entreguistas y saqueadores......
Repsol, explotadora privilegiada del gas mexicano
Emilio
Godoy
IPS
La firma transnacional de origen
español Repsol, sacudida por la pérdida del control accionario de la petrolera
argentina YPF, ha recibido un trato preferencial en México, reflejado en dos
grandes contratos para explotación y abastecimiento de gas.
Una de esas concesiones la obtuvo en 2003 como única postulante, para
explorar y perforar un yacimiento de gas en la Cuenca de Burgos. El concurso fue
convocado por la firma estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), que, a su vez, posee
hoy 9,49 por ciento de las acciones del consorcio español. El otro contrato es
el acordado en 2007 con la empresa estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) para proveer de gas
natural licuado a sus plantas de las zonas centro y oeste de México.
“Esta penetración relativa de capitales españoles en México tiene que
analizarse en un contexto más amplio de la relación comercial entre ambos
países”, advirtió el académico Benjamín García, de la Facultad de Economía de la
estatal Universidad Nacional Autónoma de México. “Repsol ha tenido un
trato privilegiado, al igual que otras compañías de la industria eléctrica”,
aseguró a IPS. A pesar de ello, “los resultados de Repsol, evaluados por su
efecto productivo y ventajas macroeconómicas, son marginales y han estado
puestos bajo la lupa por su bajo rendimiento, sus altos costos y la falta de
transparencia”, criticó.
La Cuenca de Burgos es el mayor reservorio de gas del país no asociado
directamente al petróleo. Involucra una cadena de municipios en los
nororientales estados de Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila. En ese gran
yacimiento, en el que operan Repsol y otras firmas, están operativos 2.879
pozos de gas, con una producción promedio de 1.344 millones de pies cúbicos
diarios en 2011. Esto muestra un marcado descenso respecto de 2010,
cuando se extrajeron 1.478 millones, y de 2009, con 1.515 millones, según datos
de Pemex. La zona asignada a Repsol, a cambio de 2.437 millones de dólares,
abarca más de 3.500 kilómetros cuadrados y tendría una reserva de 57.000
millones de pies cúbicos de gas.
En tanto, el contrato transacción con CFE, por un valor de 15.000 millones de
dólares y un periodo de 15 años, consiste en el suministro de más de 67.500
millones de metros cúbicos de gas que se transporta de la planta de
licuefacción de Camisea, ubicada en el sur de Perú y propiedad de Repsol.
El compromiso contempla la provisión a CFE de 180 millones de pies cúbicos
diarios este año, 360 millones en 2013, otros 400 millones al año siguiente y
500 millones fijos a partir de 2015.
“El gobierno mexicano sigue una línea de pensamiento económico que
supone que la inversión extranjera dinamiza la economía, pero en realidad
ha dado resultados catastróficos”, señala el secretario de investigaciones del
no gubernamental Comité Nacional de Estudios de la Energía, Heberto Barrios.
“Esos negocios no tienen racionalidad económica, porque no se ha generado
valor”, sentenció este experto, cuya organización ha analizado la concesión de
contratos de exploración y explotación de Pemex a empresas privadas tanto en el
área gasífera como petrolera y de energía eléctrica.
En defensa de Repsol, el presidente de México, el conservador
Felipe Calderón, fue uno de los primeros en apoyar el duro cuestionamiento
del gobierno español a la decisión de Argentina de tomar el control de la
empresa YPF, cuyas acciones son en su mayoría propiedad de Repsol.
El anuncio hecho el 16 de este mes por la presidenta de Argentina, la
centroizquierdista Cristina Fernández, implica expropiar 51 por ciento de las
acciones de YPF, en manos de Repsol, y otras acciones colaterales, con el
argumento de que los hidrocarburos son de interés nacional. La medida, que
requiere aprobación parlamentaria en un proceso que marcha con viento a favor,
volverá a poner bajo control del Estado a esta petrolera, que es la principal
productora del país y que fue propiedad pública desde su fundación en 1922 y
hasta los años 90 cuando fue vendida en dos etapas a Repsol. Entre las
principales razones esgrimidas por Fernández se cuenta la merma en las
inversiones exploratorias y en la producción en Argentina de Repsol.
Expertos también critican las concesiones gaseras hechas en México a
firmas transnacionales, entre ellas Repsol, pues aseguran que no han
tenido mayor impacto en el mercado doméstico. Datos de Pemex indican que las
importaciones de gas subieron de 450,9 millones de pies cúbicos diarios en 2006
a 790,8 millones en 2011 y se calcula que este año llegará a 2.000 millones.
“Hay una paradoja. La Cuenca de Burgos sería la gran explotación de
gas para atender el mercado nacional y la exportación, pero se importa el
recurso caro de Perú. Por eso se tiene que revisar la viabilidad financiera
de estas alianzas”, planteó García. Las relaciones de Pemex con la transnacional
de origen español también han tenido problemas.
La estatal mexicana desembolsó 1.122 millones de euros (casi 1.500 millones
de dólares) en agosto de 2011 para aumentar su participación accionaría en
Repsol de 4,8 a 9,49 por ciento y buscó sin éxito, en alianza con la española
Sacyr, llegar a 29 por ciento.
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, y el gobierno de España lanzaron
entonces una campaña para frenar ese avance en Repsol, por considerarlo
atentatorio contra los intereses de ese país europeo. Sin embargo, la
conformación societaria actual de la firma, además de Pemex, incluye a
fondos de inversión extranjeros, con 42 por ciento, la banca española CaixaBank
con 12,83, Sacyr con 10,01 por ciento, capitales locales con 9,9 por ciento,
minoristas que suman 10,8 por ciento, y el resto son acciones de Repsol como
tal.
El gobierno de Calderón, a diferencia de lo ocurrido ahora con la
expropiación en Argentina, no se inmiscuyó en esa disputa empresarial y dejó a
Pemex librado a su suerte. En enero pasado, Pemex y Repsol suscribieron un
acuerdo de intenciones para una alianza comercial e industrial que aún no
se materializa. “Había mejores formas de inversión y el trabajo que hace Repsol
en este país lo podría hacer Pemex u otras empresas”, señaló Barrios.
Es que la transnacional española aparece también cuestionada en Cuba y
Venezuela, donde habría abandonado prospecciones por falta de capacidad
operativa, según se lee en cables diplomáticos de la embajada de Estados Unidos
en Venezuela, revelados en enero de 2011 por la organización Wikileaks.
Fuente: http://periodismohumano.com/economia/repsol-explotadora-privilegiada-del-gas-mexicano.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario