El vicepresidente de Guatemala, Rafael Espada, informó sobre el hallazgo de documentos que evidencian los experimentos humanos ilegales que Estados Unidos (EE.UU.) realizó en su país, a través de los que infecto a cientos de ciudadanos con enfermedades venéreas hace 60 años.
“Los escritos demuestran y certifican la ejecución de pruebas ilegales en contra de personas”, señaló Espada, sin embargo, no dio más detalles sobre el contenido para no entorpecer las investigaciones.
El sitio Web Prensa Latina, reseñó que los documentos fueron encontrados en Guatemala y permanecen resguardados en secreto.
Fue en los archivos de la policía de entonces, donde se descubrieron algunos papeles, y otra parte fue ubicada en el hospital psiquiátrico.
También se encontraron notas periodísticas de la época cuando ocurrieron los hechos, entre 1946 y 1948, según el vicemandatario.
Espada indicó que es mucha la información recopilada hasta ahora, sin embargo, todavía falta más. Por ello, la comisión se tomará su tiempo en la búsqueda de más pruebas.
Entre 1946 y 1948 el doctor John Cutler inoculó a unas 712 personas con sífilis y a otras 41 con gonorrea, mientras que unos 142 soldados fueron infectados con chancro, entre otros. Este hecho provocó una profunda conmoción en Guatemala que la motivó a continuar con las investigaciones.
Al final resultaron infectados más de mil 500 guatemaltecos tomados como conejillos de indias, para conocer los efectos de medicamentos como la penicilina en el tratamiento de enfermedades venéreas.
Entre los afectados se identificó a enfermos mentales, soldados y prisioneros. Previamente, el experimento fue aplicado a prostitutas para utilizarlas como vía para el contagio, aunque no tuvo buenos resultados y entonces se contaminó también a las demás personas de manera directa.
La información salió a la luz pública el pasado mes de octubre, cuando la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, pidió disculpas al país centroamericano.
Tras las excusas, el presidente de la nación norteña, Barack Obama, se comunicó con su par guatemalteco, Álvaro Colom, para pedirle perdón.
“Esos actos no son parte de los principios y valores del pueblo de Estados Unidos”, indicó el mandatario remitido por la Secretaria de Estado de EE.UU., a la Cancillería de Guatemala.
En respuesta, el jefe de Estado guatemalteco calificó los experimentos como “crímenes de lesa humanidad”.
Durante la conversación, los dos mandatarios acordaron conformar una comisión bilateral para analizar los hechos, integrada por científicos de las dos naciones.
La comisión estudiaría una posible compensación para las víctimas que sobrevivieron a los experimentos o a los familiares.
El vicepresidente guatemalteco encabeza la comisión encargada de realizar las investigaciones acerca de los experimentos humanos ilegales por parte de EE.UU. en Guatemala.
Espada, por su parte, asegura que llegará al fondo del asunto pero dio un plazo de seis meses más para concluir el trabajo, para el cual esperan información enviada desde Estados Unidos.
En Estados Unidos fue donde se descubrieron los experimentos, a través de un informe médico de Salud Pública, en la que se señala un acuerdo suscrito por galenos de alto rango de la nación norteamericana con la Oficina Panamericana de Sanidad de ese momento.
El antiguo acuerdo fue descubierto por la profesora estadounidense del Wellesly College, Susan Reverby, quien encontró archivos antiguos cuando llevaba a cabo una indagación histórica sobre sífilis no Tratada en el Estudio Tuskegge.
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