lunes, 10 de octubre de 2011

GRECIA: OTRO CRIMEN CONTRA LOS TRABAJADORES


Los gobernantes griegos preparan otra ronda de austeridad

“Soy una de las pocas personas con suerte de mi generación”, dijo a The Militant Martha Pissanou, técnica de laboratorio de 23 años: “Tengo trabajo”.

El desempleo oficial en Grecia es de más de un 16% y aumenta mientras los trabajadores de este país enfrentan uno de los golpes más fuertes impuestos por gobiernos capitalistas en Europa y más allá.



“Mi padre ha trabajado en la compañía de aviones de propiedad estatal desde que tenía 24 años”, dijo Pissanou. “Acaban de decirle que es uno de los miles que serán despedidos. ¿Ahora qué? La culpa la tienen el gobierno y la mentalidad del país. Pero también comienzo a pensar que algo mucho más grande nos está sucediendo a nosotros en Grecia, que todavía no llego a comprender.”



El gobierno de George Papandreu ya ha impuesto dos rondas de duras medidas de austeridad, con un efecto devastador en los trabajadores y en grandes secciones de las clases medias. Las medidas se adoptaron bajo presión del Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y la Comisión Europea –la llamada Troika– a cambio de masivos préstamos para asegurar el pago a los poseedores de bonos del gobierno griego. Entre los que perderían más en caso de un default de los pagos de intereses están bancos de Francia y Alemania, las más poderosas potencias capitalistas de Europa.

Ya que el default del gobierno griego parece cada vez más inevitable, el gabinete griego propone otros 8.800 millones de dólares de recortes del presupuesto de 2012. El plan incluye la transferencia de 30.000 trabajadores públicos a una “reserva laboral especial” con remuneración drásticamente reducida, recortes de salarios gubernamentales de hasta un 40%, recortes más profundos de las pensiones y más impuestos a los trabajadores.

La propuesta presupuestaria del gabinete todavía no llega a satisfacer los objetivos exigidos por la “Troika”, que decidirá si está satisfecha con las medidas de austeridad para otorgar más préstamos.



Se espera que la economía griega disminuya otro 5,5% este año, según CNNMoney. Las medidas de aumento de la austeridad solo sirven para acelerar la contracción de la economía.



Se ha organizado una serie de huelgas de 24 y 48 horas como reacción ante las últimas medidas, una continuación de la táctica de breves acciones limitadas que comenzaron el año pasado. Las últimas huelgas de trabajadores del transporte público y conductores de taxi tuvieron lugar el 27 y 28 de septiembre, paralizando el transporte público. Los sindicatos del sector público han convocado una huelga el 5 de octubre y las federaciones sindicales llaman a una huelga general para el 19 de octubre.



“Participé en un par de acciones, pero ahora he dejado de hacerlo”, dijo Pissanou. “No parecen lograr nada. La gente pierde su paga, se agota.”

“El trabajo ha disminuido un 70%” explicó Omar Ismail, trabajador sirio de la construcción que vive en la isla griega de Creta, en una entrevista telefónica. “Muchos trabajadores sirios se han visto obligados a enviar a sus esposas o hijos de vuelta a Siria”.



“He participado en huelgas en los últimos meses, pero la mayoría de nosotros no lo hace. El problema es que estamos divididos, griegos contra extranjeros, también de otras maneras. Esas divisiones aumentar el poder de los explotadores.”



“El desempleo real pronto subirá a más de un 20% y da a los patrones la posibilidad de aplicar presiones insoportables”, dijo Nikos Gourlas a The Militant. Gourlas trabaja en uno de los negocios en el Aeropuerto Internacional de Atenas y es presidente del recién formado Sindicato de Trabajadores del Aeropuerto. “En varias compañías los trabajadores del aeropuerto no han recibido su paga durante meses. Luchamos por la puesta en práctica de las leyes laborales básicas.”



“Todo el sistema se está pudriendo, por eso toman esas medidas contra nosotros”, dijo Michael Aggelopoulos, de 36 años, trabajador en la rampa del aeropuerto. “No tenemos otra alternativa que no sea ir a la huelga y protestar. Pero solo una respuesta masiva puede detenerlos”.



Bobbis Misailides y Natasha Terlexis trabajan en el aeropuerto de Atenas y contribuyeron a este artículo.

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