La nueva estrategia de seguridad de Estados Unidos
Asia, en el año del dragón
El viejo topo
El 5 de enero pasado, Obama, acompañado del secretario de Defensa, Leon Panetta, y del Jefe del Estado Mayor, Martin Dempsey, anunciaba en el Pentágono la decisión de su gobierno de “fortalecer la presencia” norteamericana en la gran región de Asia y el océano Pacífico, en una nueva estrategia de defensa destinada a asegurar la hegemonía norteamericana en el mundo, pese a la crisis económica, a la disminución de su influencia en el planeta, a la mengua del presupuesto militar, forzada por la crisis fiscal, y, en general, a la decadencia de su poder global. La nueva estrategia de seguridad se resume en un documento de título revelador (Asegurar el liderazgo global de Estados Unidos: prioridades para la defensa del siglo XXI), e implica el reconocimiento del fracaso de la estrategia con que Washington inició el siglo, asumiendo implícitamente la derrota política en Iraq y la falta de perspectivas en Afganistán tras más de diez años de guerra.