viernes, 17 de junio de 2011

No es un torneo medieval, es Chile, el país modelo de Obama

Como en época de Pinochet, el gobierno de Sebastián Piñera envía antidisturbios a los estudiantes, precisamente allí donde Barack Obama quizo dictar lecciones de democracia para Cuba.
A primera vista pudiera parecer la imagen de un torneo en la Inglaterra medieval, pero no, es el modo en que el gobierno de Chile defiende la democracia ante el reclamo de los estudiantes y profesores porque el estado reconozca como un derecho la educación pública.

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Siguen las luchas estudiantes en Chile por una educación pública de calidad. Manifestación masiva

60000 personas se manifestaron este jueves en Santiago de Chile para exigir al Gobierno de Sebastián Piñera que no privatice la educación y que destine más recursos al sector.
La marcha pasó por delante de La Moneda (Sede del Gobierno chileno) y finalizó frente al Ministerio de Educación y fue fuertemente reprimida por la Policía que usó camiones con chorros de agua a presión.

Los asistentes describieron el final de la manifestación como un auténtico “campo de batalla”.

Los sucesos terminaron con varios detenidos.

La manifestación fue convocada por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) y el Colegio de Profesores. También se unieron la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y algunos parlamentarios”.

Además de la marcha en Santiago se han registrado movilizaciones en todo el país.

La educación chilena está altamente segmentada y está produciendo en estos momentos alta desigualdad en este país. Esta mala calidad de la educación pública ha sido el principal foco de protestas en Chile en los últimos meses, movilizando a miles de estudiantes y profesores.

A juicio de analistas locales, la orientación al mercado que ha guiado la educación chilena desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) hasta la actualidad destruyó el sistema educativo a tal punto que hasta las instituciones supuestamente públicas operan bajo las reglas de la mercantilización.

El Lupino ruso, las semillas transgénicas, los nazis, von Baer y la toma de Chile

El Lupino ruso, las semillas transgénicas, los nazis, von Baer y la toma de Chile
Abuelo de Ena von Baer fue un SS nazi que trabajó en laboratorios alemanes las semillas robadas a países ocupados
Investigación de Juan Pablo Moreno y Arturo Alejandro  Muñoz, publicada en Revista POLÍTIKA  (http://www.laizquierda.cl/

CON LOS PROYECTOS impulsados por la Alianza-Concertación para el uso y abuso de las semillas transgénicas,   nuestro patrimonio genético de semillas nativas podría terminar en manos de la transnacional Monsanto, con gran provecho para Semillas von Baer y la ministro Ena von Baer, propietaria del 15% de la empresa. Los proyectos mencionados, -con el pretexto de cumplir con algunos tratados de Libre Comercio y de protección de la propiedad intelectual-, han generado hechos vergonzosos en los que han participado parlamentarios del duopolio Alianza-Concertación, así como un escándalo político-ético de proporciones.

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Los cobardes de la guerra y los héroes de la paz

Barack Obama se enfrenta al Congreso, viola la Constitución y mantiene la masacre del pueblo de Libia; y El Diario de la Historia con la llegada de Edmund Hillary al Polo Sur, el 3 de enero de 1958.
1-. Desde lejos

Escondido en el War Room, en el sótano de la Casa Blanca, protegido por los más avanzados instrumentos de guerra, por aire, tierra, mar y río, o protegido por cien custodios cuando viaja, sin haber estado jamás ni a mil kilómetros de una guerra, Obama sostiene que no necesita la aprobación del Congreso de Estados Unidos para proseguir la masacre del pueblo de Libia, y las otras matanzas del Oriente Medio, que heredó de quien tampoco ha estado nunca, ni remotamente, en una guerra.


Al servicio incondicional del Complejo Militar-Industrial-Terrorista, Obama les ordena a sus soldados que maten y mueran, mientras él disfruta una vida placentera y segura a más de quince mil kilómetros de distancia.
Los pilotos-bombarderos lanzan miles de toneladas de bombas que destruyen ciudades y asesinan a miles de civiles inocentes; los soldados mueren o enloquecen o quedan ciegos o en sillas de ruedas, o pierden brazos y piernas, o se suicidan; pero este elegante mandarín, entre copas de champagne que bebe en salones cubiertos de flores, obras de arte y alfombras de lujo, se niega a oír el reclamo del mundo, y, en especial, del pueblo estadounidense, para que ponga fin a las guerras.
De nombre musulmán y militancia sionista, Obama ni siquiera nació en este país, sino en una de sus posesiones imperiales, ganada, como las demás, por la agresión, el fraude o la violación constitucional, y engañó al pueblo prometiéndole el fin de la matanza. Lejos de hacerlo, la ha llevado a otros países, y ahora adopta una actitud ultraguerrerista al disputarle al Congreso el derecho constitucional de hacer la guerra.

2-. La violación

Diversos cables noticiosos que están siendo publicados en la prensa en los últimos tres días, informan que John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, el tercer funcionario más importante del país, acusa a Obama de negarse a reconocer y respetar el papel del Congreso en las operaciones militares y a clarificar los motivos de la participación de este país en la guerra de Libia.

Boehner demanda que Obama explique la base legal de la guerra antes de hoy, viernes 17, y añade que, a partir de pasado mañana, domingo 19, la participación de este país en esa guerra sería una violación de la Resolución sobre Poderes de Guerra –War Powers Resolution--, una ley constitucional aprobada en 1973.

La Constitución de EU determina que es el Congreso, no la Casa Blanca, el que tiene el poder legal de hacer la guerra.

Diez miembros del Congreso pusieron, antier, una demanda contra Obama en una corte federal. El grupo, dirigido por el demócrata Dennis Kucinich y el republicano Walter Jones, acusa a Obama de violar la Constitución por haber ordenado la participación de las fuerzas armadas en Libia sin la aprobación del Congreso.

La Constitución prohíbe que las fuerzas armadas estén envueltas en acciones militares hostiles por más de 60 días sin la aprobación del Congreso. Este plazo vence pasado mañana domingo.

Altos funcionarios del gobierno plantean que Obama no ha violado el War Powers Resolution. Uno de ellos declaró ayer:

--No estamos envueltos en ninguna de las actividades que, típicamente, por años, en los análisis de los poderes de guerra, son consideradas hostiles (We're not engaged in any of the activities that typically, over the years, in war powers analysis, is considered to constitute hostilities)

Y esto lo dice el funcionario después que los aviones de guerra del Imperio han efectuado miles de bombardeos sobre casi todo el oeste de Libia, entre ellos los que han destruido una gran parte del complejo residencial del presidente Muamar el-Gadafi, y asesinado a su hijo menor y sus tres pequeños nietos.

Los congresistas tienen razón cuando acusan a Obama de violar la Constitución, pero llama la atención que éstos  que forman mayoría en la Cámara, más conservadores que republicanos y más que republicanos trogloditas, dirigidos por Boehner, no están movidos por ningún tipo de compasión hacia el pueblo de Libia, sino por intereses políticos, electorales.

3-. El Nóbel de la Demagogia

Obama inició la campaña para su reelección el mes pasado, a un año y medio de las elecciones generales de noviembre del 2,012. Que se sepa, eso no lo había hecho ningún otro presidente de EU.
Recorre los cuatro puntos cardinales del pais, visita las ciudades afectadas por los tornados asesinos; le promete a los inmigrantes ilegales la solución de sus problemas; se reúne con los empresarios y halaga a los explotadores; se une a los obreros y halaga a los explotados; vuelve a proponer una reforma al sistema de salud que es irrealizable –y él lo sabe-- en este sistema de capitalismo salvaje, y, en fin, se mueve y remueve como no lo había hecho desde el verano del 2008, cuando aspiraba a su cargo. No se merecía, por supuesto, el Nóbel de la Paz, pero habría que crear para él el Nóbel de la Demagogia y el Oscar de la Mentira.

Ante esta intensa campaña temprana, los republicanos responden con la suya y qué mejor que acusar a Obama de violar la Constitución, situándolo en una posición en extremo difícil.

No es la primera vez que los políticos del Imperio usan las guerras para sus fines electorales. Muchas otras veces han jugado con la vida de millones de seres humanos como si estuviesen moviendo los peones del ajedrez o revolviendo las fichas del dominó.

No puede uno menos que preguntarse: ¿Por qué la mayoría republicana no increpó a Bush cuando estaba asesinando a cientos de miles de seres humanos en el Oriente Medio? ¿Por qué no criticó a Obama por las guerras que ha mantenido desde el 20 de enero del 2009, en las que han sido asesinados miles y miles de seres humanos? ¿Viola Obama la Constitución sólo ahora que ya empezó su campaña electoral o lo ha hecho desde que llegó a la Casa Blanca?

Debemos estar atentos a lo que va a suceder en Libia en los próximos días, y, sobre todo, en Washngton, con Obama enfrentado al Congreso que lo puede destituir por violar la ley suprema del país.

Ante la insolencia y la cobardía de quienes ordenan bombardeos a quince mil kilómetros de distancia, veamos en El Diario de la Historia el gran valor, la humildad y el inmenso sacrificio de unos héroes de la paz.

LLEGA HILLARY AL POLO SUR

El Diario de la Historia, Wellington, 4 de enero de 1958. Cinco años después de haber escalado el Monte Everest, la cumbre más alta del mundo, el neozelandés Edmund Percival Hillary llegó anoche al lugar más frío del planeta, el Polo Sur, acompañado de otros cuatro héroes.

29 de mayo de 1953 y 3 de enero de 1958 son fechas que deberán honrarse cuando se escriba la historia del heroísmo ... no el del terror de los imperios que asesina a millones de inocentes, sino el del supremo sacrificio individual que enaltece a la humanidad.

Después de haber realizado la última etapa del viaje con una marcha forzada de 24 horas y 110 kilómetros por la congelada meseta de la base del mundo, Hillary y sus cuatro acompañantes llegaron al polo a bordo de tres tractores, un furgón de cola y tres trineos.

A las ocho de la noche de ayer, hora de Nueva Zelandia, el grupo se hallaba, en pleno Polo Sur, a tres kilómetros de la estación científica de Estados Unidos, en la Antártica.

Después de unas pocas horas de sueño, los exploradores arribaron esta mañana a la estación polar con grandes muestras de agotamiento y marcas de llagas congeladas en el rostro. Los diecisiete ocupantes de la base se sorprendieron, pues no sabían que los exploradores estuviesen tan cerca.

La hora de llegada fue las tres de la madrugada de hoy, hora de Nueva York, ocho de la noche de ayer en Nueva Zelandia. Como las veinticuatro zonas de tiempo convergen sobre el Polo Sur, y por supuesto, el Polo Norte, las horas en los polos no existen, aunque en el del sur se usa la neozelandesa, o sea la del país más cercano, con el que los miembros de la estación antártica se mantienen en contacto diario.
--Todos estamos muy cansados, pero con salud y satisfechos de haber llegado –dijo Hillary en la estación polar, y sus palabras fueron transmitidas al exterior y publicadas por los medios de información del mundo entero--. Nuestro éxito no hubiera sido posible sin la ayuda que todos nos han dado desde el primer momento en que la idea fue concebida. Mi agradecimiento personal a todos los miembros de la expedición, cuyo apoyo en la Antártica nos ha puesto aquí –añadió--. Los tractores Ferguson estaban dando señales de deterioro, pero se han comportado en forma magnífica.

A una pregunta de uno de los científicos de la base sobre cómo se sintió en el largo viaje de más de dos mil kilómetros a través de la gran masa de hielo que forma la Antártica, Hilary respondió con una amplia sonrisa en su rostro anguloso:

--El viaje por la meseta fue agradable, aunque lo hubiese sido más si no hubiéramos tenido que bordear tantos precipicios.

Aunque Hillary y el nepalés Tenzing Norkay fueron los primeros en escalar el Everest, el arribo de aquél al Polo Sur por tierra fue el tercero de la historia.

Los heroicos pioneros

Los primeros en llegar al Polo Sur fueron los miembros de la expedición dirigida por el noruego Roald Amundsen, quienes partieron desde un punto de la costa antártica, que se conoce hoy como Pequeña América, el 19 de octubre de 1911, en plena primavera sudpolar, en la que no había flores ni cantos de vida, sino hielo y muerte.

Dos semanas después, otro grupo dirigido por el capitán británico Robert Falcon Scott salió desde el punto costero al que hoy llaman Shackleton hacia el Polo Sur con la esperanza de llegar antes que Amundsen.

Fue una gran carrera histórica que tuvo un final muy distinto. El ser humano había llegado ya a casi todos los confines del mundo, navegando por todos sus mares y caminando por casi todos sus caminos. Peary y Henson habían arribado al Polo Norte hacía dos años, viajando en trineos tirados por perros, pero la llegada al Polo Sur era una hazaña mucho más difícil y peligrosa.

De Groenlandia al Polo Norte hay sólo 725 kilómetros; de un extremo de la Antártica al Polo Sur hay más de dos mil kilómetros. Las noches y los días duran igualmente seis meses cada año, pero el punto de la Antártica en que se halla el Polo Sur está a tres mil metros de altura y el frío y los vientos son mucho más intensos. Hay que llegar a él a través de un trayecto mucho más largo, escalando montañas de hielo.

El grupo de Amundsen disponía de varios trineos y cincuenta y dos perros Huskeys groenlandeses, acostumbrados al intenso frío. El grupo de Scott llevaba ponies de Manchuria que se empezaron a morir a los pocos días y los hombres tuvieron que arrastrar sus propios trineos.

Amundsen y sus cuatro acompañantes llegaron al Polo Sur el 14 de diciembre, plantaron la bandera noruega, estuvieron allí varios días y regresaron a su base con llagas heladas en varias partes del cuerpo, pero por lo demás en buena salud. Como no llevaban equipos de telegrafía, no se conoció su histórica gesta hasta tres meses después.

Scott y sus compañeros habían salido el 3 de Noviembre con diecinueve ponies, treinta perros y tres trineos motorizados. A los pocos días, los motores se rompieron y los ponies comenzaron a morir. Los hombres tuvieron que halar los trineos y, como llevaban muchos días con una dieta deficiente, se fueron debilitando. Tuvieron que sufrir los días más fríos y los vientos más fuertes que se produjeron en la Antártica en sesenta años. Al llegar al Polo Sur, el 17 de enero, vieron la bandera y los equipos que Amundsen había dejado allí el mes anterior. Habían perdido la carrera. Scott escribió en su diario:

--El polo, sí, pero bajo circunstancias muy distintas a las que esperábamos. ¡Gran Dios! Este lugar es horripilante y lo más terrible para nosotros es el gran esfuerzo que hicimos para llegar sin el premio de la prioridad. El regreso será una lucha desesperante. Me pregunto si podremos regresar.
El último apunte en su diario es el sombrío heraldo de una catástrofe:

--Cada dia nos preparamos para llegar hasta nuestro almacen, a o­nce millas de distancia, pero afuera de la puerta de nuestra tienda hay una enorme ventisca. No espero que las cosas mejoren por ahora. Trataremos de llegar hasta el final, pero nos estamos debilitando y el fin, quizás, no esté lejos ya. Creo que no podré seguir escribiendo. Por el amor de Dios, no abandonen a nuestra gente.
Unos meses después, se hallaron los cuerpos congelados de Scott y los otros héroes.

Aunque Amundsen fue el primero en llegar, se considera a Scott un símbolo del heroísmo y el sacrificio humano.

Hoy Hillary y sus camaradas honran a aquellos heroicos pioneros que llegaron al Polo Sur como ahora lo hacen ellos medio siglo después, sintiendo en su exterior la inmensa frialdad del ambiente, y en su interior, la suprema calidez de la conciencia ☼

Como utilizan los banqueros la crisis de la deuda para repeler la era progresista

El camino financiero a la servidumbre

Los estrategas financieros no tienen la intención de permitir que la actual crisis de la deuda sea desperdice. Ha llegado la hora de las ejecuciones hipotecarias o, para ser más exactos, una contrarrevolución para eliminar las ventajas del Siglo XX logradas por la socialdemocracia: pensiones y seguridad social, atención pública de la salud y otras infraestructuras que proveen servicios esenciales a precios subvencionados o gratuitamente. El modelo básico sigue las reformas neoliberales en la antigua Unión Soviética desde de 1991: privatización de las empresas públicas, un impuesto uniforme elevado para los trabajadores, pero solo impuestos nominales para los bienes raíces y las finanzas y la desregulación de los precios de la economía, las condiciones de trabajo y los términos crediticios.

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La guerra contra las drogas impulsada por Estados Unidos se cobra más vidas

Las muertes violentas de Brian Terry y Juan Francisco Sicilia, con apenas meses de diferencia, en la cada vez más peligrosa frontera entre México y Estados Unidos, provocaron el inicio de una revisión tardía de la llamada “Guerra contra las drogas” y un cuestionamiento del modo en el que el gobierno de Estados Unidos está, en definitiva, empeorando el problema.

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La calle, protagonista del cambio en Europa

El saqueo de los bienes colectivos y servicios públicos vitales no conoce descanso. Se trata de un robo a plena luz del día y a cara descubierta, que en nombre de la austeridad está empobreciendo las condiciones de vida de la clases populares e hipotecando la prosperidad de las nuevas generaciones. La codicia de la banca y la corrupción de unos políticos en nómina que lejos de resolver problemas se convierten en un problema en sí, están haciendo hervir la paciencia de la gente. Las plazas Sol y Syntagma, el Parlament de Catalunya sitiado por una multitud, el extraordinario éxito del movimiento popular italiano en los referendos que han dado un golpe, quizá definitivo, a Berlusconi, o las acciones que se preparan en Gran Bretaña, Irlanda, Portugal y en otros puntos son buen ejemplo de ello.

Una implacable campaña de alarma de los medios del stablishment y de sus élites intelectuales quiere situar el debate en términos de orden público, expandir el miedo y el sentimiento de culpabilidad con objeto de limitar la resistencia. Pero la realidad es bien distinta. Una multitud multicolor de edades, ocupaciones e ideologías diferentes reclama la plaza pública a la actividad comercial y la transforma en un espacio real de interacción social. Reclama la política y desacredita ese pensamiento banal de que los temas de la cosa pública son tan técnicos para la gente ordinaria que deben ser dejados a una élite de expertos, a los profesionales de la política. Y exterioriza que el pueblo, el demos, tiene más sentido colectivo que cualquier líder, una creencia constituyente de la clásica ágora ateniense, hasta convertirse en la más genuina práctica democrática de la reciente historia europea.

Las protestas están dando una vuelta completa a la rueda de los esquemas de movilización, representación política, a partidos y sindicatos en su día radicales que hoy se presentan inefectivos, fuera de contacto social y burocráticos. Están obligando a repensar, reinventar y reorganizarse, de abajo a arriba, para transformar la política a mejor. Y preocupar, todavía más, a las élites depredadoras.

Ollanta, el "neoliberal"

El ascenso de Humala al gobierno está vinculado a la necesidad de arbitrar la lucha de clases en Perú -de características explosivas- con algunas concesiones sociales
La "deschavización" del presidente electo de Perú, el ex militar Ollanta Humala, ya no sorprende a nadie, y menos a los pulpos mineros. Durante la semana posterior a su elección, Humala destacó la necesidad de mantener "la estabilidad macroeconómica" del país, y la voluntad de asociar al Estado con el capital privado para diversos emprendimientos. El ex militar rechazó enfáticamente cualquier nacionalización o estatización, y respondió que se incentivaría la inversión privada. Todo esto sirvió para que la Bolsa pudiera recomponerse de su estrepitosa caída de más del 12%, con alzas pronunciadas durante varios días posteriores. La caída había sido calificada por los analistas como "exagerada".

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Elecciones presidenciales en Perú

Se han celebrado elecciones en Perú y se ha abierto una puerta a la esperanza. El primer soplo de aire fresco que ha entrado por ella ha servido para que se tambalee la Bolsa, y eso, que se suele presentar como uno de los signos del fin del mundo, es una buena señal. Es una señal de cambio.

Perú es un país inmensamente rico, habitado por una población que oficialmente ronda los 25 millones de personas, pero que está sin terminar de contar. Hay muchas comunidades campesinas en las que no se han hecho censos, porque los distintos gobiernos que sucedieron al último medianamente prometedor –el de Velasco Alvarado- no se han preocupado de dotar de documentos a la población. Después vino la guerra de Sendero.

Es lógico que no lo hayan hecho. El voto es obligatorio, y mientras más comuneros haya censados, menos manejables van a ser. Además, la misma política que llevó a cientos de miles de mujeres a las mesas de operaciones para ser esterilizadas contra su voluntad –con el inestimable apoyo de alguna ONG vinculada a la CIA- ha alejado a otras muchas de los registros civiles, y sus hijos no están censados. Pero de esto hablamos otro día.

La dictadura de Morales Bermúdez dio paso al gobierno pseudodemocrático de Fernando Belaúnde, que inició la guerra sucia contra Sendero Luminoso, uno de los grupos terroristas más feroces del siglo XX, y que sirvió también como pretexto para una de las represiones más brutales que ha conocido un continente tan castigado por dictadores y amos de dictadores.

El desastre Belaúnde dio paso, por la traición de Barrantes, al diluvio Alan García, que llevó la inflación y la pérdida de derechos de los trabajadores a niveles macondianos. La represión continuó y las masacres de los penales cuando la II Internacional se reunió en Lima, en 1986, apenas supusieron una leve reprimenda para un personaje al que sus paisanos terminaron apodando Caballo Loco sin sombra de respeto por el jefe indio.

Alan dio paso a un desastre todavía mayor. Un oscuro ingeniero agrónomo, que a duras penas se expresa en castellano –como buena parte de la población peruana, que habla quechua, aymara o cualquier otra de las más de cincuenta lenguas autóctonas- se alzó con un poder que ejerció de manera dictatorial, arbitraria y sanguinaria. La sorpresa que dio la Comisión de la Verdad que hizo Alejandro Toledo, a su caída, es que fue menos sanguinario que el de Belaúnde y menos corrupto que el de García. Pero esa también es otra historia, contada en las conclusiones de la Comisión de la Verdad para quien tenga la paciencia de leerla.

Fujimori está preso. Huyó vergonzosamente y dimitió por fax cuando se hizo insostenible el castillo que había montado con Montesinos y toda la mafia que había crecido a su alrededor. Japón alegó que era japonés para no extraditarlo, y sus documentos de identidad peruanos, los que afirmaban que había nacido el día de la fiesta nacional -28 de julio- eran falsos. Las copias que publicaron los periódicos mostraban una partida de nacimiento tachada con tippex y enmendada.

El ingeniero volvió cuando Alan García, que le debía la impunidad que le permitió recuperar la presidencia, se había asentado ya sobre los aparatos del poder. Su sorpresa fue que los jueces que lo procesaron también lo condenaron, a pesar de la presión que hizo su hija, junto con sus partidarios, en la calle y en los sectores del lumpen limeño, aliados casi incomprensibles del capitalismo más salvaje.
La bestia parda con la que se enfrentó Alan García fue Ollanta Humala. Se le presentó como militar con tendencias autoritarias, como populista, como asesino de campesinos pro-senderistas y como familiar de senderistas, todo a la vez, junto y revuelto. Ollanta es, efectivamente, un militar, hijo de una familia de pequeños propietarios de Cora Cora, capital de la provincia de Parinacochas, en la región de Ayacucho. Su primo Walter, excelente músico y cantautor, ha pasado varias veces por las cárceles de Fujimori y por el destierro por su militancia de izquierdas y su hermano Antauro está preso por su ideología y su práctica revolucionaria. El proceso que se siguió contra él por supuestos crímenes de guerra lo dio por inocente.

Pero en 2006 era muy peligroso sumar un dirigente de izquierdas a los entonces en el candelero sudamericano, y las multinacionales no iban a permitir semejante atrocidad contra sus intereses. Las elecciones no fueron fraudulentas, pero tampoco fueron un modelo de limpieza. Se sacaron a relucir todos los trapos sucios de un candidato, mientras se pasaba de puntillas sobre la hiperinflación de Alan García y se silenciaban cuidadosamente todos los muertos de los penales –terroristas, campesinos y pobres, al fin y al cabo- y todos los problemas del candidato del APRA relacionados con corrupción e incluso con trastornos mentales que se le achacan. La falta de estructura partidaria de los nacionalistas de Ollanta contribuyó en buena medida a que no pudiera ganar las elecciones.

Cinco años de segundo gobierno de Alan García han servido para colmar el vaso de la paciencia de muchos electores. Ollanta se vuelve a presentar, con tan poca estructura partidaria como entonces, pero con la lección bien aprendida. Hay que predicar moderación. En su ayuda ha venido que su principal contendiente es Keiko Fujimori, que ha hecho de la libertad de su padre una de las banderas de su campaña, y eso ha resultado excesivamente repugnante para personalidades como Mario Vargas Llosa, que recomendó votar por García aunque fuera con la nariz tapada, o Alejandro Toledo, que no quiere pasar a la Historia como el presidente que sucedió a Fujimori y apoyó a su hija. Otros, como Kuzinski, no han tenido tantos escrúpulos.

Puede resultar chocante para una mentalidad como la nuestra el que un personaje como Fujimori siga concentrando apoyos. Que los tenga entre las multinacionales o las distintas mafias, todavía. Pero que los tenga entre los sectores más desgraciados de la población de las ciudades, que además han sido desplazados de sus lugares de origen…

Tiene una explicación muy simple. El populismo. Fujimori creó varios organismos que alimentaban a una población sin recursos a la vez que les quitaba los recursos para poder ganarse la vida con la honradez y la decencia que proclamaban los antiguos incas con su lema de Ama llulla, ama suwa, ama kella, o, lo que es lo mismo, “no mientas, no robes, no seas ocioso”. Una población desmoralizada y dependiente sigue la voz de quien les da de comer, aunque les esté quitando con una mano lo bueno para darles bazofia con la otra. El miedo, el desplazamiento, la falta de recursos, la falta de documentos… hacen todo lo demás. Confiaban en Velasco Alvarado, y murió de una apendicitis de la manera más tonta. Confiaban en Belaúnde, y masacró a los campesinos. También confiaron en Barrantes y los entregó al APRA. Una traición tras otra en un pueblo que tiene tendencia al victimismo y al suicidio colectivo potencian la visión negativa y dificultan la búsqueda de salidas.

Afortunadamente, todo tiene un límite. Se ha abierto una puerta a la esperanza, y parece ser que Ollanta Humala está hecho de otra pasta. Si el nombre tiene alguna relación con la persona, se puede esperar de él que se comporte como el homónimo que da nombre a Ollantaytambo, la ciudadela que hay entre Cusco y Machu Picchu, y que defienda al pueblo. Por lo pronto, a los dueños de las minas se les ha puesto mala cara y ha caído la Bolsa de Lima. Puede que sea porque la puerta que se ha abierto haya removido el polvo asentado sobre los conflictos sociales que hay en marcha y haya despertado a un pueblo soñoliento que se ha acostumbrado a esperar no se sabe muy bien a qué mesías. Se abre un tiempo en el que hay que estar atentos, por si los cambios se confirman y el viejo pueblo orgulloso que vio nacer a Tupac Amaru renace de sus cenizas.