miércoles, 30 de mayo de 2012

CHINA...

El nuevo movimiento obrero y el surgimiento de la negociación colectiva

China Labour Bulletin

El 8 de mayo, alrededor de 1.000 trabajadores del calzado en Dongguan (1) pararon y se manifestaron en protesta por los planes de la empresa para reducir su prima mensual de 500 a sólo 100 yuanes. La dirección se negó a dar explicaciones o a negociar y un trabajador relató lo que acontecía en su micro-blog.


  China Labour Bulletin (CLB) se puso contacto con el trabajador y reprodujo en su microblog (2) su nota. A continuación, la historia fue retweeteada en una hora más de 50 veces y cinco periodistas se concentraron a las puertas de la fábrica exigiendo saber qué estaba pasando. 

Se les negó la entrada, pero al día siguiente la dirección de la fábrica, bajo la presión de funcionarios del gobierno local que querían acabar rápidamente con el asunto, acordó aumentar el bono de los trabajadores a 300 yuanes, y los huelguistas volvieron al trabajo.

Mientras que los medios de comunicación internacionales se ha centrado comprensiblemente en los últimos meses en Wang Lijun, Bo Xilai y Chen Guangcheng, los medios de comunicación chinos siguen dedicando una parte importante de su atención al cada vez más activo movimiento obrero. Y ello esta ayudando a impulsar y extender el movimiento.

Un vistazo al nuevo mapa interactivo de CLB (3) muestra claramente cómo se ha extendido el movimiento huelguístico en los últimos seis meses, llegando a distintos sectores y abarcando una gama cada vez más amplia de reivindicaciones. En marzo de 2012, por ejemplo, un aumento repentino del precio del combustible ha provocado un aumento del numero de huelgas de los conductores de autobús y taxi. En abril, el sector manufacturero, una vez más, volvió a ser el principal protagonista, y sus trabajadores protestaron por los bajos salarios y los planes de relocalización, fusión o restructuración de tamaño de las empresas.

El creciente número de huelgas ha provocado un animado debate sobre las cuestiones fundamentales que hoy afectan a las relaciones laborales en China. La revista Investigaciones sobre la Negociación Colectiva, por ejemplo, se centró en una disputa particularmente emblemática en la fábrica de propiedad coreana LG en Nanjing (4). Esta huelga a gran escala es una muestra de todos los problemas inherentes en el actual modelo de resolución de conflictos laborales en China: un incidente aislado provoca el paro de los trabajadores, la dirección de la empresa entra en pánico gestión y amenaza con despedir a los trabajadores a menos que se reincorporen a sus puestos de manera inmediata y el gobierno local y los dirigentes de los sindicatos oficiales aparecen a la carrera, en un esfuerzo por "mantener la estabilidad".

Los autores del estudio señalan que las relaciones laborales en la fábrica de LG fueron hasta ese momento, en general, bastante buenas y que las pérdidas sufridas por todas las partes como consecuencia de la huelga, incluyendo el despido de varias decenas de trabajadores, se podría haber evitado si existiese un sistema formal de negociación colectiva en la empresa.

Para situar estos recientes acontecimientos en perspectiva, CLB publicó a finales de marzo un informe de investigación (5) que muestra cómo los cambios demográficos, junto con el crecimiento económico y los cambios sociales en la última década han proporcionado a los trabajadores de China más poder de negociación. Una fuerza de trabajo joven, mejor educada, y con mayores aspiraciones que es más consciente de sus derechos legales y esta aprendiendo a utilizar ese nuevo poder de negociación a su favor. Los trabajadores chinos no sólo tienen más confianza en su capacidad de organizar huelgas y protestas, sino que están dispuestos cada vez más a sentarse con la patronal y negociar un acuerdo colectivo en nombre de sus compañeros de trabajo. De hecho, en algunas fábricas, los trabajadores ya han establecido un sistema embrionario de negociación colectiva.

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