La pobreza infantil: un cáncer de los países desarrollados
España y EE. UU. entre los países donde la situación es más grave
Más de 30 millones de niños en 35
países desarrollados viven en situación de pobreza relativa, según un
estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
El informe Midiendo la pobreza infantil en los países ricos
revela que 13 millones de menores de las naciones miembros de la Unión
Europea, más Islandia y Noruega, no tienen cubiertas las necesidades
básicas para su desarrollo y advierte sobre el impacto de las políticas
de austeridad y de recorte de los gastos sociales en la vida de los
menores.
Para
realizar el estudio se analizaron dos grandes variantes. En primer
lugar, la de la llamada pobreza relativa, la cual corresponde a los
niños que viven en hogares donde los ingresos son equivalentes a la
mitad del promedio nacional.
En
segundo lugar, los expertos tuvieron en cuenta la situación de
privación, que se da cuando un menor carece de dos o más de los 14
elementos considerados indispensables, entre los que figuran, tres
comidas al día, libros para sus estudios o dos pares de zapatos.
España y EE. UU. entre las naciones con situación más grave
El
estudio, realizado en 35 países de la Unión Europea y la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), concluye que
Rumanía, EE. UU., Letonia, Bulgaria y España
son las naciones con el mayor porcentaje de pobreza infantil relativa,
mientras que la mejor situación corresponde a Islandia, Suecia y
Noruega.
Existe,
según el informe, “una falta de prioridad gubernamental” en países
desarrollados como España, Grecia, Italia, Japón, Letonia, Suiza y EE.
UU. Incluso en naciones donde la participación estatal para combatir
este problema es alta, los datos no son satisfactorios. Así, aunque
Francia ocupa el primer lugar europeo con un gasto del 3,7% del Producto
Interior Bruto en esta materia, el 10,1% de niños sufren carencias y
el 8,8% están en situación de pobreza relativa.
Según defendió el autor del documento, Peter Adamson, la tasa de
pobreza infantil de un país es el indicador más importante que una
sociedad tiene sobre sí misma y revela cómo ésta protege a sus
ciudadanos más vulnerables.
Adamson concluye que en los países
desarrollados la tasa de privación “debería estar muy próxima al 0%” y
lamentó que en cuatro de cada 10 países analizados el porcentaje de
niños que sufren la carencia de estos elementos básicos sea superior al
10%, entre ellos Francia, Italia, Grecia y Portugal.