Ese mismo informe de la comisión propone reducir los beneficios del capital y los impuestos de la renta a los ricos hasta un 24 por ciento.
El presidente Obama y la dirección de los republicanos elogiaron a la Comisión y pretenden «dejarles margen para trabajar sobre ello».
La denominada crisis de la seguridad social es consecuencia del desvío de fondos para pagos destinados al fondo general por parte de los gobiernos republicano y demócrata. El déficit venidero (2030) se puede remediar fácilmente elevando el techo fiscal de los ricos para gravar todas las rentas obtenidas. El coste sanitario se puede reducir en un 50 por ciento sustituyendo los lucrativos seguros médicos empresariales y las empresas farmacéuticas por un sistema sanitario nacional no lucrativo, semejante a los regímenes sanitarios de Europa y Canadá, que tan bien funcionan. Tanto los planes sanitarios como la seguridad social se pueden financiar fácilmente instaurando un impuesto del 1 por ciento sobre la venta de acciones y bonos.
Las propuestas de aumentar el déficit planteadas por la comisión bipartidista de Obama amenazan con expulsar a un tercio de los jubilados que dependen principalmente de los ingresos que perciben de la seguridad social y abocarlos a los comedores benéficos o a la indigencia. El coste añadido y la reducción de la atención sanitaria incrementará la tasa de mortalidad entre las familias de clase trabajadora. El aumento de la edad de jubilación se traducirá en «trabaja hasta que te mueras», sin tiempo para el ocio, para viajar o para los nietos. Ha llegado el momento de enviar un mensaje a Washington: recorta la seguridad social y Medicare y las deducción por los intereses en el pago de viviendas y estarás en Washington fuera del horario de trabajo.
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