Hace pocos días, el gobierno de Nepal anunció al mundo entero el carácter socialista de su República, con todas sus consecuencias. Para entender qué pasa en Nepal, hay que remontarse cinco siglos antes de Cristo, cuando las tribus indias del sur de Nepal se instalan en los valles fértiles que hay en las faldas del Himalaya, y comienzan a cultivar el yute y a pastorear ganado bovino y caprino. La nación nepalí se forma con los aportes de población de origen indio por el sur y de origen tibetano y chino por el norte.
Todo el territorio nepalí tiene una extensión de 159.000 kilómetros cuadrados, y en ese territorio se formó un reino que mantuvo su independencia hasta el siglo XIX, en el que fue sometido por el Imperio británico. Este lo convirtió en un protectorado con el beneplácito de la monarquía nepalí, que de esa manera se veía protegida de las continuas rebeliones de los gurkas que le disputaban el poder.
Con la independencia de la India al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el Imperio británico afloja su presión sobre el Nepal, y finalmente le otorga la independencia total en 1953. Cuando la metrópoli inglesa abandona el país, no existen ni la electricidad, ni maquinaria agrícola, ni hospitales, y el analfabetismo es de un 89 por ciento. Todo esto crea una situación social explosiva con permanentes rebeliones de campesinos y pastores, que reclaman mejores condiciones de vida bajo la dirección del Partido Comunista. Mientras el movimiento popular se convierte en ejército popular y se enfrenta al ejército nepalí en forma cada vez más efectiva, se produce un golpe de estado palaciego, dado por el príncipe Birendra, que aprovechando una comida familiar y con la complicidad de una parte del ejército regular, entra en el palacio real y acribilla a toda la familia real proclamándose rey de Nepal.
Estos hechos ocurren en el año 2001, y marcan un punto de inflexión en la historia reciente de Nepal. A partir de ese momento, el nuevo rey intenta sin éxito derrotar al ejército popular, y desata una brutal represión contra los campesinos bajo la acusación de ser cómplices de la guerrilla del Partido Comunista. El territorio de Nepal tiene solo dos fronteras; una en el norte donde limita con Tíbet (China), y en el sur, este y oeste donde limita con la India. La frontera norte es el cordón umbilical de la guerrilla, que recibe todo tipo de pertrechos y material militar moderno de la vecina República Popular China. Ello culminó hace cinco años con las negociaciones de paz entre el gobierno de Birandra y la guerrilla que lleva a que la misma se integre en el ejército regular y nombre al primer ministro, en un régimen parlamentario impuesto por las armas, y donde el rey va perdiendo cada vez más facultades, hasta que es destronado y reemplazado por una república popular.
Actualmente el rey destronado es una suerte de hombre en libertad vigilada, ya que no se le permite salir del país, se le han quitado todos sus bienes, y está sometido a estricta vigilancia día y noche. Lo que era el palacio real se ha convertido en la Casa de la Cultura de Nepal, y se han confiscado sus cuentas bancarias. Se le permite vivir en unas dependencias del palacio real que ocupaban los encargados de la limpieza del mismo; y se prepara un juicio popular y público contra él acusándolo de la muerte de sus hermanos y sobrinos en la masacre de la anterior familia real y de haber robado el dinero del pueblo nepalí. Sus cuentas bancarias fuera de Nepal, que tenía en Suiza e Inglaterra han sido congeladas, y ya no tiene acceso a ellas.
El nuevo gobierno socialista de Nepal ha declarado la tierra entera del territorio nepalí propiedad del estado; se han creado granjas colectivas, se está mecanizando el agro, y las industrias de lana, del yute, madera, tabaco, maíz y patata se han nacionalizado. Una de las industrias más importantes que es la textil, la cual destaca por la confección de chales de vivos colores se ha cooperativizado. Nepal tiene en su territorio las cumbres más altas del planeta. El Himalaya, el Daulaghiri, el K-2 y los que se llaman ocho miles, que son las cumbres más altas, están en su territorio, y son una gran atracción turística, que ha pasado a ser controlada por el estado, con lo cual recauda importantes cantidades dinerarias que aportan a la economía nacional.
Su posición estratégica fronteriza con China en el Tíbet, convierten a Nepal en un objetivo del imperialismo norteamericano, a través del cual infiltra agentes provocadores en China, en la región del Tíbet alentando proyectos secesionistas. La proclamación del carácter socialista del gobierno de Nepal, es sin duda un gran triunfo del campesinado nepalí, y abre una perspectiva de vida mejor para ese pueblo que se ha liberado de una monarquía corrupta y criminal, y del imperio norteamericano.
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