martes, 15 de mayo de 2012

Economía verde: una mirada sesgada del desarrollo sostenible


René Orellana, jefe de la delegación bolivia en el Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre las Cuestiones Indígenas plantea preocupaciones hacia Río+20.

Con su concepto de economía verde, los países del norte pretenden transferir las responsabilidades de la crisis a los países pobres, además de relegar los derechos sociales en general y en particular los derechos de los pueblos indígenas, advirtió René Orellana, jefe de la delegación de Bolivia, al término de la Ronda de Negociaciones del Borrador Cero realizada en Nueva York del 23 de abril al 4 de mayo.


En diálogo con CAOI, el representante boliviano dijo que el concepto de economía verde impulsado por los países ricos tiene un sesgo marcadamente ambientalista, es decir, no integra los pilares económico, social y ambiental. El peligro, advirtió, es que con el establecimiento de “buenas acciones ejemplares a seguir” y sistemas de monitoreo, se estaría recortando el derecho soberano de nuestros países a decidir nuestros propios modelos de desarrollo “en diálogo con nuestros pueblos”.


Los países industrializados se niegan a modificar sus patrones de consumo y buscan transferirnos su responsabilidad a través de la imposición de pagos de servicios ambientales, disminución del consumo de combustibles fósiles y mecanismos de uso eficiente del agua, señalando incluso cuáles son las actividades que supuestamente hacen ese uso eficiente. “Pareciera que nosotros somos responsables de la crisis climática, de la crisis financiera, y que los países ricos deben monitorearnos”, insistió Orellana.


Puso como ejemplo de la falta de compromiso de los países industrializados el hecho de que los estudios muestren que sus sociedades han gastado en comida para sus mascotas más dinero que el que sus Estados han destinado a la ayuda al desarrollo. Y que solo se ha cumplido el 30% de las metas del milenio relativas a la reducción de la pobreza.


Múltiples modelosCon respecto a la propuesta presentada por el Grupo 77 en la Ronda de Negociaciones, señaló que ésta hace énfasis en el reconocimiento no de uno solo sino de múltiples modelos de desarrollo e incluso plantea su fortalecimiento.


Propone, asimismo, respetar el derecho a la soberanía de los países en desarrollo sobre sus recursos naturales y para decidir su modelo de desarrollo, sin sistemas de monitoreo que en la práctica representan una intromisión en nuestras políticas públicas.


El delegado boliviano afirmó que los pueblos indígenas están presentes en el documento, a través, por ejemplo, del reconocimiento de la importancia de sus conocimientos tradicionales en agricultura, manejo de la biodiversidad y soberanía alimentaria.


Destacó, finalmente, que la propuesta del Grupo 77 incluye el concepto de Madre Tierra. En particular, Bolivia y Ecuador han planteado además el reconocimiento de los derechos de la naturaleza. Este tema ha sido incluido en el Capítulo I del Borrador Cero: Nuestra visión del desarrollo sostenible. “Son cuatro párrafos por los que vamos trabajar para que se mantengan en el documento de Río+20”, finalizó.



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