viernes, 7 de octubre de 2011

El antiguo régimen iraquí y el gobierno posterior a la invasión: una comparación


Los responsables políticos que han accedido a gobernar Iraq después de la invasión de Estados Unidos en 2003 no dejan de hablarnos del sufrimiento de Iraq durante el despótico régimen del ex dirigente Sadam Husein que duró tres décadas. 

Incluso culpabilizan al antiguo régimen de sus fracasos en la dirección —que desde luego son demasiados para contabilizarlos.

Es de conocimiento común en casi todo el mundo que el antiguo régimen desperdició energía, recursos y la riqueza de Iraq en guerras y gastos militares.

El pueblo iraquí anhelaba el cambio y cuando el régimen despótico de Sadam Husein fue derrocado, se puede decir que los iraquíes de diferentes sectores de la vida se sintieron felices de ver el fin de la dictadura con la esperanza de una nueva era de prosperidad.

Pero muchos iraquíes se preguntan si el cambio ha traído ningún beneficio para el país. Hagamos algunas comparaciones.

El nuevo gobierno que asumió el poder tras el colapso de la dictadura ha estado en el poder casi durante nueve años. En otras palabras, ha gobernado el país durante casi un tercio del tiempo que Sadam Husein fue el gobernante absoluto del país.

En 1978 el presupuesto de Iraq no excedía los 6 mil millones de dólares. En la actualidad el presupuesto del país es de 110 mil millones de dólares y no hay guerras ni asignaciones masivas para la industrialización del ejército ni para compras de armas.

En la década de 1970 Iraq estaba involucrado en la represión del levantamiento kurdo fuertemente respaldado entonces por Irán.

Se han producido luchas internas y violencia tras en la invasión pero Washington ha asumido la mayor parte de los combates y los gastos.

Para convencer a los iraquíes de que el derrocamiento de la dictadura operaba en su favor y no en beneficio de las potencias extranjeras vinculadas en la creación del denominado Nuevo Oriente Próximo [New Middle East], en los últimos nueve años (casi un tercio de la que duró la antigua dictadura) debería haberse logrado lo que llevó a cabo [el régimen de] Sadam Husein en su primera década.

¿Tenemos tantos hospitales, escuelas, centros de salud, fábricas, supermercados, etc. como las construidas durante la primera década bajo el poder de Sadam Husein?

¿Es comparable el nivel de los servicios públicos al nivel de los servicios públicos disponibles durante la primera década bajo el poder de Sadam Husein?

¿Coincide el número de libros escritos por autores iraquíes o traducidos, con los libros que se imprimieron durante la primera década bajo el poder de Sadam Husein?

Puede que los iraquíes tengan también mucho interés en conocer la cantidad de dinero que se robó de las arcas nacionales en los años 1970-1980 y compararlo con las sumas que se han robado en los últimos nueve años después de la “liberación” de Iraq de la dictadura.

¿Se creen los actuales gobernantes de Iraq que los iraquíes no pueden hacer comparaciones de este tipo por su cuenta?

En la era posterior a la invasión estadounidense de 2003 se ha estado alegrando los oídos de los iraquíes para hacerles olvidar la amargura de la realidad; pero llegará el día en que se les rindan cuentas por sumir al país en la oscuridad.

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