-¿Qué cargos ocupó usted durante esa época de la dictadura Fujimorista?-Al asumir Alberto
Fujimori la Presidencia de la República, en julio de 1990, fui designado jefe de
seguridad y de coordinación del ministro de Defensa y en 1992 hasta 1993 fui Jefe de Operaciones contra el Narcotráfico y la Subversión en el Alto Huallaga, donde luego de mis
denuncias contra la corrupción en las
Fuerzas Armadas relacionada al narcotráfico fui separado de mi institución por medida disciplinaria, por delitos que me fabricaron como represalia. Todo esto dirigido por el operador político, asesor del presidente
Fujimori, su socio del poder Vladimiro Montesinos.
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-¿Cómo pudieron, Fujimori y Montesinos, tener tanta influencia sobre las Fuerzas Armadas si se supone que se trata de una institución celosa de su cohesión interna, que le sirve como un factor de poder en el país? -El poder que ejercieron fue producto de actos de corrupción ligados a dinero de los fondos públicos, en este caso de los presupuestos de la defensa nacional. Así Montesinos sometía a los altos mandos, salvo honrosas excepciones; con la transferencia de los dineros para actividades castrenses que terminaban en cuentas personales millonarias y en la compra de propiedades para familiares, con la anuencia de Alberto
Fujimori.
-¿El narcotráfico puede ganar influencia si el Fujimorismo vuelve al gobierno?-En un gobierno de Keiko
Fujimori el poderoso narco-estado que cada día se consolida más en el país, se vería claramente fortalecido. Ya vemos cómo el Poder Judicial ha sido incapaz de sentenciar a Montesinos por narcotráfico a pesar de las muchas pruebas en su contra. Todos los carteles sudamericanos y mexicanos conocen de su poder, pero nuestros fiscales y vocales no ven nada.
-¿Qué otros elementos hay sobre ese peligro?-Ya conocemos de la inminente incorporación en el próximo Parlamento de por lo menos diez representantes de distintas agrupaciones políticas vinculados al tráfico ilícito de
Drogas, además de la estrecha relación entre la candidata
Fujimori y el clan “Olluquito”; de quien ha reconocido haber recibido financiamiento para sus actividades políticas a cambio de su indulto, por lo que tengo entendido ya existe un proceso y que, a pesar de ello, “Olluquito” estaría aún apoyando la campaña. Sería una presidenta relacionada al narcotráfico. Grave, muy grave.
-¿Cuál puede ser el poder actual de Vladimiro Montesinos que se encuentra en una cárcel de alta seguridad en la Base Naval del Callao?-Vladimiro Montesinos goza aún de mucho poder, pese a estar en la cárcel de alta
seguridad que usted menciona. La información que tiene sobre los actos delincuenciales e inmorales de muchos personajes con poder fáctico le permite gozar de mucha influencia. Ha demostrado durante sus juicios con poses arrogantes y soberbias que aún manda. Tiene sus vocales, sus fiscales, sus periodistas, sus empresarios, sus generales y sus socios políticos aún con mucho poder. En un gobierno de Keiko
Fujimori este poder se incrementaría peligrosamente, por lo que el ex asesor Vladimiro Montesinos conoce sobre la candidata y sobre personajes influyentes de su entorno cercano. Ya una vez la hizo callar. Montesinos sabe demasiado y eso le da poder y mucha influencia. En las FFAA ese poder lo conserva aún intacto.
Raúl Wiener
Redacción
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