La
intransigencia del Reino Unido de insistir en arrestar al fundador de
WikiLeaks, Julian Assange, para luego extraditarlo a Suecia, ha abierto
este lunes un episodio de confrontación entre Londres y los países de
América Latina.
De acuerdo con la última postura del Reino Unido manifestada a
través de su portavoz, Londres insiste en extraditar a Suecia a Julian
Assange; aunque alega que prefiere una "resolución amigable” con
Ecuador, para salir del laberinto político que cada día aumenta la
tensión entre ambos países.
Tras conocer la decisión de Ecuador, el Gobierno británico en un
comunicado señaló que no acepta el principio de asilo diplomático y
lamentó que “incluso en el caso de esos países que lo reconocen, éste no
debería emplearse con el propósito de huir de los procesos regulares de
los tribunales".
En este contexto, el domingo, a petición del gobierno de Ecuador,
los países de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) tras su
reunión en Quito, capital ecuatoriana, manifestaron su pleno apoyo a la
decisión del país suramericano de conceder asilo al fundador de la
página Web WikiLeaks.
A pesar de que, el español Baltasar Garzón, el abogado Assange, ha
pedido garantías al gobierno sueco de que no extraditará a su defendido a
EE.UU, Estocolmo ha sido reticente a dicha demanda.
De hecho, Suecia después de los atentados de 2001 contra las torres
gemelas de Nueva York, colaboró con Estados Unidos al entregar a dos
egipcios a la Agencia Central de Inteligencia (CIA); hecho que motivó a
la ONU declarar al gobierno sueco “culpable de violar la prohibición
global de tortura por su papel en este crimen”.
mkm/nl/rg
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