lunes, 5 de noviembre de 2012

Las mechas del polvorín

El Gran Tablero: Los puntos de conflicto de la tercera guerra mundial
Medio Oriente, Eurasia, África, Europa del Este, Son teatros de un desenlace encadenado de conflictos intercapitalistas por los mercados, el petróleo y los recursos estratégicos del planeta. Son guerras, o sub-guerras, con dos motivaciones centrales: Los negocios de los bancos y empresas capitalistas (que compiten por los mercados mundiales), y la supervivencia futura de las superpotencias del "nuevo orden" que compiten por el control del planeta. En un escenario de crisis capitalista global la resolución de estos frentes de conflicto, en uno solo, conducen a la tercera guerra mundial.

Por Manuel Freytas (*)manuelfreytas@iarnoticias.com
Informe especiaL

Los desenlaces se retrasan, pero las causas y los intereses estratégicos determinantes están. No desaparecieron. Diferentes teatros de conflicto militar surgen y se suceden escalonadamente (sin que todavía se toquen) en África del Norte, Eurasia o Medio Oriente.
La llamada "primavera árabe", Libia, las operaciones terroristas de EEUU y las potencias en Siria, Irán e Israel, son piezas claves de un mismo proceso cuyo estallido puede producir un efecto encadenado no solamente en la región sino a escala global.
 
Algunos conflictos como el de Irán-Israel, el Cáucaso, la crisis de los misiles EEUU-Rusia, el conflicto entre las dos Coreas, solo están desactivados en el plano militar provisoriamente. A la espera del desenlace, mientras las potencias buscan diferentes "salidas" con negociaciones de paz o acuerdos diplomáticos que eviten una confrontación militar abierta desfavorable para sus intereses.
Las cuestiones estratégicas (y de desenlace conflictivo) que definen y priorizan las líneas matrices del orden capitalista internacional en crisis tiene claramente tres protagonistas centrales:
A) EEUU, Unión Europea y el "eje occidental" (bloque dominante del capitalismo que extiende sus tentáculos para apoderarse de los recursos energéticos, rutas y mercados de Eurasia, Africa y Medio Oriente).
B) Rusia, China y el "eje asiático" (Bloque del capitalismo emergente que disputa una (por ahora) guerra comercial por áreas de influencia con el eje USA-UE que genera roces y conflictos militares localizados y a escala global, como el de Georgia, en el Cáucaso).
C) Irán y el "eje islámico" (Bloque de países asentados sobre más del 80% de las reservas mundiales del petróleo y de los recursos estratégicos en disputa).
Estos tres bloques centrales van a definir (a modo de desenlace, y cuando la crisis económica global se retroalimente con la crisis energética global ) un escenario estratégico de tercera guerra mundial intercapitalista que tendrá como detonante claves los distintos frentes de conflicto que hoy se extienden por Eurasia, Africa y Medio Oriente.
La llave estratégica que convierte a estos frentes de conflicto en UNO SOLO, es Irán y el conflicto del mundo islámico con Israel, por una lado, y por otro el proceso de "rebeliones democráticas" árabes" que divide y enfrenta a las principales potencias islámicas entre sí, y balcaniza el mundo árabe islámico en un frente "occidental" (Arabia Saudita y Turquía), y otro "islamista" (Irán, Siria, Afganistán y Pakistán) y conforman la mecha de encendido hacia cualquier desenlace militar futuro en Eurasia, Medio Oriente y África.
El elemento fundamental que define y da sustento a la contradicción fundamental (que va a precipitar el desenlace) es el petróleo junto con los recursos estratégicos, como es el caso del agua y la biodiversidad, claves y esenciales para el funcionamiento global del sistema capitalista, cuyas reservas se agotan sin que todavía se hayan conseguido alternativas para sustituirlo.
Todos los conflictos que hoy se desarrollan en el planeta (sean de orden político, militar o social) abrevan en forma subsidiaria en esa guerra subterránea intercapitalista por el control de los recursos estratégicos claves para la supervivencia futura de las potencias capitalistas.
La madre de todas las guerras
En general, todo los que EEUU y la UE presentan como "guerra contra el terrorismo" en los escenarios de Asia, Africa o Medio Oriente, son conflictos fabricados (por la CIA y los servicios occidentales) como estrategia de posicionamiento sobre determinadas fuentes de recursos o zonas de control geopolítico militar.
En el terreno geoeconómico, la razón central de las disputa son las fuentes y las rutas de la energía y del petróleo, y las alianzas por el control de los mercados.
Rusia y China (en planos separados) disputan con EEUU y la Unión Europea una guerra por áreas de influencia económica y conquista de mercados que se extiende por Asia, Medio Oriente, África y América Latina.
Debajo de este centro gravitante (el ombligo de la tercera guerra mundial) se ubican, a modo de emergente encadenado, todos los conflictos (militares, políticos o económicos) que se suscitan y están activos en Asia, Africa, Europa y América Latina.
Este es el punto central para entender ordenada y lógicamente los últimos movimientos de piezas que está realizando EEUU, tanto en el espacio ruso como en el espacio chino.
Además, en la agenda militar y geopolítica del espacio asiático Pekín, igual que Moscú, se sitúa en las antípodas del proyecto estratégico del eje EEUU-UE que militarizó la región euroasiática para desestabilizar las redes energéticas de Rusia, de las cuales China es la principal beneficiaria.

En ambos espacios (el ruso y el chino) la expansión militar y la guerra psicológica mediática del eje "occidental" USA-UE son ejercidas como medio de presión en la guerra por los mercados y los recursos estratégicos, principalmente energéticos.
En lo geoeconómico, se trata de una guerra por el control de las redes de oleoductos (corredores energéticos) euroasiáticos donde China juega su supervivencia al lado de Rusia.
Los lineamientos del "nuevo orden mundial" construido sobre la base del control de mercados y recursos estratégicos es, fundamentalmente, un orden creado para que las trasnacionales, los bancos, las petroleras y la armamentistas capitalistas, hagan "negocios".
En el Gran Tablero geopolítico militar del "orden mundial" vigente, la generación de una próxima guerra intercapitalista (como emergente de diversos teatros de conflicto armado escalonados) cuenta con tres elementos detonantes interactivos:
A) La necesidad de EEUU y de las potencias aliadas (eje USA-UE) de generar por medio de un conflicto militar un nuevo polo de desarrollo productivo (economía de guerra) con empleo de mano laboral masiva para superar la crisis financiera recesiva que colapsa las economías del sistema a escala global.
B) Asegurar el control militar sobre el petróleo y los recursos estratégicos perecederos del planeta que le garantice su supervivencia como potencia hegemónica.
C) Impedir que los enemigos fundamentalistas de Israel y de las potencias hegemónicas cuenten con un gatillo nuclear capaz de lanzar un Apocalipsis sobre sus metrópolis imperiales.
En las antípodas de esta guerra intercapitalista, el eje Moscú-Pekín (más Teherán), desafiando la hegemonía europeo-estadounidense, trazaron acuerdos militares estratégicos y consolidaron un bloque militar y económico común en Asia, en abierto reto a la OTAN.
En ese juego, el "Gran Juego", Moscú y Pekin mueven sus propias piezas en el teatro de operaciones de la guerra intercapitalista por áreas de influencia que se disputa (en distintos niveles operativos) desde Eurasia y los ex espacios soviéticos hasta el Medio Oriente.
Estos frentes de conflicto, sintetizados en un solo, resumen y vinculan todos los conflictos (latentes o activados) de Asia, África, Medio Oriente y Europa del Este.
Es el conflicto central, el gran hilo conductor, la madre de todas las guerras.



 

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