TREMENDA JOYITA |
Senador del Tea Party apoya cambio político en Cuba por medios violentos
El senador estadounidense Marco Rubio, del Tea Party y contribuyente del Fondo Legal del terrorista Luis Posada Carriles, dijo a la emisora radial WAQI (Radio Mambí), en Miami, que no permitirá que el gobierno de Barack Obama levante ningún tipo de sanción contra Cuba, y apoyó las declaraciones de uno de los presentadores de la emisora quien manifestó: “La democracia hay que imponerla por la fuerza”.
A partir del minuto 4:56 de la grabación publicada en Youtube, el presentador del programa, Armando Pérez Roura, recordó una frase del militar prusiano Otto Bismarck -”La democracia hay que imponerla por la fuerza”- y añadió que sin un “estado de fuerza no se avanza mucho”, y puso como “ejemplo” la “prosperidad” de Chile después del golpe de estado de Augusto Pinochet en 1973, que le costó la vida al Presidente constitucional Salvador Allende y dejó más de 3 000 detenidos-desaparecidos.
A estas declaraciones de Pérez Roura, Marco Rubio hizo el siguiente comentario : “en la historia de la Humanidad jamás ha habido una dictadura que haya negociado un cambio hacia la democracia”, aludiendo al gobierno de Raúl Castro y apoyando tácitamente la idea de un cambio político en Cuba con métodos violentos.
Acto seguido añadió: “El pueblo cubano puede escoger una democracia al estilo de EEUU, de Inglaterra o Canadá. Le corresponde al pueblo cubano qué Constitución escoge, pero lo que yo creo es en la libertad política, en la democracia… Esa es la meta nuestra. Y en términos de negociación eso no funciona.”
Rubio, representante al Senado de EEUU por la Florida e hijo de cubanos radicados en ese Estado, dijo además que se opone a cualquier cambio de la línea dura hacia Cuba o que permita los viajes de los norteamericanos a la Isla, a menos que el gobierno cubano cambie su sistema político, y que espera convencer a otros miembros del Congreso para apoyar esa posición.
Dijo enfáticamente que “Los Estados Unidos tienen que tener como prioridad el cambio de gobierno de Cuba”, y criticó a la prensa norteamericana, particularmente al diario The New York Times por culpar a la emigración de haber conciliado la política norteamericana hacia la Isla, “porque tiene un poder político enorme”. Aseguró que la realidad es que “Cuba es un gran enemigo de los EEUU y le hace mucho daño a este país”.
“Es importante que se conozca que nuestra posición no ha cambiado, porque lo que tiene que cambiar aquí es el gobierno de Cuba, no la política de EEUU sobre Cuba”, añadió el senador norteamericano de 38 años que jamás ha estado en la Isla, y se quejó de la “flojeza (sic) en esta administración”, aludiendo al gobierno de Barack Obama.