sábado, 29 de enero de 2011

Los egipcios no se conforman con el cambio de Gobierno y piden a Mubarak que se vaya

Miles de egipcios se dirigen masivamente a la céntrica plaza de Tahrir, epicentro de las protestas de los últimos días, en un claro desafío al toque de queda, que comenzó a las cuatro de la tarde (hora local).
El centro de la ciudad, donde se congregan decenas de miles de manifestantes, está controlado exclusivamente por las tropas del Ejército, mientras que la policía vigila sólo algunos puntos determinados.
A la plaza Tahrir (Liberación, en árabe), acuden desde distintos puntos de la ciudad grupos multitudinarios con pancartas críticas con el régimen de Hosni Mubarak, en el poder desde 1981.
Muchos jóvenes coreaba lemas contra el Gobierno egipcio y contra Mubarak, al que pedían que abandone el poder, mientras cruzaban uno de los puentes que comunican el centro de la capital con los barrios de la orilla opuesta del Nilo.
El corazón de El Cairo, símbolo de las protestas políticas que comenzaron el pasado martes, vive un ambiente festivo ante la ausencia policial.
Todo ello, a pesar de que las autoridades egipcias adelantaron en dos horas el toque de queda, que fue decretado ayer por primera vez en la historia reciente del país.
El Gobierno renuncia
El Gobierno egipcio encabezado por Ahmed Nazif presentó este sábado su dimisión, a partir de una petición en tal sentido hecha por el presidente Hosni Mubarak, informó la televisión pública.
Mubarak, en el poder desde 1981 y cuya renuncia se está exigiendo en protestas públicas que se desarrollan desde el pasado martes, anunció poco después de esta medianoche que, con el fin de superar la crisis, será nombrado un nuevo Gobierno.
En su discurso, el presidente no expresó ninguna intención de abandonar el poder y aseguró que había ordenado al Gobierno que renunciara y que se formara uno nuevo “que adopte nuevas funciones”.
Esta medida es la única solución política que Mubarak ha propuesto para superar la crisis que vive el país, donde ayer se vivió la jornada más violenta de los últimos días.
Mubarak, que todavía no ha aparecido en público, tampoco acudirá este sábado, como estaba previsto a la inauguración de la Feria Internacional del Libro de El Cairo, acto que ha quedado aplazado.
Agencias