sábado, 23 de abril de 2011

Drones de EEUU matan a 25 civiles en Pakistán

Los cinco misiles lanzados desde aviones no tripulados estadounidenses (drone) sobre la región tribal de Waziristán del Norte, en Pakistán, limítrofe con Afganistán, han matado al menos a 25 personas en la ciudad de Spinwam, entre ellas tres mujeres y cinco niños, informa la televisión Geo, citada por EFE.
El objetivo del bombardeo era una casa “que acogía a combatientes rebeldes”, según ha asegurado a France Presse un oficial de los servicios de información.
El último bombardeo estadounidense en la región, el pasado 17 de marzo, causó 39 muertes, la mayoría de ellas civiles. El Gobierno paquistaní protestó enérgicamente ante Washington, de quien es un aliado clave desde 2001, y Barack Obama reaccionó enviando estos aviones no tripulados para que realicen incursiones en Libia.
La campaña con aviones drone de la CIA en la zona se ha intensificado desde el verano de 2008. En 2010, según un responsable del Ejército, se dispararon 100 misiles que mataron al menos a 670 personas.

Indígenas aislados: lo que no se ha contado de las exploraciones de Repsol

El gigante petrolero Repsol-YPF podría estar amenazando la existencia de dos de los últimos pueblos indígenas aislados en el mundo, según un crítico informe que acaba de publicar la organización Survival International.
La petrolera hispano-argentina es el objetivo de las críticas por las operaciones que realiza en el "Lote 39", ubicado en el norte de Perú, una de las áreas con mayor biodiversidad del planeta.
Se han recogido más de 75 pruebas que muestran la presencia de las tribus en la región. Entre ellas se encuentran huertos abandonados, lanzas cruzadas y testimonios bajo juramento de personas que las han avistado.
Pero Repsol asegura que todo esto no es suficiente para probar la existencia de los indígenas.
En el pasado, el trabajo de empresas petroleras en la Amazonia ha tenido consecuencias catastróficas para lospueblos indígenas no contactados que viven en ella.
Tanto los trabajadores como los indígenas aislados reaccionan a menudo con violencia si se establece contacto, y cualquier enfermedad traída por los foráneos podría ser mortal para los indígenas.
El informe de Survival, titulado "39 cosas que Repsol no querría que supieras", supone un embarazoso varapalo para la empresa, que hoy y mañana celebra en Madrid su Junta General de Accionistas.
Repsol trabaja junto con la empresa estadounidense Conoco-Phillips, que posee el 45% de la operación en el Lote 39.
Otra empesa, la anglo-francesa Perenco, proyecta construir un oleoducto desde el Lote 67 hasta la concesión de Repsol. El oleoducto atravesará directamente el territorio de los indígenas.
Survival ha pedido a las tres empresas que se retiren inmediatamente de la región.
El pasado mes de noviembre Survival envió una petición firmada por más de cuarenta ONG, Amazon Watch y Save America’s Forests entre ellas, para que las tres empresas se retiren inmediatamente de la región.
El director de Survival International, Stephen Corry, ha declarado hoy : "¿Cuántas razones necesitan las empresas petroleras para mantenerse alejadas de los pueblos indígenas aislados ? Negar su existencia es un viejo truco, pero desgraciadamente serán los indígenas y los propios trabajadores de estas compañías en las profundidades de la Amazonia quienes paguen las consecuencias".
Fuente: http://tercerainformacion.es/spip.php?article24305

quienes ganan con la masacre en Costa de Marfil?

Un fondo de inversiones británico es el gran “ganador” de la guerra en Costa de Marfil

La guerra para desalojar a Laurent Gbagbo en Costa de Marfil también ha tenido otros vencedores, además de Alassane Ouattara, el candidato de Occidente.
Un fondo de inversiones británico, cuyo responsable para África es hijastro de Ouattara, diseñó una redonda operación especulativa que le ha permitido ganar millones de dólares y para la que necesitaba cortar el flujo de cacao desde este país durante varios meses. Los países occidentales y en especial Francia, fueron los cómplices necesarios.
El 14 de julio de 2010, Laurent Gbagbo, presidente de Costa de Marfil, se convertía en el único jefe de Estado de una ex colonia francesa que daba plantón a Nicolas Sarkozy en el desfile de la independencia en los Campos Elíseos, en París.
Más o menos a la misma hora, un personaje llamado Anthony Ward, apodado Chocfingers (Dedos de chocolate), creador del fondo de inversiones británico Armajaro, se gastaba nada menos que 1.000 millones de dólares (unos 700 millones de euros) en comprar 241.000 toneladas de cacao marfileño, el 7% de la producción anual mundial, que estaban aún por recogerse. Al final, como todo el mundo sabe, hubo una guerra. Y Gbagbo acabó perdiendo y Chocfingers ganando.
Armajaro Trading Limited es un fondo de inversiones británico que no se encuentra entre los líderes del sector del cacao, una rentable materia prima del que Costa de Marfil es el principal productor mundial (casi el 40% del chocolate que se consume en el planeta procede de este país africano).
Sin embargo, por alguna razón desconocida, el fundador de Armajaro ha logrado ganar considerables sumas de dinero en este sector con inversiones que parecen arriesgadísimas.
Por ejemplo, en julio de 2010 se preveía una buena cosecha de cacao en Costa de Marfil y los precios de venta se mantenían en niveles normales, lo que no hacía especialmente interesante una adquisición de ese nivel.
Pero si nos fijamos un poco más en quiénes integran la estructura de Armajaro a lo mejor empezamos a ver un poco más claro.
Y es que el director para África de Armajaro es Loïc Folloroux, hijastro del ahora presidente marfileño, Alassane Ouattara, es decir, hijo de su esposa Dominique Folloroux-Ouattara.
La exitosa intervención de Armajaro en el mercado del cacao a unos niveles impensables, con la compra más importante de cacao de los últimos 18 años por una sola compañía, ha generado una ola de suspicacias en el sector.
Tal y como asegura el periódico Daily Finance, “Armajaro sabía cosas que el resto del mundo ignoraba”, lo que le permitió montar una operación especulativa que le ha generado grandes beneficios.
La estrategia de Ward era evidente: paralizar la oferta mediante compras masivas (y sabiendo que la salida de cacao del país iba a ser problemática a partir de diciembre, es decir, tras las elecciones) con el objetivo de garantizarse una subida artificial del precio.
Las 241.000 toneladas de cacao marfileño compradas en julio de 2010 por Ward acabaron almacenadas en Europa y luego vendidas a un precio nunca visto, 3.247 euros, su precio más alto desde 1977.
Para que se pudiera alcanzar ese precio disparatado, es decir, para que todo saliera bien a los intereses de Armajaro (recuérdese, con el yerno de Alassane Ouattara como responsable para África) era necesario cortar el flujo de cacao desde Costa de Marfil.
Y voilá! Una de las primeras medidas de su padrastro tras ser “reconocido” presidente por la comunidad internacional fue fijar la prohibición de la exportación de cacao, lo que unido al embargo promovido por la Unión Europea, inmovilizó la cosecha de este producto en los puertos de San Pedro y Abidjan.
Una operación redonda, pero no la primera. Ya en 2002 (recuérdese, el año del fallido golpe de estado que deriva en rebelión, financiada por Alassane Ouattara y su entorno), Armajaro se hizo con 203.320 toneladas de cacao.
Poco después, el precio de la tonelada se incrementó notablemente y Armajaro ganó nada menos que 60 millones de dólares. En aquella ocasión, muchos pensaron que Anthony Ward sabía cosas que otros no sabían. La historia de 2002 se ha vuelto a repetir.
Desde su llegada al poder, Laurent Gbagbo ha intentado hacerse con el control de la exportación de cacao enfrentándose a poderosos empresarios y grupos de presión nacionales y extranjeros.
Al no poder conseguirlo, su última apuesta pasaba por la nacionalización de la producción, lo que, sin duda, despertó una gran inquietud en el mercado mundial.