lunes, 12 de marzo de 2012

el imperio yankee contra los pueblos de nuestra américa.


La exclusión de Cuba, ¿a cambio de qué?

rebelión.- Santos no la ha tenido todas consigo, en verdad los fantasmas de sus compromisos de clase burguesa, las presiones internas e internacionales le cercan, les agitan las olas y su frágil barca de credibilidad latinoamericana puede zozobrar aún más rápido de lo que se creía; cuando además, tiene en su palmaré, el bombardeo militar a la hermana República de Ecuador, hija también como ellos del talento y brazo creador de naciones, nos referimos al Libertador Simón Bolívar; páginas más delante de su currículo aparecen tenebrosas acciones contra los movimientos insurgentes que muestra ante el mundo con una cínica sonrisita de satisfacción y orgullo.

Pero en el continente latinoamericano y caribeño se escriben nuevas partituras los cantos de Independencia que si el gobierno Colombia no sabe descifrar pudieran quedarse rezagados en el ostracismo de la historia.


No hay visita presidencial, tanto en Cuba como en Venezuela que no reciba la bendición y los vítores de los pueblos, pues con Santos se marcó la frialdad, la distancia puesto que como suscribimos “la solidaridad es la ternura de los pueblos” y la entrevista entre Santos y Raúl Castro en suelo patrio cubano fue un duro revés para los pueblos y gobiernos latinoamericanos –de Cuba sabemos que no se hizo ilusión- pero pudo más la opinión tajante de EE.UU. para excluir a la hermana Cuba de la Cumbre de las Américas todo a cambio de la aprobatoria del Tratado de Libre Comercio por parte de EE.UU. hacia Colombia.


Ya no hay que mirar al cielo para redimirse, hoy los pueblos se miran entre si en los cuatro puntos cardinales, basta expresar la necesidad y allí están otros gobiernos, otros pueblos de distintos colores de piel brindándose su mano amiga, su abrazo de hermanos y hermanas para consentirse y apoyarse en sus necesidades.


Cuba es libre, soberana, vuela en impulsada por los vientos patrios y de sus heroínas y héroes. Vaya a ver que ni las rejas de la prisión contra los 5 la amilanan, ni los amilanan.
Oh!...Puerto Rico…Puerto Rico…se empieza a levantar para caminar por las anchas alamedas de Latinoamérica entre Calle 13 y la Simón Bolívar. Así como ella, las islas del Caribe van alzando la voz que rescatan de los baúles la historia siguiendo el ejemplo de Cuba, que no decir de esta Isla de ciento diez mil km2 con sus 11 millones de habitantes que delineó el rumbo para los nuevos tiempos de África y de América Latina.


Pdte Santos, es tan sólo para recordarle, Latinoamérica es un continente que se levanta poblado de puños apretados y ardientes reclamando su lugar y lo van logrando, a sus ritmos y a sus propios tiempos.


En el caso de Cuba, no está invitada a la Cumbre de las Américas, pero no la podrán sacar de la agenda, de los corazones, es como querer apagar la luz del sol; las múltiples banderas cubanas en las calles de cualquier lugar de Latinoamérica y el Caribe, y en lugar donde se aperture la Cumbre, a escasos doscientos metros, las banderas cubana enarboladas por los pueblos dirá Cuba Va! Cuba Va! Como canta Silvio Rodríguez cuando este recoge las brasas ardientes de los corazones desde los albores de la Revolución Cubana, de su historia y hasta el presente.


Pero Pdte. Santos, ¿a cambio de qué esta exclusión?


Si Ud. se va a sentar con la contraparte para buscar una salida negociada con los movimientos insurgentes de una guerra fraticida que lleva más de cincuenta años que nos afecta a todo Suramérica como pueblos vecinos.


Si Ud. estima de una vez por toda, por Dios! Que el terrorismo de Estado es la única solución, que aniquilar la vida de gruesos sectores populares y de la juventud tan sólo porque reclaman sus derechos humanos es una salida honrosa a su crisis interna como país.


Si Ud. propicia la concordia entre ese pueblo sufrido y padecido por más de cincuenta años y hace reflexionar a la clase burguesa de su propio país que por sus mezquinos intereses de clase están alentando una guerra fraticida y desplazan a gruesas franjas poblacionales hacia otros países vecinos agravando de por si con los propios problemas nacionales que no son pocos.


Si Ud. se mira en otros escasos espejos y en el de su propio país, se dará cuenta que muchos gobiernos rompen las cadenas históricas y les están garantizando el estudio y fuente de trabajo a sus propios hijos e hijas para salir de las catacumbas imperiales. ¿Se atreverá Ud. a romper esas ataduras?


Si Ud. por una condición táctica y conveniencia política temporal ¿!!? pero gradualmente se va desprendiendo de la atadura imperial y se dirige hacia su origen patrio de surgimiento común de estas patrias latinoamericanas, es una interesante señal. Pero despéjenos Ud. mismo nuestra duda.


Pdte. Santos, cree Ud. que se le está pidiendo mucho? tiene Ud. que brindar una respuesta con las palabras y las acciones; los pueblos de la patria latinoamericana le están observando, dé señales inobjetables que quiere demarcar el nuevo rumbo de Colombia que esta oportunidad que la historia le brinda.


Los gobiernos y los Estados latinoamericanos tienen su propia lógica y es comprensible, pero los pueblos tienen su propia lectura y el alfabeto lo escribe sobre la propia piel de estas tierras, con sangre, sudor y lágrimas, veamos la Batalla de Ayacucho que rompió con la opresión de España.


Con respecto a Cuba –y no soy ningún atrevido en hablar por ella- pero la historia ya la absolvió. Pero enfatizo, así se empeñen en cerrarle la puerta Cuba, ya ella entró a la HISTORIA, a la HISTORIA escrita con mayúscula.


¿Qué quién soy? A lo mejor no es mucho lo que pueda aportar, soy uno más de los miles de millones de agradecidos y agradecidas que en el mundo vemos como la segunda patria, la segunda madre, a la Cuba revolucionaria por habernos acogido en su seno y darnos parte de los estudios universitarios que poseemos y que lo decimos con ternura y con los ojos húmedos; pero para más seña, soy venezolano que cumple este año 2012 muy orgullosamente 20 años de haberme graduado en la muy Ilustre Universidad de La Habana y que si no he ido de nuevo a respirar ese aire y abrazar a mis compañeros y compañeras, estar en mi Facultad de Periodismo y en mi Universidad de la Habana es porque no he podido; pero no es menos cierto, que no me sienta dolido, ofendido, por esa injustificable exclusión.


Pero los pueblos asumen la historia. Suscribo la canción con alegría: ¡Cuba va! ¡Cuba va! ¡Cuba vaaaa!

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