Un nuevo asesinato de niños afganos desata las protestas contra EEUU
Pahjwok Afghan News
Cientos de vecinos salieron a la calle el martes pasado en la provincia de Zabul para protestar airadamente contra las fuerzas de la OTAN, bloqueando la concurrida autopista que va de Kabul a Kandahar, según declararon sus autoridades.
Durante un enfrentamiento entre los talibanes y las tropas extranjeras que tuvo lugar el lunes por la tarde, tres niños murieron asesinados y tres más resultaron heridos cuando los combatientes atacaron una reunión de patriarcas tribales, policías locales y fuerzas extranjeras en el área de Shor Bazaar, en el distrito de Shah Joy.
Un niño afgano "liberado" por las bombas y aviones de la OTAN |
Sin embargo, la oficina del gobierno no explicó si habían sido los rebeldes o las tropas extranjeras las que habían matado y herido a los niños. A fin de realizar la pertinente investigación, se envió al distrito una delegación compuesta por miembros del consejo provincial y un equipo por la paz.
Los habitantes del lugar y los talibanes acusaron a los soldados extranjeros de matar a los niños. Según manifestó un vecino, de nombre Mohammadullah, las fuerzas extranjeras abrieron fuego contra los niños tras el ataque, matando a seis e hiriendo a otros cinco, de edades comprendidas entre los siete y doce años.
El residente local Syed Mohammad dijo a Pajhwok Afghan News que miles de personas salieron a protestar en el bazar del distrito, pero que el personal de seguridad se lo impidió. Después, cerraron la autopista de Kabul a Kandahar.
La delegación del consejo provincial, del equipo por la paz y los representantes del personal de seguridad llegaron al lugar alrededor de mediodía pero no consiguieron convencer a los manifestantes de que pararan la protesta, añadió.
Un viajero, Rahat, dijo que miles de conductores que iban por la autopista se quedaron atascados porque la protesta empezó a las nueve de la mañana y una hora después la autopista estaba ya bloqueada.
El portavoz de los talibanes, Qari Yusuf Ahmadi, afirmó que los rebeldes habían matado a cinco soldados entre afganos y extranjeros. Tras el combate, las tropas ocupantes abrieron fuego contra los niños, matando a cuatro de ellos e hiriendo a otros tres.
Mientras tanto, la fuerza dirigida por la OTAN confirmó la muerte de los civiles. En un breve comunicado, la fuerza compuesta por 50 naciones, declaró que estaba investigando el incidente.
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