¡Cierren la manguera!
Científicos de la Universidad de Cambridge (en colaboración con la Universidad de Oxford y el Centro Hadley, en un proyecto coordinado por la Universidad de Bristol) han estado desarrollando un conducto gigantesco a modo de manguera, sostenida por un inmenso globo y apuntando al cielo. El propósito de esta /manguera/ es arrojar partículas a la estratósfera para bloquear la luz del sol, supuestamente para disminuir los efectos del calentamiento global. El experimento, que se tiene planeado realizar entre octubre y noviembre de 2011, utilizará un gigantesco globo de helio para elevar un prototipo de manguera (con una longitud de un kilómetro) al cielo y después, rociar agua a través de ella (como sustituto de las sustancias químicas que rociaría la manguera en su aplicación final).
Esto es parte de un proyecto de investigación financiado con 1.6 millones de libras esterlinas, titulado SPICE (/Stratospheric Particle Injection for Climate Engineering/ o Inyección Estratosférica de Partículas para la Ingeniería del Clima) financiado por el Consejo de Investigación en Ingeniería y Ciencias Físicas. Los investigadores del proyecto SPICE no han divulgado con exactitud el lugar o la fecha en que este controvertido experimento tendrá lugar.
“La realización de estas pruebas dañarán severamente la credibilidad del Reino Unido —y la de Europa— en las negociaciones climáticas que ocurrirán a fines del presente año en Durban, Sudáfrica, así como en la Cumbre de la Tierra del próximo año en Río de Janeiro, Brasil”, declaró Pat Mooney, Director Ejecutivo del Grupo ETC, desde Ottawa, Canadá. “Al permitir la realización de este experimento, el Reino Unido socava las discusiones intergubernamentales sobre la geoingeniería, las cuales el propio gobierno británico apoya financieramente y en las cuales también participa activamente. Esta provocación, altamente dañina, perjudicará las negociaciones en el seno de las Naciones Unidas, socavando las negociaciones multilaterales. El gobierno británico debe detener este experimento ahora y pronunciarse claramente en el sentido de que no apoyará ningún experimento de geoingeniería mientras continúen las negociaciones internacionales. Personalmente abordaré el tema ante representantes gubernamentales, parlamentarios y grupos de la sociedad civil la próxima semana, en Bonn, Alemania y Bruselas, Bélgica, durante las discusiones que mantendremos como parte de nuestra preparación rumbo a la Cumbre de la Tierra, Río 2012”.
No existe una decisión oficial que permita realizar actividades de “manejo de la radiación solar” [solar radiation management] y, por tanto, no hay por qué probar la eficacia de un equipo diseñado para implementar algo que no está permitido.
Existen muchas razones por las cuales este experimento no debe ser autorizado:
El Convenio sobre Diversidad Biológica de Naciones Unidas (CDB) adoptó una moratoria las actividades de geoingeniería en 2010, en Nagoya, Japón y este experimento contraviene el espíritu, si no la letra, de esa decisión. No ha habido transparencia de parte de los investigadores involucrados en el experimento, como lo muestra su negativa a revelar el lugar, la fecha o los fundamentos y antecedentes científicos relativos al experimento.
Aunque parezca inocuo rociar agua de mar por medio de una manguera, el plan final es lograr la capacidad de arrojar un estimado de 10 millones de toneladas de aerosoles a la estratósfera, esto es, a 20 kilómetros de altura sobre la superficie terrestre. Este experimento sólo constituye la Fase I de un plan mucho mayor que podría tener consecuencias devastadoras, entre las cuales se incluyen cambios sustanciales en los patrones climáticos, como podrían ser sequías severas con consecuencias mortales.
Fuente: www.etcgroup.org
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