lunes, 18 de julio de 2011

Más de 3.200 casos de asesinatos de civiles a manos de militares están en la impunidad

En Colombia, familiares de víctimas denuncian que los militares autores de los más de 3.200 (tres mil doscientos) casos de asesinatos de civiles, asesinados y presentados como “guerrilleros abatidos en combate”, conocidos como "falsos positivos", se encuentran en la total impunidad. De esos 3.200 casos de asesinatos de civiles por el ejército colombiano las condenas son casi inexistentes. Y de los escasísimos condenados, se sabe que terminan no en una cárcel, sino“cumpliendo su pena” en una base militar con canchas deportivas, restaurantes, piscinas y todas las comodidades (1). Como en la base militar de Tolemaida, en la que incluso algunos siguen cobrando sueldo militar, y entran y salen de la base sin ningún problema (2), hasta se ha podido filmar a los escasísimos militares condenados en vuelos comerciales, viajando por Colombia en total libertad, sin ningún personal de custodia.

· Cárceles Resort para militares: “Mi cabo Blandón se pudo ir tranquilo la Semana Santa con toda la familia para San Andrés. De allá trajo a varios unas camisetas de regalo muy bacanas"

Los militares “presos” en Colombia salen cuando quieren de la cárcel y van a pasar semanas en el Caribe, pagadas por el erario público (Ibíd. ).

Semanadescribe el “Tolemaida Resort”“Hay presos que pasaron vacaciones en San Andrés y Cartagena (…) Suboficiales y soldados no solo no fueron retirados del servicio, sino que siguen recibiendo en prisión parte del salario que normalmente devengaban y beneficios como seguir cotizando para pensión. Algunos se han pensionado. Algunos, incluso, han ascendido de rango en la cárcel (…) Varios de los condenados tienen allí sus negocios, como el teniente coronel (r) Orlando Pulido, condenado a 30 años como responsable de la masacre de La Cabuya, donde el 20 de noviembre de 1998 fueron asesinados cinco campesinos, entre ellos una mujer con siete meses de embarazo. El restaurante administrado por el exoficial se llama ‘Héroes’.(…) Las casas parecen más un campo de recreo que alojamientos de un penal. La gran mayoría tiene aire acondicionado, Internet y servicio de televisión satelital, entre otras comodidades”(Ibíd.)
  
En esas condiciones de “Resort” están torturadores, asesinos, violadores, responsables de masacres, y su comodidad es garantizada por los altos generales: “Llegaron los de las Afeur (Agrupación de Fuerzas Especiales Urbanas), de la IV Brigada de Medellín, condenados por la Operación Orión y desapariciones. También los de los Gaulas militares, condenados por 'falsos positivos' [asesinatos de civiles premeditados para disfrazar sus cadáveres], o los costeños del Batallón La Popa de Valledupar, por 'falsos positivos', y los de la VI Brigada, de casos como los [del asesinato de varios campesinos, en 2004, en] Cajamarca o las masacres [una serie de 20 ejecuciones, en 2003] de Viotá -cuenta uno de los internos-. Ahí los comandantes comenzaron a regalar quioscos para todos esos muchachos. Mi general Montoya regaló como unos cuatro o cinco a los soldados de las Afeur. Mi general Óscar González también gestionó para la construcción de otros ocho a diez quiosquitos. Ellos nos ayudaron mucho. Mi general Montoya estuvo por lo menos diez veces acá y mi general González, más de veinte veces. Siempre que venían a Tolemaida nos decían que qué nos faltaba (…), explica el interno.”(Ibíd.)


Los militares “presos” en Colombia se dan incluso el lujo de vivir por fuera de su cárcel dorada: “Entraban y salían libremente de su prisión y de Tolemaida, se daban el lujo de vivir por fuera del penal y de la base. Un caso es el del soldado profesional Santiago Escudero Uribe, condenado a 35 años de prisión por el asesinato de dos campesinos en Antioquia, a los que presentó como miembros del ELN muertos en combate. El soldado se quedaba con frecuencia en una de las lujosas fincas de ese conjunto (…) donde estaba su familia. Allí lo conocen como el propietario de varias panaderías en Melgar.” (Ibíd. ) 
Los militares condenados pasean en vuelos comerciales y viajan a las islas del Caribe: “Hace como un año, mi (cabo) primero Blandón Vargas Humberto se pudo ir tranquilo la Semana Santa con toda la familia para el hotel Kosta Azul en San Andrés. De allá trajo a varios unas camisetas de regalo muy bacanas", cuenta un soldado. Blandón fue capturado en 2001 y condenado a 40 años de prisión por el secuestro, tortura y homicidio de un grupo de campesinos en Antioquia, cuando hacía parte del Batallón Juan del Corral, adscrito a la IV Brigada.” (Ibíd.)

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