El pleno de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) dio por terminada la mesa de trabajo que había iniciado con el Gobierno y convocó para el próximo 18 y 19 de octubre a una nueva jornada de paro nacional y marchas.
La presidenta de la Federación de Estudiantes de Chile (FECH), Camila Vallejo, responsabilizó directamente al Ejecutivo del fin de las conversaciones y advirtió que "hubo un diseño concertado por parte del Gobierno para que esta mesa de trabajo no prosperara".
"Se nos cerraron las puertas y eso hay que recalcarlo aquí. No fuimos nosotros los estudiantes los que quisimos romper con esta mesa, sino que fue el mismo Gobierno porque no tenía la capacidad política ni la voluntad de atender las demandas de la gran mayoría del país", subrayó.
Vallejo sostuvo que lo que terminó por romper la mesa fue que el Gobierno les presentara nuevamente "una propuesta que hace más de tres meses hemos venido rechazando (...) ésa también es una provocación y una clara manifestación de no querer que esta mesa pudiera perdurar en el tiempo y llegar a buen puerto", remarcó.
A su vez, el Ejecutivo mantuvo que la mesa de diálogo no pudo prosperar porque el movimiento estudiantil fue "tomado, cooptado y dirigido por los grupos más ultra, los más intransigentes e ideologizados", según señaló este domingo el portavoz del gobierno Andrés Chadwick.
El Gobierno dejó claro que no se harán nuevas propuestas a los estudiantes, y que los proyectos de Ley sobre educación, presentados sin haber sido discutidas con estudiantes y profesores, seguirán su curso en el Congreso, instancia que a su vez, ha dicho que no aprobará normativa alguna que no sea consultada prevaimente a los sectores afectados.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, llamó este domingo a los estudiantes a que retomen nuevamente el diálogo.
"El Gobierno tiene un compromiso claro y firme: Garantizarle a todos educación de calidad, y es algo que necesitamos. Y en segundo lugar, garantizarles, a todos los que necesitan, educación gratuita", reiteró.
Ambas partes se acusan mutuamente de haber roto la única y frágil instancia de acercamiento creada en cinco meses de conflicto, que mantiene semiparalizado el sistema educativo chileno, con escuelas y universidades tomadas, por la demanda de una educación pública, gratuita y de calidad que es respaldada por el 80 por ciento de la población.
Precisamente este fin de semana, los chilenos participaron en el Plebiscito Nacionalconvocado para que la población manifieste su interés en apoyar las causas de la lucha estudiantil.
La presidenta de la Federación de Estudiantes de Chile (FECH), Camila Vallejo, responsabilizó directamente al Ejecutivo del fin de las conversaciones y advirtió que "hubo un diseño concertado por parte del Gobierno para que esta mesa de trabajo no prosperara".
"Se nos cerraron las puertas y eso hay que recalcarlo aquí. No fuimos nosotros los estudiantes los que quisimos romper con esta mesa, sino que fue el mismo Gobierno porque no tenía la capacidad política ni la voluntad de atender las demandas de la gran mayoría del país", subrayó.
Vallejo sostuvo que lo que terminó por romper la mesa fue que el Gobierno les presentara nuevamente "una propuesta que hace más de tres meses hemos venido rechazando (...) ésa también es una provocación y una clara manifestación de no querer que esta mesa pudiera perdurar en el tiempo y llegar a buen puerto", remarcó.
A su vez, el Ejecutivo mantuvo que la mesa de diálogo no pudo prosperar porque el movimiento estudiantil fue "tomado, cooptado y dirigido por los grupos más ultra, los más intransigentes e ideologizados", según señaló este domingo el portavoz del gobierno Andrés Chadwick.
El Gobierno dejó claro que no se harán nuevas propuestas a los estudiantes, y que los proyectos de Ley sobre educación, presentados sin haber sido discutidas con estudiantes y profesores, seguirán su curso en el Congreso, instancia que a su vez, ha dicho que no aprobará normativa alguna que no sea consultada prevaimente a los sectores afectados.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, llamó este domingo a los estudiantes a que retomen nuevamente el diálogo.
"El Gobierno tiene un compromiso claro y firme: Garantizarle a todos educación de calidad, y es algo que necesitamos. Y en segundo lugar, garantizarles, a todos los que necesitan, educación gratuita", reiteró.
Ambas partes se acusan mutuamente de haber roto la única y frágil instancia de acercamiento creada en cinco meses de conflicto, que mantiene semiparalizado el sistema educativo chileno, con escuelas y universidades tomadas, por la demanda de una educación pública, gratuita y de calidad que es respaldada por el 80 por ciento de la población.
Precisamente este fin de semana, los chilenos participaron en el Plebiscito Nacionalconvocado para que la población manifieste su interés en apoyar las causas de la lucha estudiantil.
El Colegio de Profesores dio a conocer los primeros datos de la consulta ciudadana no vinculante que organizó este fin de semana. Según la información oficial hasta el mediodía del domingo habían votado un millón 16 mil 827 personas, 341 mil de ellas a través de internet, y un 90 por ciento estaban en contra del lucro en la educación.
Para el Gobierno, la iniciativa de los docentes es "sólo una acción de un grupo gremial que ha decidido consultar a las personas en términos informales", dijo Chadwick este domingo.
El martes pasado, los estudiantes de secundaria también anunciaron que abandonarían la mesa de trabajo con el Gobierno por considerar que las propuestas que fueron presentadas ya habían sido escuchadas y rechazadas por el sector.
Para el Gobierno, la iniciativa de los docentes es "sólo una acción de un grupo gremial que ha decidido consultar a las personas en términos informales", dijo Chadwick este domingo.
El martes pasado, los estudiantes de secundaria también anunciaron que abandonarían la mesa de trabajo con el Gobierno por considerar que las propuestas que fueron presentadas ya habían sido escuchadas y rechazadas por el sector.
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