"Somos sirios", dijo el comandante de la unidad rebelde
Un comando de rebeldes sirios decidió este
miércoles abandonar su lucha contra el Gobierno y reincorporarse al ejército
gubernamental
El jefe del grupo, el capitán Khaled Abdel Rahman al-Zamel, hizo una
declaración en este sentido en una reunión de fuerzas opositoras.
"Hemos decidido volver al Ejército y cooperar con el ministerio para la Reconciliación Nacional”, señaló el capitán acompañado por una decena ex combatientes de la oposición, citado por la agencia AFP. "Todos nosotros somos sirios y rechazamos una crisis que comenzó con el derramamiento de sangre”, explicó el capitán, que instó a otros rebeldes a dejar de luchar contra el Gobierno.
Anteriormente Al-Zamel encabezó un comando formado por ex militares del ejército sirio que operaba en el sur del país. Su unidad formaba parte del Ejército Libre Sirio, en su mayoría integrado por ex efectivos del ejército nacional que se sublevaron contra el gobierno de Bashar Assad.
El foro de la oposición, que inició su actividad en Damasco, la capital siria, el 23 de septiembre, fue convocado por el Comité Nacional Coordinador para los Cambios Democráticos en Siria.
El analista internacional Txente Rekondo opina que estos testimonios muestran la escisión del bando opositor.
“Esas tesis que vienen anunciando hace tiempo, y lo demuestran día a día, significa que nos encontramos ante una oposición totalmente dividida, ante una oposición que no tiene en ningún momento una agenda común. Su única estrategia es para derrocar al actual régimen, siguiendo este guión de cambio de régimen que desde Estados Unidos y sus aliados europeos y regionales están imponiendo en conjunto a la región desde hace tiempo”.
Según el analista, la mayor diferencia entre los distintos comandos rebeldes es su postura con respecto a la religión y su tolerancia hacia las minorías étnicas o religiosas.
“Creo que esto es una constatación manifiesta de que dentro de esa insurgencia hay unas tendencias cada vez más visibles, unas tendencias de claro corte yihadista que algunos las califican incluso de salafista, apoyadas probablemente por las monarquías del Golfo Pérsico y que para nada tienen cabida en la otra oposición, la laica, y que trata con mucho mayor respeto al conjunto de otras minorías sirias”, explicó.
"Hemos decidido volver al Ejército y cooperar con el ministerio para la Reconciliación Nacional”, señaló el capitán acompañado por una decena ex combatientes de la oposición, citado por la agencia AFP. "Todos nosotros somos sirios y rechazamos una crisis que comenzó con el derramamiento de sangre”, explicó el capitán, que instó a otros rebeldes a dejar de luchar contra el Gobierno.
Anteriormente Al-Zamel encabezó un comando formado por ex militares del ejército sirio que operaba en el sur del país. Su unidad formaba parte del Ejército Libre Sirio, en su mayoría integrado por ex efectivos del ejército nacional que se sublevaron contra el gobierno de Bashar Assad.
El foro de la oposición, que inició su actividad en Damasco, la capital siria, el 23 de septiembre, fue convocado por el Comité Nacional Coordinador para los Cambios Democráticos en Siria.
El analista internacional Txente Rekondo opina que estos testimonios muestran la escisión del bando opositor.
“Esas tesis que vienen anunciando hace tiempo, y lo demuestran día a día, significa que nos encontramos ante una oposición totalmente dividida, ante una oposición que no tiene en ningún momento una agenda común. Su única estrategia es para derrocar al actual régimen, siguiendo este guión de cambio de régimen que desde Estados Unidos y sus aliados europeos y regionales están imponiendo en conjunto a la región desde hace tiempo”.
Según el analista, la mayor diferencia entre los distintos comandos rebeldes es su postura con respecto a la religión y su tolerancia hacia las minorías étnicas o religiosas.
“Creo que esto es una constatación manifiesta de que dentro de esa insurgencia hay unas tendencias cada vez más visibles, unas tendencias de claro corte yihadista que algunos las califican incluso de salafista, apoyadas probablemente por las monarquías del Golfo Pérsico y que para nada tienen cabida en la otra oposición, la laica, y que trata con mucho mayor respeto al conjunto de otras minorías sirias”, explicó.
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