El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) están advirtiendo a las regiones pobres que hasta ahora no fueron alcanzadas por la escalada de los precios de los alimentos, como África subsahariana y el Caribe, de que se preparen para enfrentarla.
La volatilidad de los precios de los alimentos llegó para quedarse, alertó el Banco Mundial ante crecientes preocupaciones de que podría haber una nueva crisis alimentaria sólo tres años después de la última.
En algunas partes del mundo las perturbaciones del abasto vinculadas con el clima han elevado los precios, y existe la probabilidad de sustanciales incrementos de precios a largo plazo.
La posibilidad de una crisis alimentaria total
es una preocupación, y los países deberían estar preparándose para ella, comentó Hugh Bredenkamp, subdirector del Departamento de Estrategia, Políticas y Revisión del FMI.
El consejo del FMI a los gobiernos que enfrentan crecientes precios de los alimentos es que se enfoquen en medidas de protección social para los más pobres, que se resistan a las prohibiciones y los impuestos a las exportaciones que afectan a los mercados alimentarios globales, y que aseguren que los precios alimentarios más altos no se expresen en un ajuste monetario.
El impacto directo de los precios de los alimentos sobre el IPC (índice de precios al consumidor) es una cosa extraordinaria, en sí mismo no es inflación, por lo que los países deberían acomodarse (...) fijar metas monetarias para acomodar el impacto directo de las alzas de precios, dijo Bredenkamp.
Pero los países deben ser cuidadosos para no permitir efectos secundarios, si los precios de los alimentos suben, que no se derramen en alzas de salarios o precios de otros productos, agregó.
Hasta ahora las economías asiáticas han sentido los mayores efectos de la inflación alimentaria, mientras que los precios más altos también fueron uno de los motivos de la inestabilidad en Medio Oriente.
A diferencia de la crisis alimentaria de 2007/2008, los precios más altos
aún no han afectado a todas las regiones del mundo, añadió Bredenkamp.
Un área donde el impacto hasta ahora ha sido muy limitado es África subsahariana, donde las cosechas locales y el suministro local han estado mejores que el promedio, sostuvo.
Los precios globales de los alimentos están en niveles récord y el problema persistirá en los próximos meses, de acuerdo con la Organización para la Alimentación y la Agricultura de la ONU.
Lo que provoca esto son perturbaciones del suministro bastante localizadas, que se han derramado a los mercados globales de materias primas, pero que no necesariamente tienen consecuencias para la demanda agregada y la oferta en otras partes, explicó Bredenkamp.