domingo, 14 de agosto de 2011

HASTA DONDE LLEGA LA BESTIALIDAD DEL SER HUMANO, EL DE COMERSE A SU PROPIO HERMANO DE CARNE


2.000 CANES RESCATADOS EN TAILANDIA ANTES DE LLEGAR A LAS MESAS DE VIETNAM


La Policía de Tailandia ha interceptado una carga viva en la frontera noreste del país: se trata de unos 2.000 perros que tenían que acabar en las cocinas vietnamitas como manjar, informa la prensa local.
Los agentes policiales y los guardafronteras del país asiático pararon dos camiones y al revisarlos descubrieron que estaban repletos de pequeñas jaulas con perros dentro. Los animales estaban hacinados en jaulas que contenían cuatro o cinco canes cada una. Durante el trayecto los animales no recibieron ni agua ni comida.
Dos ciudadanos tailandeses y un vietnamita que se encontraban en los camiones fueron detenidos. Se les acusa de maltrato y comercio ilegal de animales.
Además de rescatar a los animales de los vehículos detenidos, los policías dejaron en libertad a otros perros que esperaban su turno para ser trasladados a Vietnam en unos sitios preparados por los delincuentes, después de que estos revelaran su paradero.
La noticia sobre el milagroso rescate de los canes tuvo una gran resonancia en Tailandia. Los amantes de los perros de todo el país hicieron donativos para que los animales tuvieran suficiente comida y asistencia médica. De momento, los perros están alojados en albergues especiales.
La carne canina se consume en países como Corea, Vietnam y en algunas provincias de China. En Vietnam incluso existen mercados especiales donde se puede comprar esta carne.

Articulo completo en:http://actualidad.rt.com/actualidad/sociedad/issue_28315.html

Reino Unido: “Los políticos son los saqueadores, no los jóvenes”

14 de agosto de 2011.- Activistas y estudiantes universitarios afirman que los políticos, en vez de los manifestantes involucrados en los recientes disturbios en Gran Bretaña, son los ladrones y saqueadores.

En una reunión en la sede de la Universidad de London Union llamada “Disturbios, Recesión y Resistencia”, defensores dijeron que los disturbios es el resultado del enojo público que se ha calentado a un punto de ebullición debido a las políticas del gobierno especialmente las medidas de austeridad.

Los participantes en la reunión, llamados por el grupo de campaña Activistas Negros Levantados Contra Recortes (BARAC por sus siglas en inglés), dijeron que las raíces de la reciente turbulencia que se inició el sábado pasado y se difundió a los largo de Gran Bretaña en cuestión de horas no puede remontarse a la simple causa promovida por funcionarios: oportunismo de un grupo de “maleantes”.

Los participantes argumentaron que los sentimientos que alimentan la inestabilidad se fueron acumulando durante meses debido a una serie de factores incluyendo medidas brutales de austeridad, recortes en el gasto que golpean a los servicios públicos, el aumento del desempleo, ataques a la educación, tácticas policiales sobre las manifestaciones y el incremento del uso de poder de la policía para detener y registrar a miembros inocentes del público.

Clare Salomon, la ex presidente de la Universidad London Union, atacó a funcionarios por describir a los jóvenes manifestantes como saqueadores, expresando que la pregunta principal es por qué nadie habla del desfalco y gastos de fraude de los funcionarios del gobierno y de los miles de millones de libras esterlinas que fueron para rescatar a bancos insolventes, informó Irna.

Los oradores durante la reunión también condenaron a los medios de comunicación y a funcionarios por catalogar a los manifestantes como criminales diciendo que las manifestaciones de protesta son medidas correctas para metas políticas.

El jefe de la Coalición Paren La Guerra, Andrew Murray, quien es también miembro de Unite the Union, dijo que la Secretaria del Interior Theresa May y otros políticos son los verdaderos instigadores de la violencia y el crimen.
Murray dijo que el hecho mismo de que varias estaciones de policía fueron atacadas durante los disturbios demuestra la falsedad de las afirmaciones de que los manifestantes eran ladrones mientras nadie ataca estaciones de policía para saquear.

Luego Lee Jasper, defensor prominente de BARAC, dijo que todos están ahora presenciando la mayor y más seria crisis que enfrenta el capitalismo.

Jasper añadió que la crisis no está limitada a la esfera financiera y es ahora un descalabro moral tanto del capitalismo y como de los neoliberales.

Un número de ciudades incluyendo Londres fueron la escena de disturbios no vistos en décadas en las últimas semanas durante los cuales varias personas fueron asesinadas y docenas de edificios y comercios fueron incendiados.

Los disturbios fueron provocados por el asesinato de un hombre negro, Mark Duggan, por parte de la policía en Tottenham el 4 de agosto.

Marchan en silencio contra la militarización en México

14 de agosto 2011.-Cerca de tres mil activistas y simpatizantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad marcharon en silencio este domingo en Ciudad de México para exigirle al Gobierno de Felipe Calderón el retiro del Ejército en la lucha contra el crimen organizado.

Entre pancartas con frases como "Para que se haga paz, primero hay que hacer justicia" o "Ponerse en pie es empezar a luchar", los manifestantes, muchos ataviados con camisas blancas y otras con la leyenda "No más sangre", caminaron por el centro de ciudad de México.

La movilización partió desde el Museo de Antropología, pasó por la residencia presidencial de Los Pinos (casa de Gobierno) y culminó frente a la sede del Senado, en el Distrito Federal.

Antes de iniciar la protesta, el poeta Javier Sicilia, señaló que la inciativa de reformar la Ley de Seguridad Nacional que está en análisis en el Congreso pretende "legalizar la intervención del Ejército en las acciones de seguridad pública", una propuesta original presentada por el presidente Felipe Calderón en abril de 2009 y modificada posteriormente por el Senado.

"No queremos a los militares en esta guerra que ha dejado a miles de muertos. Se requiere una ley de seguridad para y por los ciudadanos que garantice la democracia y la paz en el país", dijo Sicilia.

Detalló que dentro de las exigencias planteadas está que el Congreso asuma la necesidad de crear una ley integral de víctimas "que permita garantizar la seguridad de las personas, pero sobre todo, resarcir los daños a las familias de los miles de muertos".

El líder de la movilización aprovechó la marcha para dirigir un mensaje también a la Casa Blanca de Estados Unidos (EE.UU.) en relación con el tráfico ilegal de armas a México.

"Es muy importante la regulación de las armas, sobre todo las de asalto, porque son las que están entrando a nuestro país, alrededor de unas dos mil diarias, por lo que creo que es importante regular la venta de esas armas", explicó el poeta.

Sicilia, quien se ha convertido en una voz digna y autorizada para miles de víctimas de la violencia en su país desde que perdió a su hijo Juan Francisco, asesinado a fines de marzo pasado por narcotraficantes, considera que la sociedad de EE.UU. "tiene que tomar conciencia de que esas armas" están matando a los mexicanos.

"Aunque sea legal la industria de las armas en EE.UU., tanto el Congreso como el presidente (Barack) Obama deben saber que es necesario cambiar esa ley porque si no, entonces, ellos también son criminales", apuntó Sicilia.

El 15 de julio pasado líderes demócratas de la Cámara de Representantes estadounidense presentaron una iniciativa para sancionar el tráfico ilegal de armas, pero reconocieron que afrontan la fiera oposición de la Asociación Nacional del Rifle (NRA).

El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad ha organizado diferentes movilizaciones en México y diversas zonas de la frontera de ese país para exigir cambios en las políticas de seguridad implementadas por el Gobierno de Felipe Calderón.

Más protestas de alumnos en Honduras

Estudiantes de diferentes grados educativos continuaron ayer sus protestas contra la privatización de la enseñanza en Honduras e intensificaron la toma de institutos de nivel medio, pese a la intervención policial para desalojarlos.


Las protestas se realizaron este viernes en varias ciudades del país y son continuación del repudio a la nueva Ley General de Eduación, anunciada por el gobierno.

En El Progreso, departamento de Yoro, los alumnos tomaron por segundo día el puente La Democracia, donde la policía golpeó a los estudiantes con sus toletes, aseguró Dunia Montaya.
En respuesta a la movilización policial, el Frente Amplio de Resistencia advirtió que cualquier “instituto que sea desalojado por la policía será tomado”.

Militares y policías rodean varios centros de segunda enseñanza en Tegucigalpa para evitar que sean tomados por jóvenes, por lo que está paralizada la enseñanza en el sector oficial, que hasta ahora atiende de manera gratuita a 2 millones de alumnos.

El presidente del Colegio de Profesores de Educación Media, Jaime Rodríguez, dijo que los docentes apoyan la lucha estudiantil contra la iniciativa del presidente Porfirio Lobo Sosa.

El proceso de privatización de la enseñanza tiene el respaldo del Congreso Nacional, cuyo presidente, Juan Hernández, aspira a ser candidato presidencial.

La falsa calma que asoma tras las revueltas


Las protestas y los incidentes que han sacudido algunos barrios de las ciudades inglesas parece que han ido decreciendo y la clase política está intentando recuperar su lugar en esa coyuntura. Estas revueltas no son algo nuevo en Inglaterra y por lo general se manifiestan de manera cíclica, y muchas veces acompañadas o desencadenadas por alguna actuación represiva de la policía del país. Como bien han señalado algunos analistas, un repaso a canciones de The Clash sirve como una buena introducción a una situación que se aceleró a partir de los años setenta.

La huelga de los mineros galeses, el rechazo a la “poll tax”, las manifestaciones del uno de mayo, las recientes movilizaciones estudiantiles o lo que ha acontecido estos días son algunos ejemplos de ese carácter cíclico que adquieren las revueltas y que según pasan los años adquieren mayor fuerza.

Las causas
Son muchos los analistas que haciéndose eco de la ideología dominante en la clase política del statu quo tienden a simplificar la situación, centrando sus trabajos y artículos en condenar la violencia provocada y reduciendo la situación a un “problema violento”. Sin embargo, también los hay que intentan analizar las causas que provocan estas revueltas.

En ese sentido, muchos coinciden en señalar el contexto que viven muchos de los protagonistas de las revueltas, que producen sin duda alguna un peligroso cóctel que estalla como lo ha hecho esta semana. Los continuos recortes de los servicios públicos (que llevan a un desmantelamiento de los centros culturales y escuelas, sobre todo en los barrios más desfavorecidos), las privatizaciones (la sanidad es el próximo objetivo), el desempleo o en su defecto los contratos-basura, la percepción de un futuro que lejos de mejorar se presenta muy negro, son algunas de las causas que sin duda influyen en el devenir de los acontecimientos.

Todo ello nos da un panorama ciertamente desolador, que como señalaba un académico local, los problemas se están convirtiendo en algo crónico en amplios sectores y zonas del país, y “la pobreza residual, las altas tasas de desempleo juvenil, las disfunciones sociales y familiares o la alineación política” contribuyen a aumentar el rechazo hacia ese sistema que sustenta esas diferencias.

Pero además hay otros dos aspectos que se intentan ocultar por parte del engranaje del statu quo. Por un lado, la rabia y frustración que se manifiestan en buen aparte de las poblaciones de todo el mundo, y en el caso de Inglaterra, y de Londres más concretamente de manera acentuada, ante la ostentación, corrupción e impunidad con las que operan buena parte de los sectores dirigentes y las élites (políticos, banqueros, algunos medios de comunicación…).

Y por otra parte no hay que olvidar que el motivo que desencadenó las protestas de estos días fue la muerte a tiros de una persona por parte de la policía. Y no es el primer caso, ni probablemente sea el último, sobre todo a raíz de las declaraciones de Cameron y compañía. Como señala un periodista inglés, “la policía tiene la desafortunada costumbre de intentar ocultar sus errores, sobre todo si éstos conllevan la muerte de civiles.”. Falsos enfrentamientos, desprecio hacia la familia y allegados del fallecido, difusión de falsas noticias y datos sobre la vida del mismo (algo que contrasta con el trato que se da por ejemplo desde la clase política y los medios a los militares fallecidos en el extranjero, no se publica ningún nombre hasta comunicárselo a las familias, sin embargo en el caso reciente de Mark Duggan, sus allegados se enteraron por la prensa), son prácticas habituales que generan un rechazo importante en las poblaciones afectadas.

Todo ello contribuye a aumentar el rechazo y la desconfianza hacia los policías, unido además a una imagen ligada a la corrupción, como se ha demostrado recientemente a raíz de los lazos entre algunos oficiales y el imperio mediático de Rupert Murdoch. Los más de trescientos muertos cuando se encontraban bajo custodia policial desde 1998, con ningún policía condenado, también contribuyen a deteriorar aún más la imagen popular de ese cuerpo.

Las reacciones
La clase política, con Cameron a la cabeza, se ha dado cuenta de que ha perdido el control de la situación, y eso es algo que no soporta, de ahí su reacción posterior. Tras las condenas, ha llegado el mensaje distorsionador, reduciendo la situación a un problema de orden público, “violencia, desorden y criminalidad”.

La batería de medidas anunciada supone sin duda alguna un punto y seguido en el recorte de libertades que iniciaron algunos gobiernos hace diez años tras el fatídico 11-S y al amparo de lo que definieron como la “guerra contra el terror”. Ahora el nuevo término, aunque en la línea argumental del anterior, es “la restauración de la ley y el orden”.

Y esto se percibe por parte de esos sectores desfavorecidos de la sociedad como la defensa a ultranza del mismo sistema que les condena a ellos y sus familias a un negro futuro sin expectativas de mejorar. La retirada de las ayudas sociales, el cierre de los servicios comunitarios, de escuelas, la privatización de la sanidad o el encarecimiento de la educación son nuevos obstáculos para todo aquel que quiera encontrar una solución a la situación.

La fotografía de la clase política se muestra cada día más nítida ante los ojos de los ciudadanos. Para muchos de ellos, los años de Thatcher y del “nuevo laborismo” de Blair son parte de la misma estrategia. Gracias a la cual, el populismo “corporativo” caracteriza a ese grupo que busca “el beneficio personal a través de la política y que además basa su carrera y su fortuna en una fusión entre los dominios políticos y de los mass media”.

Al hilo del reciente escándalo en torno al imperio mediático de Murdoch se ha destapado esa estrecha colaboración entre la clase política y algunos medios de comunicación privados, que se manifiestan como los dominadores del entramado institucional del Estado.

Recientemente, un analista señalaba que “estamos gobernados por una fusión de políticos, periodistas y propietarios de algunos medios. Todos ellos se han unido para lograr un consenso público de cara a unas políticas que les benefician claramente a ellos, pero que están en contra del interés general”.

¿Y ahora qué?
Las medidas represoras y de control que pretende poner en marcha el gobierno británico (algunos recuerdan medidas similares en Bahrein, Arabia Saudí o China, este último un caso que desde los gobiernos de Occidente se denuncia activamente) no solucionan a medio o largo plazo la situación. Control y censura en Internet y en las nuevas redes sociales, cientos de detenciones, muchas de ellas de menores de edad, mayores recortes sociales, más policía… son todas ellas cortoplacistas, y como señalaba un joven estos días siempre habrá otras alternativas.

Algunos señalaban los años 2012 o 2013 como puntos de tensión elevada que podían desencadenar en revueltas, la situación económica y las protestas en otros lugares acabarían llegando a las calles de Londres. Pero todo se ha adelantado, y con la celebración el próximo año de las Olimpiadas, Cameron y sus aliados políticos intentarán profundizar en las medidas anunciadas, pero lo que en definitiva estará haciendo es afianzar la “cultura del gueto”, y en el corazón de la misma la rabia sigue desarrollándose.