Los países imperialistas se repartieron el mundo a su antojo, luego con el intenso proceso de descolonización que emprendieron osados pueblos en los años 50 y 60 en todo el orbe, titánica lucha arrojó victorias, rompieron largas y gruesas cadenas de sujeción, humillación, explotación y saqueos.
Pero allí no termina todo: los países imperialistas no iban a permitir que se le fuera ese maná energético que sustraían de estas colonias, se disputaban entre ellos luego, sus propias áreas de influencias, o redimensionaban su geopolítica entrando en discrepancias inter imperialistas pero es a través de políticas que diseñaron en el ámbito cultural y comunicacional, teniendo como enlaces bastiones apátridas y aliados proimperialistas, es que pasaron a otra confrontación, ya entre ellos, y entre cada uno de ellos y los pueblos de cada uno de estos países descolonizados donde nunca “perdieron” influencia.
Para tal fin diseñaron centros de investigación, centros de estudios, alianza, comités de amigos, centro de idiomas, ofertaron becas de estudios y le sirvieron de señuelo justificativo: la cultura, la integración, puesto que vivimos un mundo globalizado, una aldea global y bajo el criterio de herencia o transmisión de valores han de mantener las nuevas relaciones, pero Estados Unidos se dejó de simulaciones y a través de Hollywood, la “industria del entretenimiento” y los portentosos medios de comunicación de masa, de esa manera nos invade en cada uno de nuestros hogares y en cualquier esfera societal pero ahora de otra forma, ya con igual o con mayor intensidad pero de manera sutil, nos impuso su cultura, su manera de pensar, de actuar, se autoreferenciarón a sí mismo y su política cultural impregna toda la sociedad: a chicos, adolescentes y a los adultos y para cada segmento genera su alienación y el consumismo, a través de la fama, el éxito, la violencia, el egoísmo, el individualismo, la velocidad y el sexo en su expresión machista.
Es la aculturación de nuestros pueblos y su propia historia.
Sobre Globovisión (vale correlacionar con Venevisión, RCTV, Televen, El Nacional, El Universal, el Nuevo País, entre otros) es tema conocido o padecido, diremos que es la expresión del Imperio norteamericano en nuestro país, complementan o cuando no, son la punta de lanza “cultural” alienante, o voceros o interlocutores consumistas, degradantes de la naturaleza, así como también degradan o ignoran los valores históricos de nuestros pueblos, son canales televisivos o medios de comunicación escritos, para crear una distinción, una propia autoreferencia, cuando dirige y pauta a partidos políticos de la derecha y a los de centro derecha, ya que si no cogen línea los pulverizan y no decir lo menos con las incitaciones veladas y abiertas que profieren de qué hacer con la vida y con la familia de los y las lideresas del proceso de cambio, por lo tanto los medios de comunicación de masa suplantan a las propias estructuras del Estado capitalista; que no decir, con las actuales estructuras o las incipientes estructuras que nacen al calor de la revolución cuando someten al escarnio público a directivos para inhibir a quien se deje inhibir y todo queda como un enfrentamiento hacia un ministro o hacia los estamentos militares pero es que se está degradando a la institucionalidad revolucionaria o la que se supone es revolucionaria y está en esas funciones para revolucionar.
Vaya la crítica sana hacia el propio Comandante Chávez cuando refiere que él no le presta atención a lo que dicen los medios sobre él, cuando en más de una vez las partes –pueblo y líder- han convenido y comprendido que Chávez es un sentimiento nacional, entonces se profieren ofensas contra el sentimiento nacional y nos preguntamos nuestra revolución es cultural o no? Rafael Correa, en medición de fuerza le ha torcido el brazo y no se diga en Argentina, Bolivia, Perú, Brasil mismo, Uruguay.
La primera línea del Plan Nacional es la Ética Socialista pero… ¿es solamente para mirarnos nosotros mismos reflejados allí?
Se habla con preocupación sobre la comunicación sólo como capacidad de respuesta ante los embates de la contrarrevolución pero se mira la comunicación como escenario de la confrontación. Hoy vemos con preocupación que se prioriza de lo comunicacional solamente el hecho propagandístico, ya como propaganda del hecho consumado, no! lo comunicacional va como un vagón de primera línea, la política, lo técnico y lo comunicacional, son tres pero es un mismo cuerpo inseparable; por ello es necesario que todo equipo de dirección institucional entre sus asesores de primera línea debe contar con un politólogo y periodista y/o comunicador social.
Los estados mayores de la política deberían tener la delicadeza aunque sea consultar a especialistas en comunicología o área afín o estudioso del área, porque no todo alto funcionario tiene porque tener experticia en el ámbito comunicacional pero debe pasar por una inducción en su propio ministerio o en el diseño mismo del Consejo de Ministros aunque hay altos funcionarios que tiene o han alcanzado bastante habilidad en ese terreno, pero falta, aún falta más y en un grueso considerable de las y los cuadros.
Hay veces cometemos muchas pifias comunicacionales que hay veces al enemigo de clase se le pasan pero que pueden ser motivo para deshuesar las buenas intenciones que animan a los voceros gubernamentales y a las políticas públicas.
Tenemos que crear nuestra propia conceptualización, ya contamos con UNASUR, ALBA, PETROCARIBE, entre otras estrategias pero cual política comunicacional e institucional generamos, tanto a lo interno Gran Misión Vivienda, entre otras, como a nivel latinoamericano y mundial.
Hay que preparar documentales con la Villa del Cine, el Centro del Disco, el Sistema Nacional de Medios Públicos entre otras baterías o artillería de combate ideológico, así como estas muchas otras iniciativas. El programa La Hojilla marca una impronta con sus micros que generan pánico en la oposición porque estamos en la transición hace años del Homos Sapiens al Homos Viden, ver, ver, tiene un alto grado de demostración (rescatar la memoria histórica) y coadyuva al convencimiento de nuestras propias filas. Aporrea, Ensartaos, Chamosuario, Confrontación, abren sus espacios al micro.
Por supuesto, cuando el periodismo sea visto transdisciplinariamente por quienes lo desempeñan y cuando sea recepcionado como nutriente intelectivo transformador de consciencia y acción revolucionaria hacia el socialismo bolivariano, cuando haya un Estado Mayor que sea bisagra entre el Comandante Chávez y el Ministerio del ramo, trabajando a la sombra por razones obvias e integrado con revolucionarios y revolucionarias con peso intelectual, con experiencia práctica, vinculados y vinculadas al pueblo, con verdadera y consustanciada militancia revolucionaria, alcanzará el nivel que le pronosticaba Gramsci a principio del siglo pasado: “la profesión del futuro”, pero a la vez se le estará garantizando la salud espiritual y la vida a la Revolución Bolivariana porque la planificación preside y precede a la acción con las respectivas instancias evaluativas del curso de acción y concepción de la política comunicacional e información.
Resta decir, que hay que darle todo el apoyo social e institucional a CONATEL porque “chivo que se devuelve se desnuca”. CONATEL es la expresión del Estado en el ámbito comunicacional, si se pierde o le da laxitud a ese combate que ya desató, de seguro se perderá la guerra.