La Revolución Bolivariana en la política
internacional
Muchos son los beneficios que se vislumbran para el pueblo venezolano tras la
histórica reelección del Comandante Hugo Chávez, el 7 de octubre del 2012, como
presidente de la República Bolivariana de Venezuela para el periodo 2013-2019.
Sin embargo, la mayoría de los venezolanos (7 millones 444 mil 082) que
reeligieron a Hugo Chávez, conscientes o inconscientemente, también optaron por
la prolongación de los avances bolivarianos en el ámbito de la política
internacional.
Es bien conocido que durante los últimos 14 años el proceso revolucionario
liderado por Hugo Chávez construyó una nueva y exitosa política exterior
inspirada en la historia nacional y en los ideales latinoamericanistas,
caribeños y universales del Libertador Simón Bolívar; mientras, por otra parte,
obtenía el respaldo, en política interna, de un profundo movimiento social que
ha dado lugar a una democracia desbordante de participación popular a nivel
electoral y en las tareas de la Revolución; así como a una permanente e
impresionante comunicación del presidente Hugo Chávez con las mayorías sociales.
Es precisamente la justicia social el centro neurálgico de la política interna
que, en última instancia, ha permitido la fortaleza moral, la influencia
regional y el prestigio de Venezuela en el escenario internacional.
A partir de ahora, y hasta el 2019, el presidente Hugo Chávez tendrá una
amplia y legitimada vía para profundizar los progresos obtenidos por Venezuela
en el terreno de la integración latinoamericana y caribeña. En un mensaje de
felicitación a Chávez, el presidente cubano Raúl Castro Ruz expresó que la
decisiva victoria (de Chávez) asegura la continuidad de la lucha por la genuina
integración de Nuestra América. Es así porque atrás quedaron los tiempos en que
Venezuela, aislada en el plano regional e internacional, solo podía tener
relaciones con los países que ordenaba el gobierno de turno en los Estados
Unidos, fuera este demócrata o republicano.
La estrategia diseñada por la Revolución Bolivariana acercó las relaciones
con todos los países de América Latina y el Caribe. Los resultados concretos en
política internacional se encuentran en el despliegue de los mecanismos de
integración como PETROCARIBE, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra
América (ALBA), la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), la Comunidad de
Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC), y el ingreso al Mercado Común del
Sur (MERCOSUR). De carácter estratégico, en el interés de lograr una nueva
arquitectura financiera regional y mundial, es la creación del Banco del Sur,
que ha sido aprobado por la mayoría de los países de la región.
La política exterior bolivariana también ha impactado a África. Entre los
importantes avances en las relaciones con esta región, se destacan las cumbres
de los países de América del Sur y África (ASA); y cada vez cobran más vitalidad
los vínculos de Caracas con China, Rusia, Vietnam, Corea del Norte, Irán,
Bielorrusia y, en general, con todos los países europeos, siempre en el marco
del respeto a la soberanía y la libre determinación de los pueblos. En ningún
otro periodo de su historia Venezuela desarrolló una política exterior tan
amplia, solidaria y diversa en beneficio propio y de otras naciones.
Ahora pasemos una mirada al alcance y la contribución de los proyectos ya
mencionados a la política internacional actual:
PETROCARIBE (Petróleo solidario para el Caribe). Esta organización fue
creada el 29 de junio de 2005 en la ciudad de Puerto La Cruz, suscrita
inicialmente por 14 países como un acuerdo de cooperación energética.
PETROCARIBE es una respuesta a los abusos que los buques foráneos realizaban a
los países del Caribe con la venta del petróleo, imponiéndoles precios de
transportación excesivos. Por eso el acuerdo está basado en la eliminación de
todos los intermediarios, solo intervienen entidades dirigidas por los
gobiernos. Se busca la transformación de las sociedades latinoamericanas y
caribeñas, haciéndolas más justas, participativas y solidarias. La idea se
concibe con la finalidad de crear un proceso integral que promueva la
eliminación de las desigualdades sociales, fomenta la calidad de vida y una
participación efectiva de los pueblos.
ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América). Fue
creada en La Habana, el 14 de diciembre de 2004 por el acuerdo de Venezuela y
Cuba, como una iniciativa de los presidentes Hugo Chávez y Fidel Castro;
posteriormente ingresaron: Bolivia, Nicaragua, Dominica, Ecuador, San Vicente y
las Granadinas, Antigua y Barbuda. Honduras abandonó la Alianza luego del golpe
de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya, el 29 de junio del 2009. Es
el resultado de la lucha contra los tratados de libre comercio (TLC), que impone
la estrategia de dominación de los Estados Unidos. Es uno de los más importantes
mecanismos de integración en el que se aprovechan las ventajas cooperativas
entre las diferentes naciones asociadas para compensar las asimetrías entre las
mismas. Esto se logra mediante fondos compensatorios, destinados a la
disminución de las desigualdades intrínsecas de los países miembros, y con la
aplicación del tratado de comercio de los pueblos (TCP).
El ALBA-TCP es un mecanismo de integración de nuevo tipo porque otorga
prioridad a la relación entre los propios países en pie de igualdad y en el bien
común, utilizando el diálogo subregional y multiplicando las alianzas
estratégicas para fomentar el consenso y el acuerdo entre las naciones
latinoamericanas. En fin, el ALBA ha simbolizado un nuevo amanecer político para
“Nuestra América”.
UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas). Nació el 18 de diciembre de
2004 durante la III Cumbre Suramericana reunida en Cuzco, Perú. Los presidentes
de los 12 países de América del Sur firmaron la Declaración de Cuzco, mediante
la cual decidieron conformar la Comunidad de Naciones Suramericanas, que fue
evolucionando a través de la Cumbre de Cochabamba, celebrada el 9 de diciembre
de 2006. Los presidentes de Suramérica, reunidos en la Cumbre realizada en la
isla de Margarita, el 17 de abril de 2007, decidieron renombrar a la comunidad
como Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), creada sobre una región con
raíces comunes. Este esfuerzo regional dio fundación a la Unión de Naciones
Suramericanas en la Reunión Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno en
la ciudad de Brasilia, República Federativa del Brasil, el 23 de mayo de 2008,
donde se suscribió su tratado constitutivo, que entró en vigor el 11 de marzo de
2011, por lo que la UNASUR se convirtió en una entidad jurídica durante la
reunión de Ministros de relaciones Exteriores en Ecuador, donde se puso la
piedra fundamental de la sede de la Secretaría. En octubre de 2011 UNASUR fue
reconocida como miembro observador de las Naciones Unidas (ONU). La UNASUR es un
mecanismo de integración regional sin el patrocinio de los Estados Unidos, lo
que significa la preservación de la independencia y la soberanía de las naciones
suramericanas.
CELAC (Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe). Fue creada
el 2 y el 3 de diciembre del 2011 en Caracas, con la participación de 33 países,
y manifiestamente excluidos los Estados Unidos y Canadá, a pesar de los intentos
de sabotaje desde Washington y sus gobiernos subordinados en América Latina. La
CELAC es otro de los notables logros del proceso de integración bolivariano. Es
una respuesta estratégica a la inoperancia y obsolescencia de la Organización de
Estados Americanos (OEA), convertida en ministerio de colonias estadounidenses,
utilizada por los Estados Unidos como instrumento de dominación y para
justificar intervenciones militares en los países de América Latina y el Caribe.
ASA (América del Sur y África). Iniciada en la Cumbre América del
Sur-África, celebrada en Margarita, el 25 de septiembre del 2009, contó con la
participación de 29 gobernantes africanos y ocho de Suramérica. Es un mecanismo
multilateral que busca trazar objetivos comunes, con espíritu de gran
solidaridad y por medio de colaboraciones estratégicas y de cooperación Sur-Sur
para estimular la capacidad de desarrollo sostenible de los países miembros. ASA
busca mejorar el comercio exterior y la cooperación entre las dos regiones, así
como aumentar la inversión entre África y América del Sur, además de favorecer
el intercambio de tecnologías que sirvan para añadir valor a las materias
primas. Asimismo, se propone promover la participación del sector privado en
dichas iniciativas a través de las asociaciones nacionales de negocios y la
posible creación de una Asociación de Negocios África-América del Sur, así como
la creación del Banco de Inversión Africano de la Unión Africana. ASA es el
acercamiento entre dos continentes similares, ubicados en el llamado Tercer
Mundo, también denominados por los teóricos de la política internacional como la
periferia del dominante centro capitalista. Procesos similares Venezuela intenta
extender a Asia y Medio Oriente.
El último de los importantes éxitos internacionales de la política exterior
bolivariana ha sido la entrada como miembro pleno de Venezuela al MERCOSUR,
considerada entre las primeras cinco economías más grandes del sistema-mundo, y
que funciona con solidez ante la crisis por las que atraviesa el modelo
económico neoliberal en los Estados Unidos y la Unión Europea.
Hasta aquí hemos visto las substanciales contribuciones de la Revolución
Bolivariana al orden, la paz y la institucionalidad de las relaciones políticas
y económicas internacionales del siglo XXI, teniendo como objetivo principal el
mejoramiento de las condiciones de vida de los pueblos del Sur. Cada uno de
estos procesos, mecanismos e instituciones de signo progresista y humanista en
la política internacional han podido concretarse y consolidarse porque asistimos
a una época de cambio en la correlación de fuerzas en América Latina y el
Caribe, a favor de los pueblos, aunque todavía no sea así al interior de todas
las naciones y sin que sea todavía un proceso irreversible; pues esta tendencia
o movimiento favorable a la izquierda seguirá enfrentando múltiples desafíos y
amenazas provenientes de las pretensiones de dominación capitalistas generadas
por las burguesías latinoamericanas serviles a las viejas políticas coloniales y
hegemónicas de los Estados Unidos en la región.
Pero, en lo adelante, lo cierto es que estaremos inevitablemente signados por
el impacto del triunfo electoral de Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana en
la política internacional. Desde Venezuela, en el periodo 2013-2019, se inaugura
un nuevo ciclo de oportunidades progresistas para América Latina y el Caribe, ya
que en el escenario podríamos observar un impulso mayor a los procesos y
mecanismos unitarios que intentan revolucionar las relaciones internacionales
del siglo XXI hacia un sistema-mundo pluripolar mucho más equilibrado,
solidario, democrático, favorable a la cooperación económica entre los pueblos y
al respeto a la igualdad soberana entre las naciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario