"Ya se habla de una base militar de EE.UU y un Plan
Perú"
La Brújula del Sur
El sostén de Humala son los
partidos que debieron ser su oposición. Fujimoristas retoman peso en el manejo
de las políticas públicas. Ollanta Humala se aleja de sus promesas de cambio y
de Unasur. Represión a quienes lo cuestionan.
El giro de Ollanta Humala a la derecha parece irreversible. Su acercamiento a
los gobiernos neoliberales, el alejamiento de las promesas electorales de
cambio y la posible presencia más activa de militares de Estados
Unidos, prefiguran un panorama nada alentador para los que votaron por una
“nueva opción” en este país andino.
“La velocidad con que se ha deteriorado el gobierno de Humala en Perú, a diez
meses de gestión, es impresionante” (2). Estas son palabras del
Congresista, hasta hace 10 días miembro del partido Gana Perú, Javier Diez
Canseco.
En entrevista para el programa La Brújula del Sur (3) dijo:
“Comienza a hablarse de una Base militar, presencia militar norteamericana más
activa en Perú, como la hay en Chile, como la hay en Uruguay. Hay quienes hoy,
en mi país, hablan de un Plan Perú, similar al de Colombia y existen sectores
conservadores que trabajan para eso”.
Para el congresista socialista, unos de los referentes de la izquierda
peruana, los problemas iniciaron cuando “Humala impuso ministros conservadores y
de derecha, contrarios a los compromisos de la Gran Transformación y la Hoja de
Ruta (plan de gobierno) y se agudizaron con ello las crisis de Apurímac y
Cajamarca”.
“El fujimorismo se ha visto fortalecido con éste gobierno en cuanto al manejo
de la cuestión pública”, dice.
Diez Canseco explica que el deterioro se debe a que “el sostén del gobierno,
de alguna u otra manera, han sido los sectores que teóricamente debían
representar la oposición a Ollanta Humala. Es decir, sus medidas vienen con el
apoyo de representantes del fujimorismo y del anterior gobierno del Apra (Alan
García), gobiernos muy marcados por las denuncias de corrupción”.
El balance que hace es preocupante: “12 muertos en conflictos sociales,
decenas de heridos (civiles y policías), varias zonas en estado de emergencia o
por estarlo (con recorte de derechos democráticos) y gobiernos municipales o
regionales hostigados, o simplemente intervenidos ilegalmente por el Ejecutivo
que abre y cierra el caño presupuestal a su antojo, mientras se judicializa y
detiene a quienes demandan soluciones y no reciben respuesta. También es terreno
fértil para el violentismo”
Y mientras…
Humala se va reunirse con el Parlamento Europeo. Allá lee su cartilla, "el
Perú es un país que respeta lo que firma", refiriéndose al Tratado de Libre
Comercio que rubricaron con Colombia y la Unión Europea, y se llena la boca
diciendo que su gobierno respeta los derechos humanos de sus ciudadanos.
Habló de sí mismo en tercera persona: “Ollanta Humala tiene 10 meses de
Presidente y siempre tuvo un discurso crítico a los TLC. Pero hoy, como
Presidente, tengo que respetar las políticas de Estado, y lo tenemos que hacer
bien, por eso creo firmemente que la suscripción de este acuerdo los va a
beneficiar a ustedes y a nosotros”.
¿A quién se refiere este presidente cuando dice nosotros?
Diez Canseco nos responde: “Este es otro ejemplo de promesas incumplidas por
Ollanta Humala. No revisó las políticas, ni los contratos de concesiones de
explotación de recursos naturales que resultan lesivos a los intereses peruanos.
No cumplió en buscar el fortalecimiento de Unasur y por el contrario firma el
Chile la Alianza del Pacífico que incluye a México, Colombia”.
Decepción
En Perú se viene repitiendo un fenómeno desde la caída de Fujimori. Cerca del
40% de los votantes apuestan por candidatos que se presentan como propuestas de
cambio y que reniegan de los partidos tradicionales. Sobre esa ola se
colgó Ollanta Humala.
“A principio el gobierno comenzó tímidamente con algunas propuestas de
cambio, pero paulatinamente fue incorporando practicas de claro continuismo del
modelo neoliberal. Incluyo en el gabinete a gente que no representaba a quienes
votaron por él”, dijo Diez Canseco.
Represión
Recientemente, el juez de la sala superior penal de Ica (Departamento ubicado
en la parte sur-central de este país, frente al océano Pacífico), Erasmo
Coaguilade, anunció la suspensión de la prisión preventiva que sufría el alcalde
de Espinar, Oscar Mollohuanca, detenido por orden del gobierno de Ollanta,
acusado de financiar las protestas en contra de la mega minería.
El alcalde fue “sembrado” según denunció para la Brújula del sur, el líder
del movimiento ecologista de izquierda Tierra y Libertad, Marco Arana
(4).
Pero los reclamos al gobierno de Humala no sólo vienen de los indignados por
su giro a la derecha. El martes hubo fuertes críticas contra el oficialismo
debido a que un fiscal ordenó “pinchar” el teléfono del congresista Luis
Galarreta, presidente de la comisión de Economía.
También el presidente del Gobierno de Cajamarca, Gregorio Santos, es
investigado de oficio por una fiscalía de Lambayeque por supuesto delito de
apología a la rebelión. El origen de la investigación está en unas
declaraciones de Santos en las que afirmó: “¿Qué se hace cuando un presidente
(Humala) no cumple sus promesas?”. Sus seguidores clamaron: “¡Lo sacan!”.
La guinda la puso el primer ministro Oscar Valdés (5), quien declaró
el lunes: “Lo que todos los peruanos debemos esperar es que nuestro presidente,
una vez elegido, ya debe olvidarse de sus promesas electorales. Debe gobernar
para el 100% de los peruanos”.
Un día más tarde negó haber dicho eso (6).
Si desea escuchar la entrevista completa al diputado peruano Javier Diez
Canseco, el AUDIO aquí: http://soundcloud.com/ labrujuladelsur1/entrevista-a- javierdiezcanseco
Para ampliar las informaciones:
Javier Díez Canseco es sociólogo y periodista, parlamentario 6 veces por
elección. Socialista y respetuoso de la diversidad. Es una persona con
discapacidad y activista de DDHH. Uno de los referentes de la izquierda peruana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario