“Canadá obedece las políticas israelíes”
09/09/2012 12:46
El cierre de la Embajada de Canadá en Teherán tiene su raíz en la sumisión de Ottawa a las políticas del régimen israelí, ha afirmado este domingo el primer vicepresidente de la República Islámica de Irán, Mohamad Reza Rahimi.En reacción a la apresurada decisión de Canadá de cerrar su legación en Teherán, Rahimi ha subrayado que “Canadá obedece a los israelíes y el cierre de la Embajada de Irán en Ottawa proviene de su ira por el éxito que consiguió el país persa en la celebración de la XVI Cumbre del Movimiento No Alineado (MNA) en Teherán”.
El pasado viernes, en un intento por favorecer los intereses de EE.UU. y el régimen israelí, Ottawa anunció el cierre de su Embajada en Teherán, e informó de que sus diplomáticos ya habían abandonado Irán, al tiempo que expulsaba a los representantes iraníes de su territorio y suspendía las relaciones entre las dos naciones.
Esta medida del Gobierno canadiense se llevó a cabo, so pretexto de una serie de infundadas acusaciones, entre ellas la continuación del programa nuclear de Irán con "fines militares" y la ayuda de Teherán al Gobierno de Siria.
Tales imputaciones antiraníes se formulan mientras que un vistazo a los acontecimientos en Siria deja claro que los países occidentales, acompañados por sus aliados, arman a los terroristas en el país árabe.
Además, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) ha inspeccionado en numerosas ocasiones las instalaciones nucleares de Irán y nunca ha encontrado evidencia alguna de que el programa nuclear civil de Irán se haya desviado hacia la producción de armas nucleares.
nab/cl/msf
El pasado viernes, en un intento por favorecer los intereses de EE.UU. y el régimen israelí, Ottawa anunció el cierre de su Embajada en Teherán, e informó de que sus diplomáticos ya habían abandonado Irán, al tiempo que expulsaba a los representantes iraníes de su territorio y suspendía las relaciones entre las dos naciones.
Esta medida del Gobierno canadiense se llevó a cabo, so pretexto de una serie de infundadas acusaciones, entre ellas la continuación del programa nuclear de Irán con "fines militares" y la ayuda de Teherán al Gobierno de Siria.
Tales imputaciones antiraníes se formulan mientras que un vistazo a los acontecimientos en Siria deja claro que los países occidentales, acompañados por sus aliados, arman a los terroristas en el país árabe.
Además, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) ha inspeccionado en numerosas ocasiones las instalaciones nucleares de Irán y nunca ha encontrado evidencia alguna de que el programa nuclear civil de Irán se haya desviado hacia la producción de armas nucleares.
nab/cl/msf
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