Adital
Hoy miércoles (13), el Consejo
Indigenista Misionero (Cimi) lanza otra edición de su Informe Anual de Violencia
contra los Pueblos Indígenas en Brasil, documento que relata el sufrimiento y
las situaciones extremas que enfrentan varias etnias en relación con la falta de
atención en las áreas de salud, educación y demarcación de tierras, entre otras.
El lanzamiento se realizará a las 9h30 en el auditorio Don Helder Cámara de la
Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), en Brasilia, Distrito Federal.
Estarán presentes el secretario general de la CNBB, Don Leonardo
Steiner, el presidente del Cimi, Don Erwin Kräutler, Lúcia Helena Rangel,
antropóloga coordinadora del Informe y Deborah Duprat, Vice-Procuradora General
de la República, además del cacique Nailton Pataxó Hã-Hã-Hãe, de Bahía, y Jader
Marubo, presidente de la Unión de Pueblos Indígenas del Valle de Javari
(Unijava), del Amazonas. Los líderes van a hacer sus declaraciones e ilustrar
las violaciones denunciadas por el Consejo Indigenista.
Según Cleber Buzatto, secretario ejecutivo del Cimi, el informe es
una importante acción estratégica realizada con los pueblos indígenas para
mostrar la realidad de estos pueblos.
"El informe es un instrumento de denuncia y quiere llamar la
atención sobre la realidad que los indígenas enfrentan en Brasil, donde se
aprecia una violencia constante. Pero no sólo llamar la atención; queremos que
esta denuncia sirva para generar iniciativa en el Estado y para que las
autoridades combatan esta violencia”.
El informe contiene datos de 2011 sobre casos de asesinatos,
amenazas, racismo, morosidad en la regularización de tierras, conflictos,
invasiones de territorios indígenas, suicidios, falta de asistencia en el área
de salud, mortalidad infantil y violencia contra pueblos indígenas aislados.
Datos ya liberados por el Cimi señalan que los daños ambientales
en tierras indígenas crecieron de 2010 a 2011; además, el año pasado se
registraron 42 invasiones posesorias y explotaciones ilegales de recursos
naturales, contra 33 casos registrados en 2010.
Según Cleber, las invasiones por parte de madereros y apropiadores
ileales de tierras indígenas ya demarcadas son un problema que ocurre en todo
Brasil. En Bahía, sólo por medio de una decisión del Supremo Tribunal Federal
(STF) el pueblo Pataxó Hã-Hã-Hãe consiguió reocupar la tierra indígena
Caramuru-Paraguasu. En Maranhão, la reducida etnia Awá Guajá también lucha para
permanecer en su territorio, ocupado por madereros ilegales que están diezmando
a la población indígena local.
El secretario ejecutivo del Cimi señala la morosidad en los
procedimientos de demarcación como factor que deja las tierras indígenas
expuestas y agrega que esta morosidad también potencia los conflictos. En 2011,
el año terminó sin providencia alguna del gobierno federal para el caso de 342
tierras indígenas. Sólo tres fueron homologadas por la presidenta Dilma
Rousseff, resultado evaluado como el peor para un primer año de gobierno desde
José Sarney.
Otro problema grave que vienen enfrentando los pueblos indígenas
es la falta de atención en el área de salud. No es difícil encontrar comunidades
con altas tasas de mortalidad infantil. Aun hoy, niños y niñas indígenas mueren
por desnutrición, diarreas y vómitos, enfermedades fácilmente tratables se
hubiera puestos de salud, equipos médicos y medicamentos adecuados. Las
deficiencias en la atención de la salud llevaron a la muerte a 44 indígenas en
2011, número bastante elevado si se compara con el de 2010, cuando 25
fallecieron por falta de atención médica.
Para ayudar a la población indígena en esta lucha contra el
abandono y apoyar el trabajo de organizaciones que luchan por los derechos de
esta parte de la población, Cleber pide la adhesión de la sociedad civil. "El
reclamo a los órganos gubernamentales puede realizarse por teléfono, por e-mail
o hasta por las redes sociales. Es importante que la población se involucre para
que el gobierno sienta la presión y se sensibilice”, dice.
Números de la violencia
El Cimi revela que entre los años 2003 y 2011 el promedio de
asesinatos fue de 55, sumando un total de 503 muertes en ese período. En 2011
las víctimas fueron 51.
Los suicidios también han presentado cifras cada vez más altas.
Entre los años 2000 y 2011, sólo en Mato Grosso do Sul, estado donde se localiza
la mayor etnia del país -Guarani Kaiowá- se registraron 555 suicidios de indios.
El año pasado se registraron 45 casos, mientras que en 2010 hubo 42. El perfil
de los indígenas es de jóvenes de entre 14 y 18 años y adultos de entre 21 y 30
años.
Traducción: Daniel Barrantes – barrantes.daniel@gmail.com
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