No fueron sólo los 50 muertos oficiales admitidos por la Organización Mundial de la Salud. Ni los 6.000 casos de cáncer de tiroides en niños y adolescentes tras ingerir leche y verduras contaminadas con yodo-131. Ni la expulsión de sus hogares de más de 200.000 personas para crear una zona de exclusión de más de 2.800 kilómetros cuadrados, mayor que la superficie de Luxemburgo. El accidente de Chernóbil ha costado a Ucrania 180.000 millones de dólares (123.000 millones de euros) hasta la fecha, según cálculos hechos públicos ayer por el primer ministro ucraniano, Nikolái Azárov.
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"El porcentaje de gastos destinados a ese fin [superar las secuelas del accidente] llegó a suponer el 10% del presupuesto anual de Ucrania", aseguró Azárov en un mensaje divulgado por las agencias de noticias ucranianas, informó Efe. La sangría económica provocada por la catástrofe en el reactor número 4 de la central Memorial VladímirIlich Lenin de Chernóbil, a menos de cien kilómetros de Kiev, coincidiría por tanto con otros cálculos, como el aireado la semana pasada en una cumbre en la capital ucraniana.
Radiactividad sin fronteras
Entonces, Jerzy Osiatynski, ex ministro de Economía polaco, aseguró que las pérdidas económicas en Ucrania en 2010 alcanzaron los 201.000 millones de dólares (137.000 millones de euros). En 1996, el 15% del presupuesto del Gobierno se habría esfumado en combatir los efectos de Chernóbil.En 1999, ese porcentaje se habría reducido al 6%, según las estimaciones de Osiatynski, que ha trabajado como asesor para el Banco Mundial y para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
La nube radiactiva no se paró en las fronteras ucranianas. Según el Organismo Internacional de la Energía Atómica, 150.000 kilómetros cuadrados de Bielorrusia, Ucrania y Rusia están todavía contaminados por el cesio-137 y el estroncio-90 vomitados por el reactor soviético el 26 de abril de 1986. En Bielorrusia, las pérdidas por Chernóbil alcanzarían los 235.000 millones de dólares (160.000 millones de euros) en 2015, según Osiatynski.
Las pérdidas totales, por lo tanto, se dispararían más allá de los 280.000 millones de euros 25 años después del inicio de la tragedia, que hoy perdura. A este montante descomunal habría que añadir los gastos en otros países. Sólo entre 1992 y 1998, Rusia destinó 2.600 millones de euros a operaciones relacionadas con el accidente del reactor soviético, siempre según los datos de Osiatynski presentados en la cumbre científica sobre Chernóbil de la semana pasada.
Históricamente, Ucrania y Bielorrusia han sido acusadas de inflar los gastos asociados a la catástrofe. Según las cuentas que hay ahora sobre la mesa, el accidente de Chernóbil habría costado mucho más que las pérdidas provocadas por el terremoto y posterior tsunami que el 11 de marzo azotaron las costas de Japón. Según las primeras estimaciones del Gobierno nipón, la reconstrucción de las regiones afectadas costará unos 215.000 millones de euros.
Depresión e histeria
En Chernóbil, además de en las labores de descontaminación y en estudios sobre los efectos de la radiación de la central en la población, una parte del dinero ha ido a parar a los liquidadores, las aproximadamente 600.000 personas que intervinieron en las labores de limpieza y reconstrucción tras el accidente. La mayor parte de ellos eran empleados de la central, bomberos, soldados y mineros, tanto de Ucrania como de Bielorrusia y Rusia, además de otras repúblicas soviéticas.
Un estudio científico presentado en la conferencia de Kiev subrayaba "el prolongado efecto psicológico" del accidente sobre los liquidadores. El trabajo, elaborado por el Centro de Tratamiento y Diagnóstico para los Liquidadores de Chernóbil, con sede en Obninsk (Rusia), mostraba un número "significativamente más alto" de casos de hipocondría, depresión, histeria y otros trastornos en los trabajadores de la zona de exclusión que en el resto de la población. "Se han puesto a sí mismos en la posición de víctimas. Muchos de ellos se consideran inválidos, recibiendo apoyo económico del Estado", concluíanlos científicos.
Los más de 280.000 millones de euros supuestamente invertidos por Ucrania y Bielorrusia en Chernóbil convierten en ridículos los 190 millones necesarios para terminar el nuevo sarcófago que cubriráel reactor número 4 para evitar fugas radiactivas. Ucrania pidió para esta gigantesca capucha de acero 740 millones de euros en una conferencia internacional de donantes organizada también la semana pasada en Kiev. Sólo consiguió recaudar 550 millones. El Gobierno español envió a la capital ucraniana al secretario de Estado de Energía, Fabricio Hernández Pampaloni, para comunicar que, por el momento, España no pone un euro más.
El presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, hizo ayer referencia a la hemorragia económica que sufre su país en una visita a Chernóbil, con motivo del 25º aniversario del accidente. "Hemos gastado decenas de miles de millones de fondos presupuestarios en mitigar el desastre. Hemos cerrado la central de Chernóbil mostrando nuestras buenas intenciones al mundo. Pero incluso el Estado más poderoso no puede mitigar un desastre así en solitario", proclamó.
Yanukovich acudió a una misa en memoria de las víctimas en una iglesia de la zona de exclusión, acompañado por el presidente ruso Dmitri Medvédev. Según la agencia RIA Novosti, es la primera vez que un jefe de Estado de Rusia visita Chernóbil.
Fuente: http://www.publico.es/
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