Libia: un negocio de guerra redondo
En febrero de 2011, EEUU, Francia y Gran Bretaña aprovecharon el estallido de las protestas ciudadanas contra el régimen despótico de Muamar Gadafi para llevar a acabo su plan de apoderarse de Libia. Meses antes habían iniciado las operaciones encubiertas, armando a una oposición compuesta por desertores del régimen y mercenarios de Al Qaeda. Una oportunidad de poner a prueba el nuevo “concepto estratégico” de la OTAN adoptado en la cumbre de Lisboa que convirtió a la Alianza en una policía global autónoma.