lunes, 24 de septiembre de 2012

[VIDEO: 2h 34 min] En el programa "Grandes Temas" dirigido por Hollman Morris

Jefes paramilitares "Pedro Bonito" y "El Alemán" revelan sus nexos con el Gobierno de Uribe
Canal Capital

En declaraciones exclusivas a Canal Capital los jefes exparamilitares Freddy Rendón alías el "Alemán" y Raúl Hasbún alías "Pedro Bonito", acusan al gobierno del Ex presidente Álvaro Uribe Vélez de estar detrás del asesinato de los hermanos Carlos y Vicente Castaño. Según los jefes exparamilitares, el ex Comisionado de paz Luis Carlos Restrepo estuvo detrás del operativo para terminar con la vida de los hermanos Castaño. Además agregaron que Jaime Alberto Uribe, hermano menor del Ex presidente Álvaro Uribe, tenía vínculos con los paramilitares.



Raúl Hazbun – Pedro Bonito- o el cerebro de la paraeconomía como se le conoce, considera que no se conoció o se ha ignorado la vinculación de varios sectores de la sociedad – políticos, empresarios y militares – con el paramilitarismo. Afirma que no se ha tenido en cuenta el contexto de Urabá porque ellos no son los únicos culpables de la situación responsabilizando al Estado colombiano a través de la gobernación de Antioquia a cargo de Uribe Vélez de haber colaborado con ese proceso.

Manifiestan los jefes paramilitares que – por ejemplo - el programa de paz de la gobernación de Antioquia de la época que estaba a cargo de Tomas Concha desmovilizó al grupo del EPL liderado por Sarley, Giovanni y Gonzalo y los puso al servicio de los paramilitares en una especie de reciclaje de estos combatientes. Acusan a la dirigencia política y empresarial de la región y a la trasnacional Chiquita Brands de ser los hombres detrás del paramilitarismo. Dicen además que el modelo aplicado por la gobernación de Antioquia, que en esa época estaba en cabeza de Uribe Vélez se hizo extensivo al resto del país y sirvió para suplir la incapacidad del Ejército para combatir la guerrilla y defender los intereses de las empresas

Reafirmándose en sus acusaciones al empresariado dice el Alemán que el país necesita conocer la verdad sobre la responsabilidad en la guerra porque según este jefe paramilitar él no hubiera podido realizarla si no hubiera contado con su financiación y apoyo. Dicen estos jefes paramilitares que esa complicidad de empresarios, militares y clase política con el paramilitarismo se ha sabido toda la vida pero que se tapado. Para el Alemán sectores de la clase política les apoyaron y actuaron para que el paramilitarismo fuera aceptado por la opinión pública y para promover el apoyo de los militares. De otra manera afirma les hubiera sido imposible sostener la guerra con las FARC. Acusan a los gremios ganadero, bananero, palmicultor, maderero y empresas como Muebles y Triplex Pizano y dicen que a pesar de haber realizado los señalamientos correspondientes a la Fiscalía no se está investigando esta parte. Exigen esos paramilitares que todos pongan la verdad sobre la mesa y que no se envejezca para algunos.
“No nos pueden culpar de todo lo que pasó porque fue el mismo Estado el que nos armó y nos convenció de que la única salida era la guerra”, aseguró Raúl Hazbun. En sus declaraciones señala que hasta la iglesia estuvo comprometida con el paramilitarismo y no como mediadora exclusivamente. Afirma que la iglesia tuvo “voluntad de paramilitarismo”. Mencionando el nombre del obispo de Urabá Isaías Duarte Cancino dice que no lo vio como mediador si no como participe del conflicto, acotando que hubo padres en Urabá que tuvieron negocios de tierras con el paramilitarismo pero que no profundiza ahora en el tema porque lo quiere hacer primero con Justicia y Paz.
Demandan los jefes paramilitares que más que ver los fusiles de la guerrilla sobre una mesa se necesita saber la verdad y crear un clima de reconciliación que cuente con la participación de todos los actores.
Afirma Freddy Rendón Herrera, el Alemán, que en cabeza del presidente Álvaro Uribe Vélez y un grupo cercano a él está la responsabilidad de la muerte de los hermanos Castaño y está la extradición de los jefes paramilitares para acallar esas verdades. Acusan a Luis Carlos Restrepo de promover uniones de paramilitares y militares para hacer la guerra contra otros jefes paramilitares. Dicen que las informaciones de esos crímenes y alianzas vendrán de los EE.UU porque en Colombia no se permitió que esas personas hablaran. Dicen los paramilitares que Uribe fue demasiado hábil pero que él está detrás de todo lo que rodea al fenómeno del paramilitarismo.
Consideran que a Carlos y Vicente Castaño y Rodrigo García - Doble Cero - era necesario sacarlos del proceso por todo lo que conocían sobre los sectores responsables de la guerra sucia y el paramilitarismo en Colombia. La verdad de todo lo que conocía Carlos Castaño era útil para el país pero no para todos aquellos que los apoyaron, manifiestan los jefes paramilitares.
Según el Alemán Don Berna le dijo que la muerte de Vicente Castaño fue un favor a Uribe Vélez y una petición expresa hecha por Luis Carlos Restrepo. En esa guerra sucia librada al interior de las autodefensas jugo también un papel importante el General Mario Montoya y afirma que Danielito – jefe de la banda de Envigado – fue sacado expresamente de la cárcel para que participara de esos trabajos a través de un pacto que oportunamente será aclarado por los extraditados.
Sindican que Jaime Alberto Uribe - el Pecoso Uribe, hermano de Álvaro Uribe – lo movilizó a reuniones con Vicente Castaño pero que él directamente no tuvo contacto con ellos porque siempre fue muy hábil, muy inteligente y muy informado de todo lo que pasaba, aclarando que debe ser la justicia la juzgue porque todo lo que hay alrededor de él huele a paramilitarismo.
Dicen que tal vez el país creerá que esas declaraciones son nuevas pero que no es así porque desde hace varios meses vienen hablando con Justicia y paz de esos hechos. Quizás algunos digan porqué creerle a bandidos y Uribe dirá yo los extradite pero según ellos todas estas cosas hacen parte de la verdad que el país espera y podría ayudar a la reconciliación y que Uribe se niega a reconocer. Se consideran mercancía de un Estado que los utilizó y están poniendo sobre la mesa sus cartas pero son escépticos porque este país según ellos es el único en donde cierran fiscalías o despiden fiscales para que no se sepa la verdad.
Afirman que sus familias están siendo amenazadas por estas declaraciones y esperan que el Estado garantice su seguridad y de la gente que ha hecho parte de las autodefensas.

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