en el libro sobre otras formas y modelos turísticos que permitan el desarrollo de este sector sobre otras bases. Se aportan así algunos criterios y apuntes sobre experiencias diversas que nos sitúan ante el reto de empezar a construir otros mundos posibles, y por tanto también de otras formas de entender y organizar la actividad turística. Unas transformaciones urgentes que deberían incorporar a la agenda de las propuestas de emancipación y solidaridad Norte-Sur a un turismo internacional dominado por corporaciones transnacionales a quienes no importamos ni ustedes ni nosotros, ni las comunidades ni el Planeta.

Yahoo bloqueó correos que invitaban a protestar en Wall Street



 Numerosos usuarios han denunciado que los mensajes con invitaciones para participar en la ocupación de Wall Street fueron bloqueados por el sistema de filtros de Yahoo. “Su mensaje no ha sido enviado. Su cuenta de usuario está asociada con una actividad sospechosa”, avisaba el sistema.
Yahoo afirma que los mensajes de error fueron “involuntarios” y causados por filtros de spam, pero los activistas le acusan de colaborar en el intento de hacer fracasar la #occupywallstreetYahoo ha pedido disculpas por las molestias ocasionadas.
Pero las denuncias van más allá de la presunta censura en las comunicaciones personales por la red, varios miembros del equipo de medios de los organizadores han sido arrestados y sus equipos han sido confiscados.
También hay denuncias de arrestos y acoso a periodistas, en un intento de contener la cobertura de las manifestaciones. Sam Cohen, un abogado de derechos civiles, ha presentado una demanda contra el Departamento de Policía de Nueva York por violar los derechos de la Primera Enmienda Constitucional de los que acampan o se manifiestan en Wall Street.
La Policía de Nueva York también está utilizando una ley de 1845 que prohíbe el uso de máscaras para arrestar a los simpatizantes de Anonymous. El cineasta Michael Moore ha criticado severamente a los medios de comunicación por ignorar las protestas.
http://www.nacionred.com/censura/yahoo-bloqueo-correos-que-invitaban-a-protestar-en-wall-street

¿Existe lucha de clases?


Warren Buffet es uno de los ricos más superricos de EEUU y del mundo. Se caracteriza por ser inteligente, por conocer muy bien la realidad que le rodea y por hablar muy claro, frecuentemente en contra de la clase social a la que pertenece. Es, como The Wall Street Journal lo define, un “traidor a su clase”. Entre sus declaraciones, la más citada por los no ricos es aquella en la que indicó que, en contra de aquellos que creen que ya no hay clases sociales en EEUU (y que, por lo tanto, asumen que el concepto de lucha de clases es anticuado e irrelevante), la realidad que él conoce es que sí que hay clases sociales y que también existe una lucha entre ellas en la que su clase –los superricos– gana cada día a costa de los intereses de la mayoría de la población, que consigue sus rentas a partir del trabajo en lugar del capital.
Tal señor escribió recientemente un artículo en The New York Times, Stop Coddling the Super-Rich (Basta de mimar a los superricos, 15-08-11), en el que explicaba los impuestos que él paga comparándolos con los que pagan los empleados de su compañía (él es un inversor financiero). Señala que pagó este año en impuestos 6.938.744 dólares, lo cual, señala, es una cifra más que respetable. Pero tal cantidad es menos del 17% de sus ingresos anuales, un porcentaje mucho menor que el de sus empleados, cuyo porcentaje varía desde el 33% al 41%, con un promedio (de los empleados de su despacho) de un 36%. Considera, con razón, que ello no es justo. Y subraya que los superricos no están contribuyendo al sacrificio general que el Gobierno federal de EEUU está pidiendo de todos los ciudadanos para salir de la crisis. A ninguno de los superricos se le ha pedido hasta recientemente que haga ningún sacrificio, y ello a pesar de que –tal como señala Buffet– la crisis les ha ido muy bien a los superricos.

¿Y cómo puede ser que paguen mucho menos en impuestos que la clase trabajadora y que las clases medias? Buffet lo dice claramente. La mayoría de su renta deriva de los beneficios que consigue de sus inversiones (la mayoría inversiones financieras). Es decir, es dinero de lo que antes se llamaba el capital financiero. Subraya Buffet que los impuestos sobre las rentas del capital (como el Impuesto de Sociedades) gravan mucho menos que las rentas del trabajo, lo cual le parece una profunda injusticia. Según él, todas las rentas, tanto las derivadas del capital como las derivadas del trabajo, deberían gravarse por igual, sin privilegios (como ocurre ahora) a las rentas del capital, que se gravan mucho menos. En realidad, no sólo gravan menos, sino que incluso han ido descendiendo más y más, bajo el argumento de que disminuir tales impuestos al capital facilita la creación de puestos de trabajo. La sabiduría convencional en el conocimiento económico –que, en general, está sesgado a favor de las rentas del capital– promueve políticas que favorecen estas últimas a costa de las rentas del trabajo, argumentando que es necesario incentivarlas para conseguir más inversión y más empleo. Pero, como Buffet señala en su artículo en The New York Times, los ingresos derivados del capital han crecido astronómicamente para los superricos, a la vez que los impuestos sobre tales rentas han ido disminuyendo y, sin embargo, la creación de puestos de trabajo en EEUU ha sido menor que antes (de 1950 a 1980) cuando las rentas del capital se gravaban mucho más que ahora.

En realidad, las políticas fiscales que definen quién paga impuestos y en qué cantidad no vienen definidas por factores económicos, sino por factores políticos, lo cual quiere decir por el poder e influencia que distintos colectivos de personas tienen en nuestras sociedades sobre las instituciones políticas (y mediáticas). Y de estos colectivos, los ricos y superricos (lo que solía llamarse la clase capitalista o burguesa, términos hoy abandonados por considerárseles anticuados) son los más influyentes. El hecho de que no se hable de clases sociales y lucha de clases en España se debe precisamente a su enorme poder sobre las instituciones políticas y mediáticas. Como consecuencia, la versión convencional de la estructura social de nuestros países afirma que las clases sociales básicamente han desaparecido, puesto que la mayoría de ciudadanos pertenece a la clase media, aceptando que por encima están los ricos –la clase alta– y por debajo los pobres –la clase baja–. Por lo demás, hablar de clase capitalista o burguesía, pequeña burguesía, clase media y clase trabajadora (la mayoría de la población) se considera ser muy anticuado. Las ciencias sociales, sin embargo, son ciencias. Y la clase social es una categoría científica. Y en ciencia no debe confundirse antiguo con anticuado. La ley de la gravedad es muy antigua, pero no es anticuada. Si lo duda, salte de un cuarto piso y lo verá. Y esto es lo que está ocurriendo a gran parte de las izquierdas gobernantes. Están saltando del cuarto piso y están cayendo en picado.

El famoso dicho del presidente Zapatero de que “bajar impuestos es de izquierdas”, continuando unas políticas iniciadas en España por el Partido Popular, ha favorecido enormemente a la clase capitalista (es decir, aquel colectivo que deriva sus rentas del capital), que como bien dice Buffet, existe. Y los datos de la Agencia Tributaria española así lo documentan. Mientras que los ingresos al Estado derivados de la gravación a las rentas del trabajo han ido aumentando desde 2006 (pasando de representar 430.428 millones de euros en 2006 a 494.431 millones de euros en 2010), las derivadas del capital han descendido considerablemente, pasando de 75.027 millones de euros a 53.455 millones de euros, y ello en gran parte, como consecuencia de las bajadas de impuestos, sobre todo a las rentas superiores y del Impuesto de Sociedades. ¿Dónde está la versión española de Buffet?