Agencia de EEUU usa pretexto de ayuda al desarrollo para infiltrarse en Bolivia

Desde hace una década, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha usado el pretexto de la ayuda al desarrollo para  apoyar a partidos de derecha y frenar así el avance de los movimientos sociales en Bolivia.

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La agencia estadounidense ha dedicado más de 85 millones de dólares para infiltrarse en los sindicatos. La Asociación Nacional de la Prensa, por ejemplo, ha recibido más de 36 millones de dólares anuales.
Este viernes autoridades legislativas bolivianas presentaron evidencias de injerencia política y sindical de la USAID.

Según el diputado Edwin Tupa, jefe de bancada del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), esa política de intromisión de asuntos internos comenzó en 2001.

En declaraciones a la prensa, Tupa precisó que desde hace una década la USAID mostró apoyo a partidos de derecha al detectar el gran auge de los movimientos sociales en el país suramericano.

Tupa mostró un documento de la entidad en inglés en el que se indican procedimientos internos para mayor respaldo al Movimiento Nacionalista Revolucionario, rival del MAS, el partido gobernante.

Otro documento que presentó el legislador establece maniobras para desacreditar y deslegitimar el liderazgo del entonces dirigente cocalero y actual presidente del país, Evo Morales.

También señaló que USAID, bajo el manto de “fortalecer la democracia”, destinó en 2002 más de dos millones y medio de dólares para apoyar a organizaciones políticas contrarias al MAS.

En 2003, dijo, con igual objetivo gastaron ocho millones de dólares, y en 2005 -coincide con elecciones generales donde Morales sale electo presidente- USAID dedicó poco más de 12 millones de dólares.
Respecto a la injerencia sindical, Tupa explicó que USAID destinaba anualmente más de 85 millones de dólares para la ejecución de programas en tres niveles de Gobierno, el sector privado, la sociedad civil y las comunidades rurales.

Asimismo, denunció que la Asociación Nacional de la Prensa recibió más de 36 millones de dólares anuales.

Debido a estos hechos, el Gobierno boliviano expulsó a la USAID del país por la clara injerencia en políticas de Estado.

Además instó a las organizaciones campesinas e indígenas a pronunciarse sobre la salida definitiva del país de esa organización foránea, y el cierre de proyectos.