martes, 23 de noviembre de 2010

¿A quién le importa Haití?

Diez meses después de que un terremoto de 8.0 de magnitud cobrara la vida de 200.000 haitianos y destruyera una infraestructura ya decrépita, unos 1,3 millones de almas empobrecidas aún tratan de sobrevivir en ciudades de carpas en todo el país. Las condiciones de vida son deplorables y después de casi un año, el optimismo sobre encontrar una salida a lo que en su momento fueron llamados campamentos "temporales" se ha reducido.
Ahora más de 1.100 personas han muerto debido a una epidemia de cólera, y disturbios que comenzaron en la ciudad norteña de Cabo Haitiano se extendieron la semana pasada a la capital, Puerto Príncipe. Los manifestantes sostienen que la misión de paz de las Naciones Unidas llevó la enfermedad a Haití. Aún se desconoce la causa del cólera, pero la agitación ha causado aún más estragos.
Y así sigue. Cuándo uno piensa que las cosas no pueden empeorar, más pobreza, violencia y tristeza conspiran para aumentar la sensación de impotencia en lo que es el país en peor estado económico del hemisferio occidental. Millones de personas en todo el mundo observan desde lejos y se preguntan por qué no se puede hacer algo.
Esta es una pregunta de US$64 millones: ¿la miseria aparentemente obstinada de Haití es el resultado de una sociedad y cultura incapaces de organizarse para crear orden civil y una economía viable? ¿O es la consecuencia de personas en el poder que buscan estatus y rédito personal —ayudados o por lo menos tolerados por extranjeros influyentes— que tratan cada transacción económica en el país como una oportunidad para enriquecerse de forma personal?
Abunda la evidencia de que se trata de lo segundo. ¿Entonces por qué EE.UU. y la ONU se han negado a tomar incluso pequeños pasos para terminar con un negocio corrupto que empuja a millones de personas impotentes a vidas de desesperación? En cambio pusieron a Bill Clinton —cuya familia política hizo negocios de forma famosa con el notoriamente corrupto ex presidente Jean-Bertrand Aristide— a cargo de reconstruir el país con millones en ayuda extranjera.
El desarrollo lleva generaciones, que extranjeros construyan un país es un juego de tontos. Pero a menudo hay un cambio simple que puede arrojar rendimientos rápidos. Un objetivo obvio en Haití es el puerto de Puerto Príncipe, por donde el grueso de las importaciones debe ingresar al país, pero donde la legendaria mafia haitiana sólo deja pasar contenedores luego de que se reciben importantes sobornos.
Un informe de este año de Rand Corporation describe la importancia del puerto de esta forma: "Los costos de los envíos a través de los puertos de Haití han puesto una pesada carga sobre los consumidores y las empresas haitianas. Debido a que las importaciones juegan un rol tan importante en el consumo, la inversión y las operaciones empresariales, el costo de las importaciones es un determinante clave de los estándares de vida y el crecimiento económico." Y sin embargo, afirma Rand, "importar un contenedor de mercancía es 35% más caro en Haití que en el promedio de países desarrollados de la OCDE".
Los funcionarios haitianos dicen que la razón de la ineficiencia en el puerto de la capital a una falta de infraestructura moderna. Pero los haitianos saben que eso es sólo una parte de la historia. Al escribir en octubre para la revista en línea The Root, el consultor de negocios nacido en Haití Yves Savain explicó que sacar un contenedor del puerto en la capital "implica llevar los documentos a pie de una oficina a otra para asegurar una cantidad no especificada de firmas". El costo total, que según dijo incluye "tarifas legítimas e ilícitas", constituye "un drenaje sustancial y arbitrario para todos los sectores de la economía nacional".
Savain fue diplomático. Durante una visita a las oficinas de The Wall Street Journal la semana pasada, el ex embajador haitiano en EE.UU., Raymond Joseph —quien renunció en agosto— fue más directo. "La situación de corrupción en los puertos fue una de las principales razones por las que decidí que ya no podía defender este gobierno", sostiene.
Luego del terremoto, Joseph afirma: "Muchas (organizaciones no gubernamentales) me llamaron y me dijeron: 'Embajador, ¿podría ayudarme a sacar nuestras cosas del puerto?' Me decían que (funcionarios del puerto) querían tantos miles de dólares para sacar las cosas". Joseph afirma que a veces podía sacar la mercancía al llamar al ministro de Finanzas pero que no siempre tenía éxito.
Otro ejemplo: un informe del programa de televisión estadounidense "60 Minutos" emitido el 14 de noviembre reportó el caso de seis contenedores destinados a un proyecto de vivienda de una ONG que habían permanecido "estancados" en el puerto durante meses. Nadie podía entender por qué no se podía sacar la mercadería, pero la ONG de todas formas fue obligada a pagarle US$6.000 al gobierno haitiano por concepto de una "tarifa impuesta de almacenamiento".
Haití celebrará elecciones parlamentarias y presidenciales el 28 de noviembre, y los enemigos del gobierno representativo quieren interferir con ese proceso. Esto explica en parte la violencia reciente. Sin embargo, sería tonto desestimarlo como sólo el trabajo del hampa común.
Los haitianos están cansados de la miseria que parece prometer tener fin sólo con la muerte. Están enojados no sólo con sus propios políticos deshonestos sino también con la indiferencia de los extranjeros. El hecho de que Washington y la ONU se hayan negado a controlar a la banda de corruptos que dirige el puerto demuestra la falta de decisión política internacional para cambiar el status quo.
Fuente: http://online.wsj.com/article/SB129038287192259341.html?mod=WSJS_inicio_MiddleTop

Los neofascistas de UnoAmérica reunidos en “congreso” en Bogota

La organización neofascista UnoAmérica del venezolano Alejandro Peña Esclusa, detenido en Caracas por terrorismo, acaba de concluir en Bogota la reunión anual de sus dirigentes, apenas unos días después de terminarse el encuentro de la extrema derecha continental en el Capitolio de Washington. La actividad estratégica de esa agrupación de organizaciones constituidas por nostálgicos de las dictaduras militares y partidarios de regímenes que se entregaron a Estados Unidos, se consagró a “un exhaustivo diagnóstico de la situación continental” según un breve comunicado emitido por los organizadores del “evento”.
El encuentro cuyo sitio se mantuvo secreto, se inició con la lectura de una carta de Peña Esclusa en la cual el “líder” neofascista expresa sus orientaciones.
En su misiva, el detenido “sugiere respetuosamente” al presidente colombiano Santos “que reconsidere la forma como se relaciona con el señor Hugo Chávez” y felicita al presidente salvadoreño Mauricio Funes, “quien habiendo sido elegido Presidente gracias al Frente Farabundo Martí -partido fundador del Foro de Sao Paulo-, decidió distanciarse de la línea” del presidente venezolano.
En un análisis de la coyuntura continental, UnoAmèrica valora que “actualmente, hay catorce países latinoamericanos, cuyos gobiernos pertenecen o están vinculados al Foro de Sao Paulo”, fuente de todos los males según el grupo.
UnoAmérica  acaba de recibir un saludo “solidario” del terrorista cubanoamericano Armando Valladares quién asegura que “Peña Esclusa es un "titán" de la democracia, "un hombre que ha luchado por la libertad en todo el continente" y que “Chávez lo tiene preso” porque "le tiene miedo".
Por otra parte, m iembros de la Iglesia Católica en Bolivia acaban de denunciar la colusión entre miembros de la jerarquía de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (Celam) con la ultraderecha después de una denuncia de la Agencia de Noticias Fides (ANF) -dirigida por el jesuita José Gramunt- según la cual el presidente de la Celam, Raymundo Damasceno, “recibió y bendijo” a dirigentes de UnoAmérica en el curso de una audiencia otorgada en Brasil.
Peña Esclusa ha sido detenido el pasado 12 de julio, por miembros del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), que hallaron en su residencia de Caracas 900 ramos de explosivo militar C-4 junto con 100 cápsulas de detonadores de calor y dos de tipo eléctrico.
Se trata de una cantidad de explosivos correspondiente a cuatro veces lo que se utilizó para volar la camioneta en la que perdió la vida el Fiscal Danilo Anderson, asesinado el 18 de noviembre de 2004.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

26 personas arrestadas y detenidas en las Protestas Contra la Escuela de las Américas

Miles de ciudadanos estadounidenses protestaron este fin de semana en el frontis del Fuerte Benning, Georgia, en los Estados Unidos, donde funciona la Escuela de las Américas. 26 de ellos fueron detenidos, entre ellos tres periodistas que cubrían el evento.

En la acción no violenta, de desobediencia civil, los activistas de SOAW protestaban contra la academia militar siendo detenidos por la policía de Columbus. En la ocasión hubo arrestos indiscriminados y ataques contra periodistas.

Asimismo, dos activistas cruzaron hasta el interior del Fuerte Benning, a través de la entrada de la autopista. Ellos serán acusados de “allanamiento federal” y arriesgan condenas de hasta seis meses de prisión federal y una multa de 5.000 dólares.

Recordemos que el año pasado, cuatro activista fueron a parar a prisión por similar acción y que, en los 20 años de este movimiento contra la Escuela de las Américas, ya suman más de 200 las personas que han ido a parar a prisión por oponerse al funcionamiento de la “Escuela de Asesinos” como también se le conoce.

Theresa Cameranesi, parte del Consejo de SOAW, informó que este año la presencia policial fue mucho mayor que otros años. “Había helicópteros volando sobre nuestras cabezas y militares filmando nuestros pasos y palabras. Había tres veces más policía que años anteriores. Dos personas, incluyendo el Padre Luis Vitale, entraron a la base. También 26 personas fueron arrestadas por salir del lugar "aprobado" y van a pasar la noche en la cárcel. Incluyendo a tres periodistas y a un padre Jesuita de 90 años que caminaba con andador”.

La tríada golpista ya no es tan poderosa

La repudiada tríada oligarquía-militares-embajada estadounidense que durante mucho tiempo ha ejercido dominio sobre las naciones de Latinoamérica luego de haber conquistado éstas su independencia de España hace dos siglos, no ha cesado como realidad ni como inminente peligro en este hemisferio; pero ya no es invencible.
El golpismo tiene hondas raíces, tanto en Latinoamericana como en la política de dominación hemisférica de Estados Unidos.
Juega un papel sobresaliente en la cadena de intervenciones y agresiones de Estados Unidos contra América Latina y el Caribe que comenzó en 1822 cuando Washington decretó que la región era su esfera de influencia. Tal ambición quedo plasmada en la Doctrina Monroe, promulgada en 1823, según la cual las naciones que emergían a la independencia en Hispanoamérica serían territorio vedado a los apetitos imperiales europeos y espacio natural de influencia estadounidense.
Poco después enunciaron el principio del Destino Manifiesto y lanzaron la guerra de 1848 contra México, al que despojaron de los territorios de los actuales estados de California y Nuevo México.
En 1898, la voladura del acorazado estadounidense Maine en puerto habanero -acción considerada por muchos historiadores una autoagresión-, fue el pretexto para entrar en guerra contra España, con la vista puesta en la conquista de sus territorios coloniales remanentes: Filipinas, Hawái, Puerto Rico y Cuba.
En el curso de las siguientes tres décadas, Estados Unidos invadió treinta y cuatro veces los países de la cuenca del Caribe y ocupó México, Honduras, Guatemala, Costa Rica, Haití, Cuba, Nicaragua, Panamá y República Dominicana. La fuerte competencia británica, por su presencia comercial, financiera y de infraestructura, impidió a Washington extender entonces su penetración imperial a América del Sur.
Al llegar a la Casa Blanca Franklin Delano Roosevelt a inicios de la década de los años treinta, en medio de una muy profunda depresión económica, con el prestigio estadounidense afectado por su sucia campaña contra Augusto César Sandino en Nicaragua y con un fuerte movimiento nacionalista latinoamericano incitado por la Revolución Mexicana, Estados Unidos proclamó la “política del buen vecino”.
Washington anunció una estrategia de no intervención en Latinoamérica y retiró las fuerzas de ocupación en el Caribe.
Al concluir la II Guerra Mundial con Estados Unidos como máximo beneficiario frente a la enorme devastación que dejó tanto en el resto de los vencedores como en los vencidos, se inició la Guerra Fría, que conformó un mundo bipolar con América Latina como retaguardia de la superpotencia estadounidense.
Sobrevino entonces un período en el que América Latina se debatió entre la obediencia y la rebeldía reprimida con invasiones o acciones intervencionistas militares directas o encubiertas contra Guatemala (1954, 1966-67), Panamá (1958, 1964, 1989), Cuba (1961, 1962), República Dominicana (1965-66), Chile (1973), El Salvador (1981-92), Granada (1983-84), Honduras (1984), Bolivia (1986), Nicaragua (1981-90) y Haití (1994).
Luego vendría una guerra secreta contra el independentismo que se extendía por la región. La Operación Cóndor fue un vasto operativo de inteligencia y coordinación de los servicios de seguridad de los regímenes militares en Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia impulsado y patrocinado por la CIA.
Cóndor constituyó, de hecho, una organización clandestina internacional para practicar el terrorismo de Estado contra los movimientos populares de Latinoamérica. En casi todos los países suramericanos dejó miles de asesinatos, torturados, desaparecidos y otras fechorías ejecutadas por intermedio de las fuerzas militares locales, entrenadas y orientadas por asesores estadounidenses.
Cuando, finalizada la Guerra Fría, el Consenso de Washington decretó la sustitución de la dominación autoritaria por la hegemonía económica, se planteó dentro de la superpotencia una confrontación entre una corriente que pretendía imponerse mediante sutilezas en el terreno económico y otra que exigía el ejercicio del poder imperial sin equívocos ni consentimientos.
De ahí que no cesaran los métodos violentos para derrocar a los desobedientes. Ha habido tentativas golpistas en en Venezuela (2002), Bolivia (2008), Honduras (2009) y Ecuador (2010). Todas contra países que viven procesos de transformación económica y social con fuerte apoyo popular, unidos por su integración al ALBA.
Pero a diferencia de los tradicionales golpes de la tríada que sólo hallaban resistencia más o menos dispersa de núcleos de obreros, campesinos y estudiantes desarmados que pagaban con sus vidas la osadía o resultaban apresados, golpeados y torturados, ahora han encontrado pueblos alertas y con un mayor nivel de organización para la autodefensa. Sólo en Honduras el imperio logró sus fines y, aún allí, no ha podido obtener un reconocimiento pleno de los golpistas y ha debido soportar un alto costo político.
Nadie puede dudar de que América Latina ha cambiado. Ya la tríada oligárquica-militar-hegemónica no parece tan poderosa ni tan omnipresente... y los pueblos más alertas para la defensa de sus soberanías.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

La OTAN, gendarme mundial

Muchas personas sienten náuseas al escuchar el nombre de esa organización.
El viernes 19 de noviembre de 2010 en Lisboa, Portugal, los 28 miembros de esa belicosa institución, engendrada por Estados Unidos, decidieron crear lo que con cinismo califican de “la nueva OTAN”.
Esta surgió después de la Segunda Guerra Mundial como instrumento de la Guerra Fría desatada por el imperialismo contra la Unión Soviética, el país que pagó con decenas de millones de vidas y una colosal destrucción la victoria sobre el nazismo.
Contra la URSS, Estados Unidos movilizó, junto a una parte sana de la población europea, a la extrema derecha y toda la escoria nazifascista de Europa, llena de odio y dispuesta a sacar lasca de los errores cometidos por los propios dirigentes de la URSS, tras la muerte de Lenin.
El pueblo soviético, con enormes sacrificios, fue capaz de mantener la paridad nuclear y apoyar la lucha de liberación nacional de numerosos pueblos contra los esfuerzos de los Estados europeos por mantener el sistema colonial impuesto por la fuerza a lo largo de siglos; Estados que se aliaron en la posguerra al imperio yanki, quien asumió el mando de la contrarrevolución en el mundo.
En solo 10 días ―menos de dos semanas―, la opinión mundial ha recibido tres grandes e inolvidables lecciones: G-20, APEC y OTAN, en Seúl, Yokohama y Lisboa, de modo que todas las personas honestas que sepan leer y escribir, y cuyas mentes no hayan sido mutiladas por los reflejos condicionados del aparato mediático del imperialismo, puedan tener una idea real de los problemas que afectan hoy a la humanidad.
En Lisboa no se pronunció una palabra capaz de transmitir esperanzas a miles de millones de personas que sufren pobreza, subdesarrollo, insuficiencia de alimentos, vivienda, salud, educación y empleo.
Por el contrario, el engreído personaje que figura como jefe de la mafia militar de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen declaró, en tono de fiurercito nazi, que el “nuevo concepto estratégico” era para “actuar en cualquier lugar del mundo”. No en balde el gobierno de Turquía estuvo a punto de vetar su nombramiento cuando Fogh Rasmussen ―un neoliberal danés― como Primer Ministro de Dinamarca, usando el pretexto de la libertad de prensa, defendió en abril de 2009 a los autores de graves ofensas al profeta Mahoma, una figura respetada por todos los creyentes musulmanes.
No pocos en el mundo recuerdan las estrechas relaciones de cooperación entre el Gobierno de Dinamarca y los “invasores” nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
La OTAN, ave de rapiña empollada en las faldas del imperio yanki, dotada incluso de armas nucleares tácticas que pueden ser hasta varias veces más destructivas que la que hizo desaparecer la ciudad de Hiroshima, está comprometida por Estados Unidos en la guerra genocida de Afganistán, más compleja todavía que la aventura de Kosovo y la guerra contra Serbia, donde masacraron la ciudad de Belgrado y estuvieron a punto de sufrir un desastre si el gobierno de aquel país se hubiese mantenido firme, en vez de confiar en las instituciones de justicia europea en La Haya.
La ingloriosa declaración de Lisboa, en uno de sus puntos afirma de forma vaga y abstracta:
“Apoyo a la estabilidad regional, los valores democráticos, la seguridad y la integración en el espacio euroatlántico en los Balcanes.”
“La misión en Kosovo se orienta a una presencia menor y más flexible.”
¿Ahora?
Tampoco Rusia lo podrá olvidar tan fácilmente: el hecho real es que cuando Yeltsin desintegró la URSS, Estados Unidos avanzó las fronteras de la OTAN y sus bases de ataque nuclear al corazón de Rusia desde Europa y Asia.
Esas nuevas instalaciones militares amenazaban también a la República Popular China y a otros países asiáticos.
Cuando aquello ocurrió en 1991, cientos de SS-19, SS-20 y otras poderosas armas soviéticas podían alcanzar en cuestión de minutos las bases militares de Estados Unidos y la OTAN en Europa. Ningún Secretario General de la OTAN se habría atrevido a hablar con la arrogancia de Rasmussen.
El primer acuerdo sobre limitación de armas nucleares fue suscrito en fecha tan temprana como el 26 de mayo de 1972, entre el presidente de Estados Unidos Richard Nixon y el Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética Leonid Brezhnev, con el objetivo de limitar el número de misiles antibalísticos (Tratado ABM) y defender ciertos puntos contra misiles con carga nuclear.
Brezhnev y Carter firmaron en Viena nuevos acuerdos conocidos como SALT II en 1979, pero el Senado de Estados Unidos se negó a ratificar dichos acuerdos.
El nuevo rearme promovido por Reagan, con la Iniciativa de Defensa Estratégica, puso fin a los acuerdos SALT.
El gasoducto de Siberia había sido volado ya por la CIA.
Un nuevo acuerdo, en cambio, fue suscrito en 1991 entre Bush padre y Gorbachov, cinco meses antes del colapso de la URSS. Al producirse tal acontecimiento, el campo socialista ya no existía. Los países que el Ejército Rojo había liberado de la ocupación nazi no fueron capaces siquiera de mantener la independencia. Gobiernos derechistas que accedieron al poder se pasaron con armas y bagajes a la OTAN, y cayeron en manos de Estados Unidos. El de la RDA, que bajo la dirección de Erich Honecker había realizado un gran esfuerzo, no pudo vencer la ofensiva ideológica y consumista lanzada desde la misma capital ocupada por las tropas occidentales.
Como dueño virtual del mundo, Estados Unidos incrementó su política aventurera y guerrerista.
Debido a un proceso bien manipulado, la URSS se desintegró. El golpe de gracia lo asestó Boris Yeltsin el 8 de diciembre de 1991 cuando, en su condición de presidente de la Federación Rusa, declaró que la Unión Soviética había dejado de existir. El día 25 de ese mismo mes y año, la bandera roja de la hoz y el martillo fue arriada del Kremlin.
Un tercer acuerdo sobre armas estratégicas fue firmado entonces entre George H. W. Bush y Boris Yeltsin, el 3 de enero de 1993, que prohibía el uso de los Misiles Balísticos Intercontinentales (ICBM por sus siglas en inglés) de cabezas múltiples. Fue ratificado por el Senado de Estados Unidos el 26 de enero de 1993, con un margen de votos de 87 a 4.
Rusia heredaba la ciencia y la tecnología de la URSS ―que a pesar de la guerra y los enormes sacrificios fue capaz de equiparar su poder con el inmenso y rico imperio yanki―, la victoria contra el fascismo, las tradiciones, la cultura, y las glorias del pueblo ruso.
La guerra de Serbia, un pueblo eslavo, había hincado duramente su colmillo en la seguridad del pueblo ruso, algo que no podía darse el lujo de ignorar ningún gobierno.
La Duma rusa ―indignada por la primera guerra de Iraq y la de Kosovo en la que la OTAN masacró al pueblo serbio―, se negó a ratificar el START II y no firmó dicho acuerdo hasta el año 2000, y en ese caso, para tratar de salvar el tratado ABM que a los yankis para esa fecha no les interesaba mantener.
Estados Unidos trata de utilizar sus enormes recursos mediáticos para mantener, engañar y confundir a la opinión pública mundial.
El Gobierno de ese país atraviesa una etapa difícil como consecuencia de sus aventuras bélicas. En la guerra de Afganistán están comprometidos los países de la OTAN sin excepción alguna, y varios otros del mundo, a cuyos pueblos resulta odiosa y repugnante la carnicería donde están envueltos en mayor o menor grado países ricos e industrializados como Japón y Australia, y otros del Tercer Mundo.
¿Cuál es la esencia del acuerdo aprobado en abril de este año por Estados Unidos y Rusia? Ambas partes se comprometen a reducir el número de ojivas nucleares estratégicas a 1 550. De las ojivas nucleares de Francia, Reino Unido e Israel, todas capaces de golpear a Rusia, no se dice una palabra. De las armas nucleares tácticas, algunas de ellas con mucho más poder que la que hizo desaparecer la ciudad de Hiroshima, tampoco. No se menciona la capacidad destructiva y letal de numerosas armas convencionales, las radioeléctricas y otros sistemas de armamentos a los cuales Estados Unidos dedica su creciente presupuesto militar, superior a los de todas las demás naciones del mundo juntas. Ambos gobiernos conocen, y tal vez otros muchos de los que allí se reunieron, que una tercera guerra mundial sería la última. ¿Qué tipo de ilusiones se pueden hacer los miembros de la OTAN? ¿Cuál es la tranquilidad que de esa reunión se deriva para la humanidad? ¿Qué beneficio para los países del Tercer Mundo, e incluso para la economía internacional, es posible esperar?
No pueden siquiera ofrecer la esperanza de que la crisis económica mundial sea superada, ni cuánto duraría esa mejoría. La deuda pública total de Estados Unidos, no solo la del gobierno central, sino del resto de las instituciones públicas y privadas de ese país, se eleva ya a una cifra que iguala el PIB mundial del 2009, que ascendía a 58 millones de millones de dólares. ¿Se han preguntado acaso los reunidos en Lisboa de dónde salieron esos fabulosos recursos? Sencillamente, de la economía de todos los demás pueblos del mundo, a los que Estados Unidos entregó papeles convertidos en divisas que a lo largo de 40 años, unilateralmente, dejaron de tener respaldo en oro y ahora el valor de ese metal es 40 veces superior. Ese país aún dispone de poder de veto en el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. ¿Por qué no se discutió eso en Portugal?
La esperanza de extraer de Afganistán las tropas de Estados Unidos, de la OTAN y sus aliados, es idílica. Tendrán que abandonar ese país antes de que derrotados entreguen el poder a la resistencia afgana. Los propios aliados de Estados Unidos empiezan a reconocer ya que podrían transcurrir decenas de años antes de finalizar esa guerra, ¿estará dispuesta la OTAN a permanecer allí ese tiempo? ¿Lo permitirán los propios ciudadanos de cada uno de los gobiernos allí reunidos? No olvidar que un país de gran población, Pakistán, comparte una frontera de origen colonial con Afganistán y un porcentaje no desdeñable de sus habitantes.
No critico a Medvedev, hace muy bien en tratar de limitar el número de ojivas nucleares que apuntan contra su país. Barack Obama no puede inventar justificación alguna. Sería risible imaginar que ese colosal y costoso despliegue del escudo nuclear antimisil es para proteger a Europa y a Rusia de los cohetes iraníes, procedentes de un país que no posee siquiera un artefacto nuclear táctico. Eso ni en un librito de historietas para niños se puede afirmar.
Obama admitió ya que su promesa de retirar los soldados norteamericanos de Afganistán podría dilatarse, y los impuestos a los contribuyentes más ricos suspenderse en lo inmediato. Después del Premio Nobel habría que concederle el premio al “mayor encantador de serpientes” que haya existido nunca.
Tomando en cuenta la autobiografía de W. Bush, convertida ya en “Best Sellers”, que algún redactor inteligente elaboró para él, ¿por qué no le hicieron el honor de invitarlo a Lisboa? Con seguridad que la extrema derecha, el “Tea Party” de Europa, estaría feliz.

Cuestionan oportunismo de Aráoz

La candidata aprista a la Presidencia, Mercedes Aráoz, se disfraza de luchadora por los derechos de la mujer, cuando como ministra no hizo nada por ellas y además “hizo llorar a las mujeres de Bagua”, afirmó la legisladora nacionalista Marisol Espinoza.

En la medida que la campaña electoral avance, Aráoz tratará de acercarse a las organizaciones de las mujeres, como lo hizo el viernes en Villa el Salvador, en la marcha contra la violencia y el abuso contra las mujeres, para presentarse como una lideresa popular, apuntó. “Ahora dice que lucha por las mujeres cuando todos sabemos que Aráoz, cuando ocupó cargos públicos, no hizo nada por ellas”, añadió.


Islay en lucha frontal contra proyecto minero Tía María

Al cierre de esta edición, casi 18 heridos y nueve detenidos era el saldo de los enfrentamientos entre los pobladores del Frente de Defensa del Valle del Tambo (FDVT) y los efectivos de la Policía en la provincia arequipeña de Islay, donde los ciudadanos se oponen al inicio de las operaciones del proyecto minero Tía María de la empresa Southern Perú.

Según el secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú de la provincia de Islay, Ricardo Quispe, el conflicto se produjo en la localidad de Cocachacra, cuando los pobladores se dirigían a tomar, como en otras ocasiones, un tramo de la carretera Panamericana Sur. Quispe explicó que esta manifestación tenía como fin la toma de una de las vías de la carretera Panamerica Sur; sin embargo, esta situación se salió de control cuando los aproximadamente los cinco mil policías, traídos de Lima, Moquegua, Puno y Cusco, iniciaron la represalia, no sólo contra la gente que marchaba pacíficamente con pancartas y banderolas en repudio a la actividad minera. Los policías reprimieron también a pobladores del distrito de Cocachacra, afectando con los gases lacrimógenos a niños, mujeres y ancianos.

Este extraño accionar, según el representante de la CGTP, motivó la reacción de los más de mil manifestantes (entre ellos agricultores y pobladores de la zona), quienes avanzaron a tomar la carretera iniciando una enfrentamiento frontal contra la Policía.

“Tal es la cantidad de policías que han llevado a Islay que han tomado por asalto al mismo pueblo de Cocachacra, llegando hasta la plazuela y han empezado a disparar a diestra y siniestra bombas lacrimógenas afectando a los pobladores que no participaban de la movilización (…) dejando 18 heridos y nueve detenidos oficialmente”, dijo.

Según informaron algunos medios locales, otro grupo de manifestantes, en el centro de Cocachacra, saqueó la sede de la Asociación Civil Pro Cobre, perteneciente a la empresa minera Southern Perú, que se dedica a la capacitación de obreros que trabajarían en el mencionado proyecto minero.

Los heridos fueron trasladados al Centro Médico de Cocachacra y entre ellos figuran el camarógrafo de Canal N y su asistente, dos policías: Joni Cama Caraza de 27 años y Jesús Peralta Linares (26), así como los pobladores que resultaron con contusiones Zenón Apaza Mayta (80), José Turpo Linares (30), Nancy Mansilla de Bernedo (67) y Lucia Ticona Umiña (44), entre otros. En la Panamericana Sur, a la altura del Km 1049, en la localidad de Chucarapi, unas 800 personas intentaron pasar el cerco policial que se formó con un grupo de efectivos; sin embargo fueron impedidos, iniciándose en medio de esta protesta un enfrentamiento inevitable con las fuerzas del orden.

tomado del diario la primera

Una maniobra militar surcoreana desata un enfrentamiento militar

Esta mañana saltó la noticia de que Corea del Norte había bombardeado una isla de Corea del Sur, con pérdida de la vida de un soldado y daño en bienes civiles. La alarma de la noticia no se correspondía con la tibieza de la respuesta del país agredido y de sus países aliados, entre los que se encuentra EEUU.
El relato de los hechos es el siguiente, según fuentes de la propia Corea del Sur. El ejército surcoreano lleva a cabo maniobras anuales durante nueve días en la frontera con su vecino del norte, en aguas cuya soberanía es disputada y donde ya hubo incidentes similares anteriores. Hoy Corea del Sur realizó ejercicios militares con fuego real en la frontera en disputa de ambos territorios. Corea del Norte envió un fax advirtiendo de que no iba a permitir esas maniobras militares por considerarlas un riesgo para su nación. A pesar del aviso recibido, las tropas de Corea del Sur iniciaron las maniobras e iniciaron los disparos artilleros con fuego real, lo que se se tomó como una amenaza por parte del ejército de Corea del Norte que contestó con fuego artillero contra las tropas sucoreanas. Éstas a su vez, lanzaron un contraataque con misiles contra territorio norcoreano.
Como consecuencia de la refriega un soldado ha muerto y al menos 14 resultaron heridos, cuatro de ellos de gravedad, según informa la agencia Reuters. Pero no se informa de daños de civiles, probablemente debido a que las autoridades de Corea del Sur, previendo las consecuencias de las maniobras, procedieron a evacuar a la población civil. Tampoco se conocen los daños o víctimas que pudiera haber en Corea del Norte.
En este contexto se entiende las declaraciones del presidente surcoreano, Lee Myung-Bak, ha llamado a la calma : "Debemos manejar con cuidado la situación para prevenir la escalada de violencia".
Sin duda alguna, para prevenir la escalada de violencia lo más efectivo habría sido la suspensión de las maniobras militares que han desencadenado el suceso.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.