Entrevista a Jorge Galeano, secretario General del Movimiento Agrario Popular
Este golpe tiene una dimensión continental
Entrevista a Jorge Galeano, secretario General del Movimiento
Agrario Popular (MAP), de Paraguay, quien analizó la situación que vive
su país desde el golpe de Estado, la estrategia del imperialismo y la
necesidad de la integración continental por parte de los pueblos.
El MAP es una organización con diez años de existencia. Presente en 7
regiones de Paraguay, contiene a 8 mil campesinos organizados en torno
a la lucha por la tierra. La mayoría son pequeños productores dedicados
a la agricultura y producción de alimentos para el autoconsumo. Además,
pertenece a la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo
(CLOC) - Vía Campesina.
- ¿Qué análisis hacen del golpe, desde el Movimiento Agrario Popular?
El golpe de Estado en Paraguay no se da por un avance desde los
movimientos o desde los partidos de izquierda hacia el socialismo. El
golpe no fue contra el Paraguay, sino que tiene una dimensión regional. Y
en ese contexto, vemos los intereses inmediatos del imperio, que tiene
como objetivo apropiarse de los recursos naturales, desarrollar el
agronegocio y también la extracción minera en nuestro país.
Esto se puede ver en las decisiones inmediatas que tomó el gobierno,
vinculadas a intereses de las multinacionales. Por ejemplo, la
conformación de una comisión integrada por los representantes de Río
Tinto Alcan -una multinacional canadiense- para avanzar con las
negociaciones para la instalación de la empresa. Quien estaba como
representante de Río Tinto en Paraguay, ha sido nombrado como
viceministro de Industria y Comercio.
- ¿Qué otras medidas se han tomado en relación a las multinacionales?
Se ha nombrado a un representante de SYNGENTA -vendedor de
agrotóxicos en nuestro país- en la Dirección más importante de control
de calidad de vegetales y semillas (SENAVE), que es un organismo
competente en materias de control del agronegocio. A su vez, los grandes
productores de soja han impulsado en el Congreso una ley de
bioseguridad, que abre las posibilidades para el avance del cultivo
transgénico. El SENAVE y el ministerio de Agricultura en forma conjunta
han autorizado -sin ninguna medida precautoria- la implementación y la
producción de semillas de maíz y algodón transgénico. Todo esto, 22 días
después del golpe.
Estos son los costos y el pago de las facturas que tiene este
gobierno con las multinacionales. Por ejemplo, la Unión de Gremios de
Productores, que agrupa a las asociaciones rurales del Paraguay, la
Unión Industrial Paraguaya, la Federación de la Producción, la Industria
y el Comercio (Feprinco) ha planteado al gobierno dejar sin efecto la
reglamentación de la Ley de Fronteras.
- ¿Qué implicaba la ley de Fronteras?
Es una ley que establece que a 50 kilómetros de la frontera con otros
países, la tierra no debe estar en posesión de extranjeros. El gobierno
de Lugo había reglamentado esa ley y había iniciado una tarea de
reconocimiento de esas tierras a los efectos de buscar la forma de
recuperarlas y destinarlas a la reforma agraria. Eso era una de las
amenazas a las multinacionales que se instalaban en la más rica tierra
como San Pedro, Canindejú, Alto Paraná. Estas multinacionales
extranjeras se vieron amenazadas y eso se puede tomar como un detonante
de esta acción.
- ¿Qué otros actores identifican en el proceso del golpe?
La embajada norteamericana estuvo muy relacionada en esto, con el
financiamiento de las empresas de “comunicación” empresarial monopólica
pagadas por las multinacionales, que las estuvieron financiando no
solamente el día del golpe, sino también mucho antes. Pagaron toda la
tarea mediática antes del golpe, durante el golpe y después del golpe.
El equipo operativo del golpe estuvo a cargo de los mafiosos que se
encuentran en el Congreso nacional, vinculados a terratenientes y
traficantes, jugando en el ámbito establecido jurídicamente en el país.
Apartándose y violando muchos artículos de la Constitución Nacional y
las leyes. Y todo se cierra con la “bendición” del representante del
Papa, que esta acá como embajador del Vaticano, que fue quien en primer
lugar reconoció y bendijo este golpe de Estado, junto a todo la
jerarquía católica.
Todo evidentemente estuvo muy bien planificado, entre las
multinacionales, la jerarquía eclesial, la embajada norteamericana y los
operadores políticos mafiosos-traficantes de los partidos tradicionales
de Paraguay.
Esto es un peligro no sólo para mi país, sino que también es un
peligro para Argentina, Bolivia y Brasil. Para todos los pueblos que
estamos tratando de integrarnos es una amenaza.
- ¿Cuáles son las consecuencias a nivel represivo y judicial
para los luchadores sociales en este primer mes y medio posterior al
golpe?
Ellos tienen el plan muy bien definido, que es el recrudecimiento de
la criminalización de la lucha social y de los luchadores. En el marco
del golpe, se dieron las sentencias de 25 a35 años para siete compañeros
campesinos, que están injustamente en la cárcel. Se dieron varios
hechos de atropello con pelotones de policía que ingresan en encuentros
de mujeres, de jóvenes, de campesinos, de indígenas.
Están quitando a todos los compañeros que se encontraban trabajando
en las instituciones públicas. Están siendo sacados sin ninguna
consideración de las leyes ni de la Constitución Nacional.
Hubo un amotinamiento en una cárcel de San Pedro, un amotinamiento y
después la quema de la cárcel; estos criminales son capaces de quemar
cárceles. Porque para ellos los pobres, los campesinos, los indígenas
son un estorbo o un peligro.
La decisión del presidente golpista de asistir al campo con militares
es un retroceso bárbaro. Los militares van a meter miedo a la gente en
el campo y van a tratar de sacar información.
- ¿Cuáles son la tareas que ustedes ven como principales para la resistencia?
Una es la búsqueda de mayor articulación, de unidad, y desarrollo de
acciones conjuntas para atacar la concentración de la tierra que es la
principal contradicción en nuestro país y en la región. Para eso debemos
contar con toda la fuerza, no sólo del campesino sino de toda la
sociedad paraguaya. La otra es fortalecer la unidad latinoamericana, las
relaciones internacionales del campo popular. Haciendo el esfuerzo de
unificar la fuerza para tratar de evitar situaciones de esta naturaleza
que se puedan desarrollar en nuestros países hermanos latinoamericanos.
Eso depende también de la capacidad organizativa y de formación de
nuestra gente. Un punto que estamos trabajando es la formación de
compañeras y compañeros a los efectos de poder resistir y avanzar en la
lucha.
- ¿Cómo entienden que se va a dar la resistencia de cara a las elecciones del 2013?
Vamos a tener muchas posibilidades si tratamos de entendernos y
encarar bien la tarea y la lucha electoral. Porque es una cuestión
importante, pero creemos que en este momento todos los movimientos,
partidos de izquierda, movimientos sociales, organizaciones campesinas e
indígenas deberían centrar su accionar en la organización y en la
movilización permanente del pueblo. Que en eso se trabajen los ejes
programáticos, basados en los intereses reales de nuestro pueblo, para
poder revertir el golpe de Estado y recuperar la soberanía sobre
nuestros recursos y fundamentalmente, democratizar el acceso a la
tierra, desarrollar un programa de Reforma Agraria.
Hay que fortalecer la integración de los pueblos, pero no desde el
punto de vista solamente económico sino desde otros aspectos históricos
que nos unen a los latinoamericanos. Es un desafío fortalecer ese
vínculo, es necesario para la defensa de la democracia en nuestra
región.
Desde nuestra organización, estamos haciendo todo el esfuerzo para
aportar a la integración continental de los movimientos sociales se
pueda ir fortaleciendo para constituir un proyecto continental. Y
nosotros somos los sujetos que tenemos que asumir eso.
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