El Gran Tablero: Los puntos de conflicto de la tercera guerra
mundial
Medio
Oriente, Eurasia, África, Europa del Este, Son teatros de un desenlace
encadenado de conflictos intercapitalistas por los mercados, el petróleo y los
recursos estratégicos del planeta. Son guerras, o sub-guerras, con dos
motivaciones centrales: Los negocios de los bancos y empresas capitalistas (que
compiten por los mercados mundiales), y la supervivencia futura de las
superpotencias del "nuevo orden" que compiten por el control del planeta. En un
escenario de crisis capitalista global la resolución de estos frentes de
conflicto, en uno solo, conducen a la tercera guerra
mundial.
Por Manuel Freytas
(*)manuelfreytas@iarnoticias.com
Informe especiaL
Informe especiaL
La llamada "primavera árabe", Libia, las operaciones terroristas de
EEUU y las potencias en Siria, Irán e Israel, son piezas claves de un mismo
proceso cuyo estallido puede producir un efecto encadenado no solamente en la
región sino a escala global.
Algunos conflictos como el de Irán-Israel, el Cáucaso, la crisis de
los misiles EEUU-Rusia, el conflicto entre las dos Coreas, solo están
desactivados en el plano militar provisoriamente. A la espera del desenlace,
mientras las potencias buscan diferentes "salidas" con negociaciones de paz o
acuerdos diplomáticos que eviten una confrontación militar abierta
desfavorable para sus intereses.
Las cuestiones
estratégicas (y de desenlace conflictivo) que definen y priorizan las líneas
matrices del orden capitalista internacional en crisis tiene claramente
tres protagonistas centrales:
A) EEUU, Unión Europea y el "eje
occidental" (bloque dominante del capitalismo que extiende sus
tentáculos para apoderarse de los recursos energéticos, rutas y mercados de
Eurasia, Africa y Medio Oriente).
B) Rusia, China y el "eje asiático"
(Bloque del capitalismo emergente que disputa una (por ahora) guerra
comercial por áreas de influencia con el eje USA-UE que genera roces y
conflictos militares localizados y a escala global, como el de Georgia, en el
Cáucaso).
C) Irán y el "eje islámico" (Bloque
de países asentados sobre más del 80% de las reservas mundiales del petróleo y
de los recursos estratégicos en disputa).
Estos tres bloques centrales van a definir (a modo de desenlace, y
cuando la crisis económica global se retroalimente con la crisis
energética global ) un escenario estratégico de tercera guerra mundial intercapitalista que tendrá como
detonante claves los distintos frentes de conflicto que hoy se extienden por
Eurasia, Africa y Medio Oriente.
La llave estratégica que convierte a estos
frentes de conflicto en UNO SOLO, es Irán y el conflicto del mundo islámico
con Israel, por una lado, y por otro el proceso de "rebeliones
democráticas" árabes" que divide y enfrenta a las principales potencias
islámicas entre sí, y balcaniza el mundo árabe islámico en un frente
"occidental" (Arabia Saudita y Turquía), y otro "islamista" (Irán, Siria,
Afganistán y Pakistán) y conforman la mecha de encendido hacia cualquier
desenlace militar futuro en Eurasia, Medio Oriente y África.
El elemento fundamental que define y da sustento a la contradicción
fundamental (que va a precipitar el desenlace) es el petróleo junto con los
recursos estratégicos, como es el caso del agua y la biodiversidad, claves y
esenciales para el funcionamiento global del sistema capitalista, cuyas reservas
se agotan sin que todavía se hayan conseguido alternativas para
sustituirlo.
Todos los conflictos que hoy se desarrollan en el planeta (sean de
orden político, militar o social) abrevan en forma subsidiaria en esa guerra
subterránea intercapitalista por el control de los recursos estratégicos
claves para la supervivencia futura de las potencias
capitalistas.
La madre de todas las guerras
En general, todo los que EEUU y la UE presentan como "guerra
contra el terrorismo" en los escenarios de Asia, Africa o Medio Oriente, son
conflictos fabricados (por la CIA y los servicios occidentales) como estrategia
de posicionamiento sobre determinadas fuentes de recursos o zonas de control
geopolítico militar.
En el terreno geoeconómico, la razón central de las disputa son las
fuentes y las rutas de la energía y del petróleo, y las alianzas por el
control de los mercados.
Rusia y China (en planos separados) disputan con EEUU y la Unión
Europea una guerra por áreas de influencia económica y conquista de mercados que
se extiende por Asia, Medio Oriente, África y América Latina.
Debajo de este centro gravitante (el ombligo de la tercera
guerra mundial) se ubican, a modo de emergente encadenado, todos los conflictos
(militares, políticos o económicos) que se suscitan y están activos en Asia,
Africa, Europa y América Latina.
Este es el punto central para entender ordenada y lógicamente los
últimos movimientos de piezas que está realizando EEUU, tanto en el espacio
ruso como en el espacio chino.
Además, en la agenda militar y geopolítica del espacio asiático
Pekín, igual que Moscú, se sitúa en las antípodas del proyecto estratégico del
eje EEUU-UE que militarizó la región euroasiática para desestabilizar las redes
energéticas de Rusia, de las cuales China es la principal beneficiaria.
En ambos espacios (el ruso y el
chino) la expansión militar y la guerra psicológica mediática del eje
"occidental" USA-UE son ejercidas como medio de presión en la guerra por los
mercados y los recursos estratégicos, principalmente energéticos.
En lo geoeconómico, se trata de
una guerra por el control de las redes de oleoductos (corredores energéticos)
euroasiáticos donde China juega su supervivencia al lado de Rusia.
Los lineamientos del "nuevo
orden mundial" construido sobre la base del control de mercados y recursos
estratégicos es, fundamentalmente, un orden creado para que las trasnacionales,
los bancos, las petroleras y la armamentistas capitalistas, hagan "negocios".
En el Gran Tablero geopolítico
militar del "orden mundial" vigente, la generación de una próxima guerra
intercapitalista (como emergente de diversos teatros de conflicto armado
escalonados) cuenta con tres elementos detonantes interactivos:
A) La necesidad de EEUU y de las
potencias aliadas (eje USA-UE) de generar por medio de un conflicto militar un
nuevo polo de desarrollo productivo (economía de guerra) con empleo de
mano laboral masiva para superar la crisis financiera recesiva que colapsa las
economías del sistema a escala global.
B) Asegurar el control
militar sobre el petróleo y los recursos estratégicos perecederos del
planeta que le garantice su supervivencia como potencia hegemónica.
C) Impedir que los enemigos
fundamentalistas de Israel y de las potencias hegemónicas cuenten con un
gatillo nuclear capaz de lanzar un Apocalipsis sobre sus metrópolis
imperiales.
En las antípodas de esta guerra
intercapitalista, el eje Moscú-Pekín (más Teherán), desafiando la hegemonía
europeo-estadounidense, trazaron acuerdos militares estratégicos
y consolidaron un bloque militar y económico común en Asia, en abierto reto
a la OTAN.
En ese juego, el "Gran Juego",
Moscú y Pekin mueven sus propias piezas en el teatro de operaciones de la guerra
intercapitalista por áreas de influencia que se disputa (en distintos niveles
operativos) desde Eurasia y los ex espacios soviéticos hasta el Medio Oriente.
Estos frentes de conflicto,
sintetizados en un solo, resumen y vinculan todos los conflictos
(latentes o activados) de Asia, África, Medio Oriente y Europa del Este.
Es el conflicto central, el gran
hilo conductor, la madre de todas las guerras.
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