miércoles, 27 de julio de 2011

Congresistas de EEUU aumentan su riqueza en plena crisis capitalista


Mientras millones de familias estadounidenses intentan salir a flote en medio de una crisis capitalista sin precedentes, la riqueza personal de los líderes del Congreso de ese país se expande año tras año.
Así lo confirma el sitio digital Open Secrets, al publicar fotos, estadísticas y evaluaciones de los “más ricos del Congreso”, una selecta lista que encabeza el republicano Darell Issa, de California, cuyo patrimonio neto se estima en más de 251 millones de dólares.
Se incluyen, entre otros, los demócratas Jane Harman, también de California (244,7 millones); Herb Kohl, demócrata de Wisconsin, con unos 214,5 millones; Mark Warner, de Virginia (209,7 millones) y John Kerry, senador por Massachussetts (208,8 millones).
Es curioso el dato, porque cuando solo el uno por ciento de todos los residentes de aquella nación pertenece a la clase de los millonarios —según la propia página—, en el Congreso, entre 40 y 50 por ciento de los legisladores cuenta varios “ceros” a la derecha en sus activos.
Una investigación basada en los datos de información financiera federal confirmó, por su parte, que 261 de los que ocupan puestos en el Capitolio (435 en la Cámara de Representantes y 100 en el Senado) son acaudalados.
De acuerdo con el análisis uno de cada cinco de ellos posee bienes de al menos 10 millones de dólares, en tanto la fortuna de ocho asciende a 100 millones de dólares o más.
Por ejemplo, entre 2008 y 2009 —en medio de la recesión—, la riqueza colectiva de los miembros del Legislativo se incrementó en más de 16 por ciento, reveló un estudio publicado por el Centro para una Política Responsable.
Esa riqueza en expansión de los líderes y miembros del Congreso en sentido general, se traduce en que un número significativo tiene intereses en las principales compañías de los sectores de salud y servicios financieros.
Sus acciones se colocan, fundamentalmente, en Bank of AmericaGoldman Sachs, Wells Fargo, JPMorgan Chase y Citigroup, PfizerJohnson & Johnson Merck. Los mismos que han recibido dinero del rescate federal tras explotar la burbuja inmobiliaria y desatarse la crisis.
Los ingresos de los miembros del Congreso subieron 19 por ciento durante el año pasado (908 mil 255 dólares), mientras el promedio nacional anual descendió 15 por ciento.
Es un mundo financiero muy distante al de sus electores, opinó entonces Sheila Krumholz, directora ejecutiva del Centro para Políticas Responsables.
La raíz del asunto está en que, en las sociedades capitalistas, todo se mueve y desarrolla para beneficio de los poseedores del capital, según afirma en entrevista con Prensa Latina Manuel E. Yepe, analista de temas internacionales.
“Quien tenga más, puede más —subraya—. La vida es una competencia que se decide por la riqueza personal que cada quien acumule. Todas las leyes, reglamentos y hasta las costumbres van dirigidas a premiar a los más ricos. Los hijos se preparan, desde que nacen, para ser competitivos”.
El sistema electoral estadounidense es particularmente exigente en cuanto a la necesidad de disponer de mucho dinero para participar en las competencias, argumenta.
“Es una apuesta —dice—: Quien reúna más dinero para la campaña, uniendo al capital propio lo que le prestan otros a cambio de beneficios posteriores derivados del ejercicio del cargo a que se aspira, será el candidato electo”.
A escala del Congreso, el apoyo que tienen los candidatos proviene de las grandes corporaciones representadas por los conocidos “lobbies” que participan en el festín electoral, los que respaldan a aquellos que “ofrezcan a sus mandantes suficientes garantías”.
Para Yepe “aunque entre ellos existan quienes actúen, hasta cierto punto, con arreglo a determinados intereses de suselect ores, el ‘establishment’ está organizado de manera que el dinero mande, no solo en el mercado sino en las relaciones sociales todas”.

El mundo de la burbuja

Cada 15 de mayo, el personal clave y los altos cargos en el Poder Ejecutivo presentan los formularios correspondientes al año natural anterior con los detalles de sus finanzas personales.
Por ley, deben declarar sus activos y pasivos, sus ingresos (sin incluir los salarios del gobierno), los regalos que recibieron, entre otras notificaciones y las evidencias muestran a un sector cada vez más alejado de quienes, supuestamente, representan.
No se relacionan sus sueldos, sin embargo la mensualidad anual oficial de los miembros de cada cámara es de 175 mil dólares, aunque también disfrutan de una serie de beneficios como el pago de gastos de viaje.
Los bienes medios de un representante del Congreso alcanzaron los 765 mil dólares en 2009 en comparación con los 645 mil 503 de 2008, mientras que los de un senador llegaron a casi 2,38 millones de dólares frente a los 2,27 millones del año anterior.
Suena hasta irónico en un país donde cuando muchos han perdido sus empleos, sus ahorros se han desvanecido y los valores de sus viviendas se han desplomado.
Algunos analistas opinan que pocos legisladores federales asumen la existencia de males financieros como el desempleo, la pérdida del techo y el esfumamiento de los ahorros que padecen millones de norteamericanos.
Simplemente, porque ellos “están entre los más ricos de los ricos estadounidenses y manejan carteras financieras que son inalcanzables para la mayoría de sus representados”.
Los más recientes datos del Departamento de Trabajo sostienen que el índice nacional de desempleo está en 9,2 por ciento y aún no se han podido recuperar los 8,4 millones de puestos laborales perdidos durante la crisis.
El actual debate en el Legislativo no acaba de poner de acuerdo a demócratas y republicanos en torno a elevar el techo de la deuda pública de la nación.
Estados Unidos tiene un adeudo con sus acreedores externos que subió de 10,701 billones de dólares a finales de junio de 2010, a los 14,29 billones el 18 de abril de 2011.
En mayo el país sobrepasó el límite actual de endeudamiento autorizado pero ha seguido funcionando con ajustes y traspasos de pagos que son normales dentro del Departamento del Tesoro.
Sin embargo, más allá del 2 de agosto, como alertaron el presidente Barack Obama y varios portavoces de su administración y de su partido, el país encara una cesación de pagos que, en palabras del jefe de la Reserva Federal, Ben Bernanke, sería una “catástrofe”.
Las negociaciones con los republicanos —que son en la actualidad mayoría en la Cámara de Representantes—, se atascaron por la oposición tenaz a cualquier incremento del endeudamiento que no esté equiparado por cortes en los gastos del gobierno a programas sociales.
Esos recortes afectarían a los más necesitados y a sectores de menos ingresos; sin embargo, no permiten que se eleven los impuestos a los más ricos. Y adviértase quiénes son esos privilegiados.

Congreso de EEUU, un club exclusivo para millonarios

Mientras millones de familias estadounidenses intentan salir a flote en medio de la actual crisis económica, la riqueza personal de los líderes del Congreso de ese país se expande año tras año.

Por Deisy Francis Mexidor (*) - Prensa Latina

Así lo confirma el sitio digital Open Secrets, al publicar fotos, estadísticas y evaluaciones de los “más ricos del Congreso”, una selecta lista que encabeza el republicano Darell Issa, de California, cuyo patrimonio neto se estima en más de 251 millones de dólares.

Se incluyen, entre otros, los demócratas Jane Harman, también de California (244,7 millones); Herb Kohl, demócrata de Wisconsin, con unos 214,5 millones; Mark Warner, de Virginia (209,7 millones) y John Kerry, senador por Massachussetts (208,8 millones). Es curioso el dato, porque cuando solo el uno por ciento de todos los residentes de aquella nación pertenece a la clase de los millonarios —según la propia página—, en el Congreso, entre 40 y 50 por ciento de los legisladores cuenta varios “ceros” a la derecha en sus activos.

Una investigación basada en los datos de información financiera federal confirmó, por su parte, que 261 de los que ocupan puestos en el Capitolio (435 en la Cámara de Representantes y 100 en el Senado) son acaudalados.

De acuerdo con el análisis uno de cada cinco de ellos posee bienes de al menos 10 millones de dólares, en tanto la fortuna de ocho asciende a 100 millones de dólares o más.

Por ejemplo, entre 2008 y 2009 —en medio de la recesión—, la riqueza colectiva de los miembros del Legislativo se incrementó en más de 16 por ciento, reveló un estudio publicado por el Centro para una Política Responsable.
Esa riqueza en expansión de los líderes y miembros del Congreso en sentido general, se traduce en que un número significativo tiene intereses en las principales compañías de los sectores de salud y servicios financieros.

Sus acciones se colocan, fundamentalmente, en Bank of America, Goldman Sachs, Wells Fargo, JPMorgan Chase y Citigroup, Pfizer, Johnson & Johnson y Merck. Los mismos que han recibido dinero del rescate federal tras explotar la burbuja inmobiliaria y desatarse la crisis.

Los ingresos de los miembros del Congreso subieron 19 por ciento durante el año pasado (908 mil 255 dólares), mientras el promedio nacional anual descendió 15 por ciento.

Es un mundo financiero muy distante al de sus electores, opinó entonces Sheila Krumholz, directora ejecutiva del Centro para Políticas Responsables.

La raíz del asunto está en que, en las sociedades capitalistas, todo se mueve y desarrolla para beneficio de los poseedores del capital, según afirma en entrevista con Prensa Latina Manuel E. Yepe, analista de temas internacionales.

“Quien tenga más, puede más —subraya—. La vida es una competencia que se decide por la riqueza personal que cada quien acumule. Todas las leyes, reglamentos y hasta las costumbres van dirigidas a premiar a los más ricos. Los hijos se preparan, desde que nacen, para ser competitivos”.

El sistema electoral estadounidense es particularmente exigente en cuanto a la necesidad de disponer de mucho dinero para participar en las competencias, argumenta.

“Es una apuesta —dice—: Quien reúna más dinero para la campaña, uniendo al capital propio lo que le prestan otros a cambio de beneficios posteriores derivados del ejercicio del cargo a que se aspira, será el candidato electo”.

A escala del Congreso, el apoyo que tienen los candidatos proviene de las grandes corporaciones representadas por los conocidos “lobbies” que participan en el festín electoral, los que respaldan a aquellos que “ofrezcan a sus mandantes suficientes garantías”.

Para Yepe “aunque entre ellos existan quienes actúen, hasta cierto punto, con arreglo a determinados intereses de sus
electores, el ‘establishment’ está organizado de manera que el dinero mande, no solo en el mercado sino en las relaciones sociales todas”.

El mundo de la burbuja  

Cada 15 de mayo, el personal clave y los altos cargos en el Poder Ejecutivo presentan los formularios correspondientes al año natural anterior con los detalles de sus finanzas personales.

Por ley, deben declarar sus activos y pasivos, sus ingresos (sin incluir los salarios del gobierno), los regalos que recibieron, entre otras notificaciones y las evidencias muestran a un sector cada vez más alejado de quienes, supuestamente, representan.

No se relacionan sus sueldos, sin embargo la mensualidad anual oficial de los miembros de cada cámara es de 175 mil dólares, aunque también disfrutan de una serie de beneficios como el pago de gastos de viaje.

Los bienes medios de un representante del Congreso alcanzaron los 765 mil dólares en 2009 en comparación con los 645 mil 503 de 2008, mientras que los de un senador llegaron a casi 2,38 millones de dólares frente a los 2,27 millones del año anterior.

Suena hasta irónico en un país donde cuando muchos han perdido sus empleos, sus ahorros se han desvanecido y los valores de sus viviendas se han desplomado.

Algunos analistas opinan que pocos legisladores federales asumen la existencia de males financieros como el desempleo, la pérdida del techo y el esfumamiento de los ahorros que padecen millones de norteamericanos.

Simplemente, porque ellos “están entre los más ricos de los ricos estadounidenses y manejan carteras financieras que son inalcanzables para la mayoría de sus representados”.

Los más recientes datos del Departamento de Trabajo sostienen que el índice nacional de desempleo está en 9,2 por ciento y aún no se han podido recuperar los 8,4 millones de puestos laborales perdidos durante la crisis.

El actual debate en el Legislativo no acaba de poner de acuerdo a demócratas y republicanos en torno a elevar el techo de la deuda pública de la nación.

Estados Unidos tiene un adeudo con sus acreedores externos que subió de 10,701 billones de dólares a finales de junio de 2010, a los 14,29 billones el 18 de abril de 2011.

En mayo el país sobrepasó el límite actual de endeudamiento autorizado pero ha seguido funcionando con ajustes y traspasos de pagos que son normales dentro del Departamento del Tesoro.

Sin embargo, más allá del 2 de agosto, como alertaron el presidente Barack Obama y varios portavoces de su administración y de su partido, el país encara una cesación de pagos que, en palabras del jefe de la Reserva Federal, Ben Bernanke, sería una “catástrofe”.

Las negociaciones con los republicanos —que son en la actualidad mayoría en la Cámara de Representantes—, se atascaron por la oposición tenaz a cualquier incremento del endeudamiento que no esté equiparado por cortes en los gastos del gobierno a programas sociales.

Esos recortes afectarían a los más necesitados y a sectores de menos ingresos; sin embargo, no permiten que se eleven los impuestos a los más ricos. Y adviértase quiénes son esos privilegiados. 

La crisis del euro es una guerra entre los rentistas y los ciudadanos

Se habla de la crisis del euro, de Europa. Pero la verdad es más cruda y más terrible: estamos en guerra. Una guerra, huelga decirlo, que recata su nombre, pero que versa, como es de todos conocido, sobre la deuda. Pues, en efecto, en una Europa forjada precisamente para poner fin a los conflictos fratricidas del siglo XX, asistimos paradójicamente al enfrentamiento brutal entre acreedores y deudores. Los deudores son los contribuyentes, es decir, a fin de cuentas, los ciudadanos. Los acreedores son los bancos, las aseguradoras, los fondos de pensiones, y tras ellos, los ahorradores. Sobre los campos de batalla que son los mercados truenan los tambores de los representantes de los acreedores, como las agencias de calificación financiera, Moody’s, Standard&Poor’s y Fitch, cuyo único papel es el de repetir a los ciudadanos: tenéis que pagar, intereses y capital, hasta el ultimo céntimo, si no, quebraréis. Las sumas son enormes: 350 mil millones de euros para Grecia, pero 1,6 billones para Italia, lo mismo que Francia.

Para hacernos una idea de la potencia de los instrumentos de mercado de que disponen los acreedores, tomemos el ejemplo del servicio de la deuda de Francia. Significa actualmente 50 mil millones de euros anuales. Cincuenta mil millones que son renta para rentistas. Si las agencias degradan la calificación de Francia, no tardarán –un año, dos, a lo sumo— en representar 60 mil millones anuales. Tendríamos, entonces, que pagar más por la deuda que por la educación nacional…

El ataque de los acreedores ha comenzado por el eslabón más débil, Grecia; luego se ha extendido a Irlanda, a Portugal, a España, y ahora, a Italia, a la espera tal vez de Francia o de Bélgica. En todos los casos se ha juzgado a los gobiernos con un solo criterio: ¿aporta su política la garantía absoluta de la devolución de los empréstitos? Que las clases medias del continente europeo estén apabulladas por el desempleo, que la austeridad generalizada signifique todavía más desempleo y todavía más déficits, que el volumen de las deudas (85% del PIB de media; 150% para Grecia; 126% para Italia) constituya un obstáculo mayor para el crecimiento, nada de eso importa. Tampoco importa mucho saber que una gran parte de las deudas públicas son consecuencia de las locuras de un sector privado especulativo.

Frente a esta voracidad de los rentistas, los gobiernos de la eurozona, lejos de aliarse para imponer las leyes de la solidaridad y de la democracia, se dividen, tergiversan y se pasan unos a otros la patata caliente.

Del otro lado del Atlántico, en Washington, otra versión de este conflicto enfrenta a Demócratas y Republicanos. Los Demócratas quieren que la extraordinaria factura de la crisis —¡1,43 billones de dólares!— la pague por lo pronto la ínfima minoría, que, durante los años del auge, se ha hecho con el 40% del crecimiento del país, suprimiendo sus exorbitantes privilegios fiscales. Los Republicanos, y singularmente los extremistas del Tea Party, exigen en cambio que sean los pobres y los viejos los que paguen, reduciendo los seguros de enfermedad y las pensiones de vejez. En Norteamérica, los archirricos se enfrentan a los pobres; en Europa, los rentistas atacan a los ciudadanos.

Lo cierto es que Barack Obama, Angela Merkel, Nicolas Sarkozy, Jean-Claude Trichet y Jose Manuel Barroso están frente al mismo dilema: en esta casi guerra civil de la deuda, tienen que elegir claramente en qué campo combaten: en el de la gran mayoría o en el de las minorías  privilegiadas. Si recuperan el sentido del interés general, encontrarán los medios para imponer nuevas reglas, como la prohibición de la especulación con la deuda soberana, una distribución equitativa y económicamente sostenible de la carga del endeudamiento, una política de crecimiento sostenido, etc. Y es precisamente este punto fundamental de la acción política el que podría acarrear la explosión de la moneda única. Si no hay una inmediata respuesta conjunta, creando, por ejemplo, una deuda común europea –un presupuesto común, pues—, lo que los jefes de Estado harán será retrotraer la solución a la escala nacional. Cada país debería encontrar, por sí sólo, un equilibrio entre acreedores y deudores, entre rentistas y poder público. El euro se abismaría, no porque Europa padezca un funcionamiento demasiado complicado (lo que es verdad, dicho sea de paso), sino porque carece de proyecto político.

Hervé Nathan es un reconocido analista financiero francés que escribe regularmente en el diario de la izquierda republicana francesa Marianne2.

Traducción para www.sinpermiso.info: Roc F. Nyerro

Un millón de firmas por la libertad de los cinco cubanos presos en EEUU

La iniciativa surgió desde el Comité por Los Cinco del Estado español, y numerosos comités territoriales compilan ya firmas en papel y por vía electrónica.

Recordemos que estos cinco ciudadanos cubanos recogían información en grupos de la extrema derecha de Miami, con el fin de evitar atentados terroristas en Cuba. Las pruebas de estas actividades criminales fueron entregadas al FBI, pero éste, lejos de actuar, decidió detener y encarcelar, el 12 de septiembre de 1998, a René, Gerardo, Fernando, Ramón y Antonio, conocidos como Los Cinco Héroes cubanos.

Un proceso judicial en Miami, sin las debidas garantías, en una atmósfera de linchamiento mediático y de amenazas al jurado, los condenó sin pruebas a injustas penas, que van desde los 15 años hasta dos cadenas perpetuas, por cargos diversos, como el de “conspiración para cometer espionaje”. Dicha carencia de pruebas ha sido reconocida por la propia Fiscalía de EEUU. Es una opinión ampliamente compartida que Los Cinco han sido víctimas de un juicio político. El Comité de Detenciones Arbitrarias de la ONU se ha interesado por este caso, y comparte el cuestionamiento de las condiciones en que se celebró el juicio.

Desde su detención se les han aplicado medidas de especial rigor en las condiciones de su encarcelamiento: internamientos de aislamiento en el llamado “hueco”, continuas negativas por parte del Gobierno estadounidense para que sean visitados por sus familiares, y se han violado en numerosas ocasiones las propias leyes estadounidenses y los más elementales derechos humanos.

Esta campaña pretende reunir un millón de voces solidarias con estos cinco hombres dignos que, tras casi 13 años de inquebrantable defensa de sus convicciones, han ganado el reconocimiento y admiración de millones de personas en el mundo.

El presidente de EEUU puede y debe ordenar la libertad de Los Cinco.

Los migrantes peruanos en Chile en los tiempos de Ollanta Humala

Raúl Paiba Cossíos es licenciado en Estadística y originario de la ciudad de Trujillo, norte de Lima, Perú. Pero es refugiado político en Chile desde hace casi dos décadas. Actualmente es Secretario General del Partido de Ollanta Humala, Gana Perú en el país de Salvador Allende, equipo humano que se gestó con peruanos migrantes durante la candidatura del flamante Presidente Humala. Se puede escribir una excelente conversación con él al costado de la Catedral de Santiago de Chile, suelo multicultural y predominantemente de colores y sabores limeños.

LA HISTORIA DE PAIBA
Hace poco menos de medio siglo, Raúl Paiba, después de ser dirigente estudiantil en Trujillo se trasladó a Cerro de Pasco (4.200 metros de altura), territorio eminentemente significado por la minería cuprífera, donde ejerció la docencia universitaria desde 1975. “Más tarde vinieron los tiempos difíciles de las insurrecciones en Perú”, dice Raúl. En 1985 “me retiré de Cerro de Pasco porque el gobierno la declaró zona de ‘subversivos’, y los buscaba dentro de la universidad”. En la universidad estatal de Cerro de Pasco, la comunidad desarrolló un plan de estudios ligado a las necesidades de la población minera, sobre todo en las áreas de salud de medicina, enfermería y odontología. “Tengo entendido que apenas ahorita de inauguró en la universidad de Cerro de Pasco la facultad de Ciencias de la Salud”.
En los 80’ del siglo anterior, el Presidente de la Federación de Estudiantes de todo Perú era del paisaje andino de Cerro de Pasco. Por ello, también la agrupación universitaria de la zona logró resistir la violenta intervención militar de la época. “Entonces comenzaron a desaparecer varios profesores. Algunos fueron asesinado en plena clase por encapuchados”, cuenta Raúl y añade que “cuando debí marcharme, ya iban 37 muertos, entre estudiantes y académicos”. En octubre de 1985, Raúl Paiba viajó a Trujillo a exponer una investigación estadística y el Ejército aprovechó su ausencia para hacer estallar su casa por los aires.
“Cuando ocurrió la explosión yo era Secretario Nacional de Defensa de la Federación de Docentes Universitarios del Perú (Fendup). Es decir, cumplía labores de protección gremial de los docentes abusados en sus derechos”, relata Raúl, “y además teníamos la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos, de la cual la propia universidad junto a los sindicatos mineros eran su constituyente para intentar detener los atropellos militares”.
Luego de ser destruida su casa, Raúl Paiba se trasladó al norte de Perú, a trabajar esta vez en la Universidad Pedro Ruiz Gallo de Chiclayo, casi en la frontera con Ecuador. “Allí logramos con docentes y estudiantes que la universidad adquiriera una mirada desde el desarrollo de la gente del territorio. Y estando en ese proceso, en 1990 gané la Vicepresidencia de la Fedup en la zona de Lambayeque, y la Secretaría de Relaciones Internacionales a nivel nacional. Ya contábamos con Alberto Fujimori dirigiendo el gobierno central y avanzando sobre las universidades para aplicar lo que él llamaba ‘el exitoso modelo chileno educativo’ que nosotros desconocíamos por completo” recuerda Raúl.

-¿Y cómo se realizaba la aplicación del ‘modelo educativo chileno’?

“Evitando que los estudiantes participaran de las votaciones para elegir a las autoridades de la entidad; y privatizando a través de la subcontratación los servicios que realizaban los funcionarios universitarios.”
Ese período coincidió con la aparición en la provincia del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), donde ya existía Sendero Luminoso. Pasó luego que el Estado detuvo al estudiante universitario Gerardo Cava, cuyo hermano había muerto en un enfrentamiento con el Ejército. Y Gerardo fue conminado como condición para salir en libertad, a canjear su prisión, acusando al estadístico Raúl Paiba de líder del MRTA en la zona ante la fiscalía. “Pero Gerardo ni siquiera fue mi alumno, cuestión que la propia universidad certificó. Mientras duró la investigación yo estuve preso cinco meses” informa Paiba, “y después Gerardo dijo la verdad, manifestando que yo no tenía ninguna relación con él. Por tanto, yo quedé en libertad incondicional. Pero de regreso a la universidad intentaron eliminarme físicamente un par de veces. En esas circunstancias, la Iglesia Católica me sugirió abandonar el país mediante la Asociación Pro Derechos Humanos (Aprode). La institución me conectó entonces (1992) con el Servicio Universitario Mundial en Chile. Atravesé la frontera, pero en Santiago me enteré que el SUM ya no existía. Afortunadamente sí estaba el Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados. De ese modo me convertí hace 19 años en refugiado político. Y recién en 1995 pudimos organizar el Comité de Refugiados en Chile con el objetivo de promover y defender los derechos de los migrantes y refugiados de todos los países. La organización no se limitó a los refugiados políticos, sino que a los migrantes en general. Como en Chile si no tienes cédula de identidad no existes, logramos que se nos atendiera en los servicios sanitarios de emergencia; y obtuvimos para las mujeres embarazadas una ‘visa temporaria’. Ello es un problema, porque el niño simplemente queda sin patria por ser ‘hijo de extranjero transeúnte’”.

LA HORA DE OLLANTA
-El pueblo peruano ha pasado por un período muy duro en las últimas décadas. Y no sólo me refiero al fujimorismo, sino también a la última administración súper liberal de Alan García. ¿Qué comporta la victoria del Capitán Ollanta Humala para los peruanos en Chile y por qué ven en él una esperanza?
“Nosotros realizamos una campaña electoral por Ollanta también debido a la presencia del fujimorismo a través de la candidatura de su hija Keiko Fujimori. Y logramos destruir el terror de muchos peruanos que miraban a Ollanta con recelo debido a una campaña del terror a favor de Keiko. Los empleadores chilenos de las trabajadoras peruanas de casa particular les decían que si votaban por Humala habría guerra entre Chile y Perú, y ellas serían las primeras en ser eliminadas. Por otra parte, hemos conseguido que se atienda el problema migratorio, que es un ámbito muy sensible para Perú. Creemos que debe existir un Programa de Retorno. Tiene que haber convenios bilaterales al respecto. En Chile tenemos problemas con los fondos reunidos como trabajadores en las AFPs, donde los ahorros de los peruanos se quedan en Chile. Hasta ahora nos resulta imposible revalidar algunos títulos universitarios, sobre todo los ligados a las Ciencias de la Salud. El libre tránsito de las fronteras no es respetado por Chile. ¡La Ley Migratoria en curso es de 1974!”
-¿Pero qué ocurre con los convenios firmados en Unasur en ese plano?
“Funcionan con Bolivia, Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay. Menos con Perú y Colombia. Y eso origina abuso laboral, porque sin contrato se torna absolutamente informal el trabajo.”
-¿De dónde viene la discriminación?

“Yo creo que son todavía resabios de la Guerra del Pacífico (1879-1883). ¡Los europeos llevan dos guerras mundiales y ahora tienen una sola moneda y libre tránsito!”
-Es de suponer que los peruanos migrantes quieren regresar a su país…

“Por cierto, pero carece de los recursos para hacerlo. En Extranjería el peruano tiene que pagar una multa que no baja de los $ 200 mil pesos (US$ 435).”
-¿Cómo vive el migrante peruano en Chile?

“Los que peor viven son los hombres por no poder acceder a ningún tipo de contrato. Son los más explotados por los contratistas. Muchas veces ni siquiera son canceladas las faenas en que laboran. Y no hay fiscalización estatal ante el abuso. Y las mujeres embarazadas carecen de fuero maternal. Hay una cultura del miedo sobre los migrantes.”
-¿Y cómo son tratados los migrantes chilenos en Perú?

“El migrante chileno en Perú es empresario en su enorme mayoría. El Tratado de Libre Comercio entre Chile y Perú de 2006 no es equitativo. Un chileno puede irse a Perú hasta con sus mascotas, mientras que el peruano debe contratar sólo personal y trabajadores chilenos. Eso es lo que llamó Alan García ‘facilidades para el incentivo de la inversión’. Pero se trata de una inversión que no construye, que sólo compra grandes complejos comerciales, supermercados, gran venta al detalle. La uva chilena sale a través de Perú, por ejemplo. Asimismo, existen casos de peruanos que compraron maquinaria en Chile, pero no tiene el modo de llevarla allá.”
-¿Y las condiciones de habitación de los peruanos en Chile?
“Para hacer un contrato de arriendo aquí, hay que tener cédula de identidad. Y ese es el grave problema. No hay justificación para que no se nos dé cédula de identidad. Antes muchos peruanos arrendaban piezas a un chileno. Eso ha cambiado: ahora hay peruanos que arriendan habitaciones a peruanos y si existe atrasos en el pago del agua, por ejemplo, el arrendatario peruano se cobra con bienes. Estamos hablando de hermano contra hermano.”
-¿Y dónde entra a tallar Ollanta Humala en este contexto?
“Ollanta tiene otra mirada del migrante. El Consulado ya no debe ser más una notaría cara para entregar documentos. Ahora habrá una oficina de atención permanente a los migrantes. Humala está revisando una eventual Ley de Retorno, basada en algún incentivo económico para poder regresar a Perú. Hoy muchos compatriotas que viven en Perú nos miran casi como ‘traidores’ por trabajar aquí en Chile. No les importan las remesas que ingresamos a la economía peruana ni entienden por qué tuvimos que venirnos. Esa versión tiene que cambiar.”
-¿Qué aspectos relevas del programa de gobierno de Ollanta?
“Enfrentar con seriedad el problema de la jubilación, debido a la imposición del sistema privado de Administradoras de Fondos de Pensiones, como el que hay en Chile. Humala está planteando pensiones de gracia. También va a evaluar la increíble cantidad de universidades privadas que funcionan en Perú. Y en materia de recursos naturales, se plantea ‘el gas para los peruanos’; detener la privatización del cobre y oro alentada por Alan García; y acabar con la flexibilidad laboral. Para nosotros lo más importante es que los beneficios devenidos de las materias primas vayan al pueblo trabajador. Tiene que haber impuestos frente a la explotación privada de los recursos naturales agotables. Y a nivel internacional, nos interesa sobre todo la unidad latinoamericana en todos los aspectos. Y naturalmente estamos de acuerdo con una salida al mar para Bolivia por parte del Estado chileno. Y deseamos terminar con los feriados bélicos. La paz entre los pueblos es una viga maestra para nosotros.”

Niños atormentados en el nombre de la ley

Con un gobierno más agresivamente racista que nunca en el poder, las autoridades de la ocupación israelí han estado procesando y encarcelando a los niños palestinos a su antojo, partiendo en la mayor parte de los casos de acusaciones falaces tales como arrojar piedras contra los vehículos militares israelíes y poner en peligro la seguridad de las fuerzas ocupantes de Israel en Cisjordania.


Según el grupo israelí por los derechos humanos B’tselem, casi el 100% de los niños palestinos acusados de arrojar piedras son condenados tras abrumadoras presiones para que se reconozcan culpables. Sólo se absolvió a un menor palestino de entre 853 a los que se acusó de lanzar piedras.

En 18 de julio, B’tselem publicó un detallado informe explicando algunas de las razones existentes tras el enfoque tremendamente draconiano adoptado respecto a los niños palestinos, muchos de los cuales no han cumplido siquiera los trece años de edad.

“La tasa de casi el 100% de declaraciones de culpabilidad es consecuencia de, entre otras cosas, la voluntad de los detenidos de declararse culpables como parte de un acuerdo negociado en tal sentido. Las presiones para que se declaren culpables son inmensas porque a los menores acusados de arrojar piedras se les retiene presos hasta que acaban los procedimientos judiciales y un proceso regular podría retener al detenido un tiempo aún mayor que la sentencia que reciben tras declararse culpables, que suele ser de unos cuantos meses”, decía el informe.

Nidal Harb, abogado de la región de Hebrón, dijo que los niños palestinos son encarcelados en “condiciones infrahumanas”. Como consecuencia, Harb dijo: “es muy natural que esos niños confiesen cualquier cosa con tal de librarse de las miserables e insoportables condiciones de su detención”.

De los arrestados, 18 tenían entre 12 y 13 años y 255 entre 14 y 15. Al 60% del grupo de 12-13 años se le tenía en prisión desde unos pocos días hasta dos meses. El 15% de todos los niños soportaba encarcelamientos de más de seis meses y el 1% estaba de más de un año.

El informe no detallaba los casos de docenas de otros niños y menores a los que se había disparado provocándoles la muerte o hiriéndoles gravemente durante el período designado.

Un juez militar israelí citado en el informe admitía que “es una situación muy problemática. Casi todos los menores resultan culpables de lanzar piedras porque no tienen más remedio que firmar un acuerdo en el que reconocen esa culpabilidad cuyo castigo es habitualmente de entre uno y dos meses de cárcel, y si insisten en querer probar algo en sentido contrario van a permanecer en ella mucho más tiempo”.

“Desde luego, es terrible que les arresten en medio de la noche y se dediquen a interrogarles sin la presencia de sus abogados”, dijo el juez israelí.
Los niños colonos judíos acusados de lanzar piedras o de cargos mucho más graves reciben habitualmente por ello poco más que una palmada en la muñeca, y el trato de guante de terciopelo que se les plica contrasta agudamente con el duro y vengativo tratamiento aplicado a los palestinos.

En los casos en que se condena a un colono, normalmente con acusaciones de delitos menores como alteración de la paz aunque hayan causado graves daños corporales, consiguen beneficiarse a menudo de circunstancias atenuantes nunca aplicadas a los no judíos.

Es más, en los últimos años ha quedado cada vez más claro que muchos de los integrantes de los tribunales militares en Cisjordania son colonos judíos o jueces con actitudes favorables a los colonos, quienes, en palabras de un abogado palestino, consideran que un palestino es culpable aunque se pruebe que es inocente mientras estiman que un acusado judío es inocente aunque se pruebe que es culpable.

Este sistema judicial inherentemente racista sirve para que se condene a los niños palestinos con muy duras condiciones de encarcelamiento como único o fundamental medio de castigo. Los niños encarcelados no pueden recibir visitas de su familia, o recibir muy pocas, y se ven obligados a enfrentarse a muchas dificultades para poder completar sus estudios.

B’tselem ilustró la naturaleza discriminatoria de las leyes militares israelíes en Cisjordania especialmente si se las compara con las propias leyes judías. Por ejemplo, en Cisjordania, la mayoría de edad, definida bajo las leyes militares, es de 16 años, mientras que en Israel es de 18.

Esta semana, un comandante del ejército de alto rango advirtió del “creciente terror e intimidación” por parte de los colonos judíos contra la población palestina.

Se citó al comandante Avi Mizrahi exigiendo el desmantelamiento de la colonia Yitzhar situada al norte de Cisjordania, de la que dijo era un caldo de cultivo del terror contra los palestinos.

En los últimos días y semanas, los colonos de ese asentamiento han incendiado los campos y olivares palestinos, pero no se ha arrestado a ninguno de ellos.

En otro desarrollo más de la ocupación, el ministerio del interior israelí extendió recientemente una serie de órdenes prohibiendo la reunificación de los palestinos que viven dentro del mismo Israel, incluida la ocupada Jerusalén Oriental, con sus familias en Cisjordania.

La draconiana medida ha causado inmensas dificultades a familiares y cónyuges, y muchos matrimonios han tenido que romperse porque marido y mujer no podían ya vivir juntos.

Israel afirma que el motivo de esta política inhumana es la necesidad de luchar contra el “terror”. Sin embargo, cualquier examen de la cuestión revela que la verdadera razón tiene que ver con la obsesión de Israel por mantener a la población no judía tan sometida y dominada como sea posible.