jueves, 20 de octubre de 2011

Buitres de la especulación

Las entrañas de cualquier economía capitalista son el instrumento para el cual el dinero de los ahorristas se canaliza en favor de los inversionistas. Dotar de dinero o crédito a alguien se conoce como financiación. El primer objetivo de quien asiste financieramente es la inversión, es decir, el empleo de un capital con el objetivo de aumentarlo.


Entre los diferentes tipos de inversiones nos detenemos hoy en las financieras. Estos negocios se colocan en títulos, valores y otros documentos financieros con el propósito de incrementar los excedentes disponibles por medio de la percepción de rendimientos, intereses, dividendos, variaciones de mercado u otros conceptos.

Los fondos de inversión libre, “hedge fund”, y las entidades de capital riesgo son grupos de especulación financiera que actúan en el mercado, con el único fin de beneficiarse a través de la compra y venta de ciertos bienes por medio de la conjetura en los precios.

La CFTC (US Commodity Futures Trading Comission), una organización norteamericana creada para la vigilancia de los mercados de futuros de materias primas, advierte que una gran parte del incremento en los precios de estos recursos se debe a posiciones especulativas. Esto se escenifica en la abultada subida de los precios en el último año (plata + 82%; oro + 21%; trigo 54%; maíz 88%; petróleo +46%; algodón 78%; azúcar 52%…). Si hace cinco años el volumen de estos fondos de inversión en estos bienes era muy pequeño, a día de hoy la dimensión en siete de las principales materias primas alcanza los 100.000 millones de dólares. Prácticamente en todo el conjunto de precios en el mercado de futuros multiplica por dos y hasta tres veces el coste de producción.

Otro modelo de fondos de inversión son los llamados "fondos de situaciones especiales" o "fondos buitres". Este tipo de grupos destinan grandes cantidades de capital en la adquisición de deuda pública de los Estados, negocios en situación débil o cercanos a la quiebra, o cualquier activo “dañado”. Se adueñan de ellos a precios muy reducidos, con la intención de tomar el máximo beneficio a corto plazo a través de la especulación o la ejecución de medidas legales, forzando de ésta manera el pago de los deudores. En su mayoría están relacionados con grandes compañías del sector financiero norteamericano y europeo, como el es caso de Goldaman Sachs o Deutsche Bank.

Bienvenido Mr. Buitre

En España el aterrizaje de los “fondos buitres” se está acelerando como consecuencia de la crisis financiera y del hundimiento del sector inmobiliario. El sector bancario, presionado por la ingesta cantidad de inmuebles procedentes de embargos, daciones de pago de particulares y viviendas de nueva propiedad, contabiliza en cientos de miles de millones los activos conexos al sector inmobiliario. Las ofertas que están realizando los “fondos buitres”, para la compra de lotes de inmuebles que conglomeran los balances bancarios, oscilan entre el 20% y el 30% de sus valores nominales. Si la presión a la que está sometida la banca española obligara a realizar estas operaciones, el precio de la vivienda se desplomaría en toda España. También están persuadiendo sobre la cartera de créditos fallidos que poseen los bancos, apostando por unos descuentos cercanos al 80%. Después su gabinete jurídico se encargaría de cobrarlos a un precio mucho mayor.

El sector financiero ha escenificado la máxima desregulación y falta de control sobre los mercados. Pues bien, el pasado mes ha sido aprobado por la Comisión Europea el proyecto de directiva por el que se establecería la Tasa sobre transacciones financieras en la Unión Europea. Este impuesto propuesto por James Tobin hace hoy cuarenta años, se diseñó con la intención de ejercer control sobre las transacciones especulativas en los mercados de crédito y bursátiles,especialmente en activos de alto riesgo e inestables. La aprobación de este gravamen en Europa dista mucho de ejercer como mecanismo de control de las actividades financieras especulativas, por tanto, hasta que no se globalice y se aplique en toda su finalidad, penalizando y ahuyentando este tipo de actividades y apremiando aquellas que fomenten e incentiven las inversiones que conlleven un bien generalizado, los “buitres” seguirán provocando la desgracia y ensañándose en ella.

UN EJEMPLO DE CÓMO FUNCIONAN ESTOS FONDOS

Un caso muy conocido y que ejemplifica el comportamiento de los “fondos buitres” fue el que ocurrió entre el año 2006 y 2007. Zambia había adquirido unos tractores rumanos en 1979 por un valor cercano a los 40 millones de dólares. Después de dos décadas, Rumanía acordó su liquidación por un valor de 3 millones, condicionando la cancelación del resto a su utilización en desarrollo –“canje de la deuda por desarrollo”–, traducido en personal hospitalario, escuelas e infraestructuras públicas. Pero en el último momento la situación cambió. Un “fondo buitre” persuadió a Rumanía para que le vendiera sus derechos de cobro por 4 millones de dólares y éste demandó a Zambia. En febrero del 2007, un tribunal inglés sentenció a Zambia, quien tiene extremos problemas de pobreza, al pago de más de 40 millones de dólares al fondo de inversión Donegal International.

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