EE.UU.

Los nueve términos propagandísticos orwellianos que definen el Estado de Guerra de EE.UU.

Ahora que Washington se encuentra ante seis guerras, por lo menos (Iraq, Afganistán, Pakistán, Libia, Yemen, y de modo más general, la guerra global contra el terror), los estadounidenses viven en un nuevo mundo bélico. Aunque no se hayan alistado en las fuerzas armadas compuestas solo de voluntarios, en ninguno de nuestros 17 órganos de inteligencia, el Pentágono, los fabricantes de armas y corporaciones de pistoleros a sueldo asociadas con él, o con alguna otra parte del Complejo Nacional de Seguridad, las guerras distantes de EE.UU. siguen en gran parte sin su participación (por lo menos hasta que venzan las cuentas).


La guerra de alguna forma pone casi todo al revés, incluido el lenguaje. Pero con la pérdida de puestos de trabajo, casas embargadas, una infraestructura que se desmorona y un clima extraño ¿quién llega a darse cuenta? Esto significa indudablemente que estáis usando un conjunto de palabras de guerra antediluvianas o definiciones de los días de vuestros padres. Es hora de ponerse al día.


Presentamos, por lo tanto, lo último en palabras de guerra: que está adentro, que está afuera, que está al revés. A continuación hay nueve términos comunes asociados con nuestras actuales guerras que probablemente no significan lo que pensáis. Ya que vivimos en un Estado de guerra del Siglo XXI, más vale que os acostumbréis a utilizarlos.


Victoria: Lo mismo que derrota, es una palabra “tendenciosa” y en lugar de definirla, los estadounidenses deberían simplemente evitarla.


En su última rueda de prensa antes de su retirada, preguntaron al secretario de Defensa, Robert Gates, si EE.UU. estaba “ganando en Afganistán”. Respondió: “He aprendido un par de cosas en cuatro años y medio, y una de ellas es tratar de mantenerme lejos de palabras tendenciosas como ‘ganar’ y ‘perder’. Lo que diré es que creo que estamos teniendo éxito en la implementación de la estrategia del presidente, y creo que nuestras operaciones militares están teniendo éxito en quitar a los talibanes el control de las áreas pobladas, en degradar sus capacidades y en  mejorar las de las fuerzas nacionales de seguridad afganas.”


En 2005, George W. Bush, a quien también sirvió Gates, utilizó la palabra “victoria” 15 veces en un solo discurso (“Estrategia nacional para la victoria en Iraq”). Hay que recordar, sin embargo, que nuestro anterior presidente aprendió sobre la guerra en los cines de su infancia, cuando los marines siempre avanzaban y los estadounidenses realmente ganaban. Hay que pensar en su obsesión por la victoria como el equivalente de una resaca de mediados del Siglo XX.


En 2011, a pesar de las quejas de unos pocos residuos neoconservadores que sueñan con glorias pasadas, se puede buscar la “victoria” por todas partes en Washington. No la encontraréis. Es el equivalente verbal de un Yeti. Tener “éxito en la implementación de la estrategia del presidente” ¿qué más se puede pedir? Mantener al enemigo “a la defensiva”: ¡eh!, ¿a 10.000 millones mensuales, si eso no es “éxito”, que me digan qué lo es?


Hay que admitir que el asesinato de Osama bin Laden se trató como si fuera el Día de la Victoria [VJ] que terminó con la Segunda Guerra Mundial, ¿pero ganar realmente una guerra? ¡No hagáis reír al secretario de Defensa Gates!


Tal vez, si todo sale a la perfección, dentro de algún año en el futuro cercano podremos celebrar el Día DE (Degradar al Enemigo).


Enemigo: Cualquier pobre diablo supermaligno a cuyas costas podamos reunir por lo menos 1,2 billones (millones de millones) de dólares al año para el Complejo Nacional de Seguridad.

“Realmente considero a al-Qaida en la Península Arábiga con Al-Awlaki, líder de la organización como el riesgo más importante para nuestra patria”. Lo dijo Michael Leiter, consejero presidencial y director del Centro Nacional de Contraterrorismo, en febrero pasado, meses antes de que eliminasen a Osama bin Laden (y de la renuncia del propio Leiter). Desde la muerte de bin Laden, la evaluación de Leiter en la práctica se ha secundado en Washington. Por ejemplo, el periodista del New York Times, Mark Mazzetti, escribió recientemente: “La CIA considera que la filial de al-Qaida en Yemen plantea la mayor amenaza inmediata para EE.UU., más incluso que la dirigencia superior de al-Qaida que supuestamente se oculta en Pakistán”.


Ahora bien, esto es lo extraño. Hubo una época en la que este tipo de declaraciones podía haber sido equivalente a anuncios de victoria: ¿Es todo lo que les quedó?


Por cierto, hubo una época en la que cuando le preguntabas a un estadounidense quién era el hombre más peligroso del planeta te podría haber dicho Adolfo Hitler, José Stalin o Mao Zedong. En la actualidad no hay que pensar en términos de enemigo para nada: pensad en el archimalo Lex Luthor o en Doctor Doom, cualquiera, de hecho, capaz de sustituir al Mal todopoderoso.


Ahora mismo, después de bin-Laden, el supermalo preferido es Anwar al-Awlaki, un enemigo con poderes aparentemente casi sobrehumanos para molestar a Washington, pero ningún ejército, ningún Estado y ningunas finanzas de importancia. El “clérigo radical” nacido en EE.UU. vive como semi fugitivo en Yemen, un país menesteroso del cual hasta ahora pocos estadounidenses habían oído hablar. Al-Awlaki está considerado, por lo menos parcialmente, responsable de dos conspiraciones de alto perfil contra EE.UU.: el atacante con la bomba en su ropa interior y los paquetes con bombas enviados por avión a algunas sinagogas en Chicago.


Ambas fracasaron miserablemente, a pesar de que ni Superman ni los Cuatro Fantásticos corrieron al rescate.


Como Mal Uno, al-Awlaki es un enemigo vudú, un guerrero de YouTube (“el bin Laden de Internet”) con poco más que su ingenio y cualquier superpotencia que pueda encontrar para que le ayuden. Se dice que fue responsable de ayudar a envenenar la mente del psiquiatra del ejército, el mayor Nidal Hassan, antes de que hiciera volar a 13 personas en Fort Hood, Texas. Una cosa es indudable: se ha metido profundamente en la cabeza de la guerra contra el terror de Washington. Como resultado, el gobierno de Obama intensifica significativamente la guerra contra él y el grupo variopinto de miembros de las tribus con los que anda y que usan el nombre de Al-Qaida en la Península Arábiga.


Guerra clandestina: Significaba guerra secreta, una guerra “en las sombras” y por lo tanto alejada de la vista del público. Ahora, significa una guerra con publicidad total de la que todos saben, pero nadie puede hacer nada al respecto. Pensad: está en las noticias, pero no es oficial.

Imaginad: en la actualidad nuestras guerras “clandestinas” producen noticias en primera plana. En la semana en que tuvo lugar la operación de máximo secreto para asesinar a Osama bin Laden obtuvo un 69% sin precedentes en el espacio dedicado a las noticias en los medios de EE.UU. y un 90% de cobertura en la televisión por cable. Y los más secretos guerreros clandestinos de EE.UU., el Team 6 de elite de los SEAL, provocaron una “SEAL-manía” en todo el país.


Además, no dejan de publicar ni el más mínimo ataque de un drone en la guerra aérea clandestina dirigida por la CIA en las áreas tribales fronterizas de Pakistán. De hecho, como en el caso de Yemen en la actualidad, ahora discuten, debaten y elogian futuros planes para lanzar o intensificar guerras clandestinas al estilo paquistaní e informan ampliamente al respecto. En cierto momento el director de la CIA, Leon Panetta, llegó a alardear de que, cuando tenía que ver con al-Qaida, la guerra aérea clandestina de la Agencia en Pakistán era “el único juego aceptado por todos”.

Hay que pensar en la guerra clandestina actual como el equivalente de un misil guiado por calor apuntado directamente a ese espacio noticioso en los medios dominantes. Las “sombras” que otrora cubrían operaciones enteras ahora solo cubren a los responsables de ellas.


Bases permanentes: En el modo estadounidense de guerra, las bases militares construidas en suelo extranjero son algo parecido a la heroína. El Pentágono no puede dejar de construirlas y no puede vivir sin ellas, pero las “bases permanentes” no existen, no para los estadounidenses. Nunca.

Es bastante simple, pero permitidme que a pesar de todo sea absolutamente claro. Los estadounidenses podrán tener por lo menos 865 bases en todo el mundo (sin incluir las que están en zonas de guerra), pero no tenemos ningún deseo de ocupar otros países. Y dondequiera tenemos guarniciones (¿Dónde no las tenemos?), no queremos quedarnos, no permanentemente, en todo caso.


A fin de cuentas, para un planeta que tiene más de cuatro mil millones de años, nuestras 90 bases en Japón, que solo tienen unos 60 años de existencia, o nuestras 227 bases en Alemania, algunas de unos 60 años, o las que están en Corea, de unos 50, cuentan poco. Además, sabemos de buena fuente que las bases permanentes no corresponden al buen espíritu estadounidense. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld lo dijo en 2003, cuando las primeras mega-bases iraquíes planificadas por el Pentágono ya estaban en los tableros de dibujo. Hillary Clinton volvió a decirlo el otro día, sobre Afganistán, y un funcionario estadounidense anónimo agregó para que quedara claro: “Hay tropas de EE.UU. en diversos países durante un tiempo considerable, que no están allí permanentemente”. ¿Estará hablando de Corea? Por lo tanto, entendedlo bien, los estadounidenses no quieren bases permanentes. Punto final.


Y es sorprendente cuando se piensa en ello, ya que los estadounidenses están constantemente construyendo y actualizando bases militares en todo el globo. El Pentágono es un adicto. En Afganistán, se ha vuelto totalmente loco, ¡más de 400 bases y sigue construyendo! No solo eso, Washington ahora está profundamente involucrado en negociaciones con el gobierno afgano para transformar algunas de ellas en “bases conjuntas” para quedarse en ellas a menos que el infierno se congele, por lo menos hasta que los soldados afganos consigan ser a la fuerza un ejército al estilo estadounidense. ¿El mejor cálculo estimado reciente para eso? 2017 sin pretender aproximarse.


Por suerte tenemos intenciones de entregar a los afganos esas numerosas bases que construimos utilizando miles de millones de dólares, incluyendo los gigantescos establecimientos en Bagram y Kandahar, y quedarnos solo un poco, tal vez “décadas” en calidad de –y la palabra no podría ser más delicada y juiciosa– “inquilinos”.


Y, a propósito, hay noticias que acompañan los recientes informes de que la CIA se prepara para dar a los militares de EE.UU. una importante mano encubierta en su campaña en Yemen, que señalan que la Agencia está construyendo apresuradamente una base propia en un país no identificado del Golfo Pérsico. Solo una base. Pero no hay que esperar que baste con eso. Después de todo, es como comenzar a comer papas fritas.


Repliegue: Nos vamos, nos vamos… ¡Pero no ahora mismo y basta de presiones!

Si nuestras bases son inyecciones de heroína, entonces el hecho de que los militares de EE.UU. se vayan de alguna parte representa una forma de “abstinencia”, lo que implica convulsiones. Como en el caso de las drogas, es condenadamente fácil meterse en lo que Washington no puede dejar de hacer. Salirse es lo terrible. ¿Quién puede culparlos si no quieren irse?


En Iraq, por ejemplo, Washington ha estado con un terrible síndrome de abstinencia desde 2008, cuando el gobierno de Bush decidió que todas las tropas de EE.UU. debían irse antes de finales de este año. Uno puede oír todavía todas esas botas de combate que se arrastran en la arena. Por ahora, los altos responsables del gobierno y de las fuerzas armadas casi imploran a los iraquíes que permitan que nos quedemos en unas pocas de nuestras monstruosas bases, como el mal llamado Campo Victoria o la Base Aérea Balad, que en su apogeo tenía un tráfico aéreo que según dicen rivalizaba con el del Aeropuerto Internacional O’Hare de Chicago. Pero de eso se trata: incluso si los militares estadounidenses se fueran oficialmente, Washington todavía no se propone partir en realidad.


En los últimos años, EE.UU. ha construido “embajadas” por importe de casi mil millones de dólares que son en realidad puestos de comando regionales parecidos a ciudadelas en el Gran Medio Oriente. La semana pasada cuatro ex embajadores de EE.UU. en Iraq suplicaron al Congreso que suelte los 5.200 millones de dólares solicitados por el gobierno de Obama para que el Departamento de Estado pueda convertir su embajada de Bagdad en una misión militar masiva con 5.100 mercenarios y una pequeña fuerza aérea mercenaria.


En resumen: “Adiós. Fue un placer conocerlo” no es una canción que le guste cantar a Washington.


Guerra de drones (Vea también Guerra Clandestina): Una campaña aérea permanente que utiliza aviones sin tripulación armados con misiles que envían tanto el repliegue como la victoria a la escombrera de la historia.


¿Se trata siquiera de una “guerra” cuando sólo un bando aparece realmente y sólo un bando sufre daños? Los drones de EE.UU. son frecuentemente dirigidos desde miles de kilómetros de distancia por “pilotos” que, al abandonar sus bases estadounidenses después de un turno de trabajo “en” una zona de guerra, pasan letreros que les advierten de que conduzcan con cuidado porque puede ser “la parte más peligrosa de tu día”. Es algo nuevo en la historia de la guerra.


Los drones son el armamento clandestino preferido en nuestras guerras encubiertas, lo que significa, claro está, que los militares ya no resisten las ganas de escoltar a los periodistas afines a sus laboratorios secretos y sus terrenos de pruebas experimentales para revelar visiones deslumbrantes de futura destrucción.


Para que los drones parezcan lógicos, probablemente debemos dejar de pensar en la “guerra” y comenzar a imaginar otros modelos,  por ejemplo, el del verdugo que lleva a cabo una condena a muerte contra otro ser humano sin ningún peligro para sí mismo. Si el drone sin piloto es realmente el arma de un verdugo, una versión moderna aerotransportada de la guillotina, el dogal del verdugo, o la silla eléctrica, la condena a muerte que conlleva no es dictaminada por un juez y ciertamente no por un jurado de sus pares.


Es combinada por agentes de inteligencia basados en evidencia fragmentaria (y a menudo justificada por intereses propios), organizada por especialistas en objetivos y aprobada por una señal de los militares o abogados de la CIA. Todos están a algunos, cientos o miles de kilómetros de distancia de sus víctimas, gente que no conocen, y que no comprenden ni siquiera vagamente, y cuya cultura no comparten. Además, los delitos capitales a menudo no se comprueban, no se han cometido, nunca se ejecutarán o no existen. El hecho de que los drones, a pesar de su armamento de “precisión”, eliminan regularmente a civiles inocentes así como a posibles o reales terroristas nos recuerda que, si éste es nuestro modelo, Washington es un verdugo borracho.


En cierto sentido, la guerra contra el terror de Bush sacó a los drones de la profundidad de su subconsciente para satisfacer sus deseos más básicos: ser interminable y llegar a cualquier sitio en la Tierra con un sentido de venganza al estilo del Viejo Testamento. El drone hace picadillo de la victoria (que involucra un punto final), del repliegue (hay que haber estado presente para comenzar) y de la soberanía nacional (vea a continuación).


Corrupción: Algo inherente en la naturaleza de iraquíes y afganos desgarrados por la guerra, de la cual solo los estadounidenses, con y sin uniforme, pueden salvarlos.


No nos deben distraer los 6.600 millones de dólares, que en forma de billetes de 100 dólares empaquetados al vacío, cargados por el gobierno de Bush en aviones de transporte C-130, enviados a Iraq liberado en 2003 para propósitos de “reconstrucción”, y de alguna manera traspapelados. El inspector general especial de EE.UU. para la reconstrucción de Iraq sugirió recientemente que podría ser “el mayor robo de fondos en la historia nacional”; por otra parte, tal vez simplemente se traspapelaron… para siempre.


El presidente del parlamento de Iraq afirma ahora que hasta 18.700 millones de dólares se perdieron-en- acción, pero los iraquíes, como sabéis, son corruptos y volubles. De modo que no prestéis atención. En todo caso, no os preocupéis, no era nuestro dinero. Todos esos billetitos frescos procedieron de ingresos del petróleo iraquí, que por casualidad estaban retenidos en bancos de EE.UU. Y en zonas de guerra, ¿qué se le va a hacer? ¡A los pobres billetes de 100 dólares les pasan a veces cosas terribles!


En todo caso, la corrupción es endémica en las sociedades del Gran Medio Oriente, que carecen de los fundamentos institucionales de las sociedades democráticas. No es sorprendente, por lo tanto, que en el empobrecido y narcotizado Afganistán esté fuera de control. Por suerte Washington ha luchado noblemente contra sus estragos durante años. Una y otra vez, los responsables estadounidenses han persuadido, amenazado, e incluso intimidado al presidente afgano Hamid Karzai y a sus compatriotas para lograr que tomen medidas enérgicas contra las prácticas corruptas y realicen elecciones honradas para crear apoyo al gobierno respaldado por EE.UU. en Kabul.


Sin embargo hay algo extraño: un informe sobre la reconstrucción afgana recientemente publicado por el personal de la mayoría demócrata del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU. sugiere que los fondos “de desarrollo” militar y extranjero que se han prodigado al país, y que representan un 97% de su producto interno bruto, han tenido un papel importante en el fomento de la corrupción. Para encontrar un equivalente en tiempos de paz, imaginemos que los bomberos se apresuran a llegar a un incendio solo para lanzar gasolina encima y luego atacar a los habitantes del edificio por incendiarios.


Soberanía nacional: 1. Algo que los estadounidenses llevan en el corazón y que no permitirían que fuera violado por ningún otro país; 2. Algo a lo que se aferran irracionalmente los extranjeros, una señal de falta de fiabilidad o de inestabilidad mental.


Lo que sigue es el credo del Estado de guerra estadounidense en el Siglo XXI. Por favor memorizadlo: El mundo está a nuestros pies. No lloraremos. Podemos enviar misiles [bombardear, atacar de noche, invadir] a quién nos dé la gana, cuándo nos dé la gana, dónde nos dé la gana. Es lo que se debe llamar “seguridad estadounidense”.


Los que estén en otro sitio, con una reverencia desubicada por su propia seguridad, o un sentido exagerado de orgullo y de dignidad, los que se ponen en peligro, ¡tengan cuidado! Después de todo, en una frase: Soberanos somos nosotros.


Nota: Como todavía vivimos en un planeta imperial en sentido único, no tratéis de invertir nada de lo mencionado, ni siquiera como experimento mental. No podéis imaginar drones iraníes persiguiendo terroristas en el sur de California o a fuerzas de operaciones especiales paquistaníes que lancen incursiones nocturnas contra pequeñas ciudades del medio oeste de EE.UU. No si sabéis lo que os conviene.


Guerra: Un concepto totalmente dúctil que depende enteramente del punto de vista del observador.


Es indudablemente el motivo por el cual el gobierno de Obama decidió recientemente no volver al Congreso para que apruebe su intervención en Libia, como lo requiere la Resolución de Poderes de la Guerra de 1973. En vez de eso, el gobierno publicó un informe en el que declara esencialmente que la de Libia no es en absoluto una “guerra” y por lo tanto no cae bajo las provisiones de esa resolución. Como explica ese informe: “Las operaciones de EE.UU. [en Libia] no involucran [1] combates permanentes o [2] intercambios activos de fuego con fuerzas hostiles, ni involucran [3] la presencia de tropas terrestres de EE.UU., víctimas estadounidenses, o una amenaza seria de que ocurran o [4] alguna probabilidad significativa de escalada hacia un conflicto caracterizado por esos factores”.


Esto, por cierto, abre la posibilidad de un futuro bastante nuevo y asoleado de EE.UU. en el planeta Tierra, en el cual ya no será descabelladamente utópico imaginar que no haya más guerras. Después de todo, el gobierno de Obama se orienta a intensificar y expandir su [ponga lo que quiera] en Yemen, que cumplirá con todos los criterios mencionados, como ya lo hace su [ponga lo que quiera] en las tierras tribales fronterizas de Pakistán. Algún día, Washington podría garantizar la seguridad de EE.UU. en todo el globo en lo que sería, milagrosamente, un mundo absolutamente libre de guerras.

Guerra eterna mientras Obama juega tranquilamente al golf

BagNews destaca la intensa afición por el golf que ha desarrollado Obama. Desde que un amigo me contó con argumentos no desdeñables lo fascinante que era ese deporte, ante mi manifiesta incredulidad, ya no he vuelto a apoyar ninguna teoría sobre el golf que sea peyorativa. En el blog, junto a las imágenes, se especula con que Obama ha intentado acercarse a la gente de raza blanca empeñándose en practicar un deporte que no es especialmente popular entre los negros.


No soy tan diferente a vosotros, aunque mi handicap sea como mucho de aficionado esforzado.
Por otro lado, siempre nos queda la versión sencilla y que se limita a contar los dos, y sólo dos, pies que tiene un gato. Cuentan que en la Casa Blanca recomendaron a Obama que se buscara un deporte con menos contacto físico que el baloncesto para los ratos libres. Una lesión que te deje con la movilidad algo reducida no es muy apropiada para un presidente, sobre todo si eso le obliga a cancelar un viaje importante o, aún peor, le hace aparecer como un inválido en las imágenes. Los imperios necesitan líderes que proyecten imagen de poder, no lo fácil que es tener lesiones musculares a partir de cierta edad.

Por lo demás, no hay que irse a cuestiones de imagen para saber por dónde ha respirado la Administración de Obama y por dónde discurrirá su campaña de la reelección. Guantánamo continúa abierto, los ataques con aviones no tripulados en Pakistán se han multiplicado, la guerra de Libia se ha puesto en marcha sin que el Congreso haya autorizado ninguna acción militar (esto sí que habría hecho palidecer de envidia al Departamento de Justicia de la época de Bush), la retirada de Afganistán se iniciará con todas las cautelas posibles (y en eso hay muchos conservadores que también están hartos de un conflicto interminable), y excepto algún ataque retórico, no hay indicios de que Washington tenga la menor intención de presionar a Israel.
Y en cuestiones económicas, el debate no se establece ya a partir de la necesidad de impulsar la economía, sino de reducir la deuda. Eso no impide que los políticos no dejen ni por un momento de comentar que su prioridad es crear empleos. Pasa aquí como allí. Forma parte del teatro.
¿Perjudicará todo esto a Obama entre los votantes progresistas? Los números dicen que no.

Las guerras de EE.UU. serán cada vez más secretas

El gobierno de Obama respondió esta semana a la presión sobre la legalidad de la participación militar estadounidense en Libia afirmando que la Resolución de Poderes de Guerra no se aplica en este caso. Atribuyéndole un papel de apoyo limitado a la intervención de la OTAN, el presidente decretó que la legislación de los años de Vietnam, que requiere la aprobación del Congreso para cualquier enfrentamiento militar superior a 60 días, es irrelevante en el contexto actual.

La Cámara de Representantes aprobó una enmienda, el pasado lunes, a un proyecto de ley de asignaciones militares que prohíbe toda financiación de la guerra de Libia, que habrá costado 1.100 millones de dólares hasta septiembre. Además, un grupo de diez diputados de la Cámara de Representantes ha presentado una denuncia formal contra el presidente Obama y el secretario de Defensa saliente, Robert Gates, basándose en que la intervención en Libia es ilegal e inconstitucional. No obstante, el Gobierno se niega a pedir permiso al Congreso y sigue manteniendo, como ha afirmado el asesor legal del Departamento de Estado, Harold Koh, que está actuando conforme a derecho.

El desafío del Gobierno en este sentido implica atribuir una mayor autoridad al Poder Ejecutivo, sin las restricciones del sistema tradicional de checks and balances, en relación con los poderes para hacer la guerra. Además, la postura jurídica que han adoptado, en el sentido de que el apoyo, la planificación y la realización de ataques desde el aire no equivale a las "hostilidades" especificadas en la Resolución de Poderes de Guerra, no es muy sostenible. De hecho, la ley exige que el presidente obtenga la aprobación del Congreso "en cualquier caso en que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos se encuentren: (1) en hostilidades o en situaciones en las que sea claramente inminente la participación en hostilidades, con arreglo a las circunstancias ..."
La capacidad del presidente para ir a la guerra contra la voluntad del Congreso y el pueblo estadounidense se ha incrementado espectacularmente con los años. Pero, los avances tecnológicos del arma aérea están empezando a permitir que las nuevas guerras, en la plena acepción del término, se lleven a cabo sin la presencia de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en ningún escenario de conflicto. Como el ex fiscal general adjunto de la Oficina de Asesoría Jurídica del gobierno de Bush, Jack Goldsmith, dijo al New York Times, "La teoría del Gobierno implica que el presidente puede hacer la guerra con aviones teledirigidos y todo tipo de misiles lanzados desde alta mar sin tener que preocuparse por las limitaciones temporales de la Resolución de Poderes de Guerra."

Obama ha aumentado significativamente el programa de aviones no tripulados en Pakistán durante su mandato. Estos vehículos aéreos dirigidos por control remoto han permitido al Gobierno llevar a cabo una agresiva campaña de bombardeos en la provincia de la frontera noroeste, con los pilotos sentados cómodamente lejos de la zona en cuestión. El programa lo gestiona la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y, aunque sea ampliamente conocido por la opinión pública, se trata técnicamente de acciones encubiertas, que excusan al Gobierno de responder a cualquier pregunta al respecto o de atenerse a los requisitos legales de solicitud de la aprobación del Congreso.

Diferentes informes han confirmado que el gobierno Obama ha estado librando otra guerra por medio de aviones no tripulados en Yemen durante casi dos años, con al menos 15 ataques y 130 muertos en lo que llevamos del presente mes. Estas operaciones se han realizado además sin ningún tipo de rendición de cuentas, justificación jurídica o presión del Congreso, como ha sido el caso de Libia.

La importante diferencia entre las guerras de Obama en Pakistán y Yemen y su guerra de Libia no está en el nivel de las hostilidades o los intereses de seguridad, sino más bien en la posibilidad de calificar una de ellas de guerra secreta y la otra de pública. Esta constatación, junto con la tecnología punta que hace posible este tipo de guerras en la sombra, tiene perspectivas funestas de cara al futuro. Si este gobierno, o un sucesor, se enfrenta a la disyuntiva de librar una guerra en campo abierto y asumir la responsabilidad, o en secreto y evitar cualquier responsabilidad o control de su poder, el atractivo de esta última opción puede resultar demasiado tentador.

Una inminente desintegración del imperio de la ley, que antes limitaba la capacidad del gobierno para hacer la guerra con impunidad, es la lamentable y previsible consecuencia.

No sólo se vuelven obsoletas las leyes que limitan la guerra, o se las ignora, sino que la jurisdicción legal y geográfica de Estados Unidos se extiende a todo el globo. Cualquier oscuro rincón o enclave aparentemente amenazador de cualquier país del mundo de repente se halla sujeto a la discreción del presidente en una guerra de aviones no tripulados. Si se funciona con arreglo a protocolos secretos, como se ha hecho en Pakistán y Yemen, no será necesaria ninguna sanción legal del Congreso ni ninguna justificación ante el pueblo estadounidense, y no habrá límite a las prerrogativas bélicas del presidente.

Está por ver si la posición jurídica del Gobierno con respecto a la guerra de Libia será aceptada por la mayoría de un Congreso generalmente ineficaz. La presión a favor de la responsabilidad y el cumplimiento de la ley pueden estar de más en este caso, pero Obama y su equipo de seguridad nacional han aprendido la lección. Su próxima guerra probablemente evitará un escrutinio público de este tipo.

Extraña pareja
Las armamentistas lideran la “defensa de la democracia”

Según The Wall Street Journal el Pentágono y el Departamento de Estado acuden ahora a los contratistas de defensa para consolidar el “sistema democrático” y promover la estabilidad política en países de alto riesgo (países pobres en conflicto). De esta manera, los grandes contratistas del Pentágono, además de hegemonizar los contratos de ventas de armas a nivel mundial, ahora pueden participar de proyectos civiles para desactivar “potenciales crisis” que afecten a la “gobernabilidad democrática”, con programas tan simples como la asesoría de abogados o clases de reparación de autos.

Según el Journal, la Casa Blanca contrató a Lockheed Martin (primer vendedor de armas del mundo) para poner a prueba un principio cada vez más extendido de su política de seguridad.Este principio -subraya- conocido como “poder blando” (la democracia) , mezcla el poderío militar con operaciones destinadas a mejorar la estabilidad política y la influencia estadounidense en rincones del mundo como Liberia.

Lockheed Martin Corp. se convirtió en el contratista de defensa número uno de Estados Unidos a través de la venta de armamento sofisticado como el avión de combate F-35 Joint Strike Fighter. Su última contribución al arsenal estadounidense: la capacitación de fiscales en el Ministerio de Justicia de Liberia. De acuerdo con el Journal, Washington teme que las naciones afectadas por la pobreza y las pugnas políticas provoquen conflictos regionales y fomenten las organizaciones “terroristas”.

El secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, afirmó que el problema que plantean los estados fallidos “es de muchas formas el desafío ideológico y de seguridad de nuestra era”. Las firmas de defensa están ansiosas de “ayudar”, señala el Journal.

“La definición de seguridad global está cambiando”, según el presidente de Lockheed Martin, Robert Stevens. El ejecutivo quiere que el fabricante de los aviones de combate más avanzados de la Fuerza Aérea se convierta en un factor clave en la campaña estadounidense para usar medios económicos y políticos para alinear a países con los intereses estratégicos de Washington y el “proyecto democracia” a escala planetaria.

Lockheed es uno de los fabricantes de equipos militares que espera participar en la licitación de un contrato del Departamento de Estado para apoyar “programas internacionales de desarrollo en el sector del derecho penal”, cuyo valor podría alcanzar los US$30.000 millones para un período de cinco años.

Liberia -señala el Journal- es una prueba de fuego para determinar si Lockheed está capacitada para este “nuevo rol” de los contratistas de defensa.

El país africano emergió en 2003 de dos décadas de intermitente guerra civil. Fue entonces cuando BAE, una subsidiaria de Lockheed, así como DynCorp, empezaron a “reconstruir” y a vender armas a las fuerzas militares de ese país en nombre del gobierno estadounidense. Su presidenta, Ellen Johnson Sirleaf, ha estado fomentando una relación sólida con la Casa Blanca desde que asumió el cargo en 2006.

Northrop Grumman Co., el tercer mayor contratista de defensa de EEUU después de Lockheed y Boeing, entrenó a soldados senegaleses en “misiones de paz” sobre los aspectos legales de los “derechos humanos”.

A principios de 2010, DynCorp International Inc. compró Casals & Associates Inc., una firma especializada en fomentar los sistemas jurídicos y de salud pública en “países en desarrollo” (léase países pobres). La adquisición “fortalece nuestra alineación con el énfasis del gobierno de Barack Obama en el uso del ‘poder inteligente’ para los desafíos globales”, dijo el presidente ejecutivo de DynCorp, William Ballhaus, al anunciar el acuerdo.

En 2008, el contratista de servicios y tecnología militar L-3 Communications Holdings Inc. adquirió International Resources Group Ltd., compañía que trabaja en proyectos de desarrollo económico, de energía y otros en decenas de “países en desarrollo”.

Otro gigante del sector, BAE Systems Inc., ha proporcionado antropólogos para que acompañen a soldados estadounidenses en Irak y Afganistán y los “ayuden a entender las culturas locales”. BAE dice que está buscando más contratos “de poder inteligente” en África, el continente adonde se dirige la mayoría de estos programas de “afianzamiento de la democracia” .

En resumen, la extraña asociación entre las armas y la “democracia” implementada por Washington nos remite a una parábola: Los “derechos humanos”, la “paz” y la “democracia” se imponen a punta de bayoneta.

Es la sustancia matriz del “poder blando” y el “poder duro”.

Estrategias convergentes
Desde hace más de 20 años, la democracia de mercado (el “poder blando”) convive con los arsenales nucleares militares de EEUU y las potencias imperialistas (el “poder duro”). Se trata de una estrategia de “dos caras” orientada a preservar el dominio geopolítico y militar global del sistema capitalista, tanto por vías de la “persuasión” como por vías del poder armado.

La estrategia del control político y social por medios militares (de las dictaduras militares de la doctrina de “seguridad nacional”), fue sustituida gradualmente por administraciones civiles, poderes ejecutivos, parlamentos y cortes de justicia totalmente maleables a los intereses y objetivos de los bancos y las trasnacionales capitalistas en en las áreas dependientes de Asia, Africa y América Latina.

El término “poder blando” (soft power) fue acuñado por el profesor de la Universidad de Harvard Joseph Nye, en su libro de 1990 Bound to Lead: The Changing Nature of American Power, que luego desarrollaría en 2004 en Soft Power: The Means to Success in World Politics.

El valor del término como teoría política, ha sido aceptado por un amplio abanico de analistas del sistema capitalista para diferenciar el poder sutil de las ideas y de la diplomacia expresadas en “democracia” frente a formas más violentas del llamado “poder duro” expresado en la acción militar del dominio o la conquista, o en la acción coercitiva de la presión económica.

Nye es autor de un famoso libro llamado “La paradoja del poder americano”, cuya tesis fundamental es no negar el rol hegemónico de EEUU, pero afirmar que éste debe ser ejercido usando sus recursos culturales, económicos, de cooperación, diplomáticos (poder blando),y no tanto sus recursos militares (poder duro).

En resumen, la teoría “dualista” de Nye propone cambiar la imagen “militarista” del imperio estadounidense por un rostro mucho más amable y conciliador, y de esa manera conseguir que el mundo camine de acuerdo a sus intereses pero utilizando la persuasión y no la fuerza como estrategia de dominio.

De alguna manera, la teoría de Nye abrevó en la propia estrategia del Departamento de Estado de EEUU que en la década del 80 ya había lanzado en América Latina el “Proyecto Democracia”, acuñado por los estrategas de la Comisión Trilateral fundada por David Rockefeller y liderada intelectualmente por Zbigniew Brezezinsky.

El “proyecto Democracia”, o el “poder blando”, encarnado en ideales “liberales” fue presentado como alternativa sustitutiva (o complementaria) del “poder duro” militarista encarnado por los halcones conservadores del viejo Estado Nacional norteamericano.

De esta manera, en América Latina, por ejemplo, la democracia de mercado norteamericana convive con la cadena de bases y la Cuarta Flota cuya misión es preservar la hegemonía militar norteamericana en la región y rodear las grandes fuentes de energía, agua potable y biodiversidad que un futuro podrán asegurar la supervivencia del Imperio USA.

Con la “guerra contraterrorista” como hipótesis de conflicto continental, el Comando Sur sitúa un teatro de operaciones con el “poder duro” e intervención militar desde Centroamérica hasta el Cono Sur.

La democracia con elecciones periódicas (el “poder blando”) no es incompatible con la estrategia de la “guerra contraterrorista” que nuclea a ejércitos y policías regionales en adiestramientos y ejercicios en toda América Latina.

Mediante los acuerdos de cooperación con los gobiernos regionales las corporaciones del Complejo Militar norteamericano venden armas y sistemas de vigilancia y espionaje, y brindan permiso para la instalación de bases militares estadounidenses desde Centroamérica y el Caribe, hasta el Sistema Andino y el Cono Sur.

De esta manera, lo que en la década del 90 Nye presentó como “nueva teoría política” (el “poder blando”), ya estaba plasmado como estrategia alternativa en la realidad geopolítica del dominio del imperio norteamericano en todo el planeta.

En este universo del “poder blando” como estrategia de dominio imperial, la estructura económico-productiva del país dominado se controla con el aparato económico trasnacional presentado como si fuera una “economía nacional”. .

La “gobernabilidad” del país sometido ya no se controla con el gobierno militar, sino con el gobierno político que diseña periódicamente las “elecciones democráticas” para elegir la nueva administración del Estado privado capitalista.

El control político y social ya no se realiza con el aparato militar, sino con el aparato de la información que moldea y manipula los cerebros de acuerdo a los intereses consumistas de los bancos y trasnacionales que controlan la estructura económica-productiva de los países sometidos.
La imposición sutil de los valores y parámetros de conducta social (adecuados a los intereses de mercado de las trasnacionales) está a cargo del aparato publicitario y del aparato cultural, que legitiman y otorgan escala de prestigio a la “ideología del consumo” capitalista vigente y presentada como modelo a imitar.

Ese sueño del control con el “poder blando” , que los bancos y las trasnacionales imperiales no pudieron concretar con las dictaduras y los golpes militares diseñados en el Departamento de Estado, empezó a cumplirse con la aceptación pasiva del sistema capitalista como “única alternativa”.

La aplicación del dominio con el “poder blando” (con el “poder duro” como reserva) solo pudo ser factible a partir de la globalización y nivelación del sistema capitalista como “mundo único”.

Wisconsin: Miles de personas marchan para protestar contra controvertido proyecto de ley de “reparación de presupuesto”

En Wisconsin, más de mil trabajadores marcharon en Madison el lunes para protestar contra el proyecto de ley de “reparación del presupuesto” del gobernador Scott Walker, que recorta los derechos de negociación colectiva y los fondos para los programas de educación, asistencia médica y para los jubilados. Ocho personas fueron arrestadas.
Pilar Schiavo, de la asociación National Nurses United, dijo: “Las personas están enojadas. Ellos entienden. El impacto de este presupuesto creo que realmente está siendo asimilado por las personas. Cuando hay miles de personas en las calles un lunes al mediodía, creo que realmente es un testimonio del hecho de que están dispuestas a defenderse y luchar, están frustradas. Ese tal Walker está yendo muy lejos y ellos van a defender sus derechos. Estos recortes a BadgerCare significan una condena a muerte para las personas. Walker y los políticos de hecho están firmando condenas a muerte si aprueban este presupuesto".


Fuente: http://www.democracynow.org/es/2011/6/7/titulares#7


El dinero de los donantes y el circo del Congreso de EE.UU.

Según un informe del 19 de mayo del Wall Street Journal, los sionistas estadounidenses comienzan a apretar las tuercas al presidente Obama y al Partido Demócrata. “Donantes y recabadores de fondos judíos advierten al personal de la campaña para la reelección de Obama que el presidente se arriesga a perder apoyo financiero por las preocupaciones sobre el trato que da a Israel”. Si alguien duda de que esa táctica pueda funcionar basta con ver el vídeo del discurso del primer ministro Netanyahu en el Congreso. Las más de veinte “continuas ovaciones de pie” no provinieron solo de partidarios fieles. Provinieron de los que han sido comprados y amedrentados a carta cabal. Los sionistas tienen una operación de compra de votos sorprendentemente exitosa y muy antigua y, claro está, la aplican al presidente y a los activistas de su campaña.
Por lo tanto el artículo del Wall Street Journal pasa a decir que Obama “hará la corte a los donantes judíos en un evento para recaudar fondos en junio”. Todo indica que la campaña de Obama tiene la intención de ser “extremadamente proactiva” para hacer saber a la “comunidad judía” que el presidente no quiere ser “demasiado crítico con Israel”. Todo esto es muy extraño. En 2008, Obama obtuvo un 77% del voto judío. Según encuestadores confiables no hay indicios de que vaya a ser muy diferente en 2012. La mayoría de los votantes judíos no votan primordialmente por Israel o por temas de política exterior. Como otros estadounidenses votan por temas internos, y particularmente económicos. Según el encuestador John Zogby: “las líneas están bastante bien definidas, y pienso que [el voto judío] no se dividirá entre un 75% y un 25% a favor de Obama y los demócratas”. El 25% son los sionistas de la línea dura y los capitalistas de entre nosotros. Sin embargo, considerando que en 2008 los judíos representaron aproximadamente un 2% de los votantes estadounidenses, la capacidad sionista de provocar un ataque de pánico en el personal de la campaña demócrata no puede, con la excepción de unos pocos vecindarios seleccionados, tener que ver posiblemente con votos. Y por cierto no es así.

Tiene que ver con dinero. Múltiples fuentes dominantes estiman que aproximadamente un 60% de los fondos de la campaña demócrata proviene de fuentes judías de todo tipo. No solo de judíos sionistas, sino de judíos de a pie no afiliados. Por cierto, los sionistas de la línea dura probablemente contribuyen más a los republicanos y sus donaciones representan cerca de un 20% de los fondos de la campaña de ese partido.

Es difícil saber qué porcentaje del 60% de los fondos electorales demócratas se dona o se consigue debido a la posición de un político con respecto a Israel. Supongamos que es elevado, un 40% del 60%. Eso significa que aproximadamente un 24% de los fondos judíos para la campaña se donan sobre la base de Israel. Hay algunos personajes muy acaudalados que utilizan a Israel como criterio para sus donaciones. Uno de ellos es Haim Saban, el multimillonario hecho a sí mismo, que ayuda a financiar el Brookings Institution. Es uno de los que dicen que su entusiasmo por el Partido Demócrata ha disminuido debido a la posición de Obama con respecto a Israel. Pero Saban también señala que “el presidente Obama ha juntado tanto dinero y juntará tanto dinero [adicional] a través de Internet… [que] francamente no necesita, creo, ninguna de mis donaciones… [Sin embargo] ¿donaré si me lo solicitan? Donaré.” Por lo tanto podría ser que, por lo menos cuando tenga que ver con la campaña presidencial de Obama, los demócratas estén exagerando la necesidad de mantener una línea pro-israelí a fin de procurar fondos, incluso de los judíos.

Es diferente en el ámbito del Congreso y el Senado. El Partido Demócrata todavía no se ha organizado hasta el punto en el que cada uno de sus candidatos federales pueda llegar a la independencia financiera de la campaña de reelección del presidente. Eso hace que los candidatos para esos puestos sean más dependientes del dinero del lobby. A ese nivel un 24% donado sobre la base del apoyo a Israel es probablemente un monto crucial y los sionistas manipulan muy bien el dinero, moviéndolo durante campañas electorales primarias y regulares hacia los que juran lealtad (hay que firmar, literalmente, un compromiso). Es lo que hace que los políticos estadounidenses bailen al son de sus palmas. Por ese dinero saludarán las estupideces más ridículas con una aclamación resonante. Y el martes pasado (24 de mayo de 2011) el primer ministro israelí demostró que es así en realidad.

Segunda Parte – El circo (o bailando por dólares)

Un periodista israelí (Gideon Levy de Haaretz), caracterizó el discurso de Netanyahu ante el Congreso como sigue: “Fue un discurso… repleto de mentiras sobre mentiras y de ilusiones montadas sobre ilusiones. Pocas veces se invita a un jefe de Estado extranjero a hablar ante el Congreso. Es poco probable que algún otro haya tratado de vender semejante montón de propaganda y prevaricación, semejante hipocresía y falta de sinceridad como Binyamin Netanyahu…” Si uno va a hacer algo como transformar el Congreso en un circo, tiene que conocer a su público.

Algunos comentarios de Levy sobre el discurso:

1. “¿Cómo se atreve a decir el primer ministro israelí que su país ‘apoya plenamente el deseo de los pueblos árabes en nuestra región de vivir en libertad’ (mientras no sean palestinos)? Cuando comenzaron las protestas populares árabes “advirtió… de los peligros de un régimen islámico extremista y se apresuró a construir una cerca a lo largo de nuestra frontera con Egipto”.

2. “¿Cómo puede poner por las nubes la democracia israelí cuando su gobierno ha hecho más que sus predecesores por dar [un] golpe mortal a esa democracia, por aprobar leyes totalmente antidemocráticas?”

3. “¿Cómo se puede atrever a hablar de libertad de culto en Jerusalén cuando se ha negado esa libertad durante años a cientos de miles de palestinos?

Levy señala que Netanyahu, es “el hombre que dijo explícitamente que haría todo lo posible por destruir los Acuerdos de Oslo”. Y sin embargo, “de repente… está a favor de la paz con los palestinos”. Es ciertamente lo que afirmó Netanyahu. El primer ministro dijo al Congreso que: “Estoy dispuesto a hacer cocesiones dolorosas para lograr esta paz histórica…” Así llevó al Congreso a ponerse de pie para una de esas “prolongadas ovaciones”. Pero luego vinieron las acotaciones, que ninguno de los políticos en la audiencia pareció considerar irrazonables. Sin embargo, demuestran concluyentemente que el primer ministro no está dispuesto a comprometer en casi nada de lo que los palestinos quieren y necesitan:
  1. Ningún compromiso sobre el Derecho al Retorno. “Esto significa que el problema de los refugiados palestinos se resolverá fuera de las fronteras de Israel”
  2. Ningún compromiso sobre Jerusalén. “Jerusalén debe seguir siendo la capital unida de Israel”.
  3. Y hay muchas otras demandas no negociables: “Un Estado palestino debe estar totalmente desmilitarizado… es vital que Israel mantenga una presencia militar a largo plazo en la ribera del Río Jordán… Israel no negociará con un gobierno palestino respaldado por la versión palestina de al-Qaida [Hamás]”
Aunque al parecer el Congreso no se dio cuenta de que estas acotaciones son fatales, otro periodista israelí sí lo hizo. Ben Caspit, escribiendo en Maariv, nos dice que: “Netanyahu sabe perfectamente que las condiciones que ha fijado [en su discurso] para un proceso de paz son totalmente irrealizables. Ningún palestino del mundo las aceptará, ningún Estado árabe del mundo las apoyará.”

Sin embargo, nuestros dirigentes nacionales se pusieron de pie de un salto y aplaudieron a todo trapo. ¿Cómo se explica algo semejante? Gideon Levy concluye que esa conducta “dice más sobre la ignorancia de sus miembros [del Congreso] que sobre la calidad del discurso de su invitado”. La ignorancia forma ciertamente parte del asunto. Los comprados y amedrentados se complacen con la desinformación.

Tercera Parte – El dinero compra la realidad

La mayor parte del Congreso ignora la verdadera naturaleza del conflicto israelí-palestino y las verdaderas consecuencias de la política exterior estadounidense en relación con él. Esa ignorancia es sustentada por el hecho de que el entorno informativo de EE.UU. relacionado con el conflicto sigue controlado en gran parte por los sionistas. Por ejemplo, gran parte del material informativo sobre el tema que reciben los miembros del Congreso es producido por AIPAC y organizaciones sionistas aliadas, el Departamento de Estado ha sido purgado de cualquiera que simpatice con los palestinos o con los árabes el general, los medios todavía son uniformemente parciales a favor de Israel, y finalmente, en cuanto a los políticos, la ignorancia está asegurada por ese 24% de las contribuciones a sus campañas electorales. También ayuda enormemente el hecho que esa ignorancia sea compartida por el público estadounidense en general.

El resultado es un caso posmodernista en naturaleza. Lo que está bien y lo que está mal se vuelve relativo. La realidad es una para los israelíes y sus promotores en el Congreso y otra para los palestinos y sus partidarios. El partido más fuerte, que calcula que los vencedores son los que terminan por escribir los libros de historia, no está realmente de humor para compromisos. Por eso la versión de un compromiso de Netanyahu es una farsa semejante. Los sionistas calculan que mientras puedan prevalecer con medios militares, y sigan manipulando la versión estadounidense de la realidad, terminarán por escribir la historia definitiva de esta lucha. Esencialmente, la ignorancia hace que todos los crímenes sean invisibles. El control de la información los mantiene invisibles.

Por desgracia, a la larga se trata realmente de una táctica imposible. La ignorancia necesaria, aunque casi total en las salas del Congreso, dista mucho de existir de esa manera en el mundo exterior. Y por lo tanto, la verdad tiene que aparecer ocasionalmente. Tiene que hacerlo incluso en un discurso escenificado por AIPAC por un engañoso primer ministro israelí, presentado en el santuario íntimo del gobierno de EE.UU.

Poco después del comienzo del discurso de Netanyahu, una mujer se levantó y gritó “¡fin a la ocupación!”. Resulta que era una activista por la paz judía israelí y miembro del grupo Codepink. Su nombre es Rae Abileah. Fue, evidentemente, atacada y silenciada de inmediato por partidarios AIPAC sentados cerca de ella. La reacción de Netanyahu fue la de un consumado actor de improvisación: “Incorporó perfectamente el momento en su narrativa general”. Dijo a su público: “Considero un honor que en nuestras democracias libres pueda haber protestas… Esto es verdadera democracia”. Resulta que la señora Abileah, debido a la agresión de sus atacantes (ninguno de los cuales ha sido imputado por asalto), acabó en un hospital donde posteriormente fue arrestada por su protesta. En Israel, no solo no se hubiera tolerado una protesta semejante de alguien en la galería, sino que incluso los miembros árabes israelíes de la Knéset [parlamento israelí] que protestan contra las políticas sionistas han sido físicamente atacados mientras se dirigen al hemiciclo. Es el sentido real de la “verdadera democracia” de Netanyahu.

Conclusión

Cuando se trata del conflicto israelí-palestino, la versión de la realidad que acepta el Congreso de Estados Unidos se mantiene gracias a la desinformación sionista sionista reforzada por los dólares de los donantes de las campañas electorales de ambos partidos. Sin la historia unilateral y los pilares financieros correspondientes (y la manera oculta de la entrega o retención del dinero), el incentivo para bailar al son que les tocan y ver el conflicto a través de los prismas coloreados por los sionistas sería mucho menor. Sin embargo no funciona así nuestro sistema. Dentro del campo de la política estadounidense el dinero es lo que condiciona la mente para una aceptación carente de sentido crítico de una realidad pervertida. Es lo que permitió el espectáculo circense del Congreso el 24 de mayo –en el cual hombres y mujeres en posiciones de poder fueron inducidos a multiplicar sus “continuas ovaciones de pie” para poco más que “mentiras e ilusiones”.

Lawrence Davidson es profesor de historia en la Universidad West Chester en West Chester PA. Su labor académica se concentra en la historia de las relaciones exteriores de EE.UU. con Medio Oriente. También enseña historia de la ciencia e historia intelectual europea moderna.
Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/article28202.htm

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Ajuste, desregulación, privatizaciones, despidos y cierres en Estados Unidos


El esquema desregulatorio de la Casa Blanca forma parte del giro hacia la derecha de la administración demócrata iniciado a raíz del resultado electoral del año 2010.

El jefe de la Oficina de la Oficina de Información y Ajustes Regulatorios, Cass Sunstein, se convirtió en el vocero de esta política, apelando a todo el léxico disponible de la ultraderecha americana. Sostuvo que su trabajo tiene el objetivo de "salvar los dólares del sector privado y desbloquear el crecimiento económico mediante la eliminación de regulaciones injustificadas".
Uno de los aspectos de la política desregulatoria del gobierno demócrata tiene su epicentro en la Occupational Safety and Health Administration ( OSHA), la oficina del gobierno federal que se encarga de la supervisión de los accidentes de trabajo. Sunstein dijo que las nuevas normas "eliminarán más de 1.9 millones de horas anuales de carga redundante de información a los empleadores y ahorrarán más de $ 40 millones en costos anuales. Las empresas ya no cargarán con la obligación de llenar formularios [de accidentes de trabajo] innecesarios del gobierno".

El informe 2011 de la AFL-CIO llamado “Dead on the job" señala que "en el 2009, según datos preliminares de la Oficina de Estadísticas Laborales, 4.340 trabajadores murieron en el lugar de trabajo, un promedio de 12 trabajadores todos los días, y se estima que 50.000 murieron a causa de enfermedades profesionales. Se informaron más de 4,1 millones de lesiones relacionadas con el trabajo y las enfermedades, pero este número subestima el problema. La cifra real de lesiones en el trabajo es de dos a tres veces mayor -cerca de 8 a 12 millones de lesiones y enfermedades laborales cada año”.

Como se detalló en la reciente investigación sobre el desastre minero de Upper Big Branch, donde 29 operadores de carbón murieron en abril de 2010, las empresas violan rutinariamente las precauciones básicas de seguridad, poniendo diariamente en peligro la vida y la seguridad de los trabajadores.

La Casa Blanca no hace más que sumarse a la oleada de ajustes presupuestarios que recorre todo el país y que, contradictoriamente con la política de ataque directo a los trabajadores que manifiesta Cass Sunstein, hacen un recorrido lateral y se dirigen primariamente contra el sistema educativo.

El 1° de julio próximo comienza el nuevo año fiscal y las legislaturas estatales están trabajando a toda velocidad para alcanzar acuerdos bipartidistas alrededor de nuevos presupuestos ajustados, con el argumento de reducir los déficit que abruman las economías interiores, cuando en realidad solo buscan establecer un marco estratégico de políticas que les permita aumentar el margen de ganancias de las empresas en medio de la crisis.

En Texas el acuerdo bicameral se alcanzó el 16 de mayo imponiendo drásticos recortes a la educación, la salud y otros servicios sociales.

Hay preocupación en los sectores de la clase política texana porque la alternativa de imponer despidos masivos y cierre de colegios, hospitales y hogares de ancianos, dejaría sin tocar una suma considerable de dinero en efectivo del Rainy Day Fund, el fondo estatal para prevención de tornados, que asciende a 9 mil millones de dólares. El gobernador republicano Rick Perry, un desacomplejado agente de los multimillonarios, ya anunció su oposición a cualquier proyecto de ley que incluya gastos del Fondo de Reserva, a pesar de haber utilizado previamente dinero del fondo en sus propios proyectos.

Si bien ambas cámaras de la legislatura estatal están dominada por los republicanos, los demócratas no han puesto ninguna oposición seria al recorte de los programas sociales.
Muchos distritos escolares locales están anticipando recortes de fondos estatales de miles de millones y han propuesto despidos del personal y otras reducciones en los programas. Algunos distritos escolares se quejan de que están siendo forzados a efectuar tantos despidos que están cerca de sobrepasar la cantidad máxima de estudiantes por maestro permitida por la ley.

En cuanto a la educación superior, los recortes a los subsidios a la universidad, a las becas y a otros programas de ayuda supondrán una suba en las matrículas. La Universidad Tecnológica de Texas, una de las más grandes universidades del Estado, ya dijo que efectuará 800 despidos este año, cerca del 5% de su plantilla total, como resultado de los recortes de fondos. Otras universidades también anunciaron despidos y aumentos de matrículas.

Por su parte el presupuesto del gobernador demócrata de Nueva York, Andrew Cuomo, prevé un recorte de $ 1.3 mil millones a la educación, al mismo tiempo que elimina la llamada “sobretasa” a los millonarios, reintegrando 5 mil millones de dólares a los bolsillos de los grandes empresarios.
La Unión de Maestros del Estado de Nueva York ha dicho que habrá 13.500 empleados despedidos. La Alianza para la Calidad de la Educación reportó que el 88% de los 700 distritos está despidiendo a personal escolar, como consejeros, bibliotecarios y ayudantes y profesores.
Por su parte, el Estado de Nevada lidera los indicadores estadounidenses de desempleo, bancarrotas y ejecuciones hipotecarias y tiene un déficit presupuestario que asciende al 54% del presupuesto total del Estado, el porcentaje más alto de la nación.

Brian Sandoval, el recientemente asumido gobernador republicano ha propuesto un presupuesto de $ 5.8 mil millones para los próximos dos años, una partida idéntica a la del período 2007-2008. Planea reducir la educación K-12 (inicial, primaria y secundaria) en $ 270 por estudiante y también la educación superior por un monto total de $ 162 millones de dólares.

Este recorte de $ 162 millones de dólares propuesto por Sandoval implica dos opciones: si se efectúa a través de despidos supone la eliminación de 1.850 profesores y otros puestos de trabajo del personal; para cubrirlo mediante aumentos de matrícula habría que incrementar, en el caso típico de la Universidad de Nevada, Las Vegas (UNLV), las cuotas de los estudiantes desde los actuales $ 6.574 a $ 10.744, un incremento de más del 60%.

Ya se han hecho recortes importantes a la educación superior en Nevada. El presupuesto de la Universidad de Nevada en Reno se ha reducido en $ 44 millones, un 20% desde el año 2009, resultando en el despido de más de 100 profesores y empleados y la eliminación definitiva de 400 puestos, más la clausura de veintitrés programas de licenciatura y el aumento del 28% en el valor de la matrícula. Con la nueva propuesta de presupuesto deberán eliminarse los programas de teatro y danza, así como el programa de licenciatura en francés.

El déficit presupuestario en Nevada ha hecho salir reiteradamente a los trabajadores y a los estudiantes a las calles para reclamar contra los ataques a su nivel de vida. Desde el pasado mes de marzo las protestas se suceden a diario.

En las últimas semanas, los administradores de las Escuelas comunitarias del condado de Plymouth, al oeste de Detroit, han enviado a los maestros 269 notificaciones de despido. Algunos de ellos podrían ser recontratados después de una reestructuración masiva, pero cientos de personas se quedarán sin trabajo.

La Fiegel Elementary School, la escuela con mayores posibilidades de enfrentar un cierre, es el hogar de muchos estudiantes de familias de bajos ingresos que viven cerca. Si la institución se cierra, los padres y los educadores se verán obligados a encontrar maneras de transportar a los niños a una de las cuatro escuelas del área circundante. Las relaciones de larga data entre los estudiantes, padres, maestros y el personal quedarán divididas.

En la cercana Ann Arbor, sede de la Universidad de Michigan, el distrito escolar enfrenta recortes de presupuesto por $ 15.1 millones para el año escolar 2011-2012. La administración planea despedir a alrededor de 70 maestros, eliminar el transporte para estudiantes de secundaria, cortar la financiación de los programas deportivos, unificar varios trabajos de administración y despedir a los custodios.

Según el plan del gobernador de Michigan, Rick Snyder, el presupuesto de educación reduciría el gasto por alumno de las escuelas K-12 por un monto total de $ 470 dólares cada uno -una combinación de $ 300 dólares en cortes estatales y $ 170 dólares en fondos federales. Esto equivale a un descenso del 8 al 10% de la financiación para la mayoría de los distritos en el Estado. La Cámara de Representantes de Michigan propone hacer recortes aún mayores. Bajo ese plan la financiación total federal y estatal se reduciría hasta en 501 dólares por estudiante.
Los legisladores demócratas han planteado algunas objeciones a los recortes que se están preparando, pero se unen a sus colegas republicanos en que las reducciones deben ser hechas. Lo mismo que el partido a nivel nacional los demócratas de Michigan apoyan la "reforma educativa", es decir, a la introducción de salarios basados en el mérito, la revocación de los estatutos de antigüedad docente y la implementación de evaluaciones que permitan identificar las escuelas “fallidas”, que serán cerradas o sufrirán despidos masivos de personal o se transformarán en escuelas “charter”.

El Partido Demócrata, que controla el Ayuntamiento de Detroit, hizo una convocatoria a nuevos recortes. El Consejo propone recortar otros $ 65 millones en el gasto que se agregan a la reducción de 200 millones dólares que figura en el presupuesto presentado en abril por el alcalde David Bing.

Entre las áreas seleccionadas se encuentran el transporte público, los bomberos y la policía. El presupuesto también contiene enormes reducciones de financiación a las instituciones culturales de Detroit como el Instituto de Artes de Detroit (DIA), el Museo Histórico de Detroit y el Museo Charles H. Wright de Historia Afroamericana.

Los demócratas de Illinois, que controlan ambas Cámaras de la Asamblea General, están de acuerdo en que el déficit del Estado se ejecutará principalmente a través de recortes al sistema de salud, a la educación, sobre la indemnización de los trabajadores y en la ayuda a los municipios.
La Cámara también intenta reducir los pagos a los hospitales de Medicaid por un monto de $ 463 millones, lo que tendrá un efecto devastador en muchos hospitales. También se prevé, aunque es parte de otro proyecto de ley, la reducción de los honorarios pagados a los proveedores médicos para el tratamiento compensatorio de las lesiones de los trabajadores.

El vocero demócrata de la Cámara, Michael Madigan, despreciando a los muchos trabajadores que se lesionan en sus tareas, dijo: "hoy en día la compensación a los trabajadores es un club entre los médicos, los abogados y a veces los sindicatos que no está trabajando en el mejor interés del trabajador lesionado. Creo que debe ser cambiado".

Por su parte los legisladores de Florida votaron el viernes 13 de mayo a favor de poner un tope a los pagos a Medicaid, proveedores del sistema de salud, reemplazando el actual sistema de reembolsos de pagos por servicio. La legislación va a modificar profundamente la calidad y disponibilidad de la atención médica de 2,9 millones de beneficiarios estatales de Medicaid.

Esta medida es el plan más radical propuesto por cualquier Estado hasta ahora, articulado por la élite dirigente con la finalidad de liquidar a Medicaid, el programa de seguros de salud para los pobres financiado por la articulación de las instancias estatal y federal. Los defensores del proyecto de ley afirman absurdamente que el nuevo sistema ahorrará al Estado $ 1.100 millones de dólares sin afectar la calidad o la disponibilidad de la atención.

En Pennsylvania, a raíz de la brutal propuesta de presupuesto 2011-2012 del gobernador Tom Corbett, que elimina $ 1.2 mil millones de dinero de la educación pública, el distrito escolar de Filadelfia debe enfrentar ahora un déficit de 629 millones dólares.

El Distrito Escolar ha respondido que deberá aumentar la cantidad de alumnos por clase, redimensionar las clases de arte y humanidades, sustituir los programas de kindergarten de día completo por programas de medio día y despedir a 3.820 empleados. El transporte en autobús y también desaparecerán los pases SEPTA para 45.000 estudiantes de las escuelas públicas y privadas.

El distrito entregó algunos de sus edificios a los operadores de escuelas "charter" y varias de ellas se transformaron en "Academias Promesa" (Promise Academies) que reciben fondos adicionales para pagar por jornadas escolares más largas, más años de escuela y trabajar los sábados. Sin embargo, incluso estas escuelas se verán afectadas por recortes de $ 200 por estudiante.

Al mismo tiempo el gobernador concesionó más tierras estatales a la expansión de la industria del gas natural e incluso ha sugerido que para compensar los recortes a las universidades estatales éstas abran sus sedes a las empresas de gas natural. Seis de las 14 escuelas del sistema estatal se encuentran en terrenos sobre la pizarra Marcelo, la formación de roca subterránea que es el foco de desarrollo energético en Pennsylvania. Corbett ya recibió $ 1 millón de dólares en fondos de campaña de la industria del gas natural.

El 16 de mayo, Jerry Brown, gobernador demócrata de California, dió a conocer su proyecto de presupuesto conocido como “la revisión de mayo”, donde se esfuerza por cerrar el déficit mediante medidas fiscales regresivas contra la clase obrera por un monto de $ 9,1 mil millones.
El gobernador amenazó con poner en práctica miles de millones más en recortes a la educación K-12 y a otros servicios sociales si sus propuestas fiscales no son aprobadas. Al mismo tiempo plantea miles de millones de dólares en reducciones de impuestos a las corporaciones.

Estas nuevas medidas se suman a los más de $ 8 mil millones en recortes ya aprobados por la legislatura en lo que va del año. Estos recortes, aprobados con el apoyo de los demócratas del Senado en marzo pasado, incluyen: $ 1 mil millones de CalWorks, el programa de bienestar de California para el trabajo; 1,7 mil millones dólares de prácticas médicas, el programa estatal de seguro de salud para los residentes pobres y $ 1.4 mil millones en educación superior. La mano de obra estatal también se redujo en 5.500 empleos y 70 parques estatales fueron cerrados.

En este desolador panorama solo sobresale Vermont que se convertirá en el primer estado en ofrecer un sistema de salud de pagador único, lo cual deja fuera a las empresas de seguros de salud, la principal causa del aumento de los costos de salud en Estados Unidos. En un sistema de pagador único pueden operar tanto proveedores de salud públicos como privados, como siempre lo han hecho. Pero en lugar de que el paciente o la empresa de seguro de salud del paciente pague por el servicio, lo hará el Estado. Básicamente significa que habrá Medicare para todos: se extiende ese derecho a toda la población.

Se puede hacer, incluso en medio de la crisis, incluso dentro del capitalismo. Porque el objetivo de los planes de ajuste que recorren todo Estados Unidos no es reducir el déficit fiscal, sino asestar un golpe político estratégico contra la clase obrera americana, a fin de preservar e incrementar su tasa de ganancia en cualquier escenario posible
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El Congreso aplaude a Netanyahu por rechazar las fronteras de 1967
Uno tras otro los Estados de la Unión están impulsando políticas de ajuste neoliberal ortodoxo y esta semana el propio presidente Barack Obama dio a conocer detalles de su plan para recortar drásticamente las regulaciones económicas, como parte del esfuerzo para eliminar todas las restricciones a la actividad de las grandes empresas.

El Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu compareció ante el Congreso el martes para insistir en su rechazo de un Estado palestino con las fronteras de 1967. Netanyahu reiteró su posición de que Israel debe retener los grandes asentamientos que dividen Cisjordania.
Netanyahu declaró: "En cualquier acuerdo de paz real que ponga fin al conflicto, algunos asentamientos terminarán más allá de las fronteras de Israel. Pero la demarcación precisa de esas fronteras debe ser negociada. Seremos generosos con respecto a la extensión del Estado palestino. Pero tal como dijo el Presidente [Barack] Obama, la frontera no será la misma que la que existía el 4 de junio de 1967. Israel no volverá a las fronteras indefendibles de 1967".
El discurso de Netanyahu despertó 29 ovaciones de pie en el público integrado por representantes de ambos partidos, superando las 25 ovaciones de pie que recibió el Presidente Obama durante su discurso del Estado de la Unión de 2011. Mientras los legisladores aplaudían, un activista judío defensor de la paz fue arrestado tras levantarse para protestar contra el discurso de Netanyahu. En Cisjordania, el asesor palestino Saeb Erekat dijo que los comentarios del Primer Ministro israelí demuestran que éste no tiene interés real en la paz.
Erekat afirmó: "El discurso del Primer Ministro Netanyahu demostró anoche sin dejar lugar a dudas que nosotros, como palestinos, como árabes, no tenemos un aliado para la paz en Israel. Esta fue una declaración de relaciones públicas, de alguien que quiere imponer los resultados de las negociaciones antes de que empiecen. Estableció que Jerusalén no será dividida, que los refugiados no pueden volver, que su Ejército permanecerá en las fronteras, que Israel ampliará y conservará los asentamientos, y que no quiere que Palestina sea desmilitarizada. Y que quiere que denominemos a Israel con un nombre distinto al que está registrado en la ONU".
Fuente:http://www.democracynow.org/es/2011/5/25/titulares#3

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EE. UU. ENTRE LA OPULENCIA Y LA INDIGENCIA

¿Qué precio puede alcanzar la exclusividad? ¿Es posible que existan lugares donde se puede beber una copa de martini por 10 000 dólares? Pues sí, y estos locales tienen mucho éxito.

“El precio de nuestros martinis es el valor de la experiencia, la atmósfera exclusiva y el ambiente en el que uno los bebe”, comenta el gerente del bar donde se puede disfrutar este lujo. “Eso es lo que los hace tan únicos y especiales”.

De la misma manera, hay personas dispuestas a pagar 175 dólares por una simple hamburguesa o 1000 por un helado.

“El oro no tiene sabor pero le da textura al helado”, dice Norman Bastes, el chef que prepara estas exquisiteces. “Hoy la gente se queja de que alguien se tome un helado de 1000 dólares. Yo les pregunto, ¿de qué se quejan?".

Pero tras esta cortina de opulencia se vislumbra un horizonte muy distinto de América.

Ciudades como Nueva York, Miami o Washington son el fiel reflejo de cómo miles de habitantes dependen de subsidios del Gobierno para comer a diario. El desempleo crónico sumado a una gran inflación ha dejado una profunda huella en la vida cotidiana de millones de personas, como Nora Gutiérrez.

Cada vez que trata de buscar trabajo para intentar dar de comer a su familia no puede dejar de pensar en aquellos que se bañan en el lujo derrochando miles de dólares, mientras otros no tienen ni un empleo para poder superar el día a día.

Pero hay también otros que se ocupan de ayudar a los que no tienen nada. Frank Kirk está inmerso en esta cruda realidad. Este hombre ha dedicado su vida a cocinar para los indigentes de las calles. Gracias a él, cientos de personas cada noche pueden llevarse a la boca un plato de comida caliente.
“Cada día tenemos que cocinar quinientos platos de comida y el número va incrementándose paulatinamente”, comenta. “Eso no importa porque esta es una labor por amor al prójimo; de cariño por aquel que no tiene amparo alguno en la sociedad. Mi trabajo con estas personas es la mayor recompensa para mi espíritu y para mi vida”.

En América muchos creen que la brecha entre ricos y pobres cada vez se hace más grande. Lo más alarmante de esta situación es que la voluntad de reducir este contraste parece haber desaparecido a favor de la ambición sin límite. Al menos así lo revelan los escándalos financieros de los últimos años. Sin embargo, a pesar de todo, la esperanza persiste y la solidaridad con el prójimo continúa siendo un valor que ni con todo el oro del mundo se puede comprar.
Articulo completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/ee_uu/issue_24292.html

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EE. UU. INTENTA SALVAR LA ECONOMÍA MEDIANTE LA REDUCCIÓN DEL GASTO MILITAR

El manejo de los asuntos financieros estadounidenses parece estar marcado este año por préstamos y decisiones peligrosas para los mercados bursátiles, en medio de un incesante debate político y un gasto militar que excede la capacidad de la economía.

Hace poco la Casa Blanca anunciaba la necesidad urgente de extender
el límite para la deuda nacional, actualmente de 14,3 billones de dólares. El asunto es tan serio que el presidente Barack Obama ha llamado a la austeridad.

"Tenemos enormes desafíos. Muchos ciudadanos aún están buscando trabajo y muchos más sufren por el aumento de los precios. El propósito es reducir el déficit y para ello es necesario tomar decisiones difíciles. Hoy llamo a los estadounidenses a asumir una postura de austeridad con miras a la recuperación a largo plazo", anunció el mandatario norteamericano.

Con esta idea en mente se han presentado dos recetas para la recuperación económica: los incrementos fiscales y
las reducciones del gasto militar. En cuanto a la interpretación de la ley impositiva, los aumentos de gravámenes, especialmente los que se aplicarían a los ciudadanos acaudalados, son alternativas difíciles de aceptar para los políticos conservadores estadounidenses.

"Lo que les duele a los republicanos es la posibilidad de aumentar impuestos a quienes ganan más en el país. No se puede trabajar sin el consenso político que a Obama le hubiera gustado tener desde el principio de su administración", sostiene el economista de la Universidad Internacional de Florida, Jorge Salazar Carrillo.

Por otra parte, en el tema de la reducción de gastos de Defensa, el acuerdo común es que
las operaciones en Afganistán e Irak tienen un costo demasiado alto para la economía del país. Los especialistas afirman que dos guerras interminables y quizás un tercer frente bélico en Libia se ven como una sola palabra: 'gasto'.

La crisis generada por el déficit nacional solo puede reducirse mediante un análisis de cuánto dinero se destina al presupuesto militar y a las operaciones de este tipo que no son algo barato para una economía con deudas.
 
Un reciente informe de la agencia de medición de riesgos Standard & Poor's calificó como "negativa" la deuda a largo plazo de Estados Unidos. El mismo análisis señala que el déficit norteamericano podría alcanzar el 10,8% del PIB de este año. Lo que significa que la tasa de crecimiento económico podría verse seriamente afectada y la inversión pública tendría que destinarse a pagar créditos en lugar de apoyar al sector productivo y laboral.

Según el Fondo Monetario Internacional, Estados Unidos carece de un plan viable a medio y largo plazo para reducir sus problemas presupuestarios. Otra cosa que agrava el problema es la brecha ideológica existente entre demócratas y republicanos sobre la manera de abordar esta preocupante situación.

Articulo completo en: http://actualidad.rt.com/economia/global/issue_24538.html

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Obama asegura que ONU jamás creará Estado palestino independiente

El presidente de Estados Unidos Barack Obama aseguró este domingo ante grupos de presión pro-Israel en Washington que la ONU jamás creará un Estado palestino independiente y reiteró que el compromiso de su país con la seguridad de Israel es “inquebrantable”.

Ante la conferencia anual del Comité de Asuntos Públicos Estadounidense Israelí, el principal grupo de presión judío en Estados Unidos, Obama dejó en claro su completo respaldo a Israel.

Mientras daba por sentado que la ONU no crearía un Estado palestino independiente, tal como exigen los palestinos y gran parte de la comunidad internacional, Obama instó a Hamas a reconocer a Israel.
Obama también arremetió contra el pacto de reconciliación palestino entre Al Fatah, que gobierna Cisjordania, y Hamas, al frente de Gaza, y afirmó que supone “un obstáculo enorme para la paz.

El presidente estadounidense fue más allá en su discurso y afirmó que la paz no puede ser “impuesta” a Israel y sus vecinos. Pero aseguró que a Israel le conviene alcanzar pronto un acuerdo de paz, debido al rápido entorno cambiante que se está viviendo en los países árabes y al crecimiento demográfico que se está produciendo en los territorios ocupados, y que pueden hacer cada vez más difícil mantener la paz.
“Tenemos que afrontar varios hechos. El primero es que el número de palestinos que viven al oeste del río Jordán está creciendo rápidamente, y fundamentalmente está reconfigurando la realidad demográfica tanto de Israel como de los territorios palestinos”.

“Esto hace cada vez más duro -sin un acuerdo de paz- mantener a Israel como un estado democrático y judío”, afirmó.

Y el tercer factor es la eclosión de una “nueva generación de árabes que está reconfigurando la región. Alcanzar una paz justa y duradera ya no puede depender de uno o dos líderes árabes. Mirando hacia adelante, son millones de ciudadanos árabes lo que tienen que ver que es posible alcanzar una paz duradera”.

El pasado jueves, Obama dijo reconocer que las fronteras entre Israel y un futuro Estado Palestino deben ser basadas en las de 1967, lo que generó la inmediata respuesta del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

Este domingo, el presidente estadounidense matizó y dijo que su postura fue “tergiversada” y se ignoró su llamado a que se efectúen los intercambios de tierra.

“Esto significa que las propias partes -israelíes y palestinos- negociarán una frontera que es distinta a la que existió el 4 de junio de 1967″, dijo.

El 2 de septiembre pasado, se reiniciaron las conversaciones de paz entre líderes de Palestina e Israel en Washington.

Los palestinos pidieron poner fin a los asentamientos ilegales en territorio sagrado palestino. Solicitaban una moratoria de la colonización israelí en Cisjordania mientras se desarrollaban las negociaciones de paz.

Israel se ha negado rotundamente a cumplir con la petición palestina por lo que hasta la fecha, el diálogo permanece estancado.

La invadida Jerusalén Este, Gaza y Cisjordania, que suman en total seis mil 200 kilómetros cuadrados, de los cerca de 15 mil que inicialmente pertenecían a los palestinos, fueron los únicos territorios que le quedaron a este pueblo luego de que la Organización de Naciones Unidas (ONU) decidiera en el año 1948 partir el territorio para otorgarle una parte al nuevo Estado de Israel.

Durante la Guerra de los Seis Días en junio de 1967, Israel invadió Jerusalén Este, que había sido asignada a Palestina.

Actualmente, Gaza es un territorio que todavía se mantiene ocupado con una persistente y profunda crisis humanitaria debido al bloqueo económico y comercial impuesto por Tel Aviv desde hace cuatro años.

Este bloqueo mantiene cerrados los pasos fronterizos necesarios para que Palestina reciba ayuda humanitaria, alimentos y combustible.

Tras la invasión de Israel a territorio palestino, el Gobierno israelí comenzó a construir miles de asentamientos en Jerusalén Este. Tropas y autoridades de ese país han desalojado de sus casas a los palestinos residentes por la fuerza.

Los palestinos llevan 63 años tratando de reivindicar su derecho a existir como Estado independiente y a recuperar el territorio que sistemáticamente Israel les continúa arrebatando por la fuerza de las armas, sin que la comunidad internacional haga nada para impedirlo.
AFP / Telesur / EFE

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Irán desmantela una red de espionaje de la CIA en el país

El ministerio iraní de Inteligencia anunció este sábado el desmantelamiento de una importante red de espionaje y la detención de 30 espías sospechosos de trabajar para Estados Unidos, en un comunicado leído por la televisión estatal.

“En una operación en el interior y en el exterior del país, ha sido desmantelada una compleja red de espionaje y de sabotaje vinculada a la CIA (…) Los agentes del ministerio de Inteligencia (…) detuvieron a 30 espías de Estados Unidos“, anunció el comunicado, sin precisar la identidad de los arrestados ni la fecha de su detención.

Según el comunicado, agentes de los servicios secretos estadounidenses “trataban de engañar a ciudadanos iraníes ofreciéndoles visados, la promesa de un permiso de residencia (en Estados Unidos), trabajo y visados de estudios”.

Esta red “utilizaba las embajadas y los consulados estadounidenses en varios países, especialmente en Emiratos Árabes Unidos, Malasia y Turquía, para recabar información sobre los centros científicos y universitarios” iraníes con el fin de obtener datos sobre las actividades “nucleares, aeronáuticas, de defensa y biotecnología” del gobierno iraní.

Con estas artimañas, según el ministerio, trataban también de obtener “información detallada de oleoductos, gaseoductos, redes eléctricas y de telecomunicaciones, así como sobre aeropuertos, transportes y los bancos iraníes”.

No es la primera vez que el gobierno islámico acusa a Washington de llevar a cabo actividades de espionaje en Irán o de apoyar a grupos armados hostiles con Teherán y anuncia el arresto de espías que trabajan para Estados Unidos o Israel.
Cubadebate (Con información de DPA)