Panamá
La consolidación del fascismo
Hemos señalado que
Panamá es la escuela en la que los países del mundo deben sentirse
reflejados en torno al desarrollo de los acontecimientos políticos que
los Amos del Mundo han diseñado para la humanidad.
Panamá es el
patio interior, el patio andaluz de los Estado Unidos. Ellos han
controlado nuestro país de manera ininterrumpida desde principio del
siglo XIX. De manera que lo que ocurre hoy en día no puede interpretarse
como una estrategia diferente.
Panamá vive bajo los efectos de
una dictadura fascista dirigida por su presidente, Ricardo Martinelli
Berrocal. Durante los dos primeros años de gobierno dirigió el país sin
oposición, o si se quiere, con una oposición complaciente. Una oposición
que se limitaba a cuestionar ciertas acciones gubernamentales, pero
dejando intacta la institucionalidad sobre la que se afirmaba el
presidencialismo, columna vertebral del régimen fascista. La oposición
tomó un aire cuando Martienlli Berrocal dejó al descubierto sus
intenciones reeleccionistas. Partidos políticos y ONG se fusionaron en
un Frente por la Democracia cuyo objetivo principal se centraba en
canalizar las protestas populares hacia las elecciones del 2014, dejando
íntegra la institucionalidad. Este Frente lo constituyó el Poder
Económico local para impedir que las protestas populares pudieran
desestabilizar el país. Luego de su formación, todo volvió a la
normalidad. El poder Económico, distribuido entre gobierno y oposición,
llegó a un acuerdo político que frenara la indignación ciudadana y que
sus energías se canalizaran hacía las elecciones de 2014. Hoy en día no
hay otro tema que esas elecciones.
Como consecuencia de las
protestas populares contra la reelección presidencial, los partidos
políticos y las Organizaciones no gubernamentales transaron con el
gobierno lo que podríamos llamar un Pacto Político para mantener el
orden establecido. Los partidos políticos están entretenidos en escoger a
sus candidatos para las elecciones de 2014 y las ONG en tirar piedras
aisladas a las ventanas del Palacio Presidencial, pero sin ningún plan
coherente para modificar el modelo socio económico vigente por otro que
permita mayor estabilidad social. Los dirigentes de estas ONG inundan
las redes sociales para que la población se interese en acciones
puntuales que en poco modifican lo que hay. Los dueños de medios de
comunicación masivos, como son las televisiones comerciales, se han
dedicado a mantener entretenida a la población en la esperanza de un
mejor país en las próximas elecciones. Todo esto ha hecho que los
panameños bajen la guardia en su lucha y se consolide el régimen
fascista, quien acaba de destituir a uno de los más importantes
dirigentes magisteriales, como es el caso del profesor Andres Rodriguez,
con lo que envía un claro mensaje de que en Panamá se terminó la
protesta.
El país se hunde. La única institución de Seguridad
Social que hay ha entrado en una profunda crisis económica, producto del
asalto de sus fondos por los actuales administrativos. El pueblo está
en un periodo de inacción por falta de conducción y por el permanente
bombardeo mediático de que hay que esperar el 2014. El Poder Económico
se ríe y se burla. Si no es Martinelli Berrocal el que continuará
conduciendo el país más allá del 2014, será otro ciudadano a su
servicio. Mientras tanto, las mayorías padeciendo el abandono, la
frustración y el hambre.
Concluimos que los Partido Políticos
de Oposición, las ONG y los medios de comunicación social se han
asociado para que se consolide el fascismo. Hay que continuar observando
el desarrollo de los acontecimientos políticos en Panamá, plan piloto
del neoliberalismo con su nueva estrategia de represión.
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