Denuncian convenio de Ejército y minera Afrodita

La semana pasada, mientras los medios de comunicación hacían eco a las antojadizas declaraciones de la minera Afrodita sobre la invasión de un grupo de sus trabajadores en territorios indígenas asegurando que no fueron sorprendidos, mucho menos retenidos por el pueblo awajún por invadir sus territorios, sino que se extraviaron.

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 El pasado Viernes Santo, en la comunidad nativa de Huampami, distrito del Cenepa, región Amazonas, el mismo pueblo se reunía y, con sus Apus como emisarios del mensaje, decidieron que lo sucedido el jueves 16 de abril sería la última vez que iban a permitir el supuesto extravío de los mineros en sus comunidades.

De esta manera, reconfirmaron lo que vienen pidiendo desde hace décadas: que el Estado entienda que lo único que piden los pueblos del Cenepa es la libertad para desarrollarse bajo sus preceptos: cuidar sus bosques y árboles para la salud del planeta y que las autoridades acepten que se equivocan cuando superponen la palabra desarrollo sobre la vida.

Durante la reunión, hablaron padres de familia, mujeres, reservistas, alcalde, Apus, dirigentes y todos coincidieron en que el gobierno está jugando en pared con la empresa minera Afrodita y que el Ejército los está protegiendo a cambio de favores. Y aunque la acusación que salió de esa reunión es sumamente grave, la sorpresa vendría de las manos del Apu Zebelio Kayap, presidente de la Organización de Desarrollo de las Comunidades Fronterizas del Cenepa – ODECOFROC, a quien manos amigas y anónimas le entregaron el Convenio de Colaboración Recíproca entre Afrodita y la Sexta Reserva del Ejército y donde, a la letra, señala que la minera “recompensaría” con un pago de veinte mil soles mensuales al Ejército.

Esta denuncia reviste gravedad cuando el Ejército no puede controlar a los narcos y sus guardaespaldas en el VRAE, sin embargo ahora juega a ser guardaespaldas de la minera Afrodita.