El presidente Alan García anunció que en caso de agravamiento de la salud del exdictador Alberto Fujimori, el hombre que ayudó a instalarse en Palacio de Gobierno, convocaría a un referéndum para que el pueblo decida si el encarcelado puede ser puesto en libertad.
“Me niego a ser un carcelero cruel, por eso soy muy cuidadoso de no maltratar a una persona que puede tener una sentencia. Si la situación se agravara, habría que consultar con el país porque es un tema nacional, no depende de mí”, declaró en una entrevista concedida a un diario local.
García también hizo un balance de los indultos que realizó durante su mandato y mencionó que no le guarda rencor a Fujimori por no haberle permitido asistir al entierro de su padre, tras ser acusado de enriquecimiento ilícito, cargos que prescribieron por su ausencia del país.
“Yo he indultado a 6000 personas porque considero que más allá de la sentencia que reciben las personas, la situación de las cárceles es una doble penalidad. Vamos ayudando a alguna gente y cuando haya personas que tienen más de 70 años y argumentan estar enfermos, soy un ser que cree en esas cosas y soy un hombre de corazón”, indicó.
Alberto Fujimori, de 72 años, fue condenado a 25 años de prisión por ser autor mediato de 25 asesinatos y dos secuestros cometidos durante su gobierno (1990-2000). Por ello se encuentra recluido en el cuartel de la División de Operaciones Especiales (Dinoes) de la Policía Nacional del Perú, desde su extradición de Chile en el 2007.
La secretaria ejecutiva de la Coordinadora Nacional de derechos humanos, Rocío Silva Santisteban, calificó la propuesta del mandatario como un despropósito a todo nivel en un contexto de campaña electoral y la persistencia de problemas que todavía no se han resuelto en los aspectos económico y social.
“Primero, realizar un referéndum sería una pérdida de dinero inmenso en las actuales circunstancias. Segundo, esa propuesta es totalmente inadecuada en un momento donde lo más importante es el debate electoral entre los candidatos, a menos que quiera favorecer a Keiko Fujimori”, dijo.
También se refirió a la frase “no ser cruel” que Alan García utilizó para justificar un eventual indulto a Alberto Fujimori. “Tampoco quiso ser cruel cuando indultó a Crousillat. Más bien debería de pensar en no favorecer a una persona que se encuentra encarcelada por delitos de lesa humanidad”, sostuvo.
Añadió que el gobierno actual se caracterizó por despreciar cualquier medida a favor de los derechos humanos. “Alan no quiso recibir el dinero aportado por Alemania para construir el Museo de la memoria. Tampoco ha realizado nada para ver las reparaciones civiles de las víctimas del terrorismo y de las incursiones militares”, explicó.
En ese sentido, precisó que la Comisión Multisectorial de Alto Nivel (CMAN), que depende de la Presidencia del Consejo de Ministros, no ha cumplido desde el 2007 con el encargo de establecer las reparaciones a las víctimas de la violencia y el terror.
A su turno, la abogada de la Asociación Pro derechos humanos (Aprodeh), Gloria Cano, expresó que Alan García quiere utilizar como pretexto la salud de Fujimori para cumplir con un pacto que tiene con el Fujimorismo para cubrir las denuncias por violación a los derechos humanos que ambos gobiernos han tenido.
“Alan planea primero crear un debate de si se debe o no indultar a delincuentes condenados por delitos de lesa humanidad como Alberto Fujimori y los militares del Grupo Colina. Después, el plan es liberarlos”, advirtió.
La abogada de Aprodeh indicó que un posible indulto al reo Fujimori crearía un mal precedente legal, consistente en liberar a personas condenadas por delitos de lesa humanidad mediante un referéndum.
“Si bien el Presidente de la República tiene facultad para indultar a un reo por razones humanitarias, esto no puede favorecer a una persona que desde prisión dirige la campaña electoral de un grupo político como Fuerza 2011. Por ese motivo, varios miembros del Grupo Colina siguen pidiendo la conmutación de sus penas”, reveló.
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