miércoles, 27 de junio de 2012

Venezuela: La osadía de un candidato fascista a presidente
 
Como es de conocimiento público Enrique Capriles Radonski, es el candidato oficial de los grupos de poder venezolanos, para pretender competir por la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela contra el Presidente actual Hugo Chávez Frías. Nunca antes, durante la quinta republica, el pueblo venezolano, se había enfrentado a un candidato de la derecha tan peligroso como Capriles Radonski, eso no solo demuestra una crisis estructural, ética y moral en la derecha venezolana (ausencia de un cuadro mas preparado, educado y con un mínimo curriculum democrático), sino demuestra su profunda convicción de que la única forma de revertir la revolución bolivariana y salir de Chávez es con la formula fascista.

Para refrescar la memoria de quienes se hacen los amnésicos en Venezuela y para quienes estamos alejados de su frontera, es saludable recordar su breve hoja de vida política y sus fechorías para saber de que personajillo estamos hablando.

El 11 de julio del año 1972 se recibe como abogado, fue dos veces alcalde de la pequeña ciudad de Baruta, aledaña a la ciudad de Caracas, es fundador del partido derechista Primero Justicia financiado con dineros de PDVS a gestiones de su señora madre que era alta funcionaria en la cuarta republica. Hijo de familia Judía-Polaca, ligada a grandes intereses empresariales, entre ellos (Medios de comunicación-Cadena Capriles), industrias de entretenimiento, servicios inmobiliarios. Además fue funcionario del Servicio Nacional Integrado de administración aduanera y tributaria (SENIAT), en tiempos de gobiernos saqueadores de la cuarta República, al triunfo de Chávez el año 1999, era diputado a la Asamblea nacional, siendo destituido ante el advenimiento de la nueva asamblea constituyente.

Por mandato de los grupos de poder Venezolanos y sus amos del norte, el pasado 10 de junio, inscribió su candidatura oficialmente ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), organismo rector constantemente vapuleado por la derecha venezolana, no obstante su comprobada independencia en su accionar electoral reconocido por todos los venezolanos e internacionalmente.

El año 2002,cuando el golpe fascista contra el estado y pueblo venezolano, a la cabeza del Presidente elegido democráticamente Hugo Chávez, entre otros hechos violentos en su desarrollo ese 11 de abril, este personaje Capriles Radonski, hoy candidato, junto a otros conocidos fascistas-terroristas de apellidos Romaní y Koesling y bajo su conducción, asediaron con una turba de sus seguidores la Embajada de Cuba ante el gobierno Venezolano, además trepó los muros de dicho recinto diplomático para verificar si encontraba asilados políticos, violando flagrantemente como todo fascista el derecho internacional. Este hecho cobarde fue trasmitido en vivo y directo para todo el mundo ante el asombro mundial. Además de haber cortado los servicios básico de energía y agua a la embajada, sin ni siquiera tomar en cuenta que dentro estaban los funcionarios diplomáticos y sus familiares, los amenazaban constantemente de incendiar el recinto de dicha legación extranjera.

Otro acto fascista del susodicho candidato fue de oficiar de policía represivo sin ninguna competencia ni orden judicial, en el apresamiento violento contra el ministro del Interior del Presidente Chávez en ese mismo capitulo golpista.

Esta brevísima hoja de vida, culmina con el famoso decreto Carmona el año 2002, que de un plumazo, conculcó todas y cada una de las libertades ciudadanas del pueblo Venezolano, destituyendo al Presidente, jueces, al fiscal general, al defensor del pueblo, etc. se saboteo el canal estatal de televisión, como todo gobierno fascista se estrellaron contra todo lo que sea democracia.

Todo lo sucedido durante ese breve golpe de estado, es fascismo puro y el candidato Capriles es parte importante de esa camada de grupos de poder por extracción y condición de clase, este es el peligro de la osadía de este fascista de bajo nivel cultural y político, en sus pretensiones de llegar al gobierno mediante golpes de estado o jugando la pantomima de elecciones democráticas. Ahora bien, Capriles Radonski como candidato presidencial, es como una semilla para la destrucción de ese país, es una semilla que el imperio tratará de sembrar en el suelo libre e independiente que tanto le ha costado al valeroso pueblo venezolano.

Apuesto dos contra uno, que la mayoría consciente del pueblo venezolano, por dignidad nacional y patria, impedirá con su voto en las urnas y sus luchas en las calles, el retorno no solo al triste recuerdo de la cuarta republica de saqueadores, sino con la agravante de vivir en una cuarta republica sumida en el fascismo, la barbarie, la colonia.

* José Justiniano Lijerón es ex Dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB)

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