lunes, 7 de noviembre de 2011


La DEA opera comandos en Haití, Honduras, República Dominicana, Guatemala y Belice


Notimex/La Radio del Sur – La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) tiene escuadrones tipo comando que ha estado desplegando discretamente en años recientes en cinco países de Centroamérica y El Caribe con el presunto fin de combatir el narcotráfico, publicó hoy The New York Times.


Con base en entrevistas con funcionarios involucrados, el diario afirmó que el programa se llama Equipo Asesor de Apoyo en el Extranjero (FAST, por sus siglas en inglés), y que fue creado durante el gobierno del hoy ex presidente George W. Bush.


El objetivo original del programa era investigar a los narcotraficantes vinculados con el movimiento Talibán en Afganistán. Pero desde 2008 y ahora bajo el gobierno del presidente Barack Obama, el programa se ha extendido fuera de la zona de guerra.


Actualmente opera comandos en Haití, Honduras, República Dominicana, Guatemala y Belice, añadió el rotativo.


De acuerdo con el periódico, “la evolución del programa para convertirse en un arma para hacer cumplir la ley globalmente refleja el creciente alcance del combate de Estados Unidos contra los cárteles de la droga”.


Refleja también “cómo los políticos borran cada vez más la línea entre las actividades policiales y militares, fusionando elementos de la ‘guerra contra las drogas’ y de la ‘guerra contra el terrorismo’”, añadió.


“Uno tiene que tener capacidades y equipos especiales para operar efectivamente y con seguridad en ambientes como éste. La DEA trabaja hombro con hombro y en la línea de fuego con sus contrapartes en las naciones anfitrionas”, dijo Michael A. Braun, ex jefe de operaciones de la agencia y uno de los diseñadores del programa.


El diario citó a académicos que opinan que aunque el programa comporta beneficios potenciales, como ayudar a detener capos del narcotráfico, no pararía “de manera permanente” el flujo de drogas porque ello requiere que un país cuente con fuertes instituciones, “lo que a menudo no existe en América Central”.


Asimismo, indicó que “debido a que la presencia de estadunidenses armados en su territorio despierta sensibilidades acerca de su soberanía, algunos países que han buscado asistencia de Estados Unidos no lo reconocen”.


“Otros, como México, que ha aceptado asistencia estadunidense, incluyendo sobrevuelos de aviones no tripulados, rechazan la presencia de comandos”, añadió el rotativo.


Los comandos de la DEA han realizado operaciones “al menos 15 veces en América Latina”, aunque la agencia afirma que algunas de esas misiones involucraron sólo entrenamiento, puntualizó el diario.

Nicaragua ratificó al sandinismo

32 años después de la victoria guerrillera de 1979, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) ratificó electoralmente su permanencia en el Gobierno de Nicaragua este primer domingo de noviembre.
Entre entonces y ahora, el país centroamericano vivió un camino sinuoso lleno de zigzags políticos. Once años de Gobierno revolucionario. La inesperada derrota electoral de 1990 resultado de la guerra de agresión. Diecisiete años de sucesivos gobiernos neoliberales de derecha con retrocesos sociales evidentes. Desde inicios del 2007, la vuelta del FSLN al Gobierno por la vía electoral. Y ahora, la confirmación del actual presidente Daniel Ortega que seguirá gobernando el próximo lustro.

A pesar de críticas virulentas de la oposición de derecha -dividida en cuatro alianzas- basadas en el argumento de la “inconstitucionalidad” de la reelección de Ortega, la ciudadanía dio su veredicto. Que fue contundente: los datos preliminares del Consejo Supremo Electoral otorgan más del 66 % de los votos al sandinismo. La alianza derechista de liberales y sandinistas disidentes no llegarían al 25 %.

Premiando con otro mandato una gestión política basada, entre otros, en abundantes proyectos sociales; la vuelta a un sistema de educación y salud gratuitas; el esfuerzo creciente por redistribuir la riqueza en medio de crecimiento económico sostenido; el fin de la profunda crisis energética casi permanente que padecía el país; la apuesta a una integración latinoamericana progresista y autónoma.

El sandinismo ganó en elecciones altamente participativas y transparentes. Una fiesta cívica verificada por miles de “acompañantes” (observadores) electorales europeos, latinoamericanos, redes sociales etc.

A la hora de la victoria contundente; al momento mismo del festejo popular que la celebra en todo el país; sin embargo, no faltan desafiantes temáticas presentes y futuras.

En primer lugar, el viraje que representa que Nicaragua haya abolido, el derecho histórico al aborto terapéutico. Precio caro de una nueva alianza reconstruida ya hace algunos años con las iglesias, principalmente con la jerarquía católica romana.

En segundo lugar, el nuevo discurso profundamente religioso, casi carismático, del Presidente Ortega y su entorno. Tratando de superar su marxismo de antaño, para diseñar una nueva Nicaragua “cristiana, socialista y solidaria”, como lo expresa la principal consigna electoral del FSLN.

En tercer lugar, la necesaria preparación de un relevo, asignatura pendiente de la dirigencia sandinista. Daniel Ortega concluirá este nuevo mandato en 2016, con 71 años. En un país donde predominan generacionalmente los jóvenes de menos de 25 años y en una dinámica democrática que necesita nuevos rostros.

Estas cuestiones abiertas no menosprecian el impacto de esta abrumadora victoria electoral sandinista. De un FSLN que supo ganar el poder con las armas en 1979. Que no escondió a nadie su transformación posterior de guerrilla en partido electoral. Que supo aceptar y digerir la derrota en 1990. Que con madura dignidad asumió su rol de oposición entre esa fecha y el 2006. Y que hoy, revitalizado por su programa social y plebiscitado por la gran mayoría de la ciudadanía nicaragüense, merece seguir gobernando.

Reseña del libro "1914: la intervención americana en México", de Ricardo Flores Magón

Ricardo Flores Magón fue un firme luchador antimperialista e internacionalista. Las acusaciones en su contra, hechas por historiadores y publicistas de derecha, son infundadas y calumniosas. El gran anarquista latinoamericano denunció la explotación de los trabajadores mexicanos por los monopolios de Estados Unidos, el injerencismo e intervencionismo gringos en México y América Latina, la persecución de revolucionarios mexicanos en territorio de allende el río Bravo, la discriminación y malos tratos a los mexicanos en EU, y jamás defendió los intereses y ambiciones de las trasnacionales y los gobiernos gabachos. Ejemplo ilustrativo de su posición es la antología que lleva por título 1914: la intervención americana en México, recopilada por Chantal López y Omar Cortés, y lanzada a la luz pública inicialmente en 1981 por Ediciones Antorcha. En la actualidad, esta editorial libertaria ha reproducido la compilación en Internet.


El libro trae, entre otros, los siguientes artículos de Regeneración: “Todo por un trapo”, “Los bluffs”, “Las fuerzas americanas invaden México”, “La guerra entre México y los Estados Unidos”, “La intervención americana”, “La guerra con México”, “Wilson dora la píldora al pueblo mexicano”, “Cantos de sirena de W. Wilson”, “El dinero americano y la intervención”, “Retirada de las fuerzas americanas”, y “Salen de Veracruz las fuerzas americanas”. Incluye, asimismo, una nota editorial.


En la nota editorial, se señala que los escritos del precursor y combatiente revolucionario contra el imperialismo yanqui “...constituyen la prueba más clara y contundente en contra de la infamia que los elementos reaccionarios han realizado en demérito de la figura revolucionaria de Ricardo Flores Magón a quien, en incontables ocasiones, han acusado de ‘filibusterismo’, ‘basándose’ en la actividad revolucionaria de los magonistas en Baja California durante el año de 1911.


“En consecuencia, queda claro que Ricardo Flores Magón jamás urdió complot alguno en contra de la soberanía mexicana...” (p. 7).


Como es sabido, unos marinos norteamericanos pusieron la planta en territorio patrio el 9 de abril de 1914, siendo arrestados por soldados de la guarnición federal de Tampico, dado que prevalecía el estado de guerra en la zona. Estos uniformados yanquis fueron liberados poco después por órdenes del ministro de Guerra y Marina, aunque como es típico de los imperialistas usamericanos, el gobierno de Washington pidió una satisfacción del gobierno mexicano. El jefe militar que dio la orden de arresto de los marinos estadunidenses fue detenido; pero el imperialismo no quedó conforme y pidió que la guarnición de Tampico hiciera un saludo a la bandera de las barras y las estrellas con 21 cañonazos.


El pretexto de la intervención armada fue la falta de acuerdo en torno al orden de los saludos a las banderas gringa y mexicana. El 21 de abril desembarcaron los norteamericanos en Veracruz. La defensa popular del puerto es narrada así por el autor anarco-comunista: “...De las azoteas de las casas, de las rendijas de las puertas, desde las ventanas, de todas partes, los paisanos dispararon armas contra las fuerzas invasoras y los que no contaban con armas de fuego, lanzaron piedras, ladrillos, cuanto a la mano encontraron, ofreciendo una resistencia heroica al avance de las fuerzas americanas”. (p. 14).


Las t ropas yanquis que invadieron el puerto de Veracruz permanecerían allí siete meses. Woodrow Wilson se dirigió a Venustiano Carranza por conducto del cónsul George Carothers para “explicarle” la actitud asumida por el gobierno de EU en el puerto de Veracruz, señalando la negativa de Victoriano Huerta de aceptar la solicitud norteamericana con relación al incidente de Tampico. Los cadetes de la Escuela Naval y el pueblo veracruzano hicieron heroica defensa ante la invasión gabacha. Álvaro Obregón planteó a Carranza que en el caso de escalarse el conflicto bélico con la Unión Americana , los constitucionalistas deberían declarar la guerra y así impedir que Huerta fuera quien representara al pueblo mexicano. Carranza protestó ante el gobierno usamericano por la ocupación de Veracruz y solicitó al presidente Wilson la inmediata evacuación de la plaza ocupada.


El insobornable revolucionario oaxaqueño, gran conocedor de la lucha de masas, narró la reacción del pueblo mexicano ante la piratesca agresión imperialista: “Cuando se supo en la ciudad de México la actitud tomada por los americanos, se produjo una gran excitación popular. La estatua de Washington fue derribada de su pedestal; las banderas americanas que decoraban tiendas y edificios de propiedad americana, fueron arrojadas por el suelo y pisoteadas con la mayor indignación; el Club Americano fue entregado a las llamas; los hoteles de americanos fueron visitados por muchedumbres que destrozaban cuanto encontraban a la mano: cristales, muebles, tapices...” (p. 18)


Ricardo Flores Magón, que era, como Piotr Kropotkin, un estudioso y admirador de la iniciativa revolucionaria de las masas, exponía en un artículo de Regeneración: “Ni los mismos federales hicieron en Veracruz una resistencia tan grande y tan tenaz como la que hicieron los hijos del pueblo. Al desembarcar los marinos americanos en Veracruz, los federales hicieron alguna resistencia y se batieron después en retirada; pero los trabajadores del puerto continuaron la lucha por su cuenta y desde las ventanas y las azoteas de las casas, desde las torres de las iglesias, o bien parapetados detrás de los árboles, disparaban sus pistolas, vaciaban sus escopetas o hacían funcionar sus rifles de día y de noche teniendo en constante alarma a los invasores. Otros, valiéndose de una ingeniosa estratagema, tomaron el cementerio como base de operaciones, desde donde hacían blanco de sus tiros a los centinelas americanos que caían heridos o muertos aquí y allá, heridos por balas disparadas por tiradores invisibles, pero no por eso menos certeros, que fueron por cerca de tres días la desesperación de los jefes americanos”. (p. 25)


El autor del Manifiesto del 23 de septiembre de 1911, escribía acerca de la preparación patriótica de los ciudadanos de México “…los mexicanos, en todo el país, se preparan a combatir las fuerzas invasoras. En las grandes ciudades, el pueblo se organiza para la resistencia. En León, en Guanajuato, en Pachuca, en Guadalajara, en Morelia, en todos los centros de importancia, los hombres se entregan diariamente a la práctica de ejercicios militares…” (p. 79)


1914: la intervención americana en México, es una antología que debería ser leída por todos los dirigentes y cuadros sindicales y políticos. Su lectura no sólo es necesaria, sino indispensable, mayormente cuando apenas faltan alrededor de dos años y medio para que se cumpla el primer centenario de la invasión de Veracruz por los corsarios yanquis en el año en que se inició la Primera Guerra Mundial. En la lucha actual por la soberanía nacional y contra el intervencionismo del vecino septentrional, siempre será útil recordar la lucha heroica de José Azueta, Virgilio Uribe y Jorge Alacio Pérez, insignes defensores de la plaza de Veracruz y decididos combatientes antimperialistas, que ofrendaron su vida en defensa de la patria.
Por cierto, d e Ricardo Flores Magón fueron publicados, en números monográficos de Consideraciones, la compilación La Revolución rusa y el artículo de fondo La huelga general de 1916; de Diego Abad de Santillán, el ensayo Ricardo Flores Magón, y de Práxedis G. Guerrero, la antología Episodios revolucionarios. En otras revistas, periódicos y folletos del sindicalismo universitario también se han publicado algunos textos de Ricardo Flores Magón, Práxedis G. Guerrero, Regeneración, el Partido Liberal Mexicano y Nicolás T. Bernal.
***Ricardo Flores Magón, 1914: la intervención americana en México, México, Ed. Antorcha, 3a. ed., 1987.

Tras asesinato de Gadafi, Repsol reanuda extracción de petróleo libio


presencia de repsol en Libia
Pocas horas después del anuncio que Muamar El Gadafi y su hijo Muatassim habían sido sepultados en un lugar no revelado del desierto y cuando se difundía el video que muestra cómo se sodomizó al líder libio, la petrolera española Repsol suspiraba aliviada al reanudar sus operaciones en Libia.

Ya iban en "30 mil barriles diarios y creciendo" dijo un portavoz. Tienen que llegar a los 360 mil que sacaban hasta febrero, cuando tuvieron que reducirlos a 160 mil, para suspenderlos después en función de las sanciones impuestas al gobierno de Gadafi.

Las otras grandes empresas petroleras, que también habían suspendido sus operaciones con Libia a raíz de las sanciones impuestas al gobierno de Gadafi, aún no formulaban un anuncio similar al cerrar estas líneas, pero el precedente sentado por los españoles es un indicio.

La brutalidad ejercida contra el asesinado gobernante es otro indicio de lo que puede sobrevenir en un país en el cual los integrantes del llamado Consejo Nacional de Transición declararon que Libia será un Estado islámico, sin que nadie haya explicado exactamente cómo funcionará.

A Estados Unidos y a los países europeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) no parecía inquietarles mucho, quizás porque saben que ese gobierno no puede llegar a nada sin su apoyo.

A fin de cuentas, la guerra la hicieron ellos y el Consejo Nacional de Transición puso a las improvisadas milicias para dar la imagen de una guerra popular a gran escala.

LA RECONQUISTA

El objetivo de la guerra desatada contra Libia no es otro que reconquistar Africa y establecer un nuevo sistema colonial, modificando un poco el que durante tantos años mantuvieron los países europeos que ahora están en la quiebra total y necesitan el libre acceso a las enormes riquezas perdidas.

Es más, los gobiernos existentes en algunos países de esa región, aún aliados de los europeos, enfrentan rebeliones populares que hasta ahora han sido manipuladas mediante cambios cosméticos y el envío de tropas de naciones amigas del área.

Eso no les garantiza estabilidad en el futuro. En Libia no pudieron hacer lo mismo; el régimen de Gadafi era más fuerte y por eso empezaron a minarlo desde adentro, estimulando deserciones de funcionarios de gobierno que se convirtieron en asesores del proyecto intervencionista.

Las incipientes protestas fueron presentadas un día como un importante movimiento objeto de una feroz represión que había incluido, se dijo, el envío de aviones y helicópteros, los cuales atacaron a los manifestantes en lo que se calificó como un baño de sangre y dio pie a la resolución adoptada en Naciones Unidas.

Guillaume de Rouville entrega una versión distinta en un artículo publicado en www.aporrea.org el 6 de septiembre pasado. Sostiene que a diferencia de lo que se vio en Túnez y Egipto, en Libia se registraban manifestaciones menores en Bengasi y Derma, convocadas desde Francia por el ex ministro libio de protocolo, quien había desertado.

Señala que la televisora Al-Yazira, perteneciente al emir de Qatar, a quien define como "valioso aliado" de Estados Unidos, mostró a "algunos rebeldes de Bengasi empuñando armas pesadas o conduciendo tanques" y luego sostuvo, el 21 de febrero pasado, que aviones y helicópteros de Gadafi habían bombardeado a los manifestantes "pero no pudo mostrar ni una sola imagen".

GUERRA Y REPARTIJA

La guerra desatada por los países miembros de la OTAN superó los marcos fijados en la resolución de la ONU, la cual sólo los autorizaba a crear una zona de exclusión aérea en Libia, partiendo del supuesto de que Gadafi había bombardeado las manifestaciones de protesta.

Y esa fue la trampa. Como lo dijo un general estadounidense, no se puede crear esa zona de exclusión sin desatar una guerra, como ocurrió. Supuestamente los militares de la OTAN no estuvieron en suelo libio, lo que no es efectivo.

Estados Unidos no mandó tropas, no porque no quisiera sino porque eso perjudicaría las aspiraciones reeleccionistas del presidente Barack Obama, pero puso a disposición sus aviones no tripulados. Los alemanes fueron los más discretos y sus servicios de inteligencia descubrieron dónde estaba Gadafi, facilitando así su captura.

Marruecos, Emiratos Arabes Unidos, Catar, Jordania e Irak respaldaron en París la constitución de la coalición que encabezaron Francia y el Reino Unido. Los reyes de Marruecos y Jordania también enfrentan reclamos de sus pueblos, los cuales hasta ahora han logrado controlar.

La guerra contra Gadafi fue feroz por varias razones. Primero, porque a diferencia de otros gobernantes de la región, podía contener las protestas. Contenerlas implicaba también que ni europeos ni estadounidenses lograrían tener acceso a las dos riquezas fundamentales de su país: petróleo y agua dulce.

Reino Unido y Francia, que en distintas épocas colonizaron Libia o la gobernaron mediante protectorados, habían comprobado que Gadafi podía facilitarles algún negocio, como sucedió con Tony Blair, o contribuir a alguna campaña electoral, como la financiada a Sarkozy, pero no les permitiría adueñarse del petróleo.

En un mundo con una crisis como la actual, cuando Europa está a punto de la quiebra financiera y del colapso de sus organizaciones comunitarias, mientras Estados Unidos no lo pasa mejor, también se vislumbran las dificultades entre ambos conglomerados.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, León Panetta, no ha querido comentar si su país tendrá una relación militar con Libia, señalando que "lo que haría en este momento es dejar la decisión en manos de una futura participación a través de la OTAN".

También dijo que los recortes presupuestales en su país afectarán su capacidad para compensar el déficit dejado a la OTAN por los operativos en Libia. No quedó claro si eso revive las críticas de su antecesor a la entidad, cuando cuestionó su viabilidad diciendo que enfrentaba "un débil, si no es que negro futuro".

Joseph Biden, vicepresidente de Estados Unidos, comentó sobre la participación norteamericana en los ataques a Libia que su país "ha gastado dos mil millones de dólares y no ha perdido ni una sola vida. Esta es una buena receta sobre cómo tratar con el mundo para avanzar con más rapidez de la que lo hicimos en el pasado".

Si a esto agregamos que los británicos están revisando su participación en los organismos de la comunidad europea y hay un fuerte sector partidario de retirarse de ellos, lo dicho por Panetta adquiere otro sentido. Los estadounidenses disponen ya de un armamento que les permite prescindir de sus actuales aliados.

Pero lo que queda pendiente es saber quién controlará el petróleo libio, uno de los mejores si es que no el mejor del mundo. La repartija que conllevaba esta guerra aún está en veremos. 
Frida Modak periodista chilena radicada en México y colaboradora de Prensa Latina.
Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=447266&Itemid=1 

Las 25 noticias más censuradas


EEUU pretende censurar etiquetas de todos los alimentos para favorecer transgénicos

A través de la postura oficial de la Administración de Alimentos y Drogas (FDA, por su sigla en inglés) y el ministerio de Agricultura (USDA), EEUU impartió una orden que la administración Obama pretende imponer a todo el planeta: establecer que no existen diferencias entre alimentos elaborados con Organismos Genéticamente Modificados (OGM) y no modificados. Estas agencias también presionan al Comité Codex Alimentarius (Alimentos y Agricultura de la ONU) para que ningún país pueda establecer requerimientos de etiquetado OGM obligatorio a los comestibles. La FDA y el USDA dicen que el etiquetado obligatorio de los OGMs es “falso, engañoso y aparente”, pretendiendo censurar cualquier información sobre las diferencias entre ingredientes OGM y no-OGM. En última instancia, la FDA y el USDA quieren eliminar totalmente los estándares de etiquetado y confían en que las corporaciones guarden los estándares necesarios de salud.

Todo esto ocurre mientras aumenta la preocupación por el impacto en el crecimiento y la salud provocado por el consumo creciente de alimentos transgénicos, o elaborados a partir de OGMs, por los efectos potenciales derivados del uso de semillas transgénicas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya identificó alergenicidad, resistencia a antibióticos, transferencia de genes, cruzamiento genético, presencia de genes modificados introducidos a poblaciones nativas vírgenes, inestabilidad genética, susceptibilidad en organismos de seres vivos no humanos, tales como insectos, y pérdidas de biodiversidad. Esta historia periodística fue considerada la 20ª más ocultada por los grandes medios en el estudio anual de Proyecto Censurado.


Hasta ahora, las propias compañías del negocio de la modificación genética han hecho la mayor parte de los estudios de salud, generándose un evidente conflicto de interés que puede conducir a informes sesgados sobre el resultado de tales investigaciones. Numerosos países -como Japón, Australia, China y la Unión Europea- admiten los posibles riesgos y exigen etiquetado obligatorio para los productos fabricados con OGMs. Hay un clamor cada vez mayor por una investigación científica más completa, imparcial y más independiente.

¡No a la censura alimentaria!
Mike Adams, editor de NaturalNews, difundió alarmado - el 4 de mayo de 2010- que EEUU pretendía la censura global de los alimentos al tratar de imponer la prohibición del etiquetado en la conferencia internacional del Comité Codex Alimentarius de la ONU. “EEUU está intentando empujar su agenda para censurar todo el etiquetado de alimentos OGMs en todas partes, en todo el mundo. Esto daría lugar a un encubrimiento global de OGMs que dejaría a los consumidores en la oscuridad acerca de si sus alimentos y comestibles están o no genéticamente modificados”, advirtió Adams


“Entienda, por favor, que EEUU intenta proscribir el etiquetado de alimentos no modificados genéticamente, a fin de convertirlo en ilegal, e incluso para impedir que un producto alimentario no-OGM pueda proclamar esa condición en la etiqueta”, suplicó Adams a sus lectores. “Si EEUU tiene éxito en este encubrimiento global de OGMs, la FDA podría caer sobre cualquier producto que desde las estanterías de EEUU proclame su condición de “no-OGM”, advirtió el editor de NaturalNews. “Además, EEUU podría iniciar pleitos ante la Organización Mundial del Comercio contra cualquier país que permita etiquetas “no-OGM” o lo proclame en sus productos”.


“¿Por qué EEUU sigue una línea de conducta tan desviada y siniestra?”, preguntó Adams. “Porque, como usted bien sabe, el gobierno federal entero virtualmente alimenta los intereses financieros de potentes corporaciones -y éstas incluyen las “Big Ag” (gigantes agrícolas)- como Monsanto que quieren patentar todas las semillas mientras destruyen el movimiento no-OGMs. Quieren convertir las comidas no-OGM en violación de la ley y, de tal modo, barrer todos estos productos de los estantes de las tiendas”.


Adams formuló un llamado a luchar contra los gigantes OGMs tipo Monsanto: “Quieren mantener a los consumidores norteamericanos abandonados en la oscuridad, ignorantes de los peligros reales planteados por los OGMs. Y por supuesto, quieren dominar el suministro entero de alimentos de EEUU con sus cosechas tóxicas de OGMs. Estas sociedades, poderosas y peligrosas, están dispuestas a hacer cualquier cosa por imponer su agenda global, incluyendo la censura forzada del etiquetado OGMs en el mundo entero. Puede ser que también lo consigan holgadamente, a menos que usted se una a nuestra oposición contra esta acción desviada y peligrosa”.

Un cártel de banqueros controla el mundo


En décadas pasadas había el concepto generalizado e inocente de que los bancos se dedican simplemnte a hacer negocios como cualquier otro negocio. Un nuevo estudio revela que los bancos se dedican a mucho más que hacer simples negocios.


Un grupo de científicos sociales suizos, recoge en un estudio aparecido en la prestigiosa revista “New Scientist” (24 de Octubre de 2011) donde concluyen que un grupo de 150 corporaciones bancarias controlan la mayoría de la economía del planeta. El estudio estuvo a cargo del Federal Institute of Technology en Zurich, Suiza. El miembro del equipo investigador James Glattelder asegura que sus analisis se basan en la realidad y no en las ideologías de cualquier tendencia.


Controlar en el caso de las grandes corporaciones o la banca significa que un grupito tienen el monopolio de la economía en el mundo. Implica que muchos gobiernos democráticos han cedido en la práctica el poder de los pueblos a las corporaciones. Son los que cobran altas tasas de interés a los trabajadores, a los gobiernos y pequeños negocios. Usando toda clase de artimañas oscuras exclavizaron con deudas a consumidores y muchos gobiernos. Un buen número de esas multinacionales fueron responsables de la crisis en que estamos metidos y se mueven en la bolsa de valores de Wall Street de Nueva York.


Algunas corporaciones y bancos que aparecen en el estudio son: Bank of America, Lehman Brothers, JP Morgan Chase, Merill Lynch, Massachusetts Mutual Life Insurance, Capital Group Companies, Sun Life Financial Inc, Dodge & Cox, Bank of New York Mellon Corp y Goldman Sachs entre muchas otras.


El poder económico y el poder político casi siempre van de la mano. De aquí que en una democracia no pueda haber una concentración de poder económico en manos de un grupito. Porque sabemos de sobra actualmente que los grandes bancos son un negocio y mucho más. Por ejemplo, sucursales de Countrywide Financial Corp en EEUU, que se dedica a los bienes raíces, han sido cerradas en Chicago y en el sur de California por fraude en la manipulación de documentos de clientes que compraron casas. No olvidemos que el Bank of America compró en el 2008 a Countrywide. Las sospechas de fraude continuan en Massachusetts. Los altos ejecutivos del Bank of America se limitan a decir que esos casos de fraude en Countrywide son de los viejos dueños. A propósito del Bank of America obtuvo el año pasado una ganancia de $4.4 Mil Millones en ganancias, recibió en rembolso de impuestos del IRS (servicios de rentas internas de EEUU) 1.9 Mil Millones y de la Reserva Federal y del Departamento del Tesoro $1 mil millones de dólares. Ironicamente lo salvamos con nuestros impuestos y está en proceso el despido de 3,500 empleados. Tirar a la calle no afecta solamente a los trabajadores individualmente, también sus familias, es decir casi se duplican los afectados.


Finalmente, el estudio propone, entre otras cosas, desarrollar leyes anti-monopolios no solamente en el plano nacional, también a nivel internacional. En el mundo de los negocios hay viejo dicho popular que dice: “Los negocios son negocios” sugiriendo que no hay amistad ni parentesco que valga la pena cuando se trata de negocios. Lo mismo podriamos aplicar a las grandes corporaciones bancarias y multinacionales: “los negocios son negocios” sin importar el bienestar de los pueblos y de las comunidades donde se esté haciendo escandalosas ganancias.

Alemania, la crisis de los otros

Hasta hace poco las resoluciones de las cumbres europeas tardaban dos o tres meses en quedar desfasadas. Desde el 26 de octubre eso ya ocurre en cuestión de días. La última cumbre de Bruselas fue presentada y celebrada por Merkel y Sarkozy como un “paquete completo” enfocado al medio y largo plazo: por fin se afrontaban los problemas en su raíz (siempre la falta de austeridad y disciplina), se dijo. Pero su resultado, confuso y mal cerrado, con importantes detalles aun por negociar, se saldó con el más grotesco desbarajuste al más corto plazo. Atribuido al amago de Papandreu con el referéndum, el último fiasco ha malogrado la reunión del G-20 en Cannes este fin de semana. Diseñada para abordar “problemas mundiales”, la simple realidad es que en Cannes los jefes de Estado ni siquiera han resuelto lo de Grecia, cuando el problema de Italia ya asoma con gran claridad. La sensación de desbarajuste es completa. La impresión de que los líderes políticos no entienden lo que ocurre ni lo que hacen, es abrumadora.


Mientras la canciller Merkel dice que se tardará una década en salir de la crisis, los alemanes declaran – en la última encuesta disponible- que su gobierno ha perdido el norte (59%) y que lo peor de la crisis está por venir (82%), pero, al mismo tiempo, los alemanes aprueban el papel de Merkel en Europa (59%). La conclusión es algo esquizofrénica: mientras la receta unilateral alemana de disciplina y austeridad complica cada vez más la crisis (y las deudas), su líder logra mantener en casa, de momento, un respaldo fundamental, lo que actúa como fuerte estímulo para no corregir el curso.


¿Hay un plan B?
El establishment alemán, su gobierno y sus medios, avanzan “paso a paso”, como dice Merkel, hacia la institucionalización de la Europa de dos categorías. El viejo plan que el año pasado se estudiaba en el ministerio de finanzas, está ahora de plena actualidad. Bild dice que “Grecia es un caos” que paraliza al G-20 y “debe salir del euro”. El Frankfurter Allgemeine Zeitung constata que, “ha caído el tabú de la salida del euro de un país”. “Quienes no puedan adaptarse, tendrán que irse”, explica el comentarista europeo del primer canal de televisión.
Es obvio que si se abre la puerta de salida del euro, Grecia no será la única. Europa podría acabar con un “euro fuerte” en el norte (Alemania, Holanda, Finlandia, Austria y otros) y un “euro blando”, como se decía el año pasado –y continúan pregonando los euroescépticos- con Francia en algún lugar en medio de ambos ¿Es ese el plan oculto que se está urdiendo en Berlín, o todo no es más que una atropellada improvisación presidida por la corteza de miras?


Porque si el euro se descompone no es ni por el endeudamiento ni por Grecia, sino por un obtuso liderazgo alemán en el diseño de un mecanismo de salvación manifiestamente errado, observa el periodista económico Robert von Heusinger. La zona euro está menos endeudada que otros grandes países industriales como Estados Unidos, Japón o el Reino Unido, y el 3% que Grecia aporta a la potencia económica de la eurozona es ridículo, dice.


¿Tiene Alemania mercados en Marte?
Alemania, afirma Jürgen Habermas, su filósofo vivo de mayor renombre, “se ha convertido en el acelerador de una desolidarización que afecta a toda Europa”. Sin fórmulas de justicia distributiva que nivelen la extraordinaria orgía de enriquecimiento y desigualdad protagonizada por la minoría más favorecida en los últimos treinta años, la eurocrisis no tiene una salida democrática, sugiere Habermas.


“Los alemanes han impuesto a todos una estrategia que funcionó con ellos: la orientación unilateral a la exportación y el crecimiento en el mercado exterior, lo tonto es que pasaron por alto que mientras no haya comercio con Marte el superávit de todos en la Tierra es imposible”, dice von Heusinger. La solución es todo aquello que el dogmatismo alemán estigmatiza como bestia negra: la “unión de transferencias”, el eurobono, y el control político sobre el Banco Central Europeo. Sin ello, desde luego, se saldrá de la crisis porque todas las crisis acaban un día u otro, pero mucho más tarde, y habrá que ver a qué precio.


Delors y el aterrizaje de Merkel
Desde el principio la crisis ha sido vista en Alemania como un problema de otros. Se ha presentado a la opinión pública como un asunto injusto consistente en el precio que Alemania debe pagar por errores y excesos ajenos. Se perdió de vista la perspectiva de una realidad interrelacionada. Eso cambió algo hace cuatro semanas, cuando, a la luz de la fuerte corrección a la baja de los pronósticos de crecimiento alemán para este año y el que viene, la canciller Angela Merkel aterrizó.


“Merkel comprendió entonces que si al euro le iba mal de verdad, eso tendrá consecuencias muy malas para Alemania”, explica Jacques Delors, 86 años y patriarca de la Unión Europea, en una entrevista con el Stuttgarter Zeitung. “Hasta entonces”, dice, “no estoy muy seguro de que Merkel comprendiera esa relación”. Ese cambio determinó que Merkel presentara su ofensiva europea: la concepción del “paquete completo” con un horizonte de reforma de los tratados de la Unión en clave única de disciplina presupuestaria, lo que amenaza con romper la zona euro en dos.


“El triunfo total de la Señora Merkel” en Bruselas sustituyó definitivamente el tradicional sistema de toma de decisiones con la Comisión Europea en el centro y lo sustituyó por un consenso franco-alemán en el que la posición francesa consiste en plegarse a la alemana, se queja Delors, que recuerda que con el método anterior, “Europa alcanzó sus progresos”. “Merkel prefiere el consenso entre países, lo que es un regreso a la monstruosa manera de hacer política del siglo XIX”, dice.


El aterrizaje de Merkel aún empeora más las cosas, pues su tardía consciencia de que hay que hacer algo por Europa – pues de lo contrario la propia Alemania se va al garete- le ha llevado a la peregrina idea de una quimérica germanización del continente vía la reforma de los “tratados de la Unión”. Bajo ese concepto, la canciller tiene en mente institucionalizar la austeridad, meter en todas las constituciones el límite de endeudamiento, crear un nuevo comisario fiscal europeo, un “Mister Austerity”, y cosas así.


Que el ama de casa suaba baile sevillanas
El simplismo de la canciller es asombroso: la crisis reducida a un problema de virtud denota una mentalidad “cateta” y provinciana de Europa, como ha dicho Felipe González. Merkel y Alemania no dejan de hablar del modelo del “ama de casa suaba”, el tópico de la “schwäbische Hausfrau”. Pretender convertir a griegos, españoles, portugueses, irlandeses, italianos y franceses, es decir a católicos y ortodoxos, en amas de casa suabas, denota una mentalidad corta, perfectamente homologable con el “España va bien” que el postfranquismo -incluyendo en él a sus ayudantes socialistas- construyó sobre ese desastre medioambiental de nuevo rico que designamos como “ladrillo” y que ha destrozado, literalmente, el aspecto de España.


El ama de casa suaba es todo lo contrario del espíritu meridional: es una administradora que cuida hasta el último céntimo de su presupuesto y que nunca gasta más (en realidad siempre mucho menos) de lo que puede. No hay duda de las virtudes generales de la “schwäbische Hausfrau”: si nuestros alegres hipotecados meridionales tuvieran algo de “schwäbische Hausfrau”, nunca se habrían metido a comprar pisos sin disponer ni siquiera de una fracción de su coste en el bolsillo. La reflexión tiene dos problemas muy serios.


Primero: el ladrillo no es únicamente resultado del cretinismo del consumidor celtíbero. No olvidemos que fue (es) un negocio para una minoría social de facinerosos inmobiliarios que no habría podido actuar sin un marco económico-legislativo concreto, en cuyo diseño el hipotecado consumidor no tuvo arte ni parte. Segundo: las virtudes y los defectos son siempre algo relativo.


Quien abrace por ejemplo la figura del ama de casa suaba, debe ser consciente de que su naturaleza podría ocasionarle verdaderas arcadas culturales. Se trata de algo tan básico como las diversas lecturas que un mismo rasgo merece en diferentes culturas. Lo que en Alemania y Holanda es elogiosa virtud ahorrativa, es el sur se lee como una garrapería miserable. En la tradición grecolatina –y no olvidemos que fue ella la que inventó el metro, el sentido de la mesura- el ama de casa suaba es un ser ruin e impresentable, por razones muy parecidas a las que en Alemania desagradan los hábitos económicos y sociales meridionales. Pretender imponer lo uno a los otros es, pura y simplemente, cargarse Europa. Y eso es lo que apunta la Señora Merkel: que el ama de casa suaba baile sevillanas, pero al revés.


Su idea de Europa no es muy diferente de la que ciertos políticos catalanes manifiestan sobre Andalucía y los andaluces (y estos, probablemente, sobre los marroquíes), con una falta de pudor extraordinaria que refleja su nivel: espíritu obtuso, provincialismo, limitación mental e incapacidad de ponerse en el lugar del otro… Con esos ladrillos, España, Europa y la simple convivencia humana son imposibles. En esta crisis podría estar en juego todo eso, ni más ni menos. Esa actitud no tiene, en cualquier caso, nada que ver con la idea que en los años cincuenta animó a los padres fundadores de la Unión Europea.


Principios en lugar de mercado
Aquella “Unión del carbón y del acero” transformó los materiales de la guerra en instrumentos de paz y reconciliación entre Francia y Alemania. Un veterano político alemán de aquella generación recordaba la semana pasada que entonces, cinco años después del fin de la guerra, “Alemania no se merecía nada”, pese a lo cual, “Francia nos tendió la mano con grandeza de miras”. Hoy la mentalidad es otra: la quimera de implantar al ama de casa suaba en Sevilla, Roma, Dublin o el Epiro. Y en el norte de la operación, una estrategia puramente nacional: que Alemania salga fortalecida de esta crisis, como repite Merkel. Los principios de la Europa social y ciudadana, han sido definitivamente sustituidos por la Europa de los mercados, la visión universalista francesa por un patoso provincianismo alemán, cuyos ecos se imitan en Barcelona. Que el Presidente de Francia se haya apuntado a ese discurso de la ejemplar virtud alemana –en su última entrevista televisada- recuerda que el problema no es nacional. Y ahí está el asunto.


En lugar de reconocer la enfermedad del sistema y sus complejas interrelaciones en las que nadie sale bien parado (el ladrillo español o americano financiado por la especulación internacional, con gran capital de la Europa virtuosa), se proponen ridículos cuentos de rollizas lecheras suabas e invitaciones a la ancestral pelea chovinista europea.


En medio de esta confusión, los alemanes ven claras dos cosas, de acuerdo con la última encuesta de Infratest: el 59% opina que el gobierno conservador ha perdido el norte, y el 82% declara que lo peor de la “crisis de endeudamiento” está por venir. Un 44% se siente personalmente afectado por la crisis. La opción de, “un control más fuerte sobre los bancos y mercados financieros” es la que tiene mayor apoyo: 92%. Esas opiniones no impiden una buena valoración de papel de Merkel en la crisis: un 58% cree que la canciller ha defendido bien los intereses de Alemania en Europa. Ese ambiguo aprobado en casa actúa como estímulo para mantener en Europa la “línea alemana”, que es la línea de un capital que no entiende su propio enredo.

Estados Unidos, Israel y el Reino Unido forman un triángulo agresivo contra Irán


En los últimos días ha habido un interés vociferante en Israel, EE.UU., y el Reino Unido para avivar las llamas de la "iranofobia" en lo que observadores ven una pista falsa para iniciar una catastrófica guerra en Medio Oriente.


El trío, que constituye un maligno triángulo en sus esfuerzos iranofóbicos, hn realizado manifiestamente reuniones secretas entre altos funcionarios de la seguridad y ha formado un frente unido contra Irán.


Un informe reciente en The Guardian reveló que el Jefe del Estado Mayor de Defensa británico, David Richards, visitó secretamente Tel Aviv durante la semana, celebró una serie de reuniones con altos funcionarios militares y de los servicios de inteligencia israelíes y les garantizó el inquebrantable apoyo de Gran Bretaña en caso de un ataque a las instalaciones nucleares de Irán. Además, los funcionarios británicos revelaron que el gobierno de EE.UU. está considerando la aceleración de planes de ataques selectivos a las instalaciones nucleares del país y que Gran Bretaña está preparada para tomar parte en el plan de un posible ataque.


De manera muy interesante, el ministro de defensa israelí, Ehud Barak, llegó a Londres el miércoles para mantener conversaciones con su homólogo británico, y es seguro Irán figura muy arriba en la agenda. La importancia de estas reuniones es que el alto funcionario militar británico no había visitado Israel durante una década. Por lo tanto, las recientes reuniones indican el reforzamiento de los vínculos de seguridad y militares entre los dos países.
Hace poco, un alto funcionario militar de EE.UU. que se dirigía a un foro en Washington dijo que Irán se ha convertido en la mayor amenaza para EE.UU. “La mayor amenaza para EE.UU., para nuestros intereses y nuestros amigos… se ha convertido en el foco y es Irán”.
Por coincidencia (¿qué raro?) ese mismo día (viernes) el presidente de Israel Shimon Peres también declaró algo que virtualmente tenía el mismo efecto, al decir que se aproxima la opción militar para impedir que Irán obtenga armas nucleares.


Cuando Channel Two News le preguntó si los acontecimientos se orientan hacia una opción militar en lugar de diplomática, Peres respondió: “Así lo creo, considero que los servicios de inteligencia de todos esos países miranel el reloj, y advierten a los dirigentes de que no queda mucho tiempo”.


Al respecto, el presidente francés Nicolas Sarkozy, honró una cumbre del G-20 de dirigentes mundiales en Francia con sus palabras concisas: “La conducta de Irán y su deseo obsesivo de adquirir (capacidad) nuclear militar viola todas las reglas internacionales… Si la existencia de Israel estuviera amenazada, Francia no se mantendría inactiva”.


El trío (sin contar a Francia) ha aumentado su retórica contra la República Islámica de Irán. Amenaza no es una palabra nueva para Irán y el país está preparado para lo peor, y como dijo el ministro de Exteriores de Irán Ali Akbar Salehi al margen de una conferencia de prensa en la ciudad libia de Bengasi: “EE.UU., desafortunadamente, ha perdido su sabiduría y prudencia en el manejo de los problemas internacionales. Depende solo del poder. Ha perdido racionalidad; estamos preparados para lo peor pero esperamos que lo pensará dos veces antes de colocarse en un camino de enfrentamiento con Irán”.


Una y otra vez, EE.UU. ha renovado su retórica vacua contra la República Islámica de Irán, repitiendo siempre las mismas afirmaciones: que Irán mantiene un programa clandestino de armas nucleares; que Irán apoya el terrorismo en la región; que Irán viola los derechos humanos; que si Irán adquiere la tecnología para producir armas nucleares creará la Tercera Guerra Mundial.


La reciente afirmación presentada contra la república islámica antes del informe de la próxima semana del organismo de vigilancia nuclear de la ONU es que Irán ha “construido un gran contenedor de acero para realizar pruebas con altos explosivos que podría utilizarse para armas nucleares”, y que Irán ha producido modelos de ordenador de una ojiva nuclear y otros detalles anteriormente no revelados sobre el supuesto trabajo secreto de Teherán en armas nucleares”. Una afirmación sigue a la otra contra la república islámica y se forma un triángulo agresivo a fin de preparar la escena de un ataque generalizado al país con el propósito de saquear sus recursos naturales.


Sin embargo Irán no se quedará tranquilo y no dejará en paz en paz a los invasores.
En agosto de 2011, un alto comandante del Cuerpo de Guardias Revolucionarios Iraníes, el brigadier general Ali Shadmani mencionó tres medidas efectivas para contrarrestar todo potencial acto de agresión:
  1. Como Israel es el patio trasero de EE.UU. Irán perturbará la paz en ese país. (La ausencia de paz en Israel ciertamente denegará la respuesta a EE.UU.
  2. Tomaría pleno control del Estrecho de Ormuz, la vía marítima por la que pasa el 40% de todo el petróleo comprado (aumentando así los precios del petróleo a un nivel desconcertante, asestando un fuerte golpe a una economía que ya está en deterioro).
  3. Mantendría bajo estricta observación todas las bases militares estadounidenses de Afganistán e Iraq. En caso de un ataque, Irán inhabilitará las tropas estacionadas en esas bases y las dejará discapacitadas para cualquier posible acción.
En último análisis, la agenda oculta de EE.UU. al crear la "iranofobia" es generar un espectro de apocalipsis nuclear en el mundo, invadir el país en alianza con Israel y el Reino Unido y otras potencias nefastas y finalmente tomar en sus manos la miríada de recursos de Irán que han codiciado durante tanto tiempo.


Ante la perversa alianza Israel-EE.UU.-Reino Unido, no se puede decir con seguridad quién es el más responsable de todos estos actos provocadores contra Irán, pero parece que el enano israelí está manipulando al gigante EE.UU.-Reino Unido.


Ismail Salami es un autor y analista político iraní. Escritor prolífico, ha escrito numerosos libros y artículos sobre Medio Oriente. 

Europa gravemente herida

El socialista Georgios Papandreou no quiso pasar a la historia de Grecia como el hombre que anuló la soberanía nacional para salvar a los banqueros y aceptó un estatus semicolonial para su país, con funcionarios extranjeros que controlarían su economía y su política. Para salvar su responsabilidad pidió un voto de confianza en el Parlamento y, sobre todo, convocó para diciembre un referéndum popular para que la ciudadanía decida si acepta o no el plan que, a costa de los griegos, permitiría a los grandes banqueros salir del brete donde se metieron. Después, tras perder su mayoría absoluta en el Parlamento y bajo presión franco-alemana, anuló el referéndum y tratará de formar un gobierno de unidad nacional con la derecha, aún más débil y desprestigiado que el actual. La Unión Europea (léase los capitales franco-alemanes y sus agentes gubernamentales), ante esa crisis, abandona a Grecia a su suerte (que la llevará, casi seguramente, a la cesación de pagos de la deuda, a la salida de la zona euro, la creación de una moneda propia y la devaluación de la misma -y, por consiguiente, de los ingresos de los griegos– y que podría llevarla, incluso, a una revolución).


Recordemos que Estados Unidos salvó a México, que tenía entonces menos de 100 millones de habitantes, con 55.000 millones de dólares durante la crisis llamada Tequila. Grecia, con cerca de 12 millones de habitantes, no pudo ser salvada ahora por una inyección de más de 200.000 millones de euros (280.000 millones de dólares). ¿Qué pasará entonces con países europeos grandes y poblados, como Italia y España, cuyas economías se tambalean y a los que los respectivos gobiernos aplican sangrías de caballo que las deprimen aún más? Si la Unión Europea no toma rápidamente grandes medidas preventivas, el derrumbe sucesivo de Italia, España y Portugal y el probable abandono del euro por los italianos, como prevé Paul Krugman, premio Nobel de Economía, podría resultar fatal.


Por eso la canciller alemana Angela Merkel sostiene ahora que lo esencial es salvar la zona euro, o sea, las finanzas europeas, porque la unión de Europa es en realidad no una unión de países y mucho menos aún de pueblos, sino una alianza conflictiva de capitales financieros. Ni siquiera es seguro que pueda lograrlo. Porque hasta ahora la Unión Europea perdió 280.000 millones de dólares, más otro tanto como resultado de la caída de las bolsas debido a la crisis griega. Y ni aún así pudo estabilizar a los bancos, que son insaciables y exigen continuas transferencias de los ingresos de la población hacia sus arcas. Aunque China, que es un gran socio comercial de la Unión Europea y tiene, por lo tanto, interés en que la misma se mantenga, acaba de ofrecer un refuerzo de 80.000 millones de euros (120.000 millones de dólares), ese aporte corre el riesgo de evaporarse como una gota de agua sobre una plancha caliente.


Además, para salvar la Unión Europea, el dúo Nicolas Sarkozy-Angela Merkel arrojan un salvavidas de plomo: el de la política recesiva y brutal de la reducción de los salarios indirectos (mediante cortes en educación, sanidad, asistencia social y aumentos en la edad de jubilación y de servicios e impuestos) e incluso de los salarios directos mientras el capital financiero especula con los precios de las materias primas agrícolas. El poder adquisitivo de los consumidores –y su expectativa de consumo– van hacia abajo mientras el costo de la alimentación y de los servicios aumentan. El resultado es un menor consumo interno en Europa en el momento en que la misma deberá pagar el sostén chino con concesiones políticas –como el reconocimiento de que China es una economía de mercado, tal como exige Pekín– lo cual facilitará grandemente las exportaciones chinas a la Unión Europea.
Hasta ahora, salvo en Grecia, donde las luchas son cada vez más masivas y decididas y podrían desembocar en un estallido social, los gobiernos europeos no deben enfrentar una oposición social masiva. A lo sumo ven crecer la oposición que a veces es de centro izquierda –como los social-liberales en Italia o los socialdemócratas en Francia– y otras de derecha, pero que en ninguno de los dos casos tiene otra propuesta económica que el continuismo de los planes del capital, apenas reformados y, por supuesto, ni piensa en una alternativa social. Si la crisis económica es profunda y gravísima, Europa políticamente es conservadora y socialmente recién comienza a despertar con algunas huelgas y movilizaciones y con el movimiento de los indignados.


Por consiguiente, y ante la falta de una amenaza social al poder capitalista, en el Grupo de los 20 se aprobarán medidas que aumentarán el nivel de los sacrificios que deberán hacer los trabajadores europeos, divididos aún horizontalmente entre nativos e inmigrantes y verticalmente por la competencia entre los que piensan sólo en su región o en su país sin percibir la necesidad de encontrar una solución común anticapitalista y de imponerla colectivamente. El cada uno para sí, el localismo, el nacionalismo, el racismo, el chovinismo que afectan a vastos sectores de los trabajadores europeos, son los principales sostenes de un capitalismo en crisis pero que conserva todavía la hegemonía cultural e ideológica y puede, por lo tanto, dominar a sus víctimas desunidas.


No basta pues con condenar al capitalismo como lo hacen los indignados, o con resistir con huelgas sus políticas y medidas como lo hacen algunos sindicatos. Es indispensable además organizar en toda Europa por sobre las fronteras y uniendo inmigrantes y nativos, con un programa anticapitalista alternativo de expropiación del capital financiero, de modificación radical del sistema impositivo, de sostén de los consumos populares y planificación común del desarrollo industrial. Este programa debe partir de que la crisis la deben pagar los que la causaron, de que los salarios y condiciones de vida son intangibles, de que al internacionalismo de las finanzas y las trasnacionales hay que oponerle el internacionalismo de los productores.

La cumbre del gatillazo griego


¿Cómo puede cambiar tanto el destino de un pueblo en el curso de una noche? Hace apenas una semana a los griegos se les ofrecía la oportunidad de votar en un referéndum si estaban o no dispuestos a aceptar los términos de un segundo rescate. Bastó la extorsión directa de Merkel y Sarkozy advirtiendo de que, en ese caso, se cancelaría el próximo pago de ocho mil millones de euros del primer fondo de rescate que ya había sido aprobado por la troika (y no sólo por Francia y Alemania), sumada a la invitación velada a salirse del euro, e incluso de la Unión Europea, para que donde dijo digo ahora Papandreu dijera diego y llamara a la formación de un gobierno de unidad nacional que, así y todo, se le está resistiendo.


Si, iluso de mí, tras aquella llamada al referéndum griego escribí que cuando la democracia entra por la puerta los mercados saltan por la ventana, la realidad acaba de demostrar que mercados y gobiernos han tejido una alianza contra los ciudadanos y son estos finalmente los defenestrados, y con ellos la democracia. Las expectativas que despertó el referéndum de que estuviéramos ante el primer paso para la recuperación de la soberanía frente a los mercados se truncaron en un soberbio gatillazo que ha dejado descolocados a quienes aún confiábamos en el poder de la democracia para cambiar los destinos impuestos.


Y es que no sólo la democracia ha muerto en Europa, sino que además las caretas de quienes la dirigen se han levantado. Ahora sabemos que muchos de nuestros gobernantes pertenecen a los mismos grupos de poder que gobiernan la economía mundial en la sombra (el Grupo Bilderberg, el Grupo de los Treinta o la Trilateral); ahora sabemos que, con cada rescate, no sólo se intervendrá el país sino que se impondrá un gobierno de unidad para gestionar las pocas decisiones políticas que aún puedan tomarse (ahí están, si no, Grecia o Italia para corroborarlo); ahora sabemos que la oposición solo podrá hacerse desde las calles porque, con ese sistema, hasta los débiles mecanismos de la democracia representativa nos han sido hurtados. Ahora sabemos, en definitiva, que gobiernan contra nosotros: los impotentes.


Y todo ello en el marco de una nueva reunión del G-20 que se podían haber ahorrado porque, para esos resultados, más vale que la hubieran celebrado por videoconferencia que sale más barato y genera menos trastornos.


Mientras que desde numerosas instancias se advierte del riesgo de profundización de la crisis como consecuencia de las medidas de austeridad impuestas en Europa; del estancamiento de una economía estadounidense en la que se han recuperado los beneficios a costa de los salarios; y de una China que, al tiempo que descubre qué es una burbuja, se hace la remolona para conseguir mercado y negocio a cambio de fondos el grupo del G-20 es incapaz de articular un plan de reactivación global.


En efecto, la Cumbre ha concluido con el compromiso por parte de Alemania y China de que estimularán su demanda interna para así tirar de la economía mundial. Cuánto, cómo, y sobre todo, cuándo nadie lo sabe. Eso sí, para Europa ni un euro más que luego se lo gastan en servicios sociales que no pueden mantener.


Alberto Montero Soler (amontero@uma.es ) es profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga y presidente de la Fundación CEPS. Puedes leer otros textos suyos en su blogLa Otra Economía.