Organizaciones de derechos humanos denuncian abusos policiales
en Grecia
Amnistía
Internacional (AI) se añadió ayer al grupo de organizaciones de Derechos Humanos
que en los últimos días denunciaron en Atenas las actuaciones arbitrarias contra
manifestantes y trabajadores inmigrantes.
AI mostró su preocupación ante las graves denuncias
recogidas durante el último mes en relación, entre otras cosas, a los malos
tratos en comisaría, el uso excesivo de productos químicos en las protestas por
parte de la policía y otras formas de abuso contra los
manifestantes.
De la situación en los calabozos de las comisarías alertó
el sábado el diario Kathimerini, citando fuentes policiales, al revelar que
albergaban a más de 700 reclusos, muchos de ellos durante meses, en un situación
que excede la capacidad y la seguridad de las instalaciones y de sus
vigilantes.
AI también denunció el “dramático aumento de los ataques de motivación racial
contra los inmigrantes, solicitantes de asilo y otros extranjeros, y de los
casos en que la policía supuestamente desanima a las víctimas de denunciar este
tipo de agresiones”.
Por todo ello la organización hizo un llamamiento a las autoridades griegas
para que investigaran a fondo, con prontitud y de manera imparcial las denuncias
de abusos policiales, y fueran llevados ante la justicia los responsables.
Uno de los casos más escandalosos, que salió a la luz tras su publicación en
el diario británico The Guardian, es el relativo a las torturas infligidas a 15
manifestantes antifascistas en la jefatura de policía de Ática, provincia de
Atenas.
Del mismo aseguró ayer el ministro de Orden Público, Nikos Dendias, que
estaba siendo investigado por la justicia, en respuesta a una pregunta
parlamentaria realizada por el principal grupo opositor, la Coalición de
Izquierda Radical (Syriza). Sin embargo, el lunes fueron despedidos
dos periodistas de la televisión pública griega por criticar en directo
durante un programa matutino la posición del ministro en este caso de violencia
policial.
Con respecto a las agresiones racistas, también la sección local
del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) advirtió la
pasada semana del incremento alarmante de este tipo de violencia y de la
pasividad de las autoridades para atajarla.
La agencia humanitaria citó 15 incidentes en los que policías de servicio
recurrieron a prácticas ilegales y violentas, en el ejercicio
de controles rutinarios, y casos en los que los detenidos fueron maltratados
durante horas o les fueron destruidos sus documentos legales de
identidad.
Junto al ACNUR otras 23 organizaciones, reunidas en la Red
para el Registro de los Actos de Violencia Racista, constataron que en Grecia no
se hace lo suficiente para combatir estas expresiones
delictivas.
“Hoy están sonando las alarmas porque la violencia racista y la amenaza del
fascismo se han extendido y amenazan a la democracia”, aseguró Kostas
Papaioannu, responsable de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en
Grecia.
Para salir del paso a estas críticas el ministerio de Orden Público anunció
ayer la creación de una unidad especial de policía que se encargará de
investigar actos violentos relacionados con el racismo y la
xenofobia, y aquellos en los que estén implicados agentes
policiales.
Antonio Cuesta es corresponsal en Grecia de la agencia Prensa Latina.
Su blog de noticias es: http://deatenas.tumblr.com/
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