El outsourcing triturador del trabajador
Mentras el presidente electo
Enrique Peña Nieto anda como agente vendedor malbaratando la economía nacional
en la Unión Europea y haciendo acuerdos políticos con los ganadores
inexplicables del Premio Nobel de la Paz, aquí los senadores están muy
“preocupados” por la aprobación de la nueva Ley Federal del Trabajo; seguramente
están muy preocupados por los trabajadores a los que dicen representar, pues se
autonombran “representantes populares”, pero lo cierto es que aparentan estar
revisando el proyecto de ley cuando todo está “cocinado” para seguir
despedazando los derechos laborales, triturando a los trabajadores por la vía
legal.
Uno de los temas que está acordado por la mayoría de los “representantes
populares” es el relativo a la subcontratación de los trabajadores. Debemos
dejar muy claro que el outsourcing o la tercerización de contratación de
personal o de mano de obra está legalizado desde hace mucho tiempo en materia
jurídica laboral. El problema no es en sí mismo el outsourcing sino la
transgresión flagrante de los derechos de los trabajadores que hacen los
contratantes de las empresas externas y las compañías subcontratadoras mismas.
Este es el verdadero problema existente el cual se pretende legalizar para
beneficio únicamente de los empresarios coludidos junto con los políticos y
líderes sindicales corruptos: la cleptocracia. Esta transgresión ha venido
trayendo graves daños a la mayoría de los propios trabajadores contratados bajo
esta modalidad y también a diversas instituciones como la Secretaría de
Hacienda, al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y al Infonavit. A
estamos últimas se les perjudica con el delito de evasión fiscal.
Por ejemplo, más de 14 mil empresas no pagaron sus cuotas al Infonavit y
Seguro Social, así como el pago del IVA e ISR. La evasión del ISR por esquemas
de subcontratación ascendió a 15 mil 820 millones de pesos de 2004 a septiembre
de 2010. Arturo Urbina, doctor en Derecho Fiscal por la UNAM, dijo que esto
sucede porque existe corrupción en la función pública. Más de 14 mil empresas no
pagaron sus cuotas al Infonavit y Seguro Social, así como el pago del Impuesto
al Valor Agregado (IVA) e ISR. Urbina indicó que el problema se detectó desde
que comenzó a caer la recaudación fiscal y el pago de cuotas, principalmente por
parte de las grandes empresas y compañías trasnacionales.
Se trata entonces de la imposición brutal de la legalización de la
indefensión jurídica de los trabajadores para su mayor explotación por el
capital en general. La reducción salarial al máximo posible. Se trata de
abaratar al máximo posible el costo de la mano de obra para convertir más al
operario en esclavo: reforzar por la vía jurídica el trabajo asalariado como
la forma de esclavitud moderna, según decía hace más de un siglo Karl Marx,
tan vilipendiado y odiado por la burguesía, sus gobiernos y sus acólitos
propagandísticos.
México se ha convertido –con la mundialización del capital acorde a los
dictados de los grandes organismos financieros (FMI, OCDE, Banco Mundial)– en un
verdadero paraíso del outsourcing. Un excelente reportaje de Jorge
Covarrubias del semanario Proceso en su edición local (13/10/2012) informa que,
“según el Centro de Reflexión y Acción Laboral (CEREAL), el 40% de los
trabajadores jaliscienses están subcontratados por agencias de outsourcing y
afiliados mañosamente a sindicatos corporativos priistas. De esta manera sus
derechos quedan en manos de los patrones y sus beneficios se recortan para
incrementar las ganancias de los dirigentes gremiales, los políticos y los
industriales. Las agencias de colocación no se conforman con subcontratar a los
empleados para eliminar el pago de prestaciones de ley, sino que además los
afilian sin su consentimiento a organizaciones corporativistas del PRI, como la
Confederación de Trabajadores de México (CTM) y la Confederación Regional Obrera
Mexicana (CROM).
“Jorge Barajas, director del Cereal, señala que los descuentos por
aportaciones sindicales no aparecen en la nómina, por lo que el trabajador no se
da por enterado. Explica que son dos razones por las que las agencias de
colocación establecen pacto con los sindicatos corporativistas: la primera es
que le dan la titularidad del contrato colectivo para proteger a la empresa de
la eventual aparición de un verdadero sindicato, y la segunda es que si un
trabajador tiene una queja, cuando vaya con el representante gremial a
interponerla, éste en lugar de apoyarlo lo delatará para que sea despedido. Paul
Aguirre Ochoa, representante legal del Cereal, expone que son suficientes 10 mil
pesos y una asociación de dos personas para constituir una agencia, debido a la
flexibilidad de la Ley de Sociedades Mercantiles. El surgimiento de nuevas
agencias es motivado por los más de 50 millones de pesos mensuales que
representa el mercado del outsourcing. Dice que su evasión fiscal es
impresionante, pues ‘se joden al IMSS, se joden a Hacienda y se joden a las
industrias manufactureras’ con el pago de impuestos.”
Pero principalmente se joden a los trabajadores. Los empresarios voraces y
socios se joden, pues, a todo el mundo, y todo el mundo sale perjudicado menos
ellos, sin duda.
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