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Cuando LA PRIMERA le preguntó a Keiko Fujimori si tenía conocimiento de que Milagros Maraví, integrante del equipo técnico de Fuerza 2011, visitó hasta en dos oportunidades al exasesor Vladimiro Montesinos, en 1999, la candidata ensayó una ardorosa defensa y dijo que se trata de una profesional honesta, que jamás ha sido sancionada y que es víctima de una guerra sucia.
Lo cierto es que la abogada Maraví recibió 15 mil dólares mensuales como comisionada ante los organismos internacionales de derechos humanos.
Desde febrero de 1999 a agosto de 2000, la integrante del equipo técnico de Fuerza 2011 cobró 270 mil dólares por concepto de asesoría legal al Ministerio de Relaciones Exteriores, ya que fue designada por el estado peruano, tal como consta en la resolución suprema Nº 068-99-RE, como integrante de la Comisión Especial de Alto Nivel (CEAN), la misma que fue creada para defender al gobierno de Fujimori y Montesinos ante las denuncias en su contra por graves violaciones a los derechos humanos.
Informaba a MontesinosMaraví actuó como comisionada junto a los abogados Edgardo Mosqueira, José Bustamante Belaunde y Aníbal Quiroga, para “mejorar el nivel de la defensa de los intereses del Estado”.
Todos ellos informaban a Montesinos sobre los casos sometidos tanto a la Comisión y la Corte Interamericana de derechos humanos contra el estado peruano, según declaró el ex asesor legal del ‘Doc’, Pedro Huertas Caballero.
Según el informe final de la “Comisión Investigadora sobre la actuación, el origen y el destino del dinero de Vladimiro Montesinos y su relación con Alberto Fujimori”, grupo presidido por la congresista Anel Townsend, la CEAN no arribó a ningún acuerdo ni solución amistosa.
La comisión intentó lavarle la cara al expresidente Fujimori, ya que un grupo de funcionarios de ese grupo de trabajo le ofreció a la exagente Leonor La Rosa un aporte económico para que desista de las denuncias de tortura que había sufrido.
Cheque en blancoTal como se lee en el informe, la Comisión de Alto Nivel integrada por Maraví ofreció en enero del 2000 un “cheque en blanco” a Leonor La Rosa para que hable “quince minutos en televisión” y limpie al dictador de entonces.
Los encargados de la comisión buscaron a la exagente en su casa de Suecia y le dijeron que iban en nombre de Fujimori, pero ella se negó a seguir tratando con la CEAN y lo comunicó a través de su abogado, Heriberto Benítez.
Al respecto, Benítez ha corroborado la información y dijo, en declaraciones a Ideeleradio, que lo que buscaban los comisionados era que Leonor La Rosa firme una declaración de agradecimiento a Fujimori, en la que dijera que todo estaba bien y hasta que las torturas eran parte de un invento de la oposición. “Lo que buscaban era un lavado de cara para Alberto Fujimori”, agregó el abogado.
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